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Nuestra economía en el filo del precipicio

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Si hace unos años nos hubieran dicho que la prima de riesgo de nuestra deuda se había disparado por encima de los 480 puntos le hubiéramos mirado entre extrañados y pensando que había tomado demasiado barbitúricos, pero de un tiempo a esta parte nos ha tocado convivir, por desgracia, con un término de pura jerga económica que no hace sino despertarnos de nuestros mejores sueños sudando por culpa de las más dura de las pesadillas.

En la jornada de este lunes, la prima de riesgo cotizó por encima de los 480 puntos, valor que nos retrotrae al pasado mes de noviembre, cuando la economía española estuvo al borde de ser intervenida por parte de las autoridades europeas, un escenario que parecía haberse disipado con las elecciones generales y la llegada del Partido Popular al poder.

La prima de riesgo, recordemos, no es más que la diferencia de riesgo que perciben los mercados de una economía en particular con respecto a la economía alemana, que se toma como referencia, por entender que es la economía más estable de la zona Euro.

Una prima de riesgo que, en valores tan elevados, perjudica al país en su conjunto, pero también al pequeño ahorrador en particular, que se verá abocado a no recibir ningún tipo de financiación o a hacerlo a un valor demasiado elevado, quedándose a merced de los elevados tipos de interés.

Si los mercados consideran que España no ofrece las garantías necesarias como para comprar su deuda, el sector financiero español también tendrá dificultades para poder financiarse internacionalmente, y ello le llevará a tener que pagar intereses más altos, que luego repercutirá en el ciudadano cuando éste acuda a la sucursal a solicitar una hipoteca o cualquier tipo de préstamo.

Por tanto, no podemos perder de vista la evolución de la prima de riesgo y rezar, los que crean en un ser superior, en que el Banco Central Europeo realice su función comprando deuda española en el mercado secundario, reduciendo de manera inmediata el valor de la prima de riesgo, así de sencillo. Tan sencillo que llama la atención que no lo haga más a menudo para evitarnos estos sobresaltos.

Los bancos no hacen caso ni a Draghi

Pobre Draghi, que los bancos no le hacen caso

Pobre Draghi, que los bancos no le hacen caso

Al poco de llegar Mario Draghi a la cabeza del Banco Central Europeo, decidió apostar claramente por la liquidez en el sistema para permitir que las entidades financieras tuvieran la capacidad suficiente como para hacer frente a los riesgos sobrevenidos por la concesión de préstamos y créditos en un entorno como el actual.

Para ello tomó la medida excepcional de ampliar el plazo de devolución de los préstamos recibidos directamente desde el máximo organismo financiero a 3 años, con lo que daba un margen más que interesante para que éstos pudieran obtener el beneficio necesario que les permitiera devolver este préstamo de manera adecuada.

Sin embargo, los bancos europeos no parecen estar por la labor de seguir la iniciativa de Draghi, y a pesar de todo están apostando por mantener el grifo del crédito cerrado, al menos hasta que pasen los tests de estrés que se celebrarán al principio de este próximo verano.

Esto está ayudando muy poco a la recuperación definitiva de la economía en la zona Euro, que sigue anclada y estrangulada por la falta de financiación que permita apostar por inversiones de largo plazo o por decisiones de consumo de gran calado, que generen la suficiente capacidad productiva como para incrementar el empleo.

No obstante, fuentes del BCE siguen apostando por esta medida de ampliar la liquidez del sistema, como la mejor forma de conseguir que los bancos puedan, en algún momento, abrir la mano. Si las entidades financieras cuentan con el dinero suficiente llegará un momento en el que lo pondrán en circulación, ya que, en el fondo la concesión de créditos es el verdadero negocio de los bancos.

Habrá que ver, eso sí, cuando se empieza a producir este cambio que permita que la economía de la zona Euro iniciar la senda de la recuperación, la cuál parece ahora tan lejana que nadie se la puede empezar a plantear de una manera más o menos seria.

Y, mientras tanto, habrá que confiar en que Draghi y su equipo mantengan su capacidad crediticia que facilite dinero en manos de las entidades financieras para que éstas, algún día, decidan ponerla en circulación.

El BCE sigue a lo suyo

No hay más ciego que quien no quiere ver

No hay más ciego que quien no quiere ver

El Banco Central Europeo parece que no se entera, o no se quiere enterar, de la grave crisis de crecimiento económico que sigue sufriendo la economía de la zona Euro, y sigue empeñado en priorizar, por encima de todas las cosas, el control de la inflación.

