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Cómo Funciona el Sistema de Amortización Francesa

El sistema de amortización francesa es uno de los métodos más utilizados para el pago de préstamos, especialmente en hipotecas. Este sistema se caracteriza por tener cuotas fijas que se mantienen constantes a lo largo del tiempo, lo que proporciona una gran previsibilidad para los prestatarios. En este artículo, exploraremos en detalle cómo funciona este sistema, sus componentes y las implicaciones que tiene para quienes optan por él.

¿Qué es la Amortización?

Antes de profundizar en el sistema francés, es importante entender el concepto de amortización. La amortización es el proceso mediante el cual un préstamo se va pagando en cuotas periódicas que incluyen tanto capital como intereses. A lo largo del tiempo, la proporción de capital en cada cuota aumenta, mientras que la parte correspondiente a los intereses disminuye.

Características del Sistema de Amortización Francesa

El sistema de amortización francesa se basa en una serie de características que lo hacen único. En primer lugar, las cuotas se calculan de tal manera que el prestatario pague una cantidad fija cada mes durante la duración del préstamo. Esto contrasta con otros métodos, como el sistema alemán, donde las cuotas varían a lo largo del tiempo.

Otra característica importante es que, al principio del préstamo, la mayor parte de la cuota se destina a pagar intereses, mientras que en las últimas cuotas, la mayor parte se destina a la amortización del capital. Esta estructura se debe a que los intereses se calculan sobre el saldo pendiente de la deuda, que es mayor al inicio del préstamo.

Cálculo de las Cuotas

El cálculo de la cuota mensual en el sistema de amortización francesa se realiza mediante una fórmula que tiene en cuenta el monto del préstamo, la tasa de interés y el número de pagos. La fórmula es la siguiente:

Cuota = (Capital * Tasa de Interés) / (1 – (1 + Tasa de Interés)^-Número de Pagos)

Donde la tasa de interés se debe expresar en forma decimal. Por ejemplo, si el préstamo tiene un monto de 100,000 euros, una tasa de interés del 5% y se pagará en 20 años, la cuota mensual se calculará utilizando esta fórmula, resultando en una cuota fija que el prestatario deberá abonar cada mes.

Ventajas del Sistema de Amortización Francesa

Una de las principales ventajas del sistema de amortización francesa es la estabilidad que proporciona al prestatario. Al tener cuotas fijas, los prestatarios pueden planificar su presupuesto mensual sin sorpresas. Esto es especialmente útil en un entorno económico donde las tasas de interés pueden fluctuar.

Además, la estructura de pago permite que el prestatario se familiarice con el proceso de amortización. Con el tiempo, el prestatario puede observar cómo disminuye el saldo de su deuda, lo que puede ser motivador.

Desventajas del Sistema de Amortización Francesa

A pesar de sus ventajas, el sistema de amortización francesa también tiene desventajas. Una de ellas es que, al principio del préstamo, el prestatario paga más en intereses que en capital, lo que puede ser desalentador para algunos. Esto significa que, si el prestatario decide pagar el préstamo anticipadamente, podría no beneficiarse de una reducción significativa en el total de intereses pagados.

Otra desventaja es que, al final del período de amortización, el prestatario puede haber pagado una cantidad considerable en intereses, lo que puede hacer que el costo total del préstamo sea más alto en comparación con otros sistemas de amortización.

Implicaciones para los Prestatarios

Los prestatarios que eligen el sistema de amortización francesa deben ser conscientes de las implicaciones de este método. La previsibilidad de las cuotas puede ser una ventaja, pero también es esencial considerar el costo total del préstamo. Un prestatario debe evaluar sus finanzas y decidir si este sistema se ajusta a sus necesidades a largo plazo.

Es recomendable que los prestatarios realicen simulaciones y comparaciones con otros sistemas de amortización para tomar decisiones informadas. Hablar con un asesor financiero puede ser útil para entender mejor los pros y contras del sistema francés y encontrar la opción más adecuada.

Conclusión

El sistema de amortización francesa es una opción popular para quienes buscan estabilidad en sus pagos mensuales. Si bien tiene sus ventajas y desventajas, entender cómo funciona es fundamental para cualquier prestatario. Al conocer cómo se calculan las cuotas y las implicaciones a largo plazo, los prestatarios podrán tomar decisiones más informadas y adaptadas a sus necesidades financieras.

Cuando la hipoteca no se deja devolver

Búho germánico vigilando la ortodoxia monetaria

Búho germánico vigilando la ortodoxia monetaria

Hoy vamos a hablar de un caso surrealista que, sin embargo, a muchos se nos ha pasado pro la cabeza e incluso conocemos personalmente a gente que ha tenido este problema.

