La hipoteca eterna

Acabó de pagar la hipoteca allá por 1215...

Acabó de pagar la hipoteca allá por 1215...

Hoy quizás me encontréis un poco extraño. Son las cuatro de la mañana y os escribo desde Valbuena de la Encomienda, más concretamente desde un sitio que se llama “la Vuelta de Tuerca”. Nada menos.

El otro habitante del pueblo, porque hoy somos dos, bajó a jugar la partida a un bar que está a ocho kilómetros y volvió hace un rato. Lo sé porque estoy escribiendo con el portátil, en unas mesas de piedra, bajo las estrellas, y nos dimos las buenas noches. Ahora somos muchedumbre.

Lo creáis o no, aquí hace un frío del carajo, como once grados, y me he sacado la botella de aguardiente para que me haga compañía y me dé calefacción. En León somos así de brutos a veces. Nuca había contado que soy de León, ¿no? Es igual: ya está dicho y va como pretexto o coartada. Lo del aguardiente, por supuesto.

Este es un blog de hipotecas, pero en este lugar en el que me encuentro, hablar de hipotecas es como hablar de si hay vida en Marte. Le he preguntado por vuestra hipoteca, y por la mía, a una lechuza que pasó hace un rato y me dijo que se la soplaban.

Pero calculodehipoteca.net no cierra en Agosto, y aquí me tenéis, al Ladríllez de siempre, Javier para los amigos, intentado contaros cosas tan antiguas como que al que nace para la noria del cielo le cae el yugo. En España hablar de yugos recuerda al yugo y las flechas, el símbolo de la Falange, un partido que nació para obrero y que hicieron de extrema derecha a fuerza de estacazos (véase Hedilla). En realidad, el yugo y las flechas son símbolos anteriores, de los Reyes Católicos, y significan la unión (el yugo) hace la fuerza (las flechas), pero eso no le interesa a nadie, porque la unión es un concepto desacreditado, sobre todo por los que nos quieren dispersos y subjetivos.

En estos montes de Cristo, con la luna a media asta, me atrevo a deciros hoy que la hipoteca perpetua no es un mal necesario, como la vejez o la muerte. Nos hipotecamos porque queremos, y nos calificamos de urbanitas porque autodenominarnos idiotas nos da vergüenza. Las cosas que nos importan no están sólo donde los pisos cuestan trescientos mil euros, y las que están son accesibles por mucho menos de lo que pagamos. Le echamos la culpa al gobierno, por no ayudar, o a los ayuntamientos por recalificar terrenos a cuentagotas y poniendo el cazo, pero lo cierto es que somos nosotros, concentrándonos masivamente en zonas muy concretas, los que hacemos subir el precio de la vivienda.

¿Sabéis lo que cuesta una vivienda aquí? Seis mil euros. Y otros treinta mil arreglarla. Id a la calculadora de hipotecas de esta misma página y calculad la cuota: ¿ciento quince euros? Más o menos.

Y a treinta kilómetros de dos ciudades donde se puede encontrar trabajo, colegios, hospitales y lo que haga falta. A ochenta de una Universidad. A ciento cincuenta del mar. ¿Y qué podríamos hacer con la diferencia entre ese dinero y lo que estamos pagando? Yo lo sé muy bien. Cada cual haga sus cuentas.

El aguardiente, la noche, o yo, uno de los tres, se siente hoy en la obligación de deciros que sí, que otra realidad es posible, pero no se construye desde las armas o la revolución, sino desde la distancia, física e intelectual, a las cosas que creemos imprescindibles u obligatorias. No venceremos al sistema luchando todos por el mismo ático en el mismo barrio. No seremos más libres acatando su ley de abaratar los costes teniéndonos a todos juntos en unos pocos kilómetros cuadrados. La dispersión beneficia al ciudadano y perjudica al gran capital y a todo el que quiere controlar a las personas. Hasta que no entendemos eso, estaremos condenados a la hipoteca perpetua, que es, aunque ya lo sabéis, un mecanismo para obligarnos a aceptar los que nos echen con tal de no perder la esperanza de ser un día propietarios.

¿Propietarios de qué? De la condena de otro cuando, ya viejos y sin fuerzas, vendamos el piso.

Ser el amo de la condena de otro. Ese es nuestro premio.

Al diablo le pasa otro tanto. Qué curioso.

 

 

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Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

89 pensamientos en “La hipoteca eterna

  1. ARANTZA

    Tal vez la hipoteca se nos haga eterna, pero un buen día se acaba (30/40 años, según la economía de cada uno). Pero el alquiler no se hace eterno, ese si que es eterno y como dije en el anterior artículo, a jubilado mas te vale llegar con el piso pagado porque no tendremos para pagar un alquiler.

