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Recuperar una casa embargada. La hipoteca de ida y vuelta

Los derechos que otros escribieron para nosotros

Los derechos que otros escribieron para nosotros

Una de las situaciones más trágicas a las que puede llegar una hipoteca es el desahucio, y en los últimos años hemos asistido a un importante aumento de su incidencia. Después de darle mil vueltas al asunto, de escraches, protestas más o menos folclóricas y llantos diversos, se ha llegado a una situación en la que, como casi siempre, parece que lo mejor es aprovechar losa resquicios que deja la ley.

Vamos a ver una de estas opciones: el derecho al retracto.

Cuando el banco nos ha quitado la casa, al final la acaba subastando, primero por el valor de la deuda total y luego por cantidades cada vez más pequeñas hasta que nos queda la impresión de que además de haber perdido la vivienda nos han tomado miserablemente el pelo, porque con el importe de la venta (que nos corresponde) no se cubre más que una mísera parte de lo que debíamos, lo que hace que la deuda permanezca mucho tiempo incluso después de haber perdido la casa.

La clave está en que los bancos, para deshacerse de estas viviendas desahuciadas, las venden a veces a fondos, o simplemente las venden con grandes rebajas para no tenerlas en su balance. Y ahí es donde el anterior propietario puede echar mano de los derechos de tanteo de retracto, recogidos en el Código Civil desde tiempos inmemoriales, y quedarse la casa de nuevo por el mismo precio que ha pagado el nuevo comprador. De lo que se trata en suma es de aprovechar los descuentos que los fondos buitres o los fondos de inversión obtienen, porque al antiguo propietario le sigue asistiendo el derecho a comprar la casa por el mismo precio al que la compra otra entidad o persona cualquiera.

Os copio aquí lo que dice el Código Civil:

El retracto legal, según el artículo 1521 del Código Civil, “es el derecho de subrogarse, con las mismas condiciones estipuladas en el contrato, en lugar del que adquiere una cosa por compra o dación en pago”.

El derecho de tanteo es la capacidad de una persona de exigir a otra, con relación a la compraventa de un bien concreto, que se lo venda a él por el precio que ya tenía acordado con un tercero.

El derecho de tanteo puede nacer por una obligación legal o contractual, siendo una de los casos más frecuentes el derecho de tanteo sobre el inmueble arrendado.

Así las cosas. la ley ya prevé la posibilidad de quedarse con una casa que fue nuestra, con lo que sólo hay que echarle paciencia y pedir suerte. La ventaja es que podemos aprovecharnos de esos precios que las compañías financieras negocian entre bellas y de lso que tienen buen cuidado de mantenernos siempre apartados.

La hipoteca que no nos dan y el dinero que no nos prestan

Pues te chinchas...

Pues te chinchas...

Aunque nos extrañe a estas alturas recibir alguna buena noticia, parece que la deuda pública se  está vendiendo mejor que de costumbre, e incluso bajan los intereses que el Estado paga por endeudarse. En principio, muchos han respirado aliviados porque al fin empieza a aflojarse la presión sobre la deuda soberana, ya que este puede ser el camino para salir de la crisis.

Por mi parte, no puedo ser tan optimista, y lo que debería alegrarme no hace más que asustarme otro poco. Y voy a tratar de explicarlo:

Cuando los bancos no tenía un duro en sus cajas fuerte no nos prestaban un duro ni nos concedían una hipoteca. Y hasta ahí nos parecía comprensible.Pero resulta que ahora el Banco Central Europeo ha decretado barra libre de financiación y los bancos vuelven a tener pasta, porque la consiguen en el BCE a precios de risa. ¿Y qué sucede? Pues que han decidido que tampoco nos lo van a dar a nosotros, que no nos van a sacar del atolladero, y que el pequeño empresario que no pueda funcionar sin línea de crédito lo que tiene que hacer es cerrar y poner a los trabajadores en la calle, porque prefieren comprar deuda pública o meter esa pasta de nuevo en el BCE.

El dato es devastador: el 85 % de la deuda pública subastada en los últimos meses la han comprado nuestras propias entidades bancarias con el dinero que han pedido al BCE. De este modo, estamos como estábamos, aunque se haya maquillado la cosa: nuestro Estado debe menos, o se financia más barato, y nuestros bancos deben más, pero el dinero no ha llegado a la economía real.