Cuando haces una hipoteca de endeudas para veinticinco o treinta años, y además, por razones que hemos discutido muchas veces, disfrutas de una desgravación fiscal. pero el caso es que, aun así, hay mucha gente que si pudiese pagar la hipoteca la pagaría y dejaría de hacer cuentas todos los meses.

Las razones pueden ser muchas: desde que te ha tocado la lotería, y no quieres tener tu casa hipotecada, a que has heredado de un familiar, cosa que en treinta años tampoco es tan rara.

Pues lo cierto es que, para estos casos, había y hay una cláusula en el contrato hipotecario: la amortización anticipada. Y en algunos casos, era de aúpa.

Al final, y para evitar más problemas, el Gobierno abaratará por ley el coste de amortizar anticipadamente una hipoteca o cualquier préstamo inmobiliario, incluso los ya firmados, y permitirá que, de forma general, a partir del sexto año la entidad financiera no cobre comisión alguna por este concepto.

En caso de reembolso o amortización anticipada total o parcial de un préstamo inmobiliario en los cinco primeros años de vida del crédito, el consumidor podrá tener que pagar una comisión de hasta un 0,25 % del capital reembolsado anticipadamente o el importe de la pérdida financiera que pudiera sufrir el prestamista.

Si la amortización se produce, sin embargo, en los tres primeros años de vigencia del préstamo, el límite se mantiene en el 0,50 % que opera en la actualidad para los cinco primeros años de la vida del crédito.

A partir del quinto año, la normativa vigente fija un límite del 0,25 % y en el anteproyecto de ley la comisión es cero desde el sexto año.

Los bancos, hasta ahora, se han opuesto a la eliminación de esta comisión porque alegan que el dinero que dejan de ganar es una pérdida, ya que ellos realizaron la operación con una expectativa de rentabilidad y tiempo, que el cliente deja de cumplir, sin que abone ninguna contraprestación por ello.

Menos mal que los agricultores no utilizan ese razonamiento, porque entonces echarían la culpa a no sé quién cada vez que llega una sequía y se les secan las patatas.

En todo caso, nos parece una buena noticia. Ya era hora.

Amortizar plazo vs. Amortizar capital

Amortización en plazo vs. Amortización en capital

Amortización en plazo vs. Amortización en capital

Aunque todos estamos de acuerdo en que con la que está cayendo el ahorro se está convirtiendo en una quimera para la mayoría de las familias hipotecadas, es cierto que también existe una minoría de personas que han conservado sus empleos y que han conseguido sobrellevar la crisis con soltura.

Son estas personas las que ahora se plantean diferentes opciones de inversión y ahorro para poder sacar máximo provecho a su dinero. Sin embargo, las perspectivas sobre los productos que habitualmente vendían las entidades de crédito no son muy halagüeñas por lo que acaban por volver la vista hacia sus propias hipotecas.

Y es que realizar amortizaciones parciales sobre sus hipotecas se ha convertido en la herramienta de ahorro más eficiente para las familias que se lo pueden permitir, ya que consiguen protegerse ante las inminentes subidas del Euribor, a la vez que se siguen beneficiando del ahorro fiscal por la desgravación por compra, siempre y cuando, claro está, de que compraran su vivienda antes de enero de este nuevo año que acabamos de estrenar.

Sin embargo, a la hora de amortizar parcialmente surge la duda de hacerlo en plazo o en capital. Aunque hay algunos productos hipotecarios que no dan estas dos alternativas, la mayoría sí que la ofrecen y es una dicotomía a la que hay que enfrentarse a la hora de amortizar parcialmente.

Desde el punto de vista de eficiencia financiera, la mejor opción es siempre amortizar en plazo, ya que es el plazo el que mayor peso tiene en la composición de los intereses que se pagan mes a mes en la cuota hipotecaria. Sin embargo, al amortizar en plazo no se reduce la cuota, pudiendo incluso incrementarse en el momento en el que se produzca una revisión. Por tanto, la amortización en plazo debería de ser una opción exclusiva de aquellas familias que pagan su cuota de manera holgada.

Por otro lado, la amortización en capital, reduce, en menor medida, los intereses que se pagan, aunque permite un mayor relajo en las obligaciones mensuales en forma de cuota.

Por tanto, siempre que sea posible, la opción más eficiente es la amortización en plazo, aunque si no es posible la amortización en capital ofrece ventajas de ahorra importantes, especialmente en circunstancias financieras como las actuales.