Un detalle venenoso

Cualquier pedregal se cotiza

Donde no hay libertad, cualquier pedregal se cotiza

Una de las preguntas que nos hacemos con más frecuencia todos los que andamos metidos en el mundo de la hipoteca y la vivienda es cómo llegaron los pisos y locales a alcanzar semejantes precios en un país donde sobra suelo y falta sueldo. Que en Holanda, Hong Kong o Singapur cueste el metro cuadrado a precio de angula trufada tiene cierta lógica, pero que se hayan alcanzado ciertas cifras en España supera cualquier razonamiento cabal.

Quizás, a mi juicio, tenga algo que ver con esto la mentalidad feudal de las instituciones españolas, que aún creen en el derecho de pernada sobre el ciudadano, al que consideran antes súbdito que contribuyente.

El mejor ejemplo de lo que digo es la necesidad de permisos para todo. ¿Por qué tenemos que pedir permiso para hacer algo a lo que legalmente tenemos derecho? Ahí precisamente, en los permisos, es dónde la administración se reserva su última palabra y donde se cultivan y crecen los laberintos que al final encarecen el suelo.

Hay un detalle venenoso que diferencia a España de otros países más ricos, como Alemania, donde la vivienda resulta mucho más asequible. En España la ley dice que se puede construir allí donde esté permitido. La ley alemana dice, en cambio, que se puede construir donde no esté prohibido.

A primera vista, parecen normas casi idénticas, pero si lo pensáis un segundo caeréis en la cuenta de que en España se puede edificar solamente donde alguien haya dado previamente el visto bueno, con todo lo que eso supone de posibles costes y corruptelas, mientras que en Alemania puedes edificar donde te dé la gana siempre y cuándo no se haya opuesto previamente la administración.

La diferencia entre la libertad y la sumisión la conocen bien nuestros bolsillos.

 

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Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

32 pensamientos en “Un detalle venenoso

  1. Fiumicino

    Es curioso que un detalle tan aparentemente nimio pueda ser determinante para que las cosas vayan en un sentido o en otro, del mismo modo que poner o no una coma te cambia el sentido de una frase.

    De todos modos, creo que la llaga está más en la escasez de suelo, y en ese evidente deseo que tenemos de “poseer”, que se comentaba en otro post. Por cierto, no demos ideas sobre la escasez de suelo, que luego construirán hasta en el jardín de nuestro hermoso chaletito.

  2. Cartesio

    El problema, me parece a mí, no es que haya escasez de suelo, proque suelo sobra, sino escasez de suelo donde se permita edificar.

    Muchos ayuntamientos dan permisos de obras con cuentagotas para que no bajen los precios d elso solares.

    Y no es que quiera que se edifiquen los jardines, sino que de una vez no haya diferencia entre rústico y urbano, porque esa diferencia es nuestra riuina y la bicoca de los políticos.

    salud

    1. Anita

      Efectivamente, la calificación de rústico y urbano es un conflicto permanente. Además, dependiendo de la Comunidad Autónoma y el Ayuntamiento en cuestión, se califican los suelos de una manera u otra y te permiten (o no) construir dependiendo de una serie de baremos: extensión de la finca, proximidad a los núcleos urbanos… Como comenta Desperado más abajo, no se debería permitir que los consistorios municipales hagan de su capa un sayo sin controlar la situación. Es la mejor manera de permitir que se enriquezcan sin medida; por ejemplo (y lo hemos visto tantas veces…), recalificando terrenos a cambio de sobornos, o bien aquéllos que pertenecen a algún familiar, amigo, etc.

      1. Elena

        Yo creo que, a pesar de que en muchas ocasiones existes corruptelas, en otras no existe mala intención sino sólo falta de preparación para ejercer la función pública. Yo creo que, al igual que a un profesional de la enseñanza, la medicina o cualquier otro campo se le exige un título, al político se le debería exigir un conocimiento básico de las leyes.