    1. Coti

      No tendremos para pagar un alquiler ni fuerzas para estar peleando si, por lo que sea, tu casero te avisa de que te quiere rescindir el contrato y te echa a la calle.

      El alquiler no es eterno y los pisos tampoco están eternamente en alquiler. Me parece pan para hoy y hambre para mañana.

      1. Arr

        Pecamos de visionarios. No se puede asegurar que cuando nos jubilemos estaremos peleando el precio del alquiler con un casero. Creo que cuando llegue ese día (toco madera para llegar) habré ahorrado y previsto todo lo necesario para no tener que quedarme en la calle. Mientras tanto habré vivido en casas que no hubiera podido comprar, me habré desecho de vecinos molestos fácilmente y habré podido gastar mi dinero en algo más que en cuatro paredes.

        1. Herce

          Y sobre todo, Arr, que el día en que llegue esa situación podremos darnos con un canto en los dientes (de alegría) si nuestro único adversario a la hora de pagar es un casero de los malos, porque el peor casero de los malos siempre será mejor que el peor de los bancos.

    2. Migo

      Y tampoco tendremos nada que darle al banco para hacer una hipoteca inversa y marcharnos a una residencia.

      Ojalá que, si llegamos a viejos, alguien nos cuidara con el mismo esmero que antes se cuidaba a los mayores pero la tendencia ya no es esa y no creo que lo sea en los años venideros, así que mejor tener una propiedad que te asegure una estancia menos triste en el asilo.

      1. Blanca

        ¿Pero aún quieres darle más al banco? ¿No tendrás suficiente con los miles y miles de euros de intereses que habrás pagado para entonces? Nada, nada, al banco ni agua. Lo mejor es vender y con las pasta irse a una isla paradisíaca a vivir como un marajá.

      2. Ale

        Pues mira, yo la verdad prefiero estar un asilo (nombre antiguo de lo que ahora se llaman residencias) que siendo una carga en casa de mi hija. No me parece justo que ella tenga que cargar con un viejo sólo porque a mi me apeteció tenerla. Si puedo vivir en mi casa, con mi pareja (si nos sobrevivimos o nos aguantamos mutuamente) o solo, perfecto; si no, contrataré a alguien que me ayude, y si estoy con la cabeza perdida, entonces me da igual estar en un asilo o el cualquier otra parte. Y mi hija, que venga a verme cuando realmente tenga ganas.

        1. Señor Romero

          Pues yo seré mala persona, pero no quiero quedarme solo en una residencia. Cada vez que voy a una salgo malísimo. Chantajearé a mis hijos y les amenazaré con no dejarles nada de mi herencia. Aquí en Valencia abolimos la legitima.

          1. Carlos_Los

            A ver, hay una cosa que se llama justicia, y es justo que si yo dediqué varios años de mi vida a criar a un enano o enana, ese enano o enana, cuando yo sea un viejo al que hay que cambiar los pañales, se implique y tome responsabilidad en ello. Si no, no serán mis hijos.

        2. Gallego por Convicción

          La diferencia entre un asilo y una residencia, Ale, es palpable. El asilo es beneficencia y la residencia la pagas, de uno u otro modo. Lo demás son menudencias. Eso sí, como bien dices, si estás con la cabeza ida te dará igual uno que otro, pero también te dará igual estar muerto que vivo.

      3. Amanuense

        ¿Acaso una propiedad nos asegura que nuestros hijos no nos mandarán al asilo? No lo creo. Lo que nos asegura vivir en nuestra casa es que nuestros hijos sean personas cabales, porque como sean unos capullos, como hay muchos, dará igual que seamos propietarios.

        Es más, si lo somos, seguro que alguno querrá que nos vayamos pronto al otro barrio para heredar.

        1. Señor Romero

          No es necesario, amigo. Hasta hace unos años, las leyes de Castilla eran las válidas para toda España. Y esas leyes contemplan que, aunque tu hijo haya intentado asesinarte o quemarte, tú debes dejarle un porcentaje de tus propiedades. Pero ahora, en Valencia al menos, se ha abolido la legítima y no es necesario.

          1. Lola

            Pues está muy bien eso de que se haya abolido la denominada “legítima”. No sé de dónde vendrá esa tradición, pero ya no tiene cabida hoy en día. Si no quiero dejar mis bienes a mis herederos, no veo por qué el Estado tiene que obligarme. Enhorabuena a los valencianos.

    3. Bocanegra

      Un alquiler te permite ahorrar y dedicar una buena parte de tus ingresos a lo que más te apetezca. Puedes abrirte un plan de pensiones o una cuenta de ahorro que en un futuro te permita invertir una cantidad considerable de una tacada. Hasta puedes, al cabo de los años, comprarte una vivienda, apartamento o solar sin depender del banco.

