Crédito hipotecario

Cuidado con las cosas que parecen ser las mismas que otras que conocemos.

Cuidado con las cosas que parecen ser las mismas que otras que conocemos.

Hoy el General Obvio va a lanzar un ataque, así que poneos a cubierto.

Me doy cuenta de que a fuerza de hablar de cosas un poco complicadas acabo por dejar en el tintero los fundamentos de lo que se supone que hacemos aquí, y al ir al buscado he comprobado que no hay aún ningún artículo dedicado a los créditos hipotecarios, una modalidad hipotecaria muy inetresante para las personas que hayan podido pensar en comprar una casa antigua y reformarla, algo cada vez más habitual pro todo tipo de razones.

Un crédito hipotecario es un contrato por el que una entidad financiera, ya sea Banco, Caja de Ahorros o cualquier chiringuito similar legalmente establecido, concede una cantidad de dinero como financiación de la compra, reforma o mejora de un bien inmueble, de modo que el que lo recibe puede ir disponiendo de ese dinero progresivamente y a medida que lo necesite, sin tener que pagar los intereses por todo el capital como sucedería en la hipoteca tradicional. En el caso del crédito hipotecario, la cantidad que deberá pagarse dividirá en dos concpetos: por saldo dispuesto, y por saldo no dispuesto.

El tipo de interés por el saldo dispuesto suele ser un poco superior al del hipotecario normal, llegando a Euribor más un punto o punto y pico. El interés por el saldo no dispuesto, que es el dinero que aún no hemos utilizado, puede ser cercano a cero y es importante negociar esta parte.

Al no ser fija la cantidad que se debe, no son fijas tampoco las cuotas. Lo que sí es como siempre, como de costumbre, es el procedimiento de embargo en caso de impago.

Este tipo de financiación es particularmente útil a la hora de reformar una vivienda, por ejemplo, puesto que los gastos se realizan en un periodo de tiempo que puede ser entre largo, o muy lago, dependiendo de los albañiles.

O eterno, incluso.

Pero no me tiréis de la lengua.

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Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

26 pensamientos en “Crédito hipotecario

  1. Javi

    Yo soy de los que han sufrido en sus carnes el alargamiento de una obra. Nos aseguraron que era un asunto de, como mucho, un mes, y al final tardaron nada menos que tres meses. No hubiera estado mal pedir un crédito hipotecario, porque, sinceramente, casi nos arruinamos.

    1. Alba

      Mi ex marido también acometió una obra de las mismas características, Javi, pero con la diferencia de que a él un amigo, director de un banco, le recomendó un crédito hipotecario. Está feliz con la casa y las obras las acabó en ocho meses, más de lo que habría querido, pero menos de lo que pensaba. En cuanto al crédito, no tuvo problema alguno, pero es que mi ex marido tiene un buen sueldo y está a punto ya de jubilarse.

    2. Nacho

      Desde luego que es buena idea. Mi hermana emprendióuna reforma integral y mientras tanto alquiló un piso para lo que en principio serían cinco meses de obra. Aunque parezca increíble la reforma se fue al año. Solo de alquiler imaginad lo que tuvo que gastar. Aún se está recuperando económicamente de aquello.

      1. Pepe

        Me encantaría encontrar a alguien que dijera que la obra de su vivienda terminó pronto, o por lo menos en el tiempo establecido o previsto en un principìo. Es más difícil que encontrar una aguja en un pajar.

        El crédito hipotecario es una buena solución si consigues que te lo den, aunque lo cierto es que actualmente es más fácil de conseguir que una hipoteca para comprarte una casa. Yo tengo una amiga que intentó comprarse una nueva vendiendo la suya actual, y al no conseguir que los bancos le dieran la hipoteca, la ha renovado de arriba abajo y la ha dejado como un palacio.

        1. Sin crédito no hay paraiso

          Las demoras no sólo se producen en el ámbito de las reformas, sino en muchos otros servicios. Por ejemplo, es típico de los mecánicos decir que tendrán el coche listo para el día “x”, cuando en realidad quieren decir “x+4”. Lo peor de todo, es que sabemos que así será, pero preferimos creernos lo primero.

