Todos van como locos en busca de información verídica sobre el otro...
Seguimos con los fallos estructurales del capitalismo, pero tranquilos, que ya nos van quedando menos.
Hoy quiero hablaros de la información privilegiada, pero no sólo a nivel de grandes finanzas, donde saber diez minutos antes que los demás qué acción o qué materia prima va a subir o bajar puede suponer forrarse hasta las cachas para tres generaciones.
El capitalismo se basa en la idea de la información perfecta. Todo el mundo conoce los precios de los productos, sus características, y actúa en consecuencia, tratando de maximizar su utilidad, o lo que es lo mismo, de obtener el máximo rendimiento posible de su dinero.
Lo que ocurre en realidad es que la capacidad económica o política se utiliza para sesgar esta información, de modo que el cliente no pueda discernir las verdaderas cualidades del producto o conocer realmente el precio que paga por él.
El ejemplo clásico es el coche de segunda mano. El vendedor sabe los kilómetros reales que tiene, las averías que ha sufrido el coche y su estado en general. El comprador, en cambio, sólo ve su aspecto. En estas condiciones, cualquier precio que pida el vendedor estará por encima de su valor real, y encima el comprador corre el riesgo de comprar MUY por encima del valor de mercado del producto, si conociese todas sus características reales.
Imaginaos que en un concesionario de coche de segunda mano hay coche de tres mil, de cinco mil y de nueve mil euros. Entre los coche de tres mil puede haber alguno que valga tres mil y alguno que no llegue ni de lejos a esa cifra; entre los coches de cinco mil, puede haber también alguno de tres mil que se puso en el grupo superior “por si cuela“, y en el grupo de nueve mil, puede haber coches de los grupos anteriores, además de los de mejor calidad.
Esta estrategia es bastante habitual en algunos sectores, de modo que se mezclan productos de ínfima calidad a un altísimo precio con los más caros y de mejor reputación. El resultado es que los mejores, se venden caros y dan un beneficio normal, y los peores se venden caros y dan un beneficio descomunal.
Lo mismo sucede con los productos de gran precio. Entre las opciones caras es perfectamente posible colocar un absoluto fiasco, para maximizar el beneficio
Dos ejemplos más de esto, pero con el matiz de la imposibilidad de conocer lo que rrealmente se compra o realmente se paga, son los servicios de banda ancha de internet, donde se publicita cualquier cosa que poco tiene que ver con la realidad final y el recibo de la luz, donde es imposible saber qué es lo que pagas por la electricidad, qué de impuestos y qué de tasa ornitológica por el sostenimiento de las nidadas del periquito malayo.
Por lo demás, y en general, hay varios modos de racionar la información, o de cortarla, y dependiendo del método empleado afecta más o menos a la eficiencia de los mercados. No es objeto de este blog entrar en ese tema, pero podría citar la intoxicación informativa, la ocultación, y la destrucción cultural de las masas. La más eficiente es la última, pues el ignorante que se cree con derecho a opinar realimenta la ignorancia, imponiéndola a los demás a través de la democracia. Para quien esté interesado en el tema, recomiendo “la Rebelión de las Masas”, de Ortega y Gasset.
Concluyo precisamente con una frase de Ortega: “El sistema actual puede permitirse un sistema educativo mejor, pero un sistema educativo mejor sería perjudicial para el sistema actual”
¿Hace falta decir más?
Sí, una cosa: Felices Fiestas.
🙂
La educación de las masas siempre va en contra de los intereses de quien ejercen el poder, por eso en muchos países pobres no interesa mejorar el sistema educativo o sanitario, ya que eso supondría ciudadanos que piensan por sí mismos y un poco más libres.
Aquí se supone que tenemos mayor nivel educativo y que podría considerarse que somos libres y que podemos expresar nuestras ideas. El problema es que el propio sistema ahoga nuestros pensamientos entre la publicidad, la superficialidad, el ocio y el consumismo mientras nosotros nos dejamos arrastrar por la corriente.
Pero la falsa educación, basada en hacer creer a la gente qiue sabe, va a favor del poder…
Me lo has quitado de la boca, Ladríllez. No hay peor ignorante, y más contraproducente, que el que se cree que sabe.
Pero eso no es patrimonio del pueblo llano: ¿cuántas veces en las tertulias de los medios de comunicación salen supuestos entendidos en cualquier cosa diciendo auténticas barbaridades? Y es que algunos se creen dotados de la verdad por ciencia infusa, que es lo mismo que decir que sabes porque algún dios te lo inspiró.
Pues aviados vamos, porque en este país, como decía mi padre, somos “ingenieros en todo”. Aquí todo el mundo habla de todos los temas sin tener ni idea de lo que dice, y lo que es más, sin haberse documentado ni lo más mínimos. La gente lee el titular de un periódico y se cree con derecho a sentar cátedra. Y no hay más que estar presente en estas comidas y cenas festivas para ser testigo de lo que comento; y encima, con puñetazo en la mesa e incluso apuestas (después del vino).