O sea que ahora los bancos SI tienen liquidez, porque se la da el BCE.  Lo que no tiene es ganas de arriesgar ese dinero en negocios reales, en dar préstamos o hipotecas, y prefieren meterlo en la economía especulativa (por eso se mantienen las bolsas) o dárselo al Gobierno para que no les mire mucho los balances.

Por eso hay que pensar que la anemia del mercado inmobiliario y de las hipotecas tiene mala solución. Si a los bancos no les gusta ya el negocio de prestar dinero a la gente, ¿quién se ocupará de tan ingrata labor?

Me veo en los viejos tiempos del Mercader de Venecia, vaya…

Los embargos no se detienen

El temido cartel que aquí no nos ponen...

El temido cartel que aquí no nos ponen...

Supongo que estos informes habrá que tomárselos con la máxima prudencia, porque proceden de parte interesada, pero tras un pormenorizado estudio, la Asociación de Afectados por Embargos y Subastas (AFES) afirma que casi una de cada cinco hipotecas firmadas entre 2004 y 2008 están en peligro de convertirse en embargos y desahucios.

Para que los números gordos nos ayuden a valorar el problema en su verdadera magnitud, más de setecientas mil viviendas de los casi cuatro millones de hipotecas que se firmaron en aquellos años dorados pueden haber sido ejecutadas a finales de 2014 o principios de 2015.

Según este mismo informe, hasta la fecha se han producido ya 171.000 embargos, a los que hay que sumar una cifra muy similar de viviendas en proceso de ejecución hipotecaria. A esta cifra hay que sumar otros trescientos setenta y cinco mil embargos que se prevén para antes de que acabe 29013. Se toma como base para este cálculo la relación entre el coste de las letras mensuales y la renta media de las familias, muy afectada por la incidencia del desempleo.

En total si hacemos cuentas, resulta que las viviendas afectadas por esta clase de procesos rondará una cifra muy similar a todas las hipotecas que se firmaron durante 2004. Y para colmo de males, AFES aclara, curándose en salud, que estas cifras contemplan sólo el escenario más favorable, es decir, que el paro y la crisis se queden como están, porque si llegamos a ver una depresión mayor, como algunos vaticinan por los problemas de la deuda soberana, entonces las cifras podrían ser peores.

Mientras tanto, se estudian fórmulas para que los bancos no tengan que quedarse con los pisos al tiempo que consigan mantener una mínima solvencia en sus balances, ya que de lo contrario la falta de crédito acabaría de estrangular cualquier conato de recuperación económica.

Y que eso es lo que sucede con las grandes borracheras: que tienen grandes resacas.

A partir de noviembre, subastas para todos

Ahora se podrá hacer con un click en vez de con un martillazo.

Ahora se podrá hacer con un click en vez de con un martillazo.

La verdad es que es para celebrarlo, y no tanto el que haya montones de viviendas para subastar, que eso sería una canallada, sino el hecho de que se rompa al fin el manto de oscurantismo y silencio de subasteros, bancos, y otros ventajistas similares que hasta ahora venían aprovechándose de la dificultad para conocer los bienes que se subastaban.

Francisco Caamaño, ministro de Justicia,  presentó hace unos días el que será portal de de subastas judiciales en la Red, y en él saldrán a la venta los inmuebles embargados por los bancos. La idea es que las subastas sean más participativas y tengan mayor demanda, lo que puede llegar a aliviar la carga de los embargados en una media de un 25 %.

Porque ya sabéis cómo va esto: no pagas, así que te embargan. Luego subastan el piso, y como sacan una birria por él, porque se lo adjudican a un mangante o se lo adjudica el propio banco por el 50% del precio de salida, te quedas sin casa pero con una deuda de tres pares de narices.

De este modo, los bancos tendrán más oportunidades de librarse de los pisos, y todo el mundo, el que quiera, podrá buscar una vivienda que le interese, y creo que con la conciencia muy tranquila, porque si no aparece comprador será el banco o el subastero el que se quede el inmueble y muy a la baja.

La única pega es que de momento sólo se implementará este sistema en las comunidades donde el Ministerio de Justicia conserva competencias. O sea, en Murcia, Castilla y León, Casilla-La Mancha, Murcia, Baleares y Extremadura.