          1. Irene

            Es cierto, lo que sucede es que las reformas hacen que toda la vida diaria se trastoque y cada día de más que duran es un infierno. Casi todo el que ha pasado por una dice que es lo más estresnte que ha vivido, por algo será.

            1. Carmelo

              Si la reforma tiene pinta de alargarse por mucho tiempo lo ideal es irse de alquiler y volver cuando esté acabada. Sí que dan quebraderos de cabeza, y no lo digo porque yo haya reformado, sino porque reformó un vecino mío y yo sufría las obras y demás como el que más estando a cierta distancia, así que él menuda tuvo que aguantar.

          2. Carmelo

            Pasa lo mismo cuando compras un piso de nueva construcción. Creo que nunca están a tiempo. Te dicen que para el año tal estará terminado y luego hay que esperar dos años más. Bueno, de hecho hay obras que llevan paradas desde tiempos de Matusalén incluso…

    3. bufago

      Hacer una reforma en tu casa es desgastante , recuerdo cuando lo hice en la mia salian gastos imprevistos aunandole que le dabamos de comer a los albañiles (esto por eleccion propia) fueron unos meses donde tu manera de desarrollarte en tu hogar cambia.

  2. N.T.

    En tiempos de tanto paro, es todo un lujo meterse en un crédito hipotecario. Yo, por ejemplo, no podría hacer frente a estos gastos, dada la situación tan inestable que tengo en mi trabajo. Así que, quien pueda, que disfrute de su reforma.

    1. bufago

      El escenario no es el adecuado para estara adquiriendo responsabilidades crediticias , aunque entonces nos tendriamos que preguntar cuando si es el correcto. La compra de una casa o hacer una obra en dependera de cada caso por las posibilidades con las que cuenta el individuo.

  3. Yasmine

    Lo que más rabia me da es que tengas que negociar con los bancos. Vas a solicitar un crédito hipotecario y a negociar. Solicitas una hipoteca y a negociar. Hasta para abrir una cuenta corriente tienes que negociar. Más que bancos parecen mercados persas.

    1. Iciar

      Lo que son es usureros, en el sentido más antiguo y literal de la palabra. Sacan provecho y tajada de la situación penosa de los demás y encima parece que te hacen un favor, cuando somos los clientes quienes se lo hacemos a ellos dejando allí nuestro dinero. Yo me estoy planteando meterlo debajo del colchón y que sea lo que dios quiera…

      1. Gasmann

        Mucho cuidado con el dinero en el colchón, Iciar; a mis vecinos les entraron el otro día y se llevaron hasta los marcos de los cuadros. Los bancos, mal que nos pese, son un mal necesario y yo por lo menos no voy a arriesgar mi dinero dejándolo en casa, a merced de cualquiera que quiera entrar a por él.

        Solicitar un crédito hipotecario es algo que puede ser muy práctico siempre que te lo den, por supuesto, y también si, como apunta N.T. más arriba, la precariedad de nuestra situación laboral nos permita meternos en reformas.

        1. Mario

          ¡No veas cómo concuerdo contigo, Gasmann! Llevamos varios robos en el edificio, el último el de mis vecinos de arriba, a los que les han desvalijado la casa de joyas. Lo peor es que eran recuerdos de familia que tienen muy crudo recuperar, según nos han contado tras hablar con la Policía. Yo también era de los que abogaba por el calcetín, pero ahora apuesto más por depositar nuestros ahorrillos en dos o tres bancos, por si las moscas.

        2. Desenfadado

          No me metáis miedo que ahora vivo solo y no paro de escuchar ruidos por las noches. Temo a que algún vendedor a domicilio consiga entrar en mi casa, hipnotizarme y hacer que le compre hasta las colecciones de Joselito en Cine de barrio.

          1. Ximo

            Pues ten cuidado con los que intentan que contrates el pack telefónico. A mí me llaman todos los días a la hora de la siesta y nunca se rinden. Les cuelgas y te llaman hasta el móvil. Me estoy planteando cambiarme sólo para que me dejen echar una cabezadita.