Estoy hasta la coronilla de fiestas, lucecitas, familia y con el estómago hecho trizas de comer. Siento no felicitaros las fiestas.
tienes razon , pero hay que tener en cuenta que tambien las grandes elites de poder se encuentran situadas en los paises desarrollados , que si bien tiene un sistema educativo mas eficiente , jamas se les da una educacion que les haga oponerse como tal al engranaje economico , habra universidades que poseen el nombre de atunomas , pero solo es una mera pantallla pues aun se encuentra ingerencia del regimen en ellas .
La información es poder en cualquier ámbito de la vida. Se hace muy palpable en el ejemplo económico que has puesto pero saber es poder en política, el mundo empresarial y hasta en cualquier relación interpersonal porque supone una clara ventaja sobre los que no tienen esa información. De ahí que los servicios de Inteligencia de cualquier país sean tan fundamentales.
No en vano la presnsa es denominada “el cuarto poder”. Personalmente, me siento desinformado por los medios de comunicación y nunca sé a qué intereses puede responder lo que nos estánisoras o contando. Por más que leas toda la prensa o escuches diferentes emisoras o cadenas es obvio que todas esconden un interés detrás.
es cierto , hay que irnos a lo realista , los medios de comunicacion ejercen un fuerte poder sobre las personas , nos basta ver el ejemplo de aquel individuo que se la pasa sentado horas en la tv y al aparecer algo en algun noticiero sin importar que sea , dan por hecho que es veraz la informacion que se esta emitiendo , pues como ese conducto de comunicacion que es la television les podria mentir , si esta ha estado con ellos en todo momento , dandoles diversion ; fui un poco sarcastico pero es la realidad , jamas ponemos en duda lo que dicen los medios de comunicacion , por la convivencia desde niños y muy cotidiana que tenemos con ella.
En mi casa, Romántico, se leían cinco periódicos precisamente porque se consideraba que para estar verdaderamente bien informado había que leer periódicos de distintas tendencias. Después, uno hacía su propia composición de lugar en base a la información proporcionada por unos y otros.
Lo malo es que ahora hay demasiados medios de comunicación y, aparte, Internet, así que no lo podemos abarcar todo.
Y encima, estimado Herce, la información que encontramos en internet es falsa, sesgada, obsoleta e irreal en gran parte de las ocasiones. ¿Recordáis los famosos “gatos bonsai”?
Aunque ahora la oferta es tan vasta que no hay por donde empezar, aún así es un placer pasar por la biblioteca de mi barrio y ver la sala de publicaciones plagada de lectores. Siempre se agradece encontrar lugares donde haya gente con ganas de saber (y no como los del metro, que casi siempre van con el Marca).
Mejor es que “sobre” información a que falte. ¿Que hay mucha información falsa en internet? Por supuesto, faltaría más. También la hay y la habido siempre en la prensa de papel couché durante toda la vida, ahora al menos somos más conscientes de ello. Las bibliotecas reales, por supuesto que no falten. Y sobre lo del Marca… yo conozco gente que lee el Marca o la prensa deportiva de vez en cuando y es muy culta.
No estoy de acuerdo, Carmelo.
Si hay oscuridad, enciendo una luz.
¿Y si hay exceso de luz, qué hago?
A Rural: Si hay exceso de luz me quedo con la que me haga falta y la demás la desecho, la tapo como pueda. La luz siempre es más necesaria que la oscuridad.
El Marca no es un periódico informativo, sino de entretenimiento, como el fútbol. Todos los lectores de la prensa deportiva saben que se publican muchas mentiras porque no hay casi noticias reales. Si quitas los partidos, alguna lesión y el mercado de fichajes, dejas el diario desnudo. Muchos lo leemos para entretenernos y reírnos de las que se inventan, como el que lee un tebeo, y luego tener un tema de conversación. La de conversaciones que se han iniciado con un “que indignado estoy con lo que ha publicado Marca hoy”…
La objetividad informativa no existe. Y no me refiero sólo a la política. Los periódicos se deben a un Dios aún más poderoso que los políticos y es el interés comercial. ¿Alguien ha visto alguna vez una noticia en la que se deje mal a los grandes almacenes más famosos de este país? Por algo será.
La información es poder, y la desinformación, ni te cuento…
🙂
La desinformación es más poder aún (para el poderoso, claro). Por ejemplo, para justificar la “realidad nacional” andaluza en el Poder autonómico andaluz. Le han vendido una mentira a los andaluzas sobre eso de realidad nacional, que no es ni realidad regional puesto que las provincias más orientales de la actual Andalucía han sido históricamente otra región (Reino de Granada) siendo las auténticas (históricas) Andalucías el Valle del Guadalquivir. El “padre de la patria andaluza” es un tío que se convirtió al islam, se puso de nombre Ahmed y dijo que los andaluces eran una raza morisca. Tampoco se dice que los colores de la bandera andaluza es precisamente por los moros a los que adoraba Blas Infante. Y así nos la han colado por aquí abajo, a base de mentira, manipulación y desinformación (y como este ejemplo millones).