Ya está funcionando a prueba en Murcia.

Os dejo el enlace:

https://subastas.mjusticia.es/subastas/home.do

Suben el precio mínimo de salida en las subastas de pisos embargados

Te lo dejo en cuatro perras, que es de un embargo...

Te lo dejo en cuatro perras, que es de un embargo...

El viernes hablaba de los cambios legislativos en torno a las hipotecas y de cómo se había modificado la cantidad máxima embargable del salario de una persona para cubrir una deuda hipotecaria. Tenía la cuestión sus más y sus menos, como todo, y dejábamos pendiente para hoy el otro cambio normativo.

Porque es importante: han elevado del cincuenta al sesenta por ciento del valor de tasación la cantidad mínima a la que se puede adjudicar en subasta un piso embargado.

Hasta ahora, el procedimiento el el que sigue: después de no pagar una serie de cuotas, normalmente seis o más, el banco iniciaba un procedimiento de apremio, y tras no conseguir satisfacción económica del hipotecado, solicitaba el embargo del piso.

Una vez embargado el piso, y tras los trámites oportunos, se subastaba la vivienda, de modo que lo obtenido en esta subasta se destinaba a pagar la deuda. Lo que quedaba, si quedaba algo a mayores, era para el hipotecado, y si quedaba un saldo negativo, era y es lo que seguía debiendo el hipotecado después de perder la casa.

Lo vemos con un ejemplo: Tenías una hipoteca de trescientos mil euros. Debías doscientos mil en el momento de dejar de pagar. Te embargaban la vivienda. Como podía sacarla a subasta por la mitad de lo tasado, la sacaban a subasta a ciento cincuenta mil. La adjudicaban a ese precio, y seguías debiendo cincuenta mil.

En teoría, el sistema era bueno, porque la pública subasta permite que el precio del bien se eleve si vale la pena, peor todos sabemos lo que es la picaresca y el canallismo de las subastas, con lo que casi siempre se adjudicaban las viviendas en el valor mínimo o de salida, haciendo un gran daño al hipotecado.

Con el cambio actual, que pasa del 50% al 60 % , y en el mismo ejemplo, no podrían adjudicar esa vivienda en subasta en menos de ciento ochenta mil. Es un paso tímido y apocado (como casi todos los que dan últimamente) pero es un paso en la buena dirección.: en la de defender los intereses del ciudadano por encima de los del banco, y sobre todo, por encima de los del subastero. Porque era el colmo.

Ejecuciones de pisos

Ejecuciones...

Ejecuciones...

Lo siento, pero no he conseguido enconrtrar una foto en la que estén fusilando un inmueble. Ni siquiera un local comercial, así que os tenési que conformar con la tapia de un cementerio, símbolo siniestro donde los haya.

Carguen, apunten, fuego.

A lo que estamos: la tercera parte de todas las ventas de viviendas registradas este año son ejecuciones bancarias. Todo el rollo sobre el despegue del número de transacciones se reduce al final a este truco macabro. O sea, que cuando nos cuentan que se han vendido tantos o cuantos pisos, hay que tener en cuenta que un tercio de esa cifra se debe a embargos, daciones en pago y otros procedimientos por los que el piso cambia de manos… pero para ir a parar a las manos del banco. Por supuesto, los genios que contabilizan simplemente el número de pisos escriturados no caen en la cuenta, o no quieren caer, de que también están en esa lista los pisos que caen en las garras de los ejecutores.

La estadística es lo que tiene: que nos dicen que a principios de este año se transmitieron 41.000 viviendas, y se anunció a bombo y platillo que eso suponía casi un 20 % más que el año anterior, lo que demostraba que el sector inmobiliario e hipotecario estaba alzando el vuelo, cantando el aleluya y secándose el pelo para salir de baile.

Luego, analizado en detalle, el dato nos indica en realidad que se ha vendido un 10 % menos de viviendas que el año anterior pero se ha disparado el número de embargos, daciones y ejecuciones hipotecarias.

¿Cómo lo veis?, ¿por qué no explican este tipo de cosas?

¿Puede ser cierto, como dicen algunos, que el hecho de que los bancos empiecen a aceptar daciones significa que tienen esperanza de vender esas viviendas?, ¿o no será, por contra, que quieren amarrar lo que puedan antes de que el descalabro sea completo?