No te voy a decir que esté mal, porque la inflación debe de ser controlada, pero ahora bien, de poco sirve controlar una variable cuando la economía está muerta. Lo primero que hay que hacer es reanimar a la economía y luego ya controlar sus constantes vitales.

Y digo esto porque en su reunión del pasado jueves, el Banco Central Europeo decidió mantener sus tipos para el mes de junio, como se esperaba, pero insinuó una posible subida de tipos de interés para el mes de julio, con lo que el precio oficial del dinero dentro de la zona Euro pasaría del 1,25% al 1,50%.

¿Qué efectos inmediatos tendrá este anuncio?

Si no de manera inmediata, durante este mes de junio el Euríbor comenzará a moverse al alza, para anticipar esta expectativa de subida del mes de julio, con lo que todas las personas que utilicen el Euríbor de junio para revisar su hipoteca lo harán claramente al alza, con un incremento de cerca del punto porcentual, lo que significará casi 90 euros de más en su cuota hipotecaria mensual.

Por otro lado, el crédito, en general, se encarecerá, con lo que las empresas, que ya tienen problemas para acceder a financiación, sufrirán aún más para conseguirlo, y si lo hacen tendrá que ser a precios más caros.

Por tanto, se producirá un enfriamiento de la economía, cuando todavía no habíamos ni empezado a calentarnos, perpetuando, así, la situación de crisis económica en la que nos estamos moviendo desde hace ya demasiado tiempo.

Y ese no es el mayor problema, porque todo apunta a que antes de final de año tendremos alguna subida adicional. Los analistas siguen afirmando que el tipo de interés para la zona Euro terminará el año en valores entre el 1,75% y el 2%, por lo que, aparte de la de julio, debería de haber, al menos, una subida más.

Por encima del 1.90%

Sigue, y sigue, y sigue, y sigue creciendo

Sigue, y sigue, y sigue, y sigue creciendo

Tras unas semanas de vorágine alcista, y una última algo más tranquila, el Euribor ha llegado ya al 1.90% en cotización media mensual, y la cosa parece que no se va a detener ahí, sino que va a seguir creciendo de manera sostenida y sin que haya un final en el horizonte más cercano.

Porque el Euribor no será inmune a la crisis que se está viviendo en el Norte de África y la incertidumbre sobre la inflación y el abastecimiento de petróleo hará que siga subiendo de manera sostenida, al menos hasta que las revueltas primigenias y posterior intervención de la comunidad internacional terminen de manera definitiva.

Por otro lado, el Banco Central Europeo sigue en sus trece de subir el tipo de interés para la zona euro en el mes de abril, a pesar de las numerosas voces que han surgido en contra de esta medida, siendo la más reputada la propia OCDE, que la ve como una decisión contraproducente para los intereses de la economía de la propia zona euro.

Sin embargo, el Banco Central Europeo no se va a echar para atrás, ya que se aferra a su mandato de controlar la inflación, y como ellos defienden, las expectativas de inflación son claras. Por ello, al igual que sucedió en 2008, puede que nos encontremos con un escenario de incrementos mantenidos en el tipo de interés.

En definitiva, nada hace pensar que podamos vivir un tiempo de tranquilidad con el Euribor, y que nos tendremos que enfrentar a una corriente alcista, mucho más vertiginosa de lo que se preveía a principios de año, lo que nos viene a demostrar que las previsiones económicas tienden a equivocarse, ya que prevén el futuro con las circunstancias de hoy, mientras que el futuro se verá afectado por las circunstancias del futuro, el problema es que es imposible adivinar cuales serán esas circunstancias.

En este momento, por tanto, no nos queda otra que pensar en pagar una cuota hipotecaria más elevada durante algún año, porque el tipo de interés aplicado a nuestras hipotecas se elevará sin solución de continuidad y sin que podamos hacer nada para remediarlo.

El columpio del Euribor

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El Euribor sigue subido en un columpio

Ahora arriba, ahora abajo, el Euribor no para de subir y de bajar, pero siempre, y ahí está la buena noticia, manteniéndose en el 1.22, variando sólo a nivel de milésimas, lo cuál es una excelente noticia para los hipotecados.

