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El Euribor podría ser sustituido por otro índice

Pues vete a saber...

Pues vete a saber si es de fiar...

Yo preferiría que el índice se sustituyera por el dedo corazón, la verdad, pero como la cosa no va de dedos y sé que no se nos va a arreglar, tendremos que ver si nos conviene o no la posible desaparición del Euribor, que es lo que se acaba de comentar.

La propuesta de modificación proponer cambiar la circular 8/1990 de 7 de septiembre (por si a alguien le apetece leerla) y es un intento, según dicen, de incrementar la transparencia de las operaciones y la protección de los clientes de la banca comercial.

En esta propuesta se menciona que el nuevo índice para revisar los tipos de interés de las hipotecas sería el tipo de permuta de intereses a cinco años (IRS. interest rate swaps, para que nos vayamos aprendiendo las nuevas siglas por si se llega a aprobar).

Lo que se pretende con esta modificación es reducir la inestabilidad de los tipos de cambio e impedir que cuatro amigos, como viene sucediendo ahora, mareen a su antojo los índices a corto plazo. Por supuesto, esto se puede seguir haciendo con un índice a cinco años, pero hay que reconocer que es mucho más difícil.

De igual modo, al tratarse las hipotecas de préstamos a largo plazo, este cambio de índice adecuaría más el precio del dinero a la duración real de las hipotecas, lo que eliminaría incertidumbres y distorsiones, tanto del lado de los bancos, como del lado de los clientes.

Aunque estas cosas hay que ponerlas en conserva hasta que se conozcan las posibles implicaciones del asunto (que seguro que las hay), a mí, por lo pronto, me parece buena idea.

¿Y a vosotros?

La hipoteca multidivisa

A veces no es todo tan estupendo como parece, si se miran los pequeños detalles.

A veces no es todo tan estupendo como parece, si se miran los pequeños detalles.

La hipoteca multidivisa es una opción hipotecaria en la que el dinero que se recibe viene denominado en distintas monedas, de modo que se pueda aprovechar el tipo de interés de otras economías y se amortigüe el riesgo cambiario.

¿Suena bonito, verdad?

Pues bueno, ahora dejamos a un lado la definición oficial y os doy la mía:

La hipoteca multidivisa el puñetero bingo, porque entran en juego tantas variables y tan difíciles de controlar, o siquiera de conocer, que adivinar la cuota que vas a pagar es más difícil que acertar una lotería primitiva.

En teoría puede estar muy bien pagar tu hipoteca en yenes porque e suna moneda que se y ha devaluado mucho, y el que contratase la suya en libras esterlinas se ha ganado ya más de un treinta por ciento. En la práctica, lo que tenemos es una exposición al riesgo, que puede dar pérdidas o beneficios, como un juego de azar cualquiera o como cualquier otra especulación bursátil o financiera.

Además, al tratarse de una operación a muy largo plazo, la hipoteca multidivisa incluye una serie de riesgos difíciles de evaluar, como qué va a ocurrir con el yen japonés en los próximos veinte años, si va a quebrar Nueva Zelanda o qué ocurrirá en las elecciones cantonales de Suiza que pueda afectar a la parte de la hipoteca en francos suizos.

O sea que no: que si es para jugar a la lotería, vale. Pero para algo tan serio como calcular una hipoteca que siempre podamos pagar, no.

O eso creo.

Donde dije digo, digo cambio (y corto)

Hipotecado negociando con el banco el cambio de hipoteca con las fuerzas armadas (y las que se van a armar)

Hipotecado negociando con el banco el cambio de hipoteca con las fuerzas armadas (y las que se van a armar)

– Españolito Hipotecado (EH) llamando a entidad financiera, ¿me oye?

– Entidad financiera (EF): sí, alto y claro. Cambio.

– EH: Eso digo yo: cambio…  La hipoteca de banco.

– EF: ¿mande? No oigo nada. Cambio.

– EH: es mi Scattergories-hipoteca y me la llevo. Cambio.

– EF: te pierdo, no oigo nada. Cambio.

– EH: que digo que ya no te acepto como animal de compañía. Cambio y corto.

Aunque no lo parezca, esta conversación se produjo más de 60.000 veces el año pasado en lo que supone una cifra récord de subrogación de hipotecas según el INE, ese Zeus de las estadísticas que dice que el número de hipotecados que hicieron un corte de mangas a su entidad financiera creció un 16% respecto a 2008, cuando ya había crecido un 7% respecto a 2007.

En estos tiempos de crisis, en los que la pela es la pela más que nunca, muchos hipotecados han pasado de estar con su banco como Pili y Mili a estar como Pimpinela y marcharse atraídos por los cantos de sirena de otra entidad.

Así es el capitalismo: sin piedad y sin escrúpulos; yo te robo los clientes, tú me robas los clientes y aquí paz y después gloria, porque el “yo te doy cremita, tú me das cremita” se queda sólo para los anuncios.

Lo mejor de todo es que ponerle los cuernos al banco está bien visto, ya sea porque te quieres deshacer del suelo de la hipoteca, para encontrar un diferencial más benévolo o porque los otros te prometen el oro y el moro: los muebles de la casa, un crucero, perdonarte parte de la hipoteca… Y próximamente una cita con Elsa Pataky y un tour por el Vaticano.

Otra parte curiosa es que todos creen que ganan, aunque en el caso de los hipotecados está por ver porque mi instinto de espía me dice que estas entidades son todas el mismo perro con distinto collar.

En su caso sí está clara la ganancia: ¿qué es condonar una insignificante parte de la hipoteca a cambio de conseguir un cliente que sabes que paga religiosamente sus cuotas desde hace años y que el departamento de riesgos verá solvente? No tiene precio.

Aunque no se concedan casi hipotecas, con las subrogaciones las que ya hay se mueven más que un palomo cojo. Qué le vamos a hacer si está de moda. Si la madre de la Pajín es tránsfuga, ¿por qué no lo podemos ser los hipotecados?

Ale, a pertrecharse y buscar el mejor postor, prometo que los hay que te dan hipotecas a 45 euros, pero cuidado al adentraros en el lado oscuro porque, aunque no lo parezca, los bancos siguen estando más agarraos que un chotis. Sí, pi. Palabra de Matahari.