La hipoteca y la vivienda social

En esta época se construían bloques y barrios enteros de vivienda social, pero era otra cosa...

En esta época se construían bloques y barrios enteros de vivienda social, pero era otra cosa…

En el tema de la vivienda se mezcla muy frecuentemente lo económico y lo social y seguramente por eso las controversias son tan enconadas. Como toda acción o falta de ella genera un juego de incentivos, antes de tomar una medida hay que preguntarse qué incentivos se generarán con ella, quienes serán los beneficiarios y quienes los damnificados. Sólo así es posible un análisis serio.

Ese, me temo, es el camino que ha llevado la negativa del ministerio de economía a aceptar la solicitud de la defensora del pueblo de incluir viviendas del Sareb en el fondo de viviendas de uso social.

La cuestión, en principio, parecía simple: el Estado se había hecho con un importante parque de viviendas procedente de los rescates bancarios y la defensora del pueblo proponía que esas viviendas, o parte de ellas, entraran en la bolsa de viviendas susceptibles de ser asignadas para uso social.

La respuesta nos e hizo esperar, y por partida doble:

El ministerio de economía Dijo que Sareb “no está configurada como un instrumento de política social de vivienda, sino de política financiera” y el  ministerio de fomento contestó que “no le corresponde instar a la Sareb para que actúe en un determinado sentido, y que apoya plenamente el criterio de economía”

O sea, y resumiendo: que no estamos aquí para hacer favores, sino para convertir en dinero esas viviendas.

¿Es un tema económico? Seguramente, pero no sólo eso. Porque, ¿qué pensarían los demás inquilinos del inmueble, que siguen pagando su hipoteca, si uno, dos o tres vecinos del mismo bloque, recibieran gratis su casa o en unas condiciones mucho más ventajosas que las suyas? ¿qué clase de conflicto social se desataría si en un mismo inmueble hubiese gente que paga y gente que no?

La vivienda social es posible y necesaria, pero de manera homogénea, en lugares concreto o edificios determinados, donde no salte tan vulgarmente a la vista la diferencia entre unos vecinos y otros. Cualquier intento de obrar de otro modo resulta siempre en conflictos, enfrentamientos, y gente buscando puertas traseras para beneficiarse de lo mismo que otros están ya recibiendo.

No me cabe duda de que la vivienda social es necesaria, pero si no se ofrece de manera extremadamente cuidadosa, puede ser un impulso a la economía sumergida de proporciones difícilmente asumibles.

Cuando la gente tiene incentivos para dejar de pagar su hipoteca en vez de tenerlos para pagarla, mal asunto…

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Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.