Sé que el tema es aburrido y ya cansa hablar siempre de lo mismo, pero es un tema esencial para las hipotecas, por lo que hay que analizar el valor del Euribor cada día, cada mes.

Por lo que se ve las previsiones se están cumpliendo en este sentido, ¡ya era hora de que se cumpliera alguna previsión económica!, ya que se decía que el Euribor se mantendría o variaría mínimamente en el primer semestre del año, hasta que el Banco Central Europeo subiera los tipos de interés.

Es previsible, incluso, que el Euribor cierre febrero con un leve descenso con respecto a sus cifras de enero, lo cuál coloca en una posición excelente a los hipotecados que tengan que revisar sus hipotecas en marzo o abril.

No hay que olvidar que las hipotecas suelen revisarse en función del Euribor de uno o dos meses antes, en función del contrato que se hubiera formado en un primer instante.

Lo que está claro es que el Banco Central Europeo no puede subir los tipos de interés en estos momentos, por mucha recuperación económica que se esté produciendo, porque sería como quitarle la respiración asistida a un enfermo que está saliendo del coma.

Incluso cuando los tipos de interés de la zona euro se incrementen después del verano, lo harán en valores mínimos, tal vez un cuarto de punto, y, como mucho, medio punto, así que no creo que los tipos de interés se lleguen a acercar al 2% en este año 2010.

Con estos datos y estas previsiones, contratar una hipoteca en estos momentos es un buen negocio, porque los tipos aplicados son buenos, a pesar de que las entidades de crédito se estén aprovechando de la situación para elevar los diferenciales.

Bien es cierto, por otro lado, que los préstamos hipotecarios están brillando por su ausencia en este año 2010, y no porque no haya interés por parte de los compradores de viviendas, sino porque los bancos y cajas están congelando el crédito.

Si nos encontráramos en unael volumen de préstamos hipotecarios contratados se dispararía exponencialmente.

Los hipotecados sueñan, los bancos sufren, el Euribor sigue a la baja

El Euribor sigue rompiendo todos sus suelos

El Euribor sigue rompiendo todos sus suelos

Los ejecutivos de las entidades financieras siguen sufriendo urticaria cada vez que escuchan los datos sobre el valor del Euribor, porque éste se sigue manteniendo a la baja, para felicidad de todos nosotros, los hipotecados.

Bien es cierto, sin embargo, que la mayoría de las hipotecas están fijadas con una claúsula de tipo de interés suelo a partir del cuál el interés que pagamos en nuestras cuotas no baja. Una de dos, o las entidades financieras se temían esta crisis o son más listos que el hambre y se cubren ante cualquier circunstancia.

En cualquier caso, la noticia, que al final se me va el santo al cielo y no te digo lo que te tengo que decir, no es otra cosa que el Banco de España confirmó ayer que el Euribor quedaba fijado en enero en el 1.232%.

Este valor supone un descenso mínimo con respecto al valor del mes de diciembre, que había quedado fijado en 1.242%, pero un descenso, al fin y al cabo, destrozando las previsiones más agoreras que hablaban de un repunte del índice de referencia de la mayoría de las hipotecas de nuestro país.

Todo apunta, es cierto, a que a lo largo de este año, 2010, el Euribor tendrá que subir a medida que el Banco Central Europeo suba los tipos de interés para la zona Euro, ahora fijados en el 1%. Sin embargo, al menos tendremos un tiempo de tranquilidad, porque aunque el índice suba, lo hará muy suavemente, sin cambios bruscos.

Por otro lado, este valor de enero, supone un descenso de 1.39 puntos porcentuales en tasa interanual, es decir, comparado con el mismo dato de hace un año, lo cuál supone un ahorro realmente importante en la cuota mensual.

La mejor noticia, sin embargo, es que para las nuevas hipotecas las entidades financieras están lanzando promociones abrumadoras, como es la ruptura del tipo de interés cero. Concretamente, últimamente lo ha venido anunciando la Caixa, así que pronto veremos como el resto de entidades financieras lanzan una promoción similar.

Imagínate, ¿no sería justo el hecho de que si el tipo de interés puede subir sin límite, también pudiera bajar sin ningún límite? El problema es intentar hacer entender a las entidades financieras el concepto de justicia, porque creo que no lo estudiaron en sus respectivas carreras. Me han dicho las malas lenguas que todo banquero de postín está obligado, por currículum, a haber suspendido la asignatura de Ética en su colegio.