Buena reflexión la de los precios, felicidades. Siempre me he preguntado si lo que nos cobran por algo es lo que vale realmente, cuánto beneficio se llevan y qué alternativas tendría si no pago por ese bien o servicio. La respuesta muchas veces es que te ves abocado a pagarlo porque lo necesitas y de esa necesidad se aprovecha el sistema.
Las cosas que no son tan necesarias nos las venden como si lo fueran asociándolas a valores de poder, atracción sexual, bienestar, superioridad, etc, como los relojes, perfumes, coches, bebidas alcohólicas…
Mi máxima es: ¿por qué pagar más pudiendo pagar menos por lo mismo? Muchas personas, generalmente ricas, quieren destacar por encima de los demás y por eso transigen en pagar cantidades mayores por los mismos productos o servicios, porque de esa manera piensan que, obtengan o no un mejor servicio o producto, consiguen distinguirse de los demás y marcar la diferencia. Pura vanalidad humana de la que se saca partido el mercado, que nos tiene más estudiados que los estudiantes de Medicina a los cadáveres.
Y lo peor, Santa Paciencia, es que todos (o casi todos, supongo) pasamos por ese aro. Y si no lo hacemos nosotros, lo hacen nuestros hijos. ¿Que hay que llevar la chupa de la serie de moda? Pues a gastarse una pasta en una prenda que el año que viene no va a querer ni en pintura (porque estará pasada de moda, eso sí, en perfecto estado). Y hay que comprársela, que todos los demás la tienen, no vaya a ser que se traumatice o le hagan bulling.
Esto lo podemos trasladar fácilmente al mundo adulto: el chalet en el extrarradio, el todo terreno para ir a comprar al súper, los zapatos de menganito o zutanito, la tele de plasma que sustituye a la de pantalla plana (que, por cierto, en muchos casos se ven mejor)… ¿Somos o no somos unos ignorantes?
No es cuestión de ignorancia, sino de falta de carácter
La falta de carácter, Ladríllez, en este caso es producto de la ignorancia. Si uno tuviera posibilidad de informarse más y mejor, tendriá más capacidad de elegir y, por tanto, más elementos para rechazar aquellas cosas que nos “venden” como adecuadas a nuestro estilo de vida.
Es exactamente lo que dice Ortega en la frase de arriba: si estuviéramos más y mejor informados, no nos dejaríamos embaucar tan fácilmente.
Bueno, hay gente que también le gusta vivir en Matrix, le gusta la realidad que le ha tocado vivir y no la cambiaría por nada aún sabiendo que es una trola. Es como el marido o la esposa que prefieren no saber que su cónyuge le pone los cuernos.
Pues hay que ser tonto para pagar más por lo mismo solo por vanidad. Yo seré un tiradillo de la vida, pero intento gastar lo menos posible en ropa, de hecho compro mucho de segunda mano en tiendas especializadas, práctica no muy extendida en España, pero sí en sitios como Berlín. Y me siento fenomenal vestido a mi gusto y encima reciclando.
Es que aquí en España somos muy “señoritos” y comprar artículos de segunda mano, especialmente ropa, está mal visto. Sin embargo, en otros países/ciudades, esta práctica está mucho más extendida, en parte, porque existe una conciencia común relativa a la sostenibilidad medioambiental.
Di que sí, yo compro muchas cosas de segunda mano y me van estupendamente en la vida porque por lo que otros pagan un dineral yo pago la mitad, la cuarta parte o menos y encima obtengo en mismo rendimiento. Si vieras los muebles que me he comprado para el salón, fliparías en colores. Y así todo…
Hay que saber buscar y desprenderse de los prejuicios y ni que decir tiene que todo lo que no me sirve y está en buen estado también lo vendo como artículo de segunda mano y también alucinarías las cosas que me ha llegado a comprar la gente, además entusiasmada.
Yo no había comprado nada de segunda mano, al menos que recuerde, hasta hace menos de un año y ahora hasta le he comprado a mi padre su regalo de cumpleaños. Es una Nintendo DS que en las tiendas vale 160€ y que a mí me ha costado 80€ con un montón de juegos; está casi sin usar porque la persona que me la ha vendido jugó dos o tres veces y la arrumbó.
El mercado de segunda mano es interesante y, por cierto, yo también he comprado muchos muebles para mi piso: como ya tenía otros en perfecto estado que me habían dejado los antiguos propietarios, todo ha quedado a pedir de boca y nadie nota la diferencia entre estos y los muebles nuevos. Os lo recomiendo a todos.
Bueno, me alegro de no ser la única que compra cosas de segunda mano. Para mí siempre ha sido algo habitual, en parte porque no podía alcanzar los precios del mercado. Recurro a ello, por ejemplo en piezas del ordenador o en cámaras de fotos. Lo hice hace tiempo también con chaquetas de cuero, aunque ahora son más asequibles. Respecto a la ropa, ya me gustaría a mí que en mi ciudad hubiera un tienda de segunda mano como en Madrid o en Barcelona.
