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El futuro del Euríbor

Una carga para toda la vida

Una carga para toda la vida

Todos sabemos que estamos viviendo un cuento de hadas con el Euríbor, un cuento que, como todos, está condenado a terminar aunque mucho me temo que nada tendrá que ver con el tradicional “y comerán perdices”, más bien con el “acabarán condenados al infierno”, que me acabo de inventar con motivo de este post.

Y es que a poco que hagamos una aproximación al futuro más inmediato que nos espera nos encontramos con unos diferenciales realmente elevados para todas las hipotecas firmadas a partir de 2010, ya que en esos momentos y a pesar de que el tipo de interés estaba realmente por los suelos y las entidades financieras podían hacerse con dinero barato, para compensar las pérdidas generales que estaban sufriendo las pocas hipotecas que se concedieron tenían unos diferenciales prohibitivos.

Por ello, en cuanto el Euríbor suba a un valor “normal”, que entendemos que sería el que ronda el 2,5-3%, si le aplicamos el diferencial medio de 2,5 que se ha venido aplicando en todas las nuevas hipotecas nos estaríamos situando en un tipo de interés del 5% que trasladado en cuota supone un golpe más que duro para las ya deterioradas economías domésticas españolas.

En este escenario, ya poco importa que las familias comiencen a recuperar algo su estabilidad económica, ya que incluso en una situación de trabajo estable se tendrán que enfrentar a un incremento artificial de sus cuotas hipotecarias, absorbiendo ésta toda la mejora económica que se pudiera estar planteando en el ámbito familiar.

Por tanto, aunque pareciera que los que han obtenido una hipoteca en estos años de crisis son afortunados ante la sequía general de financiación que se ha venido observando, lo cierto es que son los grandes perjudicados por la misma, ya que en cuanto el Euríbor recupere su tono quedarán ahogados y asfixiados por una situación insostenible.

Y lo peor es que se trata de una situación que se va a producir sin que podamos hacer nada para remediarlo, ya que en cuanto la situación económica remonte lo más mínimo, el primer indicador que experimentará un incremento será el Euríbor, arrastrado por la subida de los tipos de interés por parte del BCE.

Nos quedamos sin palabras con el Euríbor

Y seguimos con el Euríbor a cuestas

Y seguimos con el Euríbor a cuestas

La verdad es que uno ya no sabe lo que pensar a propósito del Euríbor, mes a mes nos llevamos las manos a la cabeza ante la caída libre en la que se encuentra y en el mes inmediatamente posterior nos damos cuenta de que lo del mes anterior no era nada porque aún está más bajo. Una caída que, sin embargo, no acaba de beneficiar a los consumidores.

Y es que el problema, como casi siempre, es que la bajada de precios queda absorbida de una manera misteriosa mientras que cualquier subida es repercutida de manera casi inmediata a los consumidores. Así nos encontramos con que las nuevas hipotecas concedidas siguen teniendo un tipo de interés muy elevado y que las revisiones mensuales de tipo de interés de hipotecas ya concedidas no hacen bajar la cuota tanto como deberían.

Lo segundo se debe a la fatídica cláusula suelo que sigue haciendo estragos en los bolsillos de los consumidores que tras frotarse las manos al ver los valores tan ínfimos del Euríbor se golpean contra un muro cuando descubren que todo era un espejismo pasajero porque su cuota no bajará tanto como habían pensado. Unas cláusulas suelo de las que se viene hablando largo y tendido durante los últimos años pero que nunca terminan de desaparecer.

En cuanto a las nuevas hipotecas, el problema radica en el hecho de que nos encontramos con unas entidades financieras que están ampliando de una manera excepcional sus márgenes y sus comisiones, de manera que al final el tipo de interés resultante que tiene que abonar el nuevo hipotecado por su préstamo es muy superior al que marca el mercado.

En este sentido nos encontramos, una vez más, con que la banca siempre gana y el consumidor siempre pierde, siendo al final el país el gran perjudicado. Porque con un Euríbor tan bajo la financiación debería de fluir de manera sencilla repercutiendo en una mejora de las condiciones económicas generales del país. Pero nada más lejos de la realidad, ya que el crédito sigue bloqueado y con ello cualquier intención de recuperación económica que se pudiera empezar a plantear.

¡Qué viva el desplome del Euríbor!

Las cuentas siguen sin salir

Las cuentas siguen sin salir

Si alguien nos hubiera dicho hace unos años que el Euríbor estaría por debajo del 1% le hubiéramos tachado de iluminado, en la peor de las acepciones de la palabra, y si hubiera osado a anticipar un valor del indicador hipotecario sobre el 0,65% nos hubiéramos reído en su cara, mandándole a la hoguera en el mismo momento en el que nos hubiera hablado de una comparativa interanual en caída de un punto porcentual y medio.

Sin embargo, la realidad siempre supera a la ficción y ese ese el panorama con el que nos encontramos en este mes de octubre. El Euríbor sigue marcando sus mínimos históricos y cerrará este décimo mes del año en valores sobre el 0,65%, lo que supone el valor más bajo desde que se utiliza el Euríbor como principal índice para el cálculo del tipo de interés de las hipotecas.

Por tanto, no podemos por menos que decir que nos encontramos en un buen momento para todas aquellas familias que ya tienen contratada una hipoteca, porque, en caso de que no tengan cláusula suelo podrán disfrutar de un ahorro importