La morosidad de las familias, el gran problema de la banca

Las cuentas siguen sin salir

Las cuentas siguen sin salir

A pesar de que la banca se las prometía muy felices con la morosidad de los promotores inmobiliarios, la cuál les había llevado a perder mucho dinero, no hay duda, pero que parecía últimamente controlada, ahora llega otro gran problema de dimensiones siderales y de muy difícil consideración.

Se trata de la morosidad de las familias españolas en sus préstamos hipotecarios. Como consecuencia del incremento persistente y pertinaz de la tasa de desempleo, cada vez hay más familias que no tienen capacidad real para poder pagar sus hipotecas, y acaban, por tanto, por dejar de pagar sus cuotas.

Esto provoca que las entidades financieras acumulen un agujero negro sin solución, más allá del embargo de la vivienda, algo que acaba por repercutir de manera negativa sobre las propias entidades, con lo que acaba por convertirse en la pescadilla que se muerde la cola.

Desde las asociaciones de consumidores, donde se reconoce este problema y las dificultades que puede crear al sistema, abogan por una solución pactada, de manera que las entidades financieras encuentren alternativas para que los propios clientes puedan seguir pagando sus cuotas y ellos no pierdan mucho dinero.

Se trataría de profundizar en el campo de la renegociación hipotecaria, ampliando cuotas y reduciendo tipo de interés, lo cuál provocaría una reducción de beneficios para bancos y cajas en el corto plazo, no hay duda, pero en el medio-largo plazo permitiría mantener un volumen adecuado de ingresos.

Además, de esta forma las familias españolas podrían seguir manteniendo sus viviendas sin problemas, a pesar de su situación económica de extrema dificultad, a la espera de que llegaran tiempos mejores que les permitieran afrontar el futuro con mayor optimismo.

Ya hay Comunidades Autónomas, como el País Vasco, donde el gobierno regional está abogando por este tipo de soluciones, convencidos de que es la única fórmula adecuada para intentar salir todos juntos de la crisis, más allá de hundir el sistema a costa de bancos y familias.

Lo único seguro, eso sí, es que el desempleo seguirá creciendo en los próximos meses, y con él las dificultades de todos los agentes relacionados con toda la economía en general.

3 pensamientos en “La morosidad de las familias, el gran problema de la banca

  1. Ramon

    Esto es lo que deberian de hacer los bancos, apoyar a aquellas familias que incluso en plena crisis quieren seguir pagando su hipoteca, pero la realidad es de que la avaricia de la banca, la poca predisposición, les ha llevado a donde les ha llevado, a comer pezqueñines y eso está prohibido en las sardinas pero no el las personas, yo incluso con credito abierto disponible, en paro y con predisposición de seguir pagando, intento desde hace seis meses el bajar la cuota de 950 a 650 € al mes y todo son problemas, a fin de cuentas me cobrarán mas intereses no?.
    Donde esta su predisposición? O es mejor ahogar a las familias honradas y decentes del pais para ellos así tener mas toxos.? incomprensible. Entiendo perfectamente al capitalista que no invierte, para que?.

  2. Mariano

    La banca, lejos de querer una solución justa para todos, sigue en su posición de deshauciar en vez de negociar, aguantar con sus viviendas desahuciadas por las que han obtenido beneficios durante años. Siguen con la intención de cobrar sus deudas y, ademas de ello, consideran que tienen que vender esas viviendas por un precio justo para seguir y seguir ganando. No le deis mas vueltas amigos, estamos tratando con ratas voraces que no piensan mas que en amasar dinero, ser mas ricos y les da igual a quien llevarse por delante. Es triste ver como embaucan, engañan y roban al ciudadano sin que ningún organismo/gobierno/etc haga nada. ¿Que es lo que esta pasando? Hemos caído en un sistema del que somos esclavos. Si señores, esta muy bien pensado, una mier… de lugar de 70 u 80 m2, un sitio en el aire por el que estas pagando toda tu vida. ¿No creéis que es una locura? Claro que, un poco de culpa tenemos los que hemos caído en esa telaraña, aunque con una diferencia, si nos equivocamos, no tenemos derecho a vivir, sin embargo, si ellos se equivocan, encima les tenemos que sacar de la mierd… ¡Que miserables!

  3. Víctor

    Hemos llegado a una situación insostenible, y ello gracias a nuestra ignorancia sobre la especulación tan terrible que tienen todos los especuladores que forman el entramado de la vivienda (un bien totalmente necesario sin el cual no se puede vivir en esta sociedad actual, incluso los de la selva la necesitan…).

    Una vivienda necesita terreno para ser edificada, por lo tanto ya estamos empezando por el primer especulador: la tierra que tenía que ser toda pública o para el que la trabaja para su sustento, resulta que es uno de los elementos que propicia la corrupción, siendo causa muy directa de la prevaricación, el cohecho, los sobornos y hasta los homicidios.

    Una vivienda ha de ser saludable, de ahí que se elijan los terrenos más adecuados para que cumplan tal objetivo. Esto no es así porque se ubican donde más se beneficie a los que tienen interés de ponerse multimillonarios.
    Si el Estado pusiera interés en hacer de la vivienda un lugar habitable y lleno de salud, seguro que tedrían formidables equipos de personas cualificadas para hacer esos proyectos deseables.

    Ua vivienda tendría que ser gestionada por la Sociedad, y debiera perseguir el objetivo de que fueran alquiladas a precios totalmente justos, es decir, que se echaran números de los costes reales y nada de especulaciones.

    Una vivienda ha de ser un bien que verdaderamente se necesite, no un bien más para que la mayoría de las veces esté vacío y que forme parte del patrimonio personal, creo que eso es consumir terreno y paisaje que es de todos, por lo tanto, los artículos de lujo en este aspecto sobran, máxime en una sociedad cargada de desigualdades y de crisis.

    Simplemente funcionando así, se acabaría con este problema de Hipotecas, burbujas y ladrones.

Los comentarios están cerrados.