      1. ARANTZA

        a día de hoy pago 800 euros de hipoteca, con eso poco alquiler hay en San Sebastian así es que no creo que ahorre mas. Sinceramente, a no ser que no tengas un duro ahorrado, no le veo ventajas al alquiler, aunque esté hasta las narices de pagar al banco.

        1. Bocanegra

          Bien, en ese caso te doy la razón. No obstante, me cuesta creer que un piso de las mismas características (m2, zona, antigüedad, etc.) tenga una cuota de alquiler mensual similar a la que representaría la hipoteca –para dicha vivienda-. En mi caso, pago 700 euros (de alquiler) por una propiedad de unos 250000 euros. Si echamos mano al simulador…

        2. Petronio

          Precisamente de eso habla el autor, ¿no? La cosa es intentar echarle un poco de valor a la vida y buscar algo mejor, en otros lugares donde la vivienda es mucho más barata. Hoy día tenemos todo relativamente cerca gracias a las carreteras y los coches.

          Eso sí: es cierto que cuando se vive en un lugar muy pequeño, uno se hace muy cómodo y al final termina por no moverse para nada. Y de esa manera, se corre el riesgo de convertirse en una especie de ermitaño antisocial (conozco unos cuantos casos)…

          1. Ladríllez Autor

            Yo hablo sobre todo, Petronio, de lo que nos podemos permitir y lo que no.

            Un ático en la Castellana es, sin dudas, mejor queuna casa en el pueblo.

          2. Maya

            No sé qué decirle, Sr. Ladríllez. Un ático en la Castellana es estupendo, desde luego, como inversión, y para los que les guste vivir en plena ciudad. Las vistas son preciosas y los inmuebles suelen ser espectaculares… Pero nadie te quita el atasco para salir de Madrid cuando sacas el coche del garaje, ni el ruido del tráfico. Como siempre, todo tiene sus pros y sus contras.

          3. Señor Romero

            Lo de las carreteras es muy relativo. No sé cómo serán las carreteras secundarias en Madrid, pero aquí en Valencia dan un poco de pena. Sales de la zona metropolitana y te puedes encontrar de todo. Si no hay grueso de población, hay pocos votos que rascar.

          4. Chalsdingland

            Hoy he estado haciendo compra en A Ramallosa, un pueblito del sur de Galicia, costero y con mucho movimiento de turismo, a veinte kilómetros de Vigo.

            El pollo de corral, limpio y preparado para lo que quieras (troceado o para asar, por ejemplo) costaba 2,29 el kilo. En Madrid ese mismo pollo estaría a 6 euros mínimo.

            ¿En qué se justifica la diferencia?

          5. Currito del Tajo

            Ladríllez, amigo, lo mejor es un ático en Castellana, otro en Paseo de Gracia, una casa en el pueblo, una cabaña en la montaña y otra casita en primera línea de playa, por no decir un buen coche para poder ir de uno a otro pasando por el del medio.

            O dinero para pagar el billete del AVE.

      2. Ladríllez Autor

        Un alquiler es normalmente más caro que una hipoteca, pero tiene sus grandes ventajas, como que si te sale un vecino problemártico te mudas sin problemas.

        1. Rural

          Ladríllez, amigo, estás diciendo que mejor que casarse es ir de putas.

          Dices eso, te ponga como te pongas

          🙂 🙂

          1. Roy

            No nos escandalicemos ahora por ello; todo depende de lo uno busque. Hay quien prefiere la flexibilidad y libertad de un alquiler, a la estabilidad y la rutina de una propiedad. Al fin y al cabo, es una mera cuestión de gustos, y sobre eso –como ya sabemos- no hay nada escrito.

          2. Otro Luis

            ¿Y quién dijo que la única alternativa a casarse es irse de putas? Amigo Rural, pocas veces tengo ganas de responderle, pero es que en ocasiones lo que me apetece es aplicarle el tercer grado.

            Es usted demasiado radical, si me lo permite.

          3. Ladríllez Autor

            Joer, macho: desde que existe el divorcio, el noviazgo eterno y la separación amistosa, además de los chats eróticos, no hay por qué ser tan drástico.

            Ojalá fuese tan fácil disolver una hipoteca como un matrimonio.

      3. Fiumicino

        Cuando yo sea viejo, espero no tener que vivir en una gran ciudad donde los precios estén disparados más allá de las nubes.

        Me buscaré un cachito en un pueblo para poder salir a las estrellas a beber aguardiente y saludar a mi vecino que viene de echar la partida. Eso sí sería una vejez placentera, y si lo puedo hacer a los cuarenta, mejor que mejor.

