Archivo por meses: julio 2012

Hipoteca y letra pequeña

No sólo es cosa de oculistas...

No sólo es cosa de oculistas...

Los especialista en tipografía acaban de perder uno de sus últimos baluartes de conocimiento arcano : la letra pequeña de los contratos hipotecarios. El Banco de España se ha hartado y exige que todo lo escrito en sus folletos informativos sea absolutamente legible.

Parece mentira que a estas alturas sigan colando estas cosas, pero lo cierto es que los bancos seguían hasta el día de hoy las enseñanzas de la temible ley de Lem:

-1- Nadie lee nada.

-2- Los que leen, no entienden lo que leen.

-3-Los que leen y entienden lo que leen, lo olvidan inmediatamente.

Con estos tres puntos era suficiente para poder colarnos toda clase de cláusulas abusivas en el enunciado de la hipoteca y muchos, después, se quejaban de que no se habían enterado de lo que habían firmado. La pregunta, por supuesto, es que si no lees o no entiendes, para qué puñetas firmas.

No obstante, se agradece la circular del Banco de España según la cual a partir de octubre será obligatorio resaltar en mayúsculas o en letra negrita todos los conceptos claves del contrato hipotecario. Además, las entidades bancarias deberán avisar de que en en esa tipografía se explican los conceptos más relevantes, como una especie de aviso en el que se advierte algo así como que “esta hipoteca puede dañar seriamente su salud”

Desde aquí aplaudo esta medida, destinada a obtener una mayor transparencia e información en las operaciones hipotecarias, tanto para los hipotecados como para los avalistas, a quien también habrá que informar de sus derechos y obligaciones en un tipo de letra no inferior a los dos milímetros.

No obstante, y reiterando mi felicitación porque al fin se haya evitado este tipo de abusos, me pregunto qué clase de sociedad somos cuando tiene que venir una institución para, desde arriba, ayudarnos a leer lo que firmamos.

Manda leches…

Hipotecas y bandoleros

Economía sumergida

Economía sumergida

Parece que el Gobierno está decidido a reducir el déficit a fuerza de apretar a los que conoce y tiene bien controlados, pero no parece tan dispuesto a mandar de una vez a la guardia civil a las montañas a obligar a bajar a los bandoleros de sus escondites.

Siempre he sido partidario, y aquí lo sabéis de sobra, de que no se gaste de manera sistemática más allá de lo que se ingresa. El déficit no es caridad, ni preocupación social, ni todas esas mandangas que nos quieren vender algunos grupos. El déficit es simplemente gastar más de lo que se ingresa.

También creo que hay que adelgazar las administraciones públicas, y si adelgazarlas no es bastante, hay que amputar por dónde haga falta, a ser posible por todas esas oficinas autonómicas qué gestionan no se sabe qué o gestionan diecisiete veces lo mismo, destruyendo cualquier coordinación, cualquier sinergia, y el deseable principio de unidad de mercado.

Lo que me preocupa, por tanto, no es que se trate de reducir el déficit recortando gastos, o rebajando el sueldo a los pobres funcionarios, sino que se prefiera esa medida a cualquier iniciativa valiente que corte por lo sano con ciertas prácticas, ciertas costumbres, y ciertos mecanismos corrompidos de raíz.

Lo que me joroba es que prefiera subir el IVA a cruza de una santa vez los datos fiscales con los de consumo eléctrico o de gasóleo para saber dónde se está produciendo en negro, donde hay fábricas no declaradas y dónde hay gente trabajando sin darse de alta. En optros tiempos era complicado, pero la informática es magistral precisamente para esas cosas. ¿Por qué no se hace?

¿Por qué no se buscan, una por una, las sociedades públicas que no producen nada y se cierran de un golpe, en vez de bajarle el sueldo a los maestros y las enfermeras? ¿Por qué no se regulan de un golpe los salarios de los políticos poniendo, por ejemplo, que un presidente autonómico no puede ganar más del 75 % de lo que gana el presidente del Gobierno? Y un alcalde, presidente de diputación, un 75 % de un presidente autonómico, y un alcalde, un 75 % de un presidente de diputación… Es sencillo. Y si hay que subirle el sueldo a Rajoy, se lo subimos (que gana menos que el presidente de Endesa, por ejemplo), pero es unió, y no cincuenta mil que se ponen cada cual el sueldo que les da la gana…

Al final, pasa con todo como con nuestra hipoteca. Que si nosotros no pagamos los 500 euros a final de mes, nos embargan y nos desahucian. Y si no paga un partido político sus cincuenta millones de euros, se lo ríen y se lo perdona.

Y ya está bien, carajo…

El BCE cede a las presiones de toda Europa

bce

Sí, sí, parece que el Banco Central Europeo también es permeable a las presiones y en su reunión de esta mañana ha decidido rebajar el tipo de interés del dinero en la zona Euro en un cuarto de punto, dejándolo, por primera vez en la historia en el 0,75%, una gran noticia para todos los hipotecados en general, y para todos aquellos que quieran ir a pedir un préstamo.

Porque mientras que el Euríbor siga siendo la principal referencia para la fijación del tipo de interés sobre el que se va a constituir los préstamos, toda bajada del tipo oficial del dinero en la zona Euro repercutirá directamente sobre el interés que pagamos todos a las entidades financieras, ya que provocará una reducción del Euríbor.