Pues en mi barrio hay una tienda de compra venta de productos de segunda mano, y a mí me ha solucionado algunos de los regalos de reyes de mis sobrinas ya durante dos años. Tienen juegos para consolas mucho más baratos y en perfecto estado, y películas en DVD estupendas. Es ridículo pensar que estas cosas serán mejores sólo porque sean nuevas.
Y también, Andy, porque son más “modernos” y avanzados. Es una autocrítica hacia los españoles en general, y es que nos queda un poquillo para equipararnos a los europeos en algunos aspectos. Ojo, que pienso que en otros no les vamos tan a la zaga.
bastante cierto , muy buen comentario . El adquirir mercancia de alto costo le da a las personas esa identidad que tanto anhelan , tratando de sobresalir en la multitud piensan que si adquieren aquellos productos que si bien no sirven para nada , a ellos les parece que son la pantalla idonea para ser aceptados como seres superiores por los demas , esta es la realidad del ser humano siempre tratando de ejercer dominio sobre otros.
Y lo peor de todo, Bufago, es que encima hay gente que ve al otro superior por su ropa, su coche o su casa. Mera fachada que hace mella en algunos. Por ejemplo, elcomentario típico de “no veas qué cochazo trajo…” a mí, personalmente, me deja frío. No tengo coche, ni quiero tenerlo.
Coincido contigo en que un coche caro tampoco es un factor que me asombre o me produzca admiración. Es más, en la mayoría de casos me genera total indiferencia. Hoy en día, cualquier muerto de hambre puede comprarse un coche de 30.000 euros, aunque después no tenga ni para echarle gasolina.
El del coche, Fredo Landia, es el ejemplo perfecto. ¿Cuánto cuesta el que quiero? 24.000 euros. Con una buena financiación, pagas 12.000 de entrada, y cada año pagas una letra pequeñita. A los cuatro años, puedes optar por una de estas tres cosas:
a) Devolverlo, porque al comprar te aseguraron que a los cuatro años tendría un valor mínimo garantizado, exactamente lo que te queda por pagar: así, si lo devuelves saldas la deuda. b) Acabar de pagarlo por ese mismo valor mínimo garantizado, para lo cual te hacen otro plan de financiación. c) Cambiarlo por otro coche y vuelta a empezar.
Así, lo que vale no es el coche, sino la financiación, que es donde está el verdadero beneficio. Pero nosotros creemos que compramos un coche, y no, lo que compramos es el dinero para pagarlo.
Estos días estoy estudiando un curso de Marketing y os echaríais las manos a la cabeza de la cantidad de cosas que están previstas para que compremos, compremos, compremos.
Cambian los productos de sitio a propósito para que des vueltas buscándolos y te fijes en otros, juegan con los colores, los tipos de letras, nuestros hábitos de consumo, la escasez, los productos de temporada y hasta con los precios.
Hay empresas que lanzan productos con un precio varias veces por encima del coste de producción y distribución sólo para llegar a un segmento determinado y después bajan el precio para aumentar las ventas y que todo el mundo crea que el producto se populariza y puede acceder a él.
Todo el mundo debería leer un libro de Marketing para saber las reglas del juego en el que estamos inmersos.
Bienvenida al fantástico mundo del marketing, donde nada es lo que parece. Solamente con indagar un poco en esta disciplina te das cuenta de lo vulnerable y manipulable que es la voluntad del ser humano. Y no sólo en lo que se refiere a productos de consumo, sino también con lo relativo a personajes públicos o a la industria cultural.
Yo le pregunto a Ladríllez: en alguno de esos posts que quedan sobre los fallos del capitalismo, ¿no tendrás dedicar alguno a la publicidad y el marketing como dos de las cosas que más distorsionan el mercado? Porque cada día estoy más convencido de ello…
Ya habló de eso, creo, en el apartado de las actividades improductivas.
Busca el capítulo segundo, o el tercero…
Sí, yo también he estudiado marketing. Las marcas matan por estar al fondo del pasillo a la derecha y esconden formas genitales en la publicidad para mezclar el deseo de comprar con nuestras pasiones más bajas. A mí lo que más me llamó la atención era que pagaran a porteros para que pusieran cajas de cartón con logos de la empresa en el patio y llegar así a los vecinos.
Y no sólo se paga un precio más elevado por un mismo producto. A los que tienen mucho dinero les encanta pagar cantidades ingentes por cosas que el resto de los mortales podemos considerar como realmente horrorosas, como un reloj con el nombre del propietario en la esfera cuajado de diamantes. Eso les distingue, y a ellos les encanta sentirse diferentes.
Si luego pueden hacernos descuentos de hasta el cincuenta por ciento en las rebajas, y aún así obtienen beneficios, imaginad las plusvalías que sacaran. Es como ahora, con las famosas cafeteras de marca que te regalan cincuenta euros si las compras. ¿Alguien se cree que nos hacen el favor por la crisis?