        1. Señor Romero

          Pues como no te toque el euromillón o te cases con una rica, veo muy difícil jubilarse a los cuarenta años. Aunque yo, sinceramente, no me gustaría jubilarme tan pronto. Y no es que me encante trabajar, no penséis mal, pero creo que sería envejecer muchos años de golpe.

  2. Santa Paciencia

    No estoy de acuerdo en que las cosas que nos importan estén en unos pocos kilómetros así porque sí. Yo me he querido quedar en la ciudad porque está cerca de las personas que quiero y que para mí son lo más importante del mundo.

    Me dan igual las modas o tendencias, yo me guío por otras prioridades. Y, por cierto, me parece que recorrer 30 kilómetros para ir a un hospital hoy en día es una barbaridad.

    1. Estudiantina

      Yo vivo en Villanueva del Pardillo, municipio a 35 kilómetros de Madrid, uno arriba o abajo. Para ir al hospital tengo que ir al nuevo Puerta de Hierro, que está a unos 15 kilómetros, más o menos.

      Quizá tarde yo más en llegar a ese hospital desde mi casa que un vecino aislado en un pueblo de montaña.

      Lo que importa es que haya médico y hospital, no que esté más o menos cerca.

  3. ARANTZA

    Yo creo que este planteamiento, salir de la ciudad, irse a un sitio mas alejado, tranquilo, económico…lo hemos tenido muchos estando de vacaciones. Suena muy bucólico pero la realidad es que necesitas tener cerca un colegio para tus hijos, el ambulatorio, etc, etc, etc. Tal vez la casa te salga más barata pero tu día a día en gasolina va ser carísimo. Donde yo vivo, San Sebastian, es una de las ciudades más caras y fueron muchos los que en su día se fueron a la frontera francesa, un pueblito pequeño y monísimo y bastante más barato. A día de hoy han sido muchos los que han vuelto porque además de perder todos los días mucho tiempo, han hecho numeros y no les compensaba.

    1. Rural

      Seguro que no compensa, porque vaya precios tienen las casas en esos pueblos de por ahí…

      Peroa lo mejor hay que preguntar cuánto tarda la gente que vive en una ciudad en llevar a sus hijos al colegio.

      El colegio delso míos está a 32 kilómetros y tardo 25 minutos.

      A ver, voluntarios para decir lo que tardan en llevar a los suyos en una gran ciudad…

      1. Lute

        Los míos ya son mayores y no hay que llevarlos a ninguna parte pero cuando eran pequeños mi suegro tardaba diez minutos y eso que iban andando.

        He leído todos los comentarios y no sé qué os pasa hoy contra las ciudades… Todo tiene sus inconvenientes y sus ventajas pero no se puede tirar por tierra ni despreciar ninguna opción.

        1. Rural

          Joer, Lute, estamos en este blog porque tenemos contra las ciudades el precio que han alcanzado los pisos 🙂

          Yo lo tengo todo a favor de las ciudades salvo que vivir en ellas me resulta tan caro como conducir un Ferrari.

          ¿Tengo algo contra los Ferrari? Que no me los puedo permitir. Pero fuera de eso, nada. Te lo juro por Snoopy 😀

      2. Espe

        Mi hijo iba al colegio en cinco minutos, andando desde casa. Y ahora, para ir al instituto tiene 10 minutos de autobús (15 si lo pierde). Vivo en pleno Madrid y él siempre ha estado en la enseñanza pública.

        En mi barrio no sólo hay un colegio o un instituto al lado de casa, sino varios más. Además, los desplazamientos han servido para que se independice y aprenda a manejarse solo por la ciudad. Me parece, Rural, que en este caso no puedes competir…

        1. Ladríllez Autor

          Seguramente tienes razón , Espe.

          Algún día tú y yo echaremos la cuenta de a cómo nos ha salido la diferencia y ahí está laa cosa: si nos lo podemos permitir, pues genial. Si no, pues no sé de qué nos quejamos…

          1. Gasmann

            ¿Sabéis lo que pienso? Que ahora mismo las cosas están imposibles por la crisis, los precios inflados y la reticencia de los bancos a proporcionar financiación; pero hace unos años no era tan complicado comprarse pisos en las ciudades. Lo que ocurre es que antes se podía elegir: ¿campo o ciudad? ¿nasa o piso?, mientras que ahora hay que apañarse con lo que se pueda.

            Y si, como dice Vd., sr. Ladríllez, el campo es mucho más barato y tenemos todos los medios a nuestro alcance, pues es de cajón que la mejor solución es vivir en él.

          2. Rural

            Celebro de veras que sea usted rica, Espe.