  3. Herce

    ¿Y nuestra poca tendencia a la movilidad no será un factor más? ¿Por qué un trabajo tiene que ser eterno? ¿Por qué hemos de vivir siempre en el mismo sitio?

    En otros países es más común –y fácil– cambiar de lugar de residencia, de empleo o de casa, sin que eso suponga medio sueldo durante treinta años. Por ello no se compra a tan largo plazo, es decir, una casa no es para toda la vida: si lo necesitas, la vendes y te compras otra (pero con otros precios, claro).

    1. Coti

      Es que a los precios que hay en España, a pesar del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, no te puedes andar cambiando de casa así como así, y si encima quieres tener hijos, tienes que preparar mucho más dinero. Tal vez en otros países haya mayor cultura de movilidad geográfica pero yo creo que en España estamos más mentalizados para la estabilidad, y si no… ¿quién no quiere hoy en día un empleo estable? Yo aún no lo he tenido, y sí tengo hipoteca, por eso digo que el día que lo tenga, enmarcaré el contrato en la pared.

      1. ramonchu

        No todo el mundo quiere estabilidad en ese sentido ni tampoco tener hijos. Lo digo porque tengo unos amigos que son espíritus libres y no pasan más de un año en un mismo sitio porque dicen que se ahogarían. No quieren hipotecas ni comprarse un piso, porque piensan que es darle el piso al banco. Además, te dirían que para qué construir en tantos sitios. Eso lo pienso yo también, más allá de las licencias y toda la burocracia de la que habláis, ¿qué pasa con el Medio Ambiente? ¿Es que tampoco vamos a dejar ni un hábitat libre para los animales? ¡¡Pero qué afán por construir!!

        Un saludo

        1. Herce

          Esto me lleva a pensar siempre lo mismo, es decir, la pescadilla que se muerde la cola: lo malo es tener una economía (y no me refiero sólo a la española) tan dependiente del ladrillo o del consumo.

          En definitiva esto es una rueda, y todo es un continuo comenzar, y a veces de tanto rodar la llanta se gasta y el sistema cae al suelo.

          El problema es que, manque nos pese, los que no quieren estar dentro del sistema –como tus amigos– poco pueden hacer por salirse pues de un modo u otro están afectados.

          1. ramonchu

            La verdad es que tienes razón… Incluso quienes no quieren estar dentro de la economía, o mejor dicho, dentro de este sistema económico capitalista, no pueden hacer nada por salirse de él, porque todo lo que gira en torno a nosotros es así. También creo que hemos sido muy dependientes del ladrillo, como tú dices, por eso ahora me preocupa lo próximo de lo que seremos dependientes… Reventaron las puntocom, ha reventado el ladrillo, ¿qué será lo próximo?

  4. Ximo

    Yo creo que la culpa es un poco de todos. Por una parte, nuestra economía aprovechó el tirón del turismo y de la segunda vivienda para crecer hasta llegar a ser un gigante con pies de barro. Por otro, los pequeños inversores se dejaron llevar por la avaricia de la especulación y la demanda se disparó. Nuestros padres se olvidaron de nosotros y ahora nos toca pagar las consecuencias. Por cierto, muy buen blog.

  5. Políglota

    La normativa española, tal y como está estructurada, ha permitido que en España se hayan forrado un montón de chorizos que en su día estaban respaldados por un cargo de la Administración.
    Ahora se lo piensan dos veces, pero a saber cuántos habrán sido los que se han llenado los bolsillos sin que el resto de los ciudadanos de a pie nos hayamos enterado.

    1. Emplumado

      Enalguna parte tienen que estarlos billetes de 500 y de alguna manera se tienen que haber obtenido.

      Para mí, su origen está muy pero que muy relacionado con lo que cuentan en este post.
      Por eso no podemos contar con que la cosa cambie: sería renunciar a la gallina de los huevos de oro.

  6. Elena

    La Ley española también ha permitido que se desarrolle el Estado de las autonomías, que representa un freno para el desarrollo de la economía española. Un comerciante que quiera desarrollar su actividad en diferentes comunidades autónomas tiene que pedir un permiso diferente en cada una de ellas. Menudo desperdicio de tiempo y dinero.