Independientemente de que esta empresa sacará más beneficios con los repuestos de café que con las máquinas, es una muestra más de las plusvalías que permite expoliar la globalización. Los precios de los productos incluyen los gastos en materiales, el margen de beneficio del empresario, de los distribuidores y la mano de obra. El problema viene cuando la mano de obra, localizada en países en desarrollo, recibe una baja remuneración y esto no se refleja en los precios. El país pierde posibles puestos de empleo, los consumidores pagan lo mismo y el empresario, lícitamente, se hace más rico.
En eso consiste el mecanismno: en venbder aquí a lso que cobran sueldos de aquí, pero no pagar sueldos aquí.
Yo lo he llamado en otro artículo el mecanismo de la garrapata.
Cambiar esa dinámica depende en gran medida de nosotros. Es decir, si una empresa que antes fabricaba (y vendía) en nuestro país se lleva la producción a la China para seguir vendiendo al mismo precio y ganar más, entonces nosotros podemos optar por no comprarle nada a esa empresa. El libre mercado también existe para el consumidor.
Teóricamente, sí, Rambo. Pero nadie aguanta mucho tiempo pagando el doble pro lo msimo sólo porque es de aquí.
Organizar eso es semiimposible.
Eso, además de lo que dice Ladríllez, sería una forma de proteccionismo, porque estaríamos intentando potenciar los productos “nacionales” frente a los “extranjeros” y a la larga eso tiene el mismo resultado que cerrar los puertos a cualquier producto que nos haga la competencia en nuestro mercado. O que los aranceles.
Al final, estaríamos en un mercado ficticio: sólo nosotros compraríamos nuestros prodcutos, con lo cual la rueda internacional deja de alimentarse.
Además, Rubio, hay muchísimas cosas que compramos y no tenemos ni idea de dónde vienen, así que es imposible hacer lo que dices al cien por cien. Piensa en las piezas de los motores de los coches o las tapicerías de sus asientos, por ejemplo. O en el papel con el que se hacen las etiquetas de los botes (no tengo ni idea de dónde se hacen estas cosas, pero son simples ejemplos).
De todas formas se enriquecen con nuestra estulticia. Luego te vas un día a una feria de stock y encuentras vaqueros de cincuenta euros a diez (yo me compré unos). Y como comentáis más arriba, siguen ganando dinero.
ayer mismo salio esta informacion:
José Manuel Lara, presidente del Grupo Planeta y Antena 3 TV, adquirió algo más de 300.000 títulos de la cadena de televisión pocos días antes de que surgiesen los rumores de fusión con La Sexta. Esta posible integración disparó el precio de A3TV en bolsa, lo que reporta a Lara unas plusvalías latentes de 430.000 euros en estas últimas compras.
parece mentira que rapido hacen dinero algunos pesonajes,a los futbolistas se les tiene prohibido realizar cualquier apuesta deportiva,en cambio parece ser que un presidente de una compañia puede pegar el pelotazo usando la informacion que anda entre bambalinas,a la carcel con el 😀
Esa cantiodad de dinero para Lara no e sun pelotazo.
Casi estoy por creer que ni se dio cuenta, de veras…
🙂
En esto estoy de acuerdo, Ladríllez. Para un tío como Lara, una plusvalía de medio millón de euros no es mucho más que un poco de calderilla para el café.
Además, ese tipo de movimientos me hacen pensar en que si un pez gordo necesita aprovecharse de la información priviliegiada, es que la cosa anda mal…
Es evidente que nuestra sociedad basa su felicidad en la completa ignorancia. Éste y no otro es el motivo de que los programas televisivos de mayor audiencia sean una auténtica basura; esto se retroalimenta, con lo que al final la basura copa las programaciones y las personas que se educan con basura terminan siendo unos auténticos ignorantes.
Todo esto es fomentado por empresas y firmas que nos venden productos que no valen ni una cuarta parte del precio que piden por ellos; nuestra ignorancia es lo que hace que paguemos este producto. Ejemplos: ropa de marca con diseños simplistas y materiales anodinos, por la que pagamos un alto precio; cremas de belleza que no hacen absolutamente nada por cientos de euros… Seguid vosotros.
100% de acuerdo.la ignorancia es la madre del atrevimiento,yaque con una buena informacion muchos no se habrian dejado embaucar,por ejemplo,con la compra de una vivienda, sigo viendo esloganes golosones como “tu piso por 700 euros mes”aun queda mucha gente que al leer eso se hace la idea equivocadisima de que va a pagar siempre esa cantidad,y como eso muchas cosas mas,solo se nos dice lo que les interesa que sepamos,informacion malintencionada o incompleta a todas horas en la prensa y la tv,siempre nos quedara ……la red.