            Porque una vivienda como la que describe usted en Madrid debe de costar una pasta. A mí no me da para tanto, y si me diera, lo liqueidaría en cuatrocientos o quinientos mil euros y me jubilaba en quinto pino

            🙂

          3. Espe

            Qué equivocado está Vd., Rural…
            Madrid no es sólo la Castellana, el Retiro o el Centro. Hay muchas zonas más baratas y perfectamente comunicadas. Hace quince años, mi piso me costó 15 millones de pesetas en Vallecas, y justo entonces abrieron una parada de metro de la línea 1 en la puerta de mi casa, que en 20 minutos me deja en la misma Puerta del Sol.
            Actualmente, los pisos han vuelto a bajar a sus precios “reales” y por 160.000 € o menos,te compras uno como el mío (de segunda mano y a veces sin ascensor, pero casi todos estupendamente reformados). De 500.000 €, nada de nada. ¡Ojalá! Entonces sí que sería “rica”, como Vd. dice…
            Saludos para todos y a disfrutar del verano.

      3. Herce

        Yo no tengo hijos, pero viviendo en las afueras de Madrid, tardo 35 minutos justos en llegar de mi casa al trabajo (autobús o tren mediante, por supuesto, que si fuera en coche ya sería una hora y media).

        1. Lidia

          Yo en Madrid tardo exactamente cuarenta y cinco minutos en llegar a mi trabajo. Utilizo el metro y el “pateo”, pero no me me va mal así. He tardado más en una ciudad pequeña en la que trabajaba a 40 kilómetros de mi casa. Tenemos la idea de que Madrid es carísimo, pero en Madrid conviven muchas personas y por tanto muchos bolsillos.

  4. Rural

    Treinta kilómetros en estas tierras es menos tiempos para ir al hospital de lo que se tarda en Madrid, por ejemplo.

    Si te da un pampurrio aquñí, estñás en 15 minutos en urgencias. ¿Puedes decir otro tanto si te da en Madrid o Barcelona?

    1. Santa Paciencia

      Claro que sí, incluso en menos tiempo y con un SAMUR que vale por todo el oro del mundo. En Madrid hay hospitales, taxis y ambulancias por todas partes. No querría que el perrenque me diera tan lejos.

      1. Rural

        oye, pues enhorabuena, pero no es lo que yo tengo entendido…

        A un conocido le dio un yuyu enla calle Fuencarral y tardó tres cuartos de hora en ingresar en el Gregorio Marañón. Y encima le dijeron que había tenido suerte.

        Y tres hurras por el SAMUR si hace falta, no se diga…

        1. Santa Paciencia

          Mi padre se fracturó un tobillo en mitad del monte de El Pardo y el SAMUR tardó 9 minutos desde que llamé al 112. Gracias a su atención ingresó de urgencias y pudieron reducirle la fractura, primero manualmente y después con cirugía. No sé qué pasaría con tu conocido, lo siento de veras, pero en general funcionan muy bien.

          1. Rural

            Ya verás como al final estamos diciendo lo mismo:

            Tardaron 9 minutos en llegar, y luego, ¿cuánto tardaron hasta el sitio donde lo ingresaron?

            Porque yo te hablaba de la suma. Y ya sé que una vez que llega el SAMUR no es lo mismo, proque vienen muy bien equipados…

    2. Wally

      Es cierto: en una ciudad tienes muchos servicios al alcance, pero que no te pase nada en hora punta porque lo llevas claro. Además, la saturación de los hospitales es más alta en las grandes ciudades.

      Sin embargo, tampoco hay que estar pensando siempre en lo malo que te pueda ocurrir.

      1. Ximo

        Es que cuando habláis de ciudades siempre os acordáis de la metrópoli de Madrid. Hay ciudades más pequeñas en España con los mismos o mejores servicios que la capital y sin tanta densidad de población. Es más difícil encontrar empleo, pero el nivel de vida puede ser superior.

        1. Anabel

          Desde luego, hay muchísimas más ciudades, además de Madrid; sin embargo, son bastante complicadas en cuestiones de tráfico. Las infraestructuras viales no están preparadas para soportar el volumen de automóviles que reciben actualmente. La prueba está en los atascos diarios a los que muchos debemos hacer frente.

        2. Rural

          Tienes toda la razón, Ximo. Y no la tienes.

          Me explico: ¿cuánto cuesta un piso en una de esas ciudades medianas?, ¿miramos una inmobiliaria en Zaragoza?, ¿miramos La coruña?, ¿miramos Sevilla?, ¿miramos Soria, ya si te pones muy duro?

