La hipoteca y los peces de colores

¿Gafe o mala planificación?

¿Gafe o mala planificación?

Los españ0les somos así: nos joroba pagar, que nos exijan. No entendemos que lo que para unos es un derecho se convierte en una obligación para otros y nos gusta que el Estado nos dé cosas, y si es posible, a titulo personal y sin que se le den también a los demás, porque la gracia no está en tener lo que tiene todo el mundo, sino en tener lo que nadie más puede tener, para que le resto se chinche y rabie. O dicho de otro modo: no queremos suscitar la admiración de nuestros vecinos, sino su envidia.

¿Creéis que me paso? Echad un vistazo a las autonomías y sus estatutos: no se trata de tener algo más apropiado, sino de tener algo que los demás no puedan conseguir para, a través del privilegio, y subrayo privilegio, obtener una ventaja competitiva que pueda hacer daño al otro, robándole  empresas o comiéndole sus ingresos fiscales.

Con la hipoteca está empezando a pasar lo mismo: nadie nos obliga a tener una vivienda en propiedad, pero la llamada del cerebro reptiliano, ese órgano ancestral que a veces no domino desde el fondo del cráneo, nos indica que pagar un alquiler es dar dinero a cambio de no tener nada, así que a todos nos apetece pagar una cuota para poder dejar la casa a nuestros hijos o venderla en la vejez para no tener que depender de las pensiones, que adivinamos míseras, de la futura Seguridad Social. Por eso precisamente preferimos hipotecarnos a pagar un alquiler: porque suponenos que los inquilinos de hoy serán los pobres, los arrastrados del futuro. ¿Exceso de sinceridad? ¡Venga ya! ¿quién no ha pensado eso alguna vez en el fondo de su corazón?

¿Y qué pasa cuando las cosas salen mal? ¿Qué ocurre cunado nos damos cuenta de que hemos firmado por treinta años cuando nuestras previsiones no pasaban de dieciocho o veinte meses? Pues entonces es cuando vamos a cabezazos contra la lógica e inventamos razonamientos  tan peregrinos como que los bancos nos han estafado, o que deberían rescatarnos a nosotros en vez de a ellos, o que deberían pagar los vecinos la hipoteca que nosotros no podemos pagar.

Y hoy es el día de decir que ya está bien. Que sabemos que hay abusos en la ley hipotecaria, pero ya lo sabíamos antes de firmar. Que sabemos que hay manoneo en los bancos, pero ya lo sabíamos antes de firmar. Que sabemos lo que firmamos. Que sdabems lo que elegimos. Que sabemos que estamos donde estamos porque así salieron los dados, porque la suerte no pudo ser mejor o porque no valemos para nada más.

¿Pero cuántos hay que reconozcan esto?

Parte de nuestra crisis viene de ahí: de creer que repitiendo la letanía a los peces de colores se va a bajar de un ovni un superhéroe que arregle nuestros desmanes. Y no. Es todo más simple: tenemos que pagar lo que debemos, pronto, tarde, o con la sangre de nuestros nietos. Pero nos lo vana hacer pagar, por majaderos, por inconscientes, o por gafes.

Cada cual que elija.

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Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

4 pensamientos en “La hipoteca y los peces de colores

  1. Mariano

    Tienes toda la razón, pero sigo pensando que los bancos son el principal cáncer de esta situación, pintemos como lo pintemos. Usureros.

  2. bankero

    Yo no tengo hipoteca, vivo felizmente de alquiler. El que se hipoteco, que pague. Nadie le ha engañado, firmo un papel donde ponia que debia pagar su hipoteca con sus bienes presentes y futuros. Si ahora se multiplicase su vivienda por 10, la venderia y le devolveria su dinero al banco. Y punto.

    Cuando se gana, se gana y cuando se pierde, a joderse. Menos el que tiene su dinero en una cuenta corriente normal, que es el único que no se merece que le quiten nada a los demás mal suerte. Llamemosle hipoteca, prefentes, etc. Menos sálvame y más cultura financiera. Y sino esta la familia, porque a la mia la cuido yo, no el director de un banco.

    1. Mariano

      Menos mal que eres tan inteligente que trabajas en un banco (espero que tus señoritos te conserven el trabajo por ser tan buen empleado). Aquí se cumple el dicho de “mas papista que el papa” (o es que eres Botín o algo parecido). Si tan culto financieramente te crees, no puedes estar tan de acuerdo con las malas prácticas de los estafadores para los que trabajas (es como si dijeras, como los que están fuera son “tontos”, pues vamos a timarles. Si total, las leyes que hacen los políticos a los que pagamos nos cubren).

      Otra cosa… Si tu no tienes hipoteca…, pues haya tu. Yo la tuve en su día y gracias a que la vida me ha beneficiado cuando me compre la casa (no porque tenga dinero o sea mas listo que nadie) tengo un techo para vivir durante el resto de mi vida sin pagar alquiler (creo que eso no lo puedes hacer tu).

      En fin, espero que tengas mucha suerte en el futuro y que la gente salga a la calle a apoyar a tantos miles de bancarios que se van a quedar sin trabajo en breve, ya que a diferencia de ti, no creo que todos los bancarios piensen igual.

      1. Lolo

        Ni tanto ni tan calvo.

        Cierto es que los bancos han cometidos fechorias de juzgado de guardia, como vender productos financieros tan complejos como las preferentes a gente analfabeta, pero los ciudadanos tampoco nos salvamos.
        Una hipoteca tenía sentido cuando duraba 10-15 años y cuando un modesto pisito costaba alrededor de 2.000.000 de pelas. Pero es que se han llegado a firmar hipotecas de hasta 50 años por un pisito de mierda cuyo importe llegaba a igualar tu salario mensual. ¿Responsabilidad de los bancos?Sí, y de polticos que lo permitian y de nosotros que los votamos y firmamos esos contratos a sabiendas que eran kafkianos.´

        Antes de la crisis tuve la osadia de buscar vivienda en propiedad y tras ver el panorama, eche numeros y no cuadraban. Todos los agentes inmobiliarios decian: tu sabras, en alquiler nunca tendras nada y por muy caro que lo veas mañana sera mas caro todavia, asi que cuanto antes des el paso mejor. Amigos y conocidos: illo todo el mundo se esta metiendo en una casa y tarde o temprano tu haras lo mismo.

        En fin, que si mas de uno lo hubiera pensado en frio se habria dado cuenta que la vivienda es un bien que se deprecia con el paso del tiempo no al contrario, y que por mucho de que todas las moscas acudan a la mierda no quiere decir que esté rica.

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