Solamente a modo de ejemplo, podríamos hablar de esos anuncios de telefonía en los que aparece letra pequeña en la parte inferior de la pantalla a una velocidad de infarto. A mí hasta me produce risa ver cómo se las apañan para escondernos la verdad. Me recuerda un poco a la manera de hacer de los trileros.
Creo que también es interesante analizar quiénes ven más la tele y que capacidad de crítica tienen y cuáles son sus gustos. La gente con un nivel cultural alto no pierde mucho tiempo en ver TV y sí en leer, ir al cine o a exposiciones o, simplemente, a trabajar.
Y aún así, es muy triste ver cómo muchas personas con un nivel cultural más que aceptable, capacidad de discernimiento y estudios superiores a la media pierden su tiempo viendo programas basura en televisión. Y si se te ocurre decir que esos programas son infumables, tienes que tragarte cosas como que eres un snob, o que seguro que tú también los ves pero no lo dices. Hemos llegado a unos extremos en los que defender la cultura es de pringados.
Vuelvo a recomendar la Rebelíon de las Masas
Tienes toda la razón, Tito, opinar públicamente que tal o cual programa sólo fomenta la mediocridad hace que te etiqueten directamente de pedante, resabido o, como tu bien dices, “snob”. Da la sensación que en este país tener inquietudes culturales es un delito.
O encima te tachan de “cultureta” y te meten en el saco de los “sociatas”. No me gustan nada estos calificativos, pero os aseguro que en alguna ocasión me lo han llamado por decir que me estaba leyendo detreminado libro o que había visto una película en VO. Por cierto, aprovecho para felicitaros a todos la Navidad.
Lass marcas son para nosotros como los dioses para los griegos…
Lo que dice de las cremas, Gassman, no es ninguna tontería. Ayer mismo, haciendo unas compras de Navidad en una perfumería, mi madre se quedó “obnubilada” con una crema para el cutis que valía la friolera de 500 euros. Mi madre y sus amigas, ya muy mayores, sí se tragan que esas cremas rejuvenecen y no hay manera de convencerlas que la edad no perdona… Y la piel tampoco.
Es curioso, pero en el fondo siempre se “venden” las mismas ideas: juventud eterna, atractivo sexual, salud, etc. Es asombroso como nos dejamos seducir por semejantes fantasías, cuando en el fondo sabemos que nos están mintiendo.
Y es que la verdad gusta muy poco.
Los deseos también son fuerzas. Tengámoslo en cuenta.
En una ocasión salió hablando por la radio un dermatólogo muy prestigioso y dijo literalmente que pagar más de veinte euros por una crema era un despropósito, y que si le apuraban, lo dejaba en quince. También dijo que había recibido amenazas por dar este tipo de información en los medios.
Y para rematar, comentó que la piel no deja pasar nada al interior, por lo que las cremas no son más que barreras protectoras para evitar perder la hidratación y detener los rayos UVA. Así que ni retinol, ni liposomas, ni ná de na…
¡Qué bueno, Rasputín! Yo también leí una entrevista de este dermatólogo y le tienen crucificado en su gremio. Por lo visto es una eminencia que ha tenido las narices de decir la verdad sobre la industria cosmética. Olé por él. Aún así estoy seguro de que muchos se niegan a creer cosas así y prefieren seguir con su fe ciega en la pócima de la eterna juventud.
Reconozco que soy una fanática de las cremas. Este verano estuve en Fuerteventura y medio viaje lo gasté buscando un reparador de ojos que en Madri cuesta unos 200 euros (cajita del tamaño de una nuez) para conseguirla por un poco menos. Hago autocrítica constantemente, pero he de reconocer que me gusta “invertir” en cremitas.
Entonces, Irene, al menos dinos que dan resultado. Yo en mi vida me he gastado más de treinta euros por una crema, pero he usado alguna de mi madre, carísima, y no he visto mejores resultados. Me temo que lo que dice ese dermatólogo no va desencaminado. El precio no siempre hace la calidad
El capitalismo como sistema economico va dando pauitas a la sociedad para que esta las siga, cuando no hay nada que vender se deciden a crear la “revista estupideces” donde su contenido es mera basura , pero a las personas les agrada pues le morbo puede mas que otra cosa. Entonces nuestra sociedad esta bastante desgastada y se ha permeado de esta idiosincracia tan limitada de basar su felicidad en las cosas que va comprando.
¿Entonces el problema es del sistema o de las personas?
Si tal como expones a las personas les agrada y el morbo les puede más que el racicionio, no problema del sistema, es problema de cierto segmento mayoritario de la sociedad.
¿O acaso es culpa del barro que al cerdo le guste regodearse en él?
Nuestros políticos tienden a tratarnos como a menores de edad a los que es necesario tutelar. Este sobreproteccionismo normalmente no obedece más que a la ocultación de sus intereses reales, que suelen pasar por terminar la legislatura y, a ser posible, salir elegidos en la siguiente.