            1. Carmelo

              Debería de estar prohibida la venta puerta por puerta Que vengan a tu casa a la hora de la siesta a aporrearte la puerta no tiene perdón. Si a mí me interesa comprar algo ya iré a por ello, pero no me gusta que den la murga. Yo, por supuesto, ni les abro. ¿Para qué? ¿Para perder el tiempo?

    2. Fredo Landia

      Pues aún que se pueda negociar, porque con otros productos del mercado es imposible hacerlo. Lo importante es ir con las cosas claras y ser consciente de lo que hay que pedir al banco. Con un poco de suerte y paciencia se pueden conseguir buenos productos financieros, como un crédito hipotecario, por ejemplo.

    3. bufago

      A mi no me ha tocado un banco con el que tenga que negociar , siempre es una imposicion de las pautas que han marcado , em el caso de tener una deuda y lo pasan a entidades de cobro es cuando se da una negociacion para que saldes el adeudo , de otra manera no encuentro en que puedas reconvenir con un banco.

  4. Desde el Paro

    Ladríllez, muchas gracias por la información y la idea, lo he leído todo con atención por si de repente me daba cuenta de que había hecho el ridículo pidiendo una hipoteca tradicional en lugar de un crédito hipotecario, pero me he dado cuenta de que no.

    El año pasado compré una casa antigua e hice algunas mejoras, que no reformas porque la buscaba ya reformada para evitar complicaciones, albañiles y tiempos de espera y desesperación innecesarios.

    Me concedieron una hipoteca joven y el diferencial es Euríbor + 0.37, así que me quedo con esto y no con el punto y pico, porque las mejoras solo tardamos tres meses en hacerlas y porque íbamos mes a mes, según lo que íbamos pudiendo pagar. Es absurdo pedir más dinero para reformar, lo pagas a millón y, al menos a mí, no me compensa.

    1. bufago

      Confieso que pense que un credito hipotecario era lo mismo que una hipoteca tradicional , a veces es necesario hacer una diferenciacion de los terminos pues implican elementos diferentes y es cuando un mal uso de ellos hace que no se de un entendimiento al platicar con otra persona.

  5. Gonzalo

    Como siempre, muy buena la foto, Ladríllez. Eres un crack de las imágenes. Yo pensaba que el crédito hipotecario y la hipoteca eran lo mismo, gracias por poner luz en un mundo tan oscuro como el de las hipotecas, donde nos timan en cada esquina porque nos toman por esquineros.

    Habrá a quien le compense, a mí no me parece una opción tan buena, teniendo en cuenta que tienes que pagar más al principio, que la reforma se puede eternizar más que la obra de El Escorial y que te puede prestar el dinero una entidad aún peor que un banco. ¡Quita, quita!

  6. Tom Hagen

    A mis padres les hubiera venido bien un crédito hipotecario para comprar la casa del pueblo a sus hermanos y después reformarla por partes. Se pensaban gastar 150.000 euros en la reforma y al final ha sido el doble, como en todas las reformas, ya sabéis que siempre se gasta más porque se encima “y ya que hacemos esto… Y ya que hacemos lo otro…”. Total, que te arruinas y te gastas más que en la casa misma.

    1. Carmelo

      Ésa es otra. Que te digan que una reforma vale 150.000 euros y luego, cuando te van a dar la factura te dicen que es el doble como el que no quiere la cosa. Para reformarte la casa o para arreglar el coche, etc. Es una buena treta de algunos para sacar más dinero. Yo, desde luego si me dicen que va a costarme “X” no voy a pagar luego “2X”…

  7. Hipoteca

    Un matiz muy importante: no es lo mismo una hipoteca o préstamo hipotecario que un crédito hipotecario, crédito con garantía hipotecaria o hipoteca abierta. Los 2 primeros son hipotecas, los 3 últimos son líneas de crédito que resultan bastante más caras y os harán casi imposible cambiar de banco si un día lo necesitáis. Tenéis más información aquí:
    http://www.helpmycash.com/blog/hipoteca-y-credito-hipotecario-cuidado-hay-una-gran-diferencia/
    Saludos!

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