Ahora, con un tipo en el 0,75% no sería descabellado pensar en un Euríbor en el 1%, algo histórico y que nunca creímos que podíamos llegar a ver, especialmente no hace unos cuatro años cuando el índice de referencia hipotecario se disparaba muy por encima del 4%.

Con esta reducción del tipo de interés del dinero el BCE demuestra su voluntad clara y meridiana de apoyar las políticas de crecimiento en las que se ha instaurado la Unión Europea, al menos últimamente, en favor de que se pueda producir una combinación entre el ahorro y la responsabilidad presupuestaria y un estímulo permanente a la generación de riqueza.

Hay incluso analistas financieros que augura nuevos descensos del tipo de interés para la zona Euro antes del final de año, con la posibilidad más que clara de que pudiéramos manejarnos en un entorno del 0,50% de tipo de interés, algo que llevaría al Euríbor a quedar por debajo del 1% a poco que se alargara este tipo de interés durante un tiempo suficiente.

La mejor noticia, sin embargo, no es tanto la reducción del tipo de interés en sí, que también, sino principalmente lo que ello supone en cuanto a entrada en razón del máximo organismo financiero europeo que, hasta ahora, se había obsesionado con luchar por la austeridad a costa de lo que fuera, perjudicando claramente a la sociedad en su conjunto.

Se acabó la crisis, ¿o no?

espana

La mejor noticia que podía tener Mariano Rajoy en estos meses de gobierno no ha venido precisamente desde Bruselas, sino desde Ucrania, y nada que ver con temas políticos o económicos, sino más bien desde una perspectiva deportiva, que todo lo puede, y todo lo tapa, hasta el punto de que las noticias económicas, nefastas habitualmente, han pasado a un segundo plano en los medios de comunicación.

Y nadie niega, y menos yo que soy un apasionado del fútbol, que la gesta del equipo nacional ha sido de aúpa, pero ello no debe distraernos, y espero que no lo haga, del camino en el que nos estamos metiendo, un camino que bajo el prisma de una supuesta recuperación económica nos está llevando hacia un rescate que nos va a generar más problemas que otra cosa.

Porque aunque hace unos días hemos celebrado con todo el ardor patriótico el acuerdo de los gobiernos de la Unión Europea, en función del cuál los rescates bancarios irían directamente a través de las entidades financieras, sin pasar previamente por los Gobiernos, con lo que no se convertirían en deuda, y ayudaría a relajar las tensiones de los mercados, lo cierto es que estos cambios legislativos no entrarán en vigor hasta el año 2013, con lo que el rescate a España sí se convertirá en deuda.

Con ello, a pesar de que en el largo plazo podremos estar en una mejor situación gracias a que los bancos no dependerán tanto de sus activos inmobiliarios, lo cierto es que en el plazo más inmediato nos quedamos como estábamos o incluso peor, con los intereses de nuestra deuda disparándose y con la prima de riesgo que aunque amaga con tender a la baja, siempre vuelve a subir antes de que podamos hacer nada por remediarlo.

En definitiva, alegrémonos todos por la victoria de España, pero no olvidemos que, al fin y al cabo, no es más que fútbol, y con esta victoria no se nos arreglan los problemas que tenemos acumulados en nuestra sociedad, tanto de ámbito económico como de índole político, lo cuál nos repercute en un futuro realmente desolador.

¿Por qué pide Europa suprimir la deducción por hipoteca?

La cosa está que echa humo...

La cosa está que echa humo...

Yo creo que a estas alturas nos lo esperábamos todos, pero si un gobierno socialista suprimió la deducción en la hipoteca de la vivienda habitual era muy raro que un Gobierno conservador pudiese mantener mucho tiempo el órdago de recuperara esa deducción.

El supuesto teórico, porque ya sabéis que en economía y en política todo se basa en supuestos teóricos, era que los socialistas pretendían desincentivar la propiedad y favorecer el alquiler, mientras que la derecha recuperaba esa deducción porque iba en beneficio de los propietarios.

La realidad, sin embargo, pasa de rollos politiqueros y lo cierto es que esa deducción nos cuesta una pasta gansa en un momento en el que estamos más famélicos que el gato de Carpanta.  Para que os hagáis una idea, la cifra ronda los cuatro mil quinientos millones de euros.

Llegados a este punto, nuestros socios de la Unión Europea nos han preguntado cómo va eso de que les pidamos dinero para recapitalizar los bancos o para que nuestra deuda pública no pague unos intereses abusivos mientras subvencionamos a los españolitos que se compran una casa. Y sobre todo nos han preguntado por qué hacemos semejante cosa, si ser propietario del piso en el que se vive no es algo que el Estadio deba fomentar.

Y ahí es donde los hipotecados creo que tenemos un problema, porque esa deducción es muy difícil de justificar. Una deducción en el IRPF significa, ni más ni menos, que quienes no tienen una casa, subvencionan parte de su hipoteca al que sí que se la comprado. Y puede darse la coña, por poner un ejemplo, de que el inquilino, además de pagar el alquiler, subvencione la hipoteca a su casero. Que sí, que ya sé que es para primera vivienda y en teoría no debería poder suceder, pero también sé dónde vivo y sé lo que pasa…

¿Creéis que es justificable a día de hoy que se mantenga la deducción por compra de primera vivienda? ¿Podría significar la supresión de esta ventaja fiscal el enterramiento definitivo del sector inmobiliario?

Vuestro turno. Y enseguida, por favor, no vaya a ser que las noticias acaben por dejar obsoleto el artículo, aunque lo haya escrito sólo un par  de horas de que lo veáis publicado…