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Como anular en la práctica la cláusula suelo de la hipoteca

El Dr Doom...

El Dr Doom…

Antes de nada, hay que decir que lo que se consigue anular con las últimas sentencias es la cláusula suelo, y no todo el contrato de la hipoteca, como algunos pretendían, sin darse cuenta seguramente de que anular toda la hipoteca podría suponer la obligación de devolver todo el dinero de golpe. Hay que tener mucho cuidado con lo que se pide, no va ya a ser que te lo den…

Así que , sin más vamos a ver  cuáles son las principales causas de la nulidad de la cláusula suelo. Damos por hecho que, a estas alturas, todo el mundo sabe que la cláusula suelo es una cláusula contractual que se incluye en el préstamo hipotecario, para establecer el interés mínimo que se pagará en las cuotas mensuales de la hipoteca contratada.

Según el Tribunal Supremo, el mayor problema de las cláusulas suelo es la falta de transparencia del banco con el cliente, que no tiene claro, en teoría, que es lo que significa. Esto no se da siempre, sino que se aplica en los siguientes supuestos:

  • La falta de información al cliente acerca de este elemento definitorio del objeto del contrato. O sea, que la cláusula se metiera pro ahí, en cualquier lado, sin haber informado suficientemente sobre ella. Mi opinión personal es que quien firma algo sin leerlo debería sufrir la cláusula decapitación, pero esa ya es otra historia.
  • La creación de apariencia de un contrato a interés variable: Es decir, hacer creer al usuario que sus intereses irán subiendo o bajando junto al Euribor, que es su referencia, ya que nos indica el tipo medio de interés por el que se presta dinero.  Esto parecía lo norma. El engaño reside en haber dicho que lso intereses pueden disminuir, cuando la cláusula suelo luego lo impide. Esto afecta en particular a la publicidad con se comercializó la hipoteca.
  • Hacer creer que el hecho de que exista un suelo conlleva la existencia de un techo. A alguna gente se le dio a entender que al mismo tiempo que un mínimo había también un máximo, de modo que pasara lo que pasase nunca podría subir su hipoteca por encima de un tipo de interés máximo. Obviamente, aunque esto es posible, casi ningún contrato hipotecario contiene esta cláusula, con lo que es bueno echarle un vistazo si fue lo que nos contaron. 
  • Intención, mediante cualquier truco, de camuflar la cláusula suelo y hacerla pasar desapercibida:  el Tribunal Supremo lo describió con esta frase: “se ubican entre una abrumadora cantidad de datos, entre los que quedan enmascaradas”. Nuevamente, parecve que el Tribunal Supremo da por bueno que a la gente le dé pereza leer lo que firma, incluso cuando se trata de un contrato a treinta años…
  • No avisar a los clientes sobre el coste de este préstamo en comparación con otros productos que la entidad ofrece.

En resumen, sirve para anular la cláusula cualquiera de estas razones, pero sobre todo sirve el hecho de que la banca se ha cansado de litigar, sabiendo que los jueces no le van a dar la razón y sabiendo también, en muchos casos, que mediante los rescates y ayudas, su agujero lo vamos a pagar entre todos, así que ¡alegría!

¿Qué hacemos al terminar de pagar la hipoteca?

Venga, que ya queda poco...

Venga, que ya queda poco…

Ya sé que para muchos, casi todos nosotros, esta es una pregunta de ciencia ficción, o casi, pero también conviene saber qué hay que hacer cuando al fin la hipoteca se ha pagado. Vamos a ello.

En primer lugar, hay que saber que la hipoteca no se muere sola por mucho que esté pegada. Va a seguir figurando en el registro y se va a convertir en un problema el día que que se quiera vender la casa, o pedir un préstamos sobre ella, o dejarla en herencia. O sea, que si nuestra opciones no hacer nada y pasar de todo, está muy bien y estamos en nuestro derecho, pero no nos lamentemos luego si este trámite viene en un momento de apretón y nos dicen que vamos a perder una semana con él.