  7. Eleonora

    He estado viviendo en Amsterdam durante dos años y me río de los problemas de vivienda que decimos tener en España. Allí también los tienen, y más acuciantes si cabe, pero eso sí, existen multitud de subvenciones para quienes quieren construirse una vivienda, comprarla o alquilarla. Por haber, hay ayudas hasta para asentarse en el país.

    1. Catatonio

      Pewro Holanda es, con todos los respetos, un país birrioso, con parte de su terreno robado al mar.
      Con un problema territorial como el suyo no es de extrañar que tengn problemas de suelo.
      Es trece veces más pequeño que España y con la mitad de población, o sea que están seis veces largas más apretados.

      La comparación casi perfecta es que tienen toda la población de Maddris, Cataluña, País vasco y Navarra en el territorio de Extremadura.

      Y así, claro, nada es comparable.

      Lo jodido sería que en Rusia fuesen caros los solares, pero en Holanda…

    2. Javier B.

      La vivienda es un problema que da quebraderos de cabeza en la mayoría de los países europeos, pero es cierto que en España se nos ha ido de las manos. Esas cifras astronómicas eran imposibles de mantener con los sueldos que tenemos. Para estas cosas deberíamos dejar de mirarnos el ombligo y aprender de nuestros vecinos comunitarios.

  8. jmartínez

    Yo también pienso, como dice algún comentarista al principio, que la escasez de suelo fue clave para la subida de precios. No es que no hubiera suelo a mansalva en campos o en las afueras de las ciudades, pero sí en los sitios más céntricos, donde al fin y al cabo a la gente le gusta estar y donde se cuece todo el cotarro comercial. Mi ciudad, por ejemplo, de poco más de 80.000 habitantes, ha crecido y crecido con los años, pero el “centro” siguen siendo dos calles. Con el boom inmobiliario los precios se dispararon hasta en las afueras y sólo donde no hay vida, donde ya no hay edificios, podías encontrar algo asequible. Ahora la situación se invierte, menos mal, pero la escasez de suelo unido a ese afán nuestro tan español de anclarnos en un lugar a echar raíces, a lo que hay que unir la especulación de administración y avispados… a esto nos ha llevado.

    1. jexs71

      No creo que el problema sea la falta de suelo si no quien decide qué suelo es o no es urbanizable y quien se beneficia de ello.
      Los ayuntamientos, faltos de vías de financiación, sacan dinero ESPECULANDO con el suelo y de paso algunos “políticos” se forran.
      El Estado, que teoricamente no tiene tales competencias, aprueba unos presupuestos generales basados en la generación de ingresos vía impuestos sobre el sector inmobiliario (cada compra está fuertemente gravada).

      Resumen: todos arriman la sardina al ascua y así nos ha ido…y lo que nos queda.

      Saludos

      1. jmartínez

        Señor Jext71, quisiera comentar esta frase suya: “No creo que el problema sea la falta de suelo si no quien decide qué suelo es o no es urbanizable y quien se beneficia de ello”. Estoy totalmente de acuerdo con la segunda parte, pero no con la primera. No me negará usted que sobra el suelo en el centro de las ciudades, a eso me refería. Si hablamos de ayuntamientos desde luego me sumo a su comentario. Alcaldes, tenientes de alcalde y algún concejal que otro se reparten el suelo con total impunidad. Baste ver informaciones locales sobre la conformación de un Plan General de Ordenación Municipal, que recibe distintos nombres según la autonomía. En esas reuniones previas a veces da igual el color político, ahí, nos guste o no a los ciudadanos, se decide si un suelo protegido por Medio Ambiente va a ser un campo de golf, o un complejo turístico… o una macrodiscoteca si nos ponemos. El suelo que sobra, si sobra, el peor, se dedica a viviendas sociales. Eso lo he visto yo con mis propios ojos. En fin… España, el país de la pandereta. Saludos.

