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Nada de nada

José Blanco, pensando en su futuro cargo de Consejero en una Corporación financiera

José Blanco, pensando en su futuro cargo de Consejero en una Corporación financiera

Y vuelve la burra al trigo en el Gobierno, a cada nueva propuesta por parte del resto de partidos políticos para que se empiece a generalizar por ley la opción de la dación en pago en las ejecuciones hipotecarias, el Ejecutivo responde siempre con una negativa rotunda y contundente.

Porque el Gobierno se ha propuesto claramente mantener vivos los intereses del sector financiero, sabedores de la importancia de este sector para la economía en su conjunto, sin importarles que atrás queden los ciudadanos sin otra capacidad de respuesta más que el pataleo.

Desde el comienzo de la crisis el Gobierno ha despejado todas las dudas que pudiera haber sobre sus preferencias y se ha decantado siempre por proteger los intereses de la banca y del sector financiero en su conjunto. Primero fueron los avales a todas las posiciones de las entidades financieras, sin exigir nada a cambio, lo que provocó el injusto bloqueo a la circulación del crédito por parte de los bancos y cajas.

Y ahora nos viene con el bloqueo de un posible debate parlamentario sobre la opción de la dación en pago como resolución a los procesos de ejecución hipotecaria, lo cuál sería claramente más justo y equitativo para con los ciudadanos, independientemente de lo que sucedería con los bancos y cajas.

Sin embargo, algún favor debe de haber pendiente, alguna financiación hecha como trato de favor, o algún puesto de Consejero en cualquier da las empresas dominadas por el sector financiero debe de estar en juego, que el caso es que el Gobierno se sigue cerrando en banda.

A pesar de que la dación en pago ya se ha estado utilizando durante muchos años en países como Estados Unidos, con corporaciones bancarias de gran poder, o en Francia, de tradición financiera importante. Pero en España nada de nada, seguimos con la injusticia de que un hipotecado pierda su vivienda y mantenga la deuda a pesar de los pesares.

Son estas medidas las que están desconcertando a los votantes socialistas, que ya no saben a lo que atenerse con su propio partido, porque casi todas las últimas decisiones se están alejando peligrosamente de la izquierda y decantándose, más peligrosamente, hacia la derecha.

A buenas horas, Izquierda Unida

¡Qué fácil es repetir lo que dicen todos!

¡Qué fácil es repetir lo que dicen todos!

Que Izquierda Unida había perdido el rumbo hace mucho tiempo ya lo sabíamos, pero que anduviera tan retrasada con sus propuestas la verdad es que nos pilla un poco descolocados, porque ya no sabemos a lo que atenernos con esta formación política.

Lejos de ir a la vanguardia de la lucha social, o de liderar cualquier tipo de movimiento, resulta que este pasado fin de semana se han presentado a bombo y platillo con una propuesta, con la que estoy de acuerdo, dicho sea de paso, pero detrás de la cuál ya llevan mucho tiempo las asociaciones de usuarios y consumidores.

Se trata de la figura de la Dación en Pago, de la que ya te he hablado en otras ocasiones. La idea de esta figura financiera es que la deuda hipotecaria quede cancelada con la entrega de la vivienda, y es algo que se viene realizando con éxito en países como Estados Unidos y Francia.

En la actual legislación española, la deuda hipotecaria tras un embargo se mantiene por la diferencia entre el precio de venta del inmueble que obtenga el banco y el capital de la hipoteca pendiente de amortizar, con lo que el drama de las familias embargadas es aún mayor, ya que se quedan sin vivienda y con deuda.

Por otro lado, y en la misma conferencia de prensa en la que pedían la Dación en Pago, la formación política presentaba una propuesta extraña y de imposible aplicación. Pedían que el embargo de una vivienda se paralizara siempre y cuando al menos una de las personas que formaran la unidad familiar se encontrara en situación de desempleo.

En ese caso, ¿qué sucede con la deuda? ¿El banco se queda sin cobrar? Además, puede dar lugar a situaciones picarescas, como no aceptar ningún puesto de trabajo en el que el salario supere ampliamente la cuota hipotecaria que habría que pagar.

Se trata de una propuesta que no se la creen ni ellos mismos, pero que la han lanzado por pura demagogia, aunque no creo que ni a sus votantes les haya parecido una medida coherente.

En definitiva, está bien que Izquierda Unida se quiera hacer notar, pero debería de hacerlo liderando el camino, no yendo detrás de todo el mundo.

A por la “dación en pago”

Tú me das una casa, y yo te cancelo la deuda

Tú me das una casa, y yo te cancelo la deuda

Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca llevan un tiempo luchando por conseguir un objetivo que, al principio, parecía imposible, pero que, poco a poco, va cobrando forma ya que han conseguido que, al menos, se discuta en el Parlamento sobre ello.

Esta asociación de consumidores y usuarios de hipotecas solicitan que el régimen jurídico español se equipare al de otros países europeos, y, sobre todo, al de Estados Unidos, un verdadero referente en este aspecto, a la hora de finalizar el trámite de embargo por parte de la entidad financiera.

En España, cuando el banco o caja ejecuta la hipoteca se queda con la vivienda en propiedad, pero ahí no termina la deuda del usuario con la entidad. La deuda seguirá existiendo por la diferencia entre el valor restante de la hipoteca y el valor de venta del inmueble en subasta pública, lo cuál provoca que, al ser, normalmente, un precio de venta bajo, siga existiendo una deuda importante.

Lo que piden desde la Plataforma, y están cargados de razón, es que la deuda finalice con la entrega de la vivienda, lo que jurídicamente se conoce como “dación en pago”. Es decir, que una vez que el banco se queda con la vivienda la deuda quede zanjada, por lo que el daño que recibe el consumidor es menor.

Sin embargo, no están pidiendo esta figura para todas las hipotecas, que en mi opinión sería justo, sino que lo solicitan para los “deudores de buena fe”, es decir, aquellos deudores que pudieran probar fehacientemente su incapacidad para hacer frente a los pagos de las cuotas, y, siempre, para primera residencia, evitando así posibles fraudes y especulaciones.

Con un poco de suerte estas propuestas saldrán adelante, por parten del sentido común, y en breve conseguiremos tener un régimen jurídico con cierta lógica, con cierta equidad entre las entidades financieras y los usuarios, porque actualmente la balanza está claramente inclinada hacia las primeras, que tienen toda la situación bajo control y la sartén claramente agarrada por el asa, haciendo lo que les viene en gana.

Es de agradecer que, ante la falta de firmeza de los legisladores españoles, aparezca un grupo de ciudadanos dispuestos a hacer valer sus derechos y a exigirlos siguiendo los cauces democráticos.