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El crecimiento y la deuda. Nos hipotecan a todos.

Aquí ponía yo a trabajar a más de cuatro gestores...

Aquí ponía yo a trabajar a más de cuatro gestores…

Hablaba el otro día de la economía de la oferta, y de cómo es difícil que la cosa mejore mientras la gente no gane unos salarios que le permitan consumir.

Esto, también hay que tenerlo claro, no sería la panacea: si la gente gana más, pero decide gastar eso que gana en bienes y servicios producidos fuera, entonces no estamos haciendo nada. O dicho de otro modo: tienen razón los que dicen que subir los sueldos en un país donde la gente se gasta la extraordinaria en Iphones no es una mejora para el país, sino para Apple. Triste, pero cierto.

Dicho estoy, creo que hoy conviene echar un vistazo a las estructura de los datos que nos presenta el Gobierno. Y me refiero a los datos oficiales, porque ni siquiera en los datos falsos son capaces de pintar la cosa como querrían.

Vamos allá:

El año 2014 la riqueza nacional o PIB, a precios de mercado, es decir, medida a los precios a los que los bienes y servicios realmente vendidos , ascendió según la Contabilidad Nacional a 1.058.468 millones de euros. O seas, el famoso billón de euros del que hablamos siempre de PIB (y que es falso, peor de eso ya hablaremos).

Esta cifra, comparada con la del 2013 (1.049.180 millones) da un crecimiento de la riqueza de 9.288 millones.
Pero aquí viene lo maravilloso: para conseguir ese crecimiento, el Gobierno ha aumentado la deuda española en 67.676 millones de euros, lo que significa que, por cada euro de riqueza creada en 2014, nos hemos endeudado en 7,3.

No sé si os dais cuenta, pero la deuda que se contrae ni siquiera se convierte en bienes o servicios facturados. Si el dinero que pedimos se emplease en plantar o consumir cacahuetes, al menos se reflejaría en l contabilidad Nacional, pero así, ni eso. ¿qué demonios están haciendo con nuestras finanzas nacionales? ¿qué huecos se cubren?

¿Qué diríamos de una familia que hiciese semejante cosa? ¿cómo calificaríamos una hipoteca en estas condiciones?

Hipoteca y clientes de dudoso cobro

Hay etiquetas que son premoniciones...

Hay etiquetas que son premoniciones...

El Plan General Contable, que tien las mismas siglas que los coches de la Guardia civil (PGC) se creó para que las cosas estuviesen claras, se pudiesen realizar comparaciones homogéneas de balances y las transacciones económicas se imbuyeran un poco, sólo un poco, de claridad, prudencia y transparencia.

Los que hemos tenido la desgracia de estudiar semejante batiburrillo, podemos asegurar que algunos principios como el de Prudencia, o el de devengo, serían muy útiles si se aplicasen a todo el mundo, pero resulta que, poco a poco, pasa con la contabilidad como con la mayoría de las cosas: que se aplican solamente a algunos.

Llegados a este punto,e stoy por contaros el chiste de los asientos prohibidos en un libro de cuentas y la excepción de las funerarias, pero como espero que no haya muchos contables por aquí, y no se entendería, me limito a centrarme en el asunto de los clientes de dudoso cobro y cómo se provisionan o se contabilizan en pérdidas.

Un cliente de dudoso cobro es aquel que por su situación contable y financiera, o por documentos aportables, tenemos el convencimiento de que es más difícil de cobrar de lo común o, dicho de otro modo, va a termiunar como pufo con más probabilidad.

Hasta ahí, todo muy prudente: si pensamos que no vamos a cobrar, hay que ir apuntando ese negocio como posible pérdida. ¿Pero qué pasa con los ayuntamientos, las comunidades autónomas y las diputaciones, entre otros Perroflautas Públicos: pues que no pueden ser provisionados en clientes de dudoso cobro porque la Ley entiende quye las entidades públicas siempre pagan. Conclusión: que no sólo no cobras, sino que además pagas el Impuesto de Sociedades por lo que no cobras.

¿Y qué pasa con las hipotecas que los bancos saben que nunca cobrarán? Que no se provisionan tampoco, porque en ese caso saldrían como pérdidas en el balance y los pisos, valorados a su precio real de liquidación, crearían tal boquete contable que muchos bancos estarían ya en quiebra.

Mientras a los bancos no se les OBLIGUE a contabilizar como clientes de dudoso cobro a los hipotecados que hayan dejado de pagar un número de recibos, nuestra banca seguirá sin inspirar confianza a nadie. o loq ue e slo mismo, seguirá siendo banca tóxica.

Y nuestra salud financiera no está ya para muchos adelgazamientos…