Lo hemos fomentado nosotros, me temo…
Yo también pienso que somos nosotros los que fomentamos ese proteccionismo por parte de nuestros políticos porque no actuamos ni reaccionamos ante nada. ¿Qué tiene que suceder para que la gente grite en las calles pidiendo soluciones y una gestión digna? ¡FELIZ NOCHEBUENA A TODOS!
Tendría que suceder que todos tuviéramos conciencia de que merecemos una gestión digna, de que podemos exigirla y se nos escuchará. También que alguien con poder movilice a las masas (sindicatos, organizaciones ciudadanas, partidos de la oposición, ONG, etc.) y por último que dejemos de sentirnos como niños a los que hay que hacerles todo y que dependemos en exclusiva de su voluntad y sus deseos.
El principio fundamental de la Democracia dice que la soberanía recae en el pueblo… ¡Pues que se note!
Como bien dices, Julita, yo creo que tendría que suceder que los sindicatos se movilizaran en serio, pero su manera de hacerlo es a destiempo y me temo que equivocadamente. Su manifestación de hace un par de semanas apenas ha tenido repercusión para mucha gente. No me extraña que vayan perdiendo credibilidad.
A mí me la colaron con el piso que compré hace tres meses. La mano de pintura que le dieron escondía unas humedades que la Comunidad se niega a reparar. El vecindario tranquilo por la noche se convierte en una auténtica discoteca de coches que ocupan sus maleteros con altavoces casi como mi salón de grandes. Y del arreglo de ascensores que me aseguraron que comenzaría en el primer trimestre del año resulta que ningún vecino sabe nada. Para echarse a llorar.
Al final, para comprar un piso debería ser obligatorio que te dejaran vivir en él antes durante una semana, por lo menos para poder controlar un poco el tema de los vecinos. Lo de las humedades probablemente será cosa del seguro; no sé si tendrá que ver con la Comunidad, pero eso sí que suele estar cubierto. Pero lo de la convivencia vecinal sno tiene arreglo, y si no te gusta pues te tienes que fastidiar, porque aunque llames a la policía no te sirve de nada.
¿Y no puedes hacer nada con el tema d elso coches?
Esoi se denuncia y gana fácilmente…
¿Pero a quién denuncias? Mis suegros se compraron también un piso a las afueras de la ciudad, en una zona residencial y supuestamente tranquila. Sin embargo, los viernes y sábados los chavales van con los coches y sus sillitas de camping a escuchar eso a lo que llaman música. Puedes llamar a la policía, pero si no les encuentran drogas no les pasa nada. Y si no vienen ellos, vendrán otros. Lo malo es que ahora, con el auge de los que ni estudian ni trabajan, los fines de semana se han convertido en continuos.
Denuncio a quién esté haciendi ruido.
No llamo a la policía, sino al notario, para que venga a medir el ruido y tome las matr´ñiculas de los coches donde están los altavoces.
Y los machaco.
¿Crees que no funcionaría?
¿Donde encuentras un notario de guardia a esas horas?
En el ilustre colegio de notarios, Dabeman.
Para eso está.
Es cuestión de llamarlos con tiempo cuando preveas que habrá movida.
Los colegios profesionales son una mierda medieval que rtompe la libre competencia, pero alguna ventaja tienen.
¿Tendrá que disfrazarse, no? Porque como te vean los de la música con un señor que apunta la matrícula de sus coches, no doy un duro por ti ni por el notario.
No hace falta dar la cara. Si con el escándalo que montan se les puede sufrir desde cualquier casa de la calle. Así que el notario se salga al balcón o se asome a la ventana y mire las matrículas de los fiesteros. ¿Y si quiere tomar fotos? Pues que se arriesgue, que para eso cobra un pastón.
Siempre he pensado que a los dirigentes políticos en general no les conviene una sociedad pensante. Por ello es mejor centralizar el debate en si toros sí o toros no para Cataluña, porque si nos ponemos a reflexionar sobre la situación tan grave que estamos viviendo rodaría más de una cabeza.
Las grandes protestas comenzaron tradicionalmente en las universidades, pero ahora éstas parecen estar muertas. Tenemos jóvenes desesperanzados, que no intentan cambiar el mundo seguramente porque les han hecho creer que el mundo, tal y como lo conocemos, ya no tiene arreglo.
O porque nos hacen ver que el mundo en el que vivimos y la democracia son ideales e inmejorables. Pero ya lo dice Ladríllez en el post de hoy: “el ignorante que se cree con derecho a opinar realimenta la ignorancia, imponiéndola a los demás a través de la democracia”. Me ha gustado mucho el escrito de hoy.
Gracias, Polidori, pero la frase se la mangué a Ortega.
La Democracia es el mejor sistema de gobierno para que el capitalismo se fomente y evolucione, por eso se plantea que es inmejorable es lo idoneo para las naciones, cuando en los resultados vemos que solo arroja lamentables desenlaces, por tanto mientras la colectividad se siga tragando ese dicsurso en donde se habla que estamos en lo mas elevado de los sistemas politicos-sociales , seguira prevaleciendo toda esta falacia de la que somos parte todos.