  9. Señor Romero

    Hola soy nuevo aquí. Llevo un tiempo leyendo el blog pero hoy no me he podido resistir a comentar.Lo cierto es que los Ayuntamientos, y sobretodo los que se cobijan bajo su sombra, han sacado mucha tajada con las leyes urbanísticas recalificando y congelando según su interés. ¿Quién no conoce al típico “yayo” que se ha pasado la vida en su campo trabajando de Sol a Sol, y de la noche a la mañana aparece conduciendo un Mercedes? Aquí en Valencia por lo menos es muy típico. ¿Dónde vivís vosotros esta la cosa igual? Hace unos años me invitaron a una boda de unos amigos y se escuchaba más “¡Qué vivan los PAI!” que “¡Que vivan los novios!”. Normal, la boda se pagó de sobra con el campo del abuelo.

    1. Érica

      Pues según tengo entendido, la Unión Europea denunció a España hará un par de años por lo que comentabas de los PAI. Es de vergüenza lo que hacen los políticos de este país con nosotros. Se ríen en nuestra cara y no hacemos nada por cambiar este sistema “democrático” bipartidista más propio de la Restauración de Cánovas. Mira que han robado en Marbella con la construcción, y aún así, salen de la cárcel y se van a la Televisión como si nada. ¿No hay ninguna ley que nos ampare de tanto abuso a la hora de acceder a la vivienda?

      1. Señor Romero

        Érica, la Constitución dice: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho, regulando la utilización del suelo de acuerdo con el interés general para impedir la especulación”. Pero claro, del dicho al hecho va un trecho. Y yo sigo viviendo con los papis porque con los 900 euros que cobro al mes no tengo para marcharme a “una vivienda digna”. Mientras tanto, los que deberían velar para que se cumpliera la ley se pegan la vida a costa de mis impuestos.

    2. Desperado

      Gran parte de mi familia vive en el norte, en un pueblo cuyo nombre voy a obviar para evitar resquemores, pero que es un caso más entre tantos. En pocos años aquéllos que tenían ganado o tierras de labor vieron cómo los constructores se las compraban a precio de oro; alguno de los antiguos propietarios ha llegado incluso a construirse un ¡helipuerto! en su mansión con el dinero de las ventas. Actualmente, lo que antes era un lugar hermoso es un horror; y no por haber construido (cosa positiva para el pueblo y sus habitantes), sino porque se ha hecho sin control ni gusto, sólo buscando el enriquecimiento personal (y aquí hablo también de instituciones municipales). Los chanchullos están a la orden del día y todo el mundo los conoce, pero eso no es óbice para que no se perpetren constantemente. Así que es evidente que la ley del suelo no es para todos; mientras los ayuntamientos hagan lo que les da la gana en este sentido, mal vamos…
      Estupendo blog, con alto nivel de los participantes. Nos seguiremos viendo.

      1. Carol

        Me recuerda el caso de Caja Castilla – La Mancha y cómo sus dirigentes optaron por las inversiones inmobiliarias pensando en que los ahorros de los contribuyentes se podían multiplicar como panes y peces. Tengo una amiga que vive en Ciudad Real y me cuenta que está por la primera vez que use el aeropuerto, una de las inversiones estrella de la caja. ¡Y eso que está enganchada a los viajes de puente o de fin de semana!! Nos hemos creído que en España se puede hacer de todo en todas partes.

  10. Jasper

    El asunto de los terrenos en España es muy peliagudo; hay opiniones para todos los gustos. La política de ciertas comunidades autónomas y ayuntamientos que fomentaban el “todo vale” ha logrado desmanes tan terribles como los de gran parte de la costa levantina. Ciertos terrenos y zonas de interés cultural o ecológico deben protegerse, sí o sí; esto no quiere decir que todos los terrenos rústicos deban estar sometidos a permisos y licencias, ya que esto conlleva un enriquecimiento de determinados promotores y constructores.
    Ma ha gustado el tono irónico e incisivo de la entrada… A seguir así.
    Saludos

  11. peterlove

    La verdad es que, como funcionario, no puedo sino poner una media sonrisa al artículo y a los comentarios.