          Pues siguen costando un pastón, y en los pueblos de su entorno, diez o veinte veces menos

          1. Ximo

            Son caros, sí. Pero seguro que no tanto como Madrid. Sin embargo, a lo que yo me refería no es a capitales de provincia como A Coruña o Sevilla. Torrent, Terrassa, Villanueva de los Infantes son también ciudades con precios muy inferiores a los de la capital.

    3. Otro Luis

      Me desdigo de lo anterior, Rural. Ahora sí que le doy la razón. Si te da un yuyu en Madrid y llega el Samur a tiempo, lo que tienes que hacer es rezar porque no pille atasco que impida que llegues al hospital a tiempo.

  5. peterlove

    Vaya, Ladríllez, cómo se nota que la soledad, la introspección y el ambiente sano (estimulados por una buena botellita de aguardiente) te han hecho efecto.

    Mi jefe es de León. Me cuenta cada burrada de su infancia (desconozco si, con el calentamiento global, la cosa seguirá igual), del tipo “por las mañanas teníamos que hacer fuego debajo del motor para que se descongelase el refrigerante” y demás, al puro estilo Siberia rusa.

    Todo tiene sus pros y sus contras. Si te vas a un pueblo de estos, estás más tranquilo y tienes más calidad de vida, pero si no hay una buena red de transportes públicos dependes totalmente del coche.

    Al contrario, en la ciudad hay más servicios y más proximidad, pero por contra el nivel de calidad de vida es sensiblemente inferior (nótese el alto grado de enfermedades que contrae un urbanita vs. un superviviente de pueblo).

    PD. A mí me gusta ir de vacaciones a Vega del Hórreo (Asturias), un pueblo de unos 10 ó 12 habitantes la mar de chulo. Sólo hay una calle, y hasta hace 4 ó 5 años no le pusieron luz.

    1. Ladríllez Autor

      Por aquí sigue haciendo un frío del carajo unos cuantos días al año.

      Por lo demás, no se trata de comprar lo que es mejor, sino de mostrar otras opciones. Porque existen.

      A veces pensamos, o queremos pensar, que nos hemos hipotecado d epor vida proqu eno quedaba más remedio. Y no es cierto. No es verdad. Había alternativas, perono quisimos pensar en ellas.

      Ese era el tema que quería tratar

      1. peterlove

        No, si ambos pensamos lo mismo. Yo también he puesto los pros y los contras de las dos posibilidades que se dan actualmente, que tampoco me decanto por ninguna.

      2. El_caminante

        Por supuesto que existen dichas opciones. Incluso más, si buscásemos un poco. Pero reconozcámoslo: somos comodones por naturaleza y tendemos a simplificar nuestras vidas. Preferimos vivir con todo cerquita de casa; en comunidades de vecinos a los que siempre criticamos; y peleándonos con pasos de cebra y bordillos para poder aparcar el coche.

        1. Rural

          No tiene nada de raro que seamos comodones, pero al precio quie nos cuesta, y lo que nos podemos permitir, a veces parecemos un parado queriendo veranear en Cadaqués..

  6. Commendatore

    Vaya, vaya, Sr. Ladríllez. Hoy me ha sorprendido enormemente con su artículo de inspiración poética. La noche, el aguardiente, el efecto psicotrópico del Euribor, la soledad, el sosiego desmesurado. Mejor será que vuelva pronto a la ciudad o acabaremos leyendo artículos en los que se hará apología de las comunas hippies.

    1. Patricia

      A mí también me ha sorprendido el artículo, Commendatore, pero gratamente. Que no se diga. Enhorabuena, Ladríllez. De todas maneras, yo soy de las que contempla el pueblo como una opción de vida. Todavía no he podido dejar la ciudad, pero sí espero hacerlo algún día… Si es que las cosas se estabilizan laboralmente.

  7. Ladríllez Autor

    No verá tal, Commendatore.

    Una cosa es echarse al monte y otra hacerse hippie.

    ¿Usted cree que Curro Jiménez era hippie?

    🙂

    1. Joseba

      La mayoría de los hippies tienen un par de casas compradas por sus “papis” a las que pueden acudir si se cansan de jugar y sus ponchos valen más que mi coche (al menos los que yo conozco). Curro Jiménez se echaría al monte para no pagarle los intereses de la hipoteca a los franceses.

      1. Dido

        Yo también conozco a algunos de estos hippies. Son los que van de tiraos con un pantalón de 200 euros y una camiseta de 60; viven como si fueran bohemios del París de finales del XIX, en pisos que sus padres tienen en propiedad; e incluso se permiten ir a manifestaciones en contra del precio de la vivienda. Eso sí, ninguno renuncia a su herencia de patrimonio.

