Las dos líneas de desigualdad (II)

La otra cuerda

La otra cuerda

Decíamos el otro día que la desigualdad de rentas no se limita a la lucha entre ricos y pobres, o al reparto del pastel entre ellos. La desigualdad de rentas deprime la demanda, pero en el caso de España hay otero factor: la desigualdad de rentas entre jóvenes y viejos.

El problema de España no es sólo que los sueldos hayan disminuido y se hayan reducido también drásticamente las oportunidades laborales, sino también que la mayor parte del peso de la crisis y sus consecuencias ha recaído sobre los más jóvenes.

Todos conocemos algún caso  en el que, tras jubilarse un trabajador que cobraba mil ochocientos euros ha sido sustituido por un joven que cobra ochocientos, y eso si no prefieren contratar a un becario o absolutamente a nadie.

El paro juvenil en España supera ampliamente el 50% y eso no hay economía que lo resista. ¿Por qué? Porque a medida que la gente envejece reduce su demanda. Las personas de sesenta años no suelen tener hijos, compran casas en mucha menor medida, se casan en menor medida, firman hipotecas en menor medida, amueblan, cambian cortinas y cambian de vacaciones en mucha, muchísima menor medida.

La tragedia que tenemos en España es que los que todavía cobran un sueldo digno no tienen deseo de gastarlo, y los que les gustaría gastarlo porque tienen que hacer su vida y construir su futuro, reciben salarios de miseria o están directamente en el paro.

La lucha generacional es de tal calibre, que ya hay varios sectores, bastantes en realidad, en el que el salario medio de los trabajadores activos es sensiblemente menor que el de los jubilados.

En estas condiciones, a veces celebramos que la solidaridad familiar sea tan grande en España y que afortunadamente los pensionistas puedan apoyar a sus hijos. Lo que olvidamos es que, por hermoso y solidario que eso suene, su raíz está en la profunda injusticia de una sociedad donde todas las puertas se cierran a los jóvenes, menos las de la frontera.

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Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.