Si preferimos quitárnosla de encima, entonces le podemos decir al banco que la anule, pero aquí se da la curiosa circunstancia de que el banco tiene la obligación de hacerlo, pero no es gratis, así que nos puede pasar una curiosa factura de gestora por los trámites. En todo caso, para subempleados, aburridos, parados y caballeros andantes de la ventanilla, estos son los trámites que se necesitan, por si queremos hacerlo nosotros mismos:

Lo primero que hay que hacer es ir al banco y solicitar un certificado de saldo de deuda cero. Esto nos lo tienen que dar y nos lo tienen que dar gratis, así que empezamos bien.

Lo malo viene ahora, porque con ese certificado hay que ir a un notario (donde nada es gratis) y solicitar la escritura de cancelación, que tiene que venir, además, firmada pro el apoderado del banco, lo que nos hace preguntarnos para qué puñetas sirve el certificado. pero vale.

Cuando todo eso está acabado, hay que ir a rellenar el formulario del impuesto sobre Actos Jurídicos Documentados en Hacienda. No hay que pagar nada, porque este supuesto está exento, pero el papelote hay que hacerlo igual.

Tras esto, vamos al notario, recogemos la escritura (previo paso por caja, desde luego) y nos vamos al registro con todo eso, para que nos desinscriban, anulen o fumiguen la hipoteca.

Y se supone que ya está, pero seguro que ahora comprendéis pro qué tanta gente prefiere olvidarse del asunto, y ay se verá el día que haga falta…

 

Hipoteca y abuso. El supremo declara 13 cláusulas nula por abusivas.

Ya estaba bien de tanto cachondeo...

Ya estaba bien de tanto cachondeo...

Parece que por fin los tribunales han metido mano a las cláusulas abusivas de las hipotecas, declarando nulas nada menos que 13 de esas cláusulas. Una cláusula nula es aquella que, aun figurando en el contrato y aun habiendo sido aceptada por ambas partes, no tiene fuerza de aplicación.

La razón de esta nulidad está en que según el Supremo son desproporcionadas, abusivas o confusas.

Muy por encima, vamos a hacer un recorrido pro las que más os pueden interesar.

En primer lugar, pasa a ser nulo “reservarse la posibilidad de rescindir un contrato de préstamo hipotecario por cualquier causa“. Esto le gustaba mucho a los bancos por el miedo que metía, y significaba que, en cualquier momento, y sin razones, te podía pedir que devolvieses todo el dinero. Con eso se garantizaban que no te quejabas demasiado y que serías blandito en cualquier protesta o negociación. Por supuesto, eso no deja de ser terrorismo bancario y ha quedado anulado.  Ya era hora.

Queda también anulada la posibilidad de “resolver anticipadamente el préstamo por la posible disminución patrimonial del prestatario“. Hasta ahora, si sospechaban que te habías quedado sin trabajo o que ibas a dejar de pagar, podían pedirte que lo devolvieses todo, sin más razones. Otra causa acogida a esta cláusula podía ser la bajada del precio del piso. Nula también por ser un abuso.

Se anula asimismo esta otra: “hacer vencer un préstamo hipotecario cuando se deniegue la inscripción de la escritura aunque la no inscripción sea culpa de la entidad“. Antes, pasara lo que pasase, si había problemas con la inscripción registral, te jorobabas tú. Ahora se empiezan a jorobar ellos.

Otra: “prohibir vender o enajenar el bien que garantiza la hipoteca“. Esta es MUY importante, porque si estabas ahogado y ellos no te permitían vender el piso, tenías que jorobarte. Ahora tienes la obligación de darles el dinero a ellos, pero no se pueden oponer. Esta cláusula era particularmente venenosa, porque servía para poder quedarse un piso de mucho valor por poco dinero que debiese el hipotecado, de manera que tenían ya buscado un comprador (normalmente un empleado del propio banco, o un amigote del pelotazo) y hacían un negocio maravilloso impidiéndote a ti salir del agujero vendiéndolo por su verdadero valor a quien quisieras.

Una más: “eximirse de la obligación de comunicar la cesión del préstamo a terceros“. Ahora no podrán cederle la hipoteca a otro sin que lo sepas, de modo que sabes con quién estás hipotecado y qué es lo que te pueden hacer.

Se ha pedido también que se incluyan las cláusulas suelo, y se está estudiando.

En todo caso, se trata de una buena noticia que nos deja un poco menos indefensos de la hipoteca y sus abusos.

Por fin.