        1. Pepe

          Pero bueno, ¿todavía estamos con lo de los hippies? Eso ya no existe como tal, porque los tiempos han cambiado de manera brutal desde los años 60. Los “hippies auténticos” probablemente sólo sean los que se hayan quedado anclados en el pasado y vivan colgados, en su mundo lisérgico personal.
          El movimiento como tal ya no existe, y los que van de hippies suelen ser ésos de los que habláis vosotros, que lo único que hacen es el vago (porque pueden), vestidos a la moda “hippie-fashion”. Y su compromiso con la sociedad suele ser sólo de boquilla.

          1. Apuntador

            Son los conocidos como “biopijos”. Se trata de un colectivo que aparenta (y si aparenta no lo es) ser políticamente de izquierdas. Los componentes de dicho colectivo se jactan de ser defensores del medioambiente y muestran inquietudes ecologistas de primer nivel. Además, pregonan fácilmente un socialismo de manual, posiblemente aprendido durante sus años de bachillerato.
            Contrariamente a lo que aparentan, son hijos/as de familias de clase media-alta o alta, con un alto poder adquisitivo y un nivel de vida basado en un consumo elevado y ocioso.

          2. Chalsdingland

            Biopijos, neohippies, perroflautas, son los mismos perros con distintos collares (valga la expresión, que utilizo por gráfica). No sé hasta qué punto hay diferencias entre estos hippies y los de los sesenta, porque los de entonces también solían ser hijos bien hastiados de las vidas de ricos que llevaban.

          3. Señor Romero

            A mí me tocó sufrirlos en la Facultad. Yo me considero una persona de izquierdas, pero realista. Pues para los niños de papá, yo era poco menos que la reencarnación de Hitler por llamar Dictadura al Régimen cubano. Ahora, los que llevaban camisetas del Che llevan las empresas que han heredado de sus papis jubilados.

    1. Apuntador

      Más préstamos que aumenten la capacidad de innovación de las empresas, sí; más empleo, también; pero no más hipotecas, que ya bastante saturado está el mercado en ese sentido.
      Es necesario actuar en la dirección opuesta: hay que liberar a los hipotecados para que puedan dedicar una mayor proporción de sus rentas al consumo, y de este modo hacer crecer la demanda de bienes y servicios.

  8. Dioscoro de Mármara

    Se nos pone usted poeta de la melancolía, Ladríllez, o al menos eso me parece entrever en sus letras. Pero si es tan buen poeta como parece, por favor, no nos fastidie el post hablando al final de las hipotecas, aunque sea su función, por una vez.

    Me quedo con la luna a media asta.

  9. Domenech

    El campo y la ciudad pueden ser complementarios. Uno puede vivir –de compra o de alquiler- en una ciudad y disponer de un refugio en el campo, en la montaña o en la playa. De este modo, no se tiene por qué renunciar a nada, y se aprovecha lo mejor de cada opción.

    1. Loreto

      Desde luego es la mejor opción, Domenech. Bueno, eso si te lo puedes permitir económicamente y si además tienes tiempo para disfrutarlo. Yo estoy acostumbrada a tener poquísimo tiempo porque si no es por trabajo, es por cuestiones personales, pero siempre estoy ocupadísima.

    2. Ironman

      Completamente de acuerdo, Domenech. Esa es la mejor solución, por supuesto, para quien se lo pueda permitir. Dejadme que os cuente mi caso: hace unos años, iba pagando mi hipoteca y me di cuenta de que podía permitirme el lujo de comprarme una casita para restaurar en el campo. Los conocidos me decían que ellos “preferían vender sus pisos y comprarse otros mejores, porque son una inversión”. Así que yo hice lo que quería, y ellos, lo propio; ahora me tachan de rico por tener dos casas y poder pagarlas, mientras que ellos tienen que pasar el verano en la piscina de su comunidad, peleando con los niños de los vecinos. ¿Quién lo hizo mejor?

      1. Bocanegra

        ¡Ja, ja, ja! Permitidme que me ría, pero es que conozco unos cuantos de estos. Curiosamente los mismos que me dicen que alquilar es tirar el dinero.
        Primero te dicen que hagas como ellos; están convencidos de hacer lo mejor -porque casi todos son inversionistas de capital riesgo o consultores estratégicos (IRONÍA)-. Con el tiempo se les bajan los humos –y los pies al suelo-, pero claro, como no pueden alardear de nada, cargan contra ti por haber tenido un poco de sentido común. ¡Lo que hay que ver!

  10. Tin-Ton

    Diga que sí, Sr. Ladríllez: en el campo se está mucho mejor que en la ciudad. Hoy en día se está cerca de casi todo, aunque uno esté en el culo del mundo. Además, con las nuevas tecnologías (con Internet a la cabeza) se puede estar conectado a la actualidad y disponer de servicios de emergencia durante las 24 horas del día.