    Primero, porque comparar el salario (y el esfuerzo) de un español con un alemán es para reírse.

    Segundo, porque fue en España ya hemos tenido experimentos de liberalización del suelo: la Ley del suelo del 98 que liberalizó la clasificación del suelo urbanizable, que pasó a quedar como marginal, a diferencia de los anteriores, que lo hacían con el rústico.

    Esa decisión, unida a otras burbujas inmobiliarias mundiales, ya se ha visto los efectos que ha tenido: aumento desorbitado de precios, a tal nivel que uno ni piensa en comprarse algo.

    Y no creo que sea problema de falta de suelo urbano, sino de lo que se está dispuesto a pagar por el mismo. El otro día vi un anuncio donde se pedía 1.100.000 euros por urbanizar 420 metros. Si hacéis la cuenta, sólo de suelo se repercuten cerca de 2.500 euros por metro cuadrado. Así no extraña los precios actuales.

    A mí más me parece que en este país, a diferencia del alemán (¿sabéis cuánto cuesta el ADSL allí? la mitad que en España), adolece de dos cosas: empresarios honrados y políticos honrados.

    Los primeros porque quieren arramplar con todo lo que pueden; los segundos, porque lo ven y lo consienten.

    1. Catatonio

      Esa es la jugada precisamente: que siendo mayor la capacidad adquisitiva alemana, sus precios son nominalmente menores, por loq ue comparativamente son MUCHO menores.

      Si Ladríllez compara alos alemanes y nos dice que allí los pisos son más baratos (y basta cpon ver una inmovbiliaria alemana para saber que es cierto) entonces la realidad es que son MUCHÍSIMO más baratos.

      Un piso que cuesta 100.000 euros en Berlín (y los hay) es diete veces, pro lo menos, más barato que un piso en Madrid.

      1. Elena

        Y también son mucho más baratos los alquileres. Tengo unos amigos que vivieron hace dos años en Alemania, en la ciudad de Kiel, y pagaban 400 euros al mes de alquiler por una CASA con vistas al mar. Definitivamente, es otro país y otra cultura muy diferente a la nuestra.

  12. Triki

    La verdad es que a todos los que tenemos una hipoteca y solo un sueldo la realidad alemana nos suena tan cotidiana como el realismo mágico. Al final, después de innumerables avatares (el abandono de una cooperativa, irme a vivir 20 kilómetros más lejos de donde quería, perder mi trabajo), me falta memoria para acordarme de todos los problemas y la imaginación para solucionarlos sólo me llega por momentos.

  13. Ximo

    La construcción es un pastel muy goloso para la administración pública. Supongo que habréis visto las miserias del Cabanyal, el barrio marítimo de Valencia, en el programa Callejeros de la CUATRO. Pero detrás de todo esto hay un trasfondo de intereses inmobiliarios. Hasta hace unos años, el barrio estaba protegido como bien de interés cultural. Sin embargo, la protección fue retirada y se ideó un proyecto para ampliar la avenida de Blasco Ibañez hasta el mar derribando parte del vecindario. Finalmente, se paralizó todo. Pero hace un tiempo, se creó una empresa (de capital mixto) que se dedicó a comprar pisos por todo el barrio para cedérselos a familias marginales. ¿Resultado de todo aquello? El Cabanyal se ha denigrado y el Ayuntamiento ya tiene excusa para derribar edificios modernistas de finales del siglo XIX y construir viviendas “más prestigiosas”. Los vecinos, en su mayoría ancianos con recursos limitados, percibirán indemnizaciones ridículas (en torno a los 30 000 euros). En fin, como ha dicho Peterlove en otro comentario, unos “arramplan” sin escrúpulos y otros miran hacia otro lado o facilitan la faena a los primeros. Que se salve quien pueda.

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