Cuando la mejora no mejora

¿Quién lo iba a decir?

¿Quién lo iba a decir?

Las hipotecas pueden llevar poco a poco, muy lentamente, el mismo camino que llevan las pensiones: que con el paso del tiempo resulta que el verdadero problemas está en que no hay inflación, sino deflación, con lo que las cargas, en vez de reducirse paulatinamente por el paso del tiempo, se van incrementando con una realidad que nadie tenía prevista.

Digámoslo claro: buena parte de la gente que firmó una hipoteca a treinta años no calculó muy bien los riesgos que ese inmenso plazo implica. No calculó que uno de los dos miembros de la pareja podía quedarse en el paro. No calculó que podían separarse. No calculó que el valor de la vivienda podía reducirse (porque los pisos no bajaban nunca) y no calculó que los salarios, en vez de subir un poquito cada año (mientras la hipoteca permanecía fija), podían reducirse un poquito cada año, mientras la hipoteca, igualmente fija, apretaba cada vez un poco más.

El problema lo estamos viendo muy de cerca en lso datos de la Seguridad Social y su tesorería, que tenía previsto que con la mejora del empleo y la actividad  sus ingresos aumentasen casi un 7% mientras que sus gastos aumentaban alrededor de un 2,5% debido a las nuevas pensiones que debían pagarse, etc. ¿Y cual ha sido la realidad? Que aunque el empleo ha crecido alrededor de un 3%, los ingresos sólo han aumentado en un 0,7%, o sea, seis puntos y medio menos de lo previsto. La razón es clara: las pensiones y sus cuentas estaban calculadas para una base de cotización medio de 1080 € y resulta que los españoles cobran un salario muy inferior a eso.

El agujero final de la Seguridad social es de casi cinco mil trescientos millones de euros, y habrá que tirar una vez más de la depauperada hucha, esa hucha que, invertida en deuda pública, ya casi no ofrece ningún rendimiento, porque los tipos de interés son extremadamente bajos (y que sigan así, por dios, o nos estrellamos con todo el equipo…)

Estamos ante una reducción de salarios sin precedentes. Estamos ante el fenómeno, de todos conocido, de que tras cambiar de trabajo, o tras volver al mercado laboral después de pasar un tiempo en el paro, no hay manera de seguir cobrando lo que se cobraba en el anterior, sino siempre un poco o un mucho menos. Estamos ante la realidad de que al jubilarse un trabajador que cobraba mil seiscientos euros se le sustituye por otro de ochocientos veinticinco, o por un becario de cuatrocientos.

Y así no pueden salir las cuentas de la Seguridad Social. Ni las de la hipoteca, ni las de nada en absoluto… Así es como quiebran las cuentas públicas, como cierran las panaderías de barrio y como todo se complica lentamente mientras se supone que nos recuperamos.

Y eso es lo malo: que cuando la mejorar no mejora, el empeoramiento puede ser mortal.

 

 

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Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

7 pensamientos en “Cuando la mejora no mejora

  1. Jose Antonio

    ¿Que ocurre que no hay actualización de los datos del euribor desde el 22/10?

    Muchas gracias por el gran trabajo que realiza.

    Un saludo.

  2. Mario

    Muy buen artículo. Es difícil ir a contracorriente, pero es que a día de hoy se están repitiendo los cantos de sirena de una mejora que, como bien dice “no mejora” .Otra vez a entrampar a una nueva generación.

  3. Fer

    Yo diría que falta hacer una reconversión mental sobre la realidad. Vaya lo que yo denomino resetear el disco duro, aunque ésto suponga un back to the past.
    Y quien no lo vea se volverá a estrellar, que ya los hay.
    Ay madre que me quede como estoy.
    Saludos.

  4. descarte

    Parece un post del 2013 y no del 2015,

    la realidad es q las cosas están mejorando pero lo q hay q tener claro es q la situación ha cambiado es un mundo diferente y el q no se adapte está condenado a ganar 1.000€ Pero el q se adapte a esta nueva situación tiene un futuro muy pero q muy prometedor.

  5. Mario

    Emplazo a volver a realizar el análisis después del 20-D, en enero-febrero del año próximo, por ejemplo. Veamos qué pasa

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