    1. Usi

      Estoy contigo. Yo, a la que pueda, me retiro a un pueblecito de montaña y me olvido del estrés. Con la de posibilidades que ofrece Internet me puedo dedicar a la gestión de mi empresita en cualquier parte del territorio. Además, seguro que reduzco costes a final del trimestre.

      1. Helena

        ¡Yo ya lo hice, Usi! Y estoy encantada. He aprovechado el verano para trasladarme a un pueblecito a quince kilómetros de mi ciudad y nunca había tenido tanta tranquilidad. Y si quiero ajetreo me voy a la ciudad con el coche y tan contentos. No sé para qué se rompe tanto la cabeza la gente, la verdad.

  11. Jose

    Hola a todos, es la primera vez que os leo y la verdad que casi todo lo que decis me parece interensante, yo soy uno más de esos que esta hipotecado de por vida, y la verdad que ya estoy harto, pues no hago más que pagar hipoteca,IBI,basuras etc…
    Al final estoy pensando que cuando me jubile (me faltan 5 años) vendere mi casa, me ire a un pueblo y con el dinero de la venta más la pensión vivire lo que me quede de vida relajado y sin agobios y si es posible ire cambiando de región para conocer un poco España, ya que nunca he podido hacer unas vacaciones como dios manda.
    Al final de mis días si algún hijo se quiere hacer cargo de mi, bien y si no con el dinero que tenga que me cuiden en un asilo.

    (Uno que esta harto de pagar por todo)

    1. Bocanegra

      A ver si le escuchan más personas, porque todo el mundo cree tener unas ideas que al final resultan ser poco realistas. Sinceramente, tal y como está el mercado, ¿optaría usted por comprar o alquilar? Yo, por ahora, me quedo con la segunda opción. Mientras no disponga de un capital propio para comprar alquilaré, porque no quiero llegar a los 60 años con el lastre de una hipoteca. Prefiero haber viajado, por decir algo, antes de haberme pasado la vida claudicando al banco.

      1. Coral

        Pues yo sigo de alquiler, Bocanegra, y no me va mal. Leyendo los comentarios, creo que mi apuesta de futuro va a ser comprar una propiedad en un pueblecito perdido, que los hay preciosos. En la ciudad, que para mí es sinónimo de trabajo, creo que siempre estará bien el alquiler, al margen de lo que me voy a ahorrar en hipotecas y quebraderos de cabeza.

  12. Jose

    Hola a todos, es la primera vez que os leo y la verdad que casi todo lo que decis me parece interensante, yo soy uno más de esos que esta hipotecado de por vida, y la verdad que ya estoy harto, pues no hago más que pagar hipoteca,IBI,basuras etc…
    Al final estoy pensando que cuando me jubile (me faltan 5 años) vendere mi casa, me ire a un pueblo y con el dinero de la venta más la pensión vivire lo que me quede de vida relajado y sin agobios y si es posible ire cambiando de región para conocer un poco España, ya que nunca he podido hacer unas vacaciones como dios manda.
    Al final de mis días si algún hijo se quiere hacer cargo de mi, bien, y si no con el dinero que me quede que cuiden en un asilo.

    (Uno que esta harto de pagar por todo)

  13. MJ

    Hola a todos!!
    Estoy en tramites para subrogarme con el banco uno-e con hipoteca a la carta, alguién sabe algo de este banco¿?, lo encontré de casualidad y la verdad q me pareció bastante interesante su oferta de subrogación…
    Porfi si alguién lo conoce q me diga q tal son.

    Gracias!!

    1. Blanca

      En términos numéricos suele ofrecer productos interesantes, ciertamente atractivos, pero carece de un servicio de atención al cliente a la altura de una entidad como la que representa. Creo que, a día de hoy, aún no está capacitado para ser sustituto de la oficina física.

  14. Currito del Tajo

    Hoy leía en la última de El País una entrevista con la directora general de Gescobro, una de esas empresas que se dedican al cobro de morosos. Decía que un particular, entidad o empresa siempre puede perdonar una deuda, pero un banco jamás, jamás, la perdona. Puede renegociarla o flexibilizarla, pero jamás la perdonará. Eso, como decía un amigo, es la medida de todas las cosas.

    1. Julio

      Bueno, Currito, los bancos jamás perdonan, pero te aseguro que las empresas de morosos tampoco. Además, son inasequibles al desaliento. He conocido de cerca unas cuantas de estas “empresas” -algunas no se pueden llamar así, más bien son extorsionadores- y los clientes puede que perdonen por puro aburrimiento, pero ellos nunca, nunca. Como los bancos.

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