Por mi parte, no veo clara la mejoría por ningún lado. Ni siquiera en los carteles de se vende pegados en las ventanas. No sólo no disminuyen, sino que cada vez amarillean más…

Quizás de miedo.

 

Subasteros

¿La figura es buena o mala?

¿La figura es buena o mala?

Un subastero es una persona que centra su actividad personal o profesional en acudir a subastas de liquidación de bienes, tratando de aprovechar en beneficio propio una situación extraordinaria.

En principio, esto no tiene por qué ser ilícito, ni siquiera inmoral. Un médico es también una persona que se lucra en una situación de debilidad de su cliente, y un enterrador, lo mismo.

El problema viene cuando el subastero se prevale de su posición, sus contactos, suy conocimiento del mercado o métodos aún peores para conseguir que el piso o bien inmueble embargado y subastado se liquiden en un valor muy por denajo del valor real, lo que perjudica, e incluso arruina, al deudor, ya que el producto de lo que se saque en la subasta es para el dueño del bien subastado, aunque con ese monto tenga que pagar las deudas.

O sea, que si el piso se subasta en poco, sigues debiendo mucho al banco (y te lo cobrarán más adelante), y si se subasta en mucho, puede que liquides la deuda e incluso libres algún milloncejo para seguir tirando.

No obstante, fuera de la leyenda negra de los subasteros y sus viejas colusiones y acuerdos abusivos para monopolizar el mercado, la sociedad de la información ha abierto mucho las subastas, haciendo más difíciles, o casi imposibles, estas antiguas prácticas acaparadoras o intimidatorias.

Hoy en día casi cualquier persona puede acudir a una subasta, y las hay incluso por internet. De hecho, si no os importa tratar de sacar tajada de lo que le han embargado a otro, a veces es una buena opción para encontrar un inmueble a buen precio.

Porque con la nueva ley, subasteros somos todos si queremos: basta con depositar la fianza, informarnos de las característcas del bien y pujar como uno más, o uno menos.

Allá cada cual.

Embargos, subastas y morosos: nos embarga la emoción (y el piso)

Si el cocinero tuviese que comer de nuestro mismo rancho, quizás trabajase de otro modo...

Si el cocinero tuviese que comer de nuestro mismo rancho, quizás trabajase de otro modo...

Agarraos bien los machos, porque la noticia se las trae: los embargos de viviendas se han multiplicado por cuatro en el último trimestre de 2009, alcanzándose la muy dolorosa cifra de 17.200 viviendas embargadas, lo que suponen otros tantos dramas. Cada cual imagine lo que supondría para él que el banco se quedara con su casa, y con eso será suficiente para darse cuenta de que ya no estamos hablando de distintas opiniones, sino de algo mucho más serio.

Para que os hagáis una idea de la magnitud del desastre, os ofrezco algunos datos más: en todo el año  2006 se embargaron 17.635 viviendas, lo que viebe a ser unas 4100 viviendas por trimestre.

Bien, pues sólo en el segundo trimestre de 2009, de marzo a junio, se embargaron 23.704 viviendas. Más del quíntuple. O sea, que en tres meses del 2009 se superó en un 50 % todo lo que se había embargado en un año entero.

Por si esto fuera poco, las previsiones para 2010 son aún peores. Los bancos, que están sufriendo en sus cuentas un porcentaje de morosos de alrededor del 4,5 % esperan que esta cifra llegue al 7 o al 9 % a lo largo de este año. Dicen que van a hacer cuanto puedan para renegociar las deudas y no llegar al embargo, y esta vez es para creerles, por lo mucho que les perjudica a ellos quedarse con las casas, pero nadie sabe si eso será suficiente, ni hasta dónde podrán llegar si el mercado sigue sin liquidez.

O sea, que no es que hablemos de la crisis: es que será ahora cuando verdaderamente se trasladará a la calle, y verdaderamente nos golpeará donde más nos duele.

El drama se está convirtiendo en tragedia.

La fiesta ha terminado. Toca recoger los cristales rotos y pagar al tabernero. Un tipo que dice llamarse Unión Europea y que espera a la puerta con un garrote.

Veremos que hace ZP ante sus argumentos.

Veremos…