Que no salgamos en la televisión no significa que no nos movilicemos. Hemos estado durante años protestando contra el Plan Boloña. Incluso hay gente que ha estado durmiendo durante meses en los halls de las universidades. Pero claro, si no sale un político haciéndose fotos con nosotros o quemamos contenedores no es manifestación. Siempre somos los jóvenes los pasotas. ¿Vosotros os movilizáis?
Eso es, Ximo, menos mal que alguien nos defiende. Nos movilizamos por el Plan Bolonia, pero también nos movilizamos por nuestros amigos cuando se quedan sin trabajo, y también cuando nuestros padres nos necesitan. Hay demasiados prejuicios respecto a los jóvenes. Supongo que me pasará lo mismo cuando sea padre.
Eso digo yo, Literatura Barata, dónde están los jóvenes universitarios y sus reivindicaciones. Se han quedado en el sesenta y ocho, me temo. Los jóvenes de ahora sólo piensan en beber y, a veces, en tener un trabajo para seguir bebiendo.
Ocurre eso que dices con “algunos” jóvenes, Nicolás, pero no con todos. Algunos/as realmente tienen inquietudes, y menos mal porque dónde iríamos si nuestra cantera de futuro sólo pensase en beber. Tendemos a colocar etiquetas, en este caso a los jóvenes, igual que a veces hacemos con los parados, pero no podemos olvidar que dentro de los parados hay quien sólo quiere vivir del Estado y hay también quien quiere trabajar y no encuentra trabajo.
¿Y en qué pensáis los que no os consideráis tan jóvenes? O mejor dicho, ¿en qué pensabais cuando erais unos muchachos? ¿Os tenemos que poner la etiqueta a todos los de vuestra generación de heroinómanos? ¿O os culpamos de no haber parado la contaminación y que el agujero de la capa de Ozono siga allí? Prejuicios, prejuicios y prejuicios…
Sin duda alguna, la frase con la que cierra hoy el post es la que mejor ayuda a comprender la sociedad en la que vivimos. Una sociedad que no es igualitaria ni pretende serlo, y en la que los privilegios están asignados de antemano.
Esto me hizo recordar cuando la Ford comenzaba a producir sus autos en serie , y resulta que sacaban un modelo , todos iban y compraban el vehículo , pero al mes salía otro modelo que realmente era igual al anterior pero de otro color y con diminutas diferencias , pues las personas con tal de poseer el producto y por ser innovador, no les interesaba y volvían a comprar otro vehículo que era exactamente igual al que ya tenían pero con otro nombre y claro mas costoso , para mí esto está de locos , porque si bien el capitalismo busca las estrategias para que se consuma las propiedades a mayor precio las personas tienen mucho que ver , pues a final de cuentas ellos son los que se deciden a hacer el desembolso.
Y Felices Fiestas a todos, y que los que lo están pasando mal recuerden que el próximo año quedará menos para el final de la crisis in Spain, ¿o no?
Y sobre la entrada de la información privilegiada, que al final, es ejercer pillaje… pues que Dios creó al hombre, de su costilla a la mujer y de su lengua (la de ambos ehhhh) a la mentira, por lo tanto…
Hombre… Visto así… Qué optimista, mujer. El 1 de enero no es tanto un año nuevo como un día más, el día siguiente al 31 de diciembre. VCon ese enfoque entonces cada día que pasa es un día menos para el final de la crisis pero también un día más que no salimos de ella y que nos vamos a pique como el Titanic.
¿Hará James Cameron una película typical spanish algún día? Quizá después de Avatar se anime. Y si no es realista pues que haga una de ciencia-ficción enfocada a relatar cómo debería ser España y no es o cómo España antes de este desastre.
España parece que se está yendo a pique, tal y como sucedió con el Titanic, y Zapatero sigue diciendo que estamos saliendo de las crisis, tal y como la orquesta del Titanic seguía tocando mientras el salón principal del barco se iba llenando de agua.
Gran verdad la dicha por mi admirado Ortega, Ladríllez. Y pensar en que lo dijo hace ya unas cuantas décadas me hace pensar en que, por desgracia, seguimos teniendo un sistema educativo pésimo.
Una de las razones por las que la República no triunfó fue porque los obreros estaban empezando a instruirse, y eso no le convenía a los grandes terratenientes.
La información es poder, y gracias a Dios (o al creador de internet), ya hay menos diferencia en cuanto el acceso a la información inmediata del ciudadano medio y el poderoso, gracias a este maravilloso invento de internet. Así, mentiras que se nos han venido diciendo durante décadas hoy caen por su propio peso porque la gente puede acceder por internet prácticamente a cualquier información. Gracias a internet somos más libres.
Eso es verdad, Carmelo, Internet nos hace más libres. O eso pienso. Y también Internet nos hace más cultos si no nos conformamos con la primera información que leemos o vemos, al contrario que antes, que parecíamos una masa teledirigida. Algo bueno para los ciudadanos, al menos.
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