La hipoteca y las personas

Fernando Pessoa (o sea, persona)

Fernando Pessoa (o sea, persona)

En los últimos comentarios en esta misma web, y en otras muchas, leo con creciente asombro que hay que recordar en todo momento que tras la crisis griega, o tras las hipotecas y sus laberintos, hay personas.

Aturdido por la novedad, me pregunto si esta clase de ideas, por repetidas, perrtenecerán a algún tipo de religión actual que los mayores de cuarenta no estudiamos en el colegio o se trata de una maniobra para que perdamos de vista la realidad.

Detrás de las hipotecas, hay personas. Y detrás de los bancos, resulta que también. Detrás de las deudas griegas, hay personas. Y personas es lo que hay detrás de lso Gobiernos acreedores, de los organismos internacionales que prestaron el dinero y quieren recuperarlo, y de las negociaciones para ver cómo se evita la pérdida.

Porque amigos, los banqueros no ponen de su bolsillo la pasta que prestan en las hipotecas, ni los ejecutivos del FMI están luchando por sus propios cuartos: luchan porque es su trabajo, y luchan por las aportaciones de otros países. El dinero del FMI no lo ponen los ricachones del mundo, ni siquiera los ciudadanos de los países ricos: lo ponen todos los países del mundo salvo cuatro o cinco (creo recordar que Corea del Norrte, Cuba, Irán y Buthan, pero no estoy seguro) de manera proporcional a su PIB. O sea que cuando los griegos no devuelven el dinero al FMI no s elo están quitando a Rockefeller, sino a los españoles, los bolivianos, los ruandeses y los vietnamitas. A cada cual en su proporcional medida, pero a todos ellos.

Personas son las que están detrás de todos los negocios. personas son los enfermos y los enfermeros, los criminales son personas, los pederastas son personas y son personas también pescadores de atún rojo en alta mar.

Decir que detrás de esto o de lo otro o lo de más allá hay personas es una de estas dos cosas: o una chorrada, o un intento de quitar la cualidad de persona a quien no esté en tu bando, dando a entender que personas son los míos pero no los tuyos.

En cualquiera de los dos casos, ¡al carajo!

 

 

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Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

4 pensamientos en “La hipoteca y las personas

  1. miran71

    amigo, cuando lees ‘detrás hay personas’, por supuesto que en ambos lados hay personas, pero, en la misma situación? hay que profundizar un poco mas. Lo estamos leyendo en todas partes porque probablemente al otro lado de la ecuación hay personas en mucho peor situación. ya sabemos que hay personas en todos lados, izquierda, derecha, pero sobretodo arriba y abajo. Si te están poniendo eso será porque hay que tener mas en cuenta al desfavorecido sobre el favorecido.

  2. Enryque40

    Enryque40 dice:
    12/07/2015 a las 10:16 am
    Me llega un correo-e con un nuevo comentario, seguimos con la política en el blog. Me permito algunos comentarios
    1.- Parece que los Griegos tienen algunos fallos de comportamiento, pero no son los culpables de la situación actual ni los gobernantes de ahora tampoco
    2.- Si según todos los informes es imposible pagar la deuda, habrá que buscar un solución. En España diariamente mediante convenios de acreedores, ERES etc. se resuelven problemas de deudas a empresas, con quitas de hasta un 50 %.
    3.- La llamada Unión Europea, sigue siendo un mercado común,que solo resuelve los intereses de empresarios y financieros. Las personas que negocian (troika) no nos representan son personas que solo defienden los intereses de determinados gobiernos. Estoy convencido, perdón, quiero pensar, que si se hiciese un referéndum en Europa el resultado sería a favor de los Griegos, y si no para que narices necesitamos la Unión

    – See more at: https://www.calculodehipoteca.net/varios/la-hipoteca-griega/#comments

    1. dabeman

      Si en este país se hiciera un referendum para el tema que indicas y la pregunta fuera lo más fiel a la realidad tipo –

      ¿Español, quieres que tu gobierno ponga 15.000 millones de euros (es apx. lo que nos tocará si se cierran los acuerdos de estos días) sacados de tus impuestos para ayudar a que Grecia pueda seguir siendo solvente, sin subir el iva, ni la edad de jubilación, ni realizar más ajustes públicos a su población como los que hemos tenido que hacer aquí?

      Dudo que el apoyo la población fuera el que dices.

  3. dabeman

    A este respecto lo que comentas sobre el vacuo argumento “son PER SO NAS” es un caso bastante explícito de lo que ya lo dejó claro Henry Hazlitt en su excelente libro “Economía en una lección” publicado en 1946 y hoy de más actualidad que nunca.

    Me permito reproducir unos párrafos.

    “La Economía se halla asediada por mayor número de sofismas que cualquier otra disciplina cultivada por el hombre. Esto no es simple casualidad, ya que las dificultades inherentes a la materia, que en todo caso bastarían, se ven centuplicadas a causa de un factor que resulta insignificante para la Física, las Matemáticas o la Medicina: la marcada presencia de intereses egoístas. Aunque cada grupo posee ciertos intereses económicos idénticos a los de todos los demás, tiene también, como veremos, intereses contrapuestos a los de los restantes sectores; y aunque ciertas políticas o directrices públicas puedan a la larga beneficiar a todos, otras beneficiarán sólo a un grupo a expensas de los demás. El potencial sector beneficiario, al afectarle tan directamente, las defenderá con entusiasmo y constancia; tomará a su servicio las mejores mentes sobornables para que dediquen todo su tiempo a defender el punto de vista interesado, con el resultado final de que el público quede convencido de su justicia o tan confundido que le sea imposible ver claro en el asunto.

    Además de esta plétora de pretensiones egoístas existe un segundo factor que a diario engendra nuevas falacias económicas. Es éste la persistente tendencia de los hombres a considerar exclusivamente las consecuencias inmediatas de una política o sus efectos sobre un grupo particular, sin inquirir cuáles producirá a largo plazo no sólo sobre el sector aludido, sino sobre toda la comunidad. Es, pues, la falacia que pasa por alto las consecuencias secundarias.

    En ello consiste la fundamental diferencia entre la buena y la mala economía. El mal economista sólo ve lo que se advierte de un modo inmediato, mientras que el buen economista percibe también más allá. El primero tan sólo contempla las consecuencias directas del plan a aplicar; el segundo no desatiende las indirectas y más lejanas. Aquél sólo considera los efectos de una determinada política, en el pasado o en el futuro, sobre cierto sector; éste se preocupa también de los efectos que tal política ejercerá sobre todos los grupos.

    […]

    Sin embargo, cuando entramos en el campo de la economía pública, verdades tan elementales son ignoradas. Vemos a hombres considerados hoy como brillantes economistas condenar el ahorro y propugnar el despilfarro en el ámbito público como medio de salvación económica; y que cuando alguien señala las consecuencias que a la larga traerá tal política, replican petulantes, como lo haría el hijo pródigo ante la paterna admonición: “A la larga, todos muertos”. Tan vacías agudezas pasan por ingeniosos epigramas y manifestaciones de madura sabiduría.”

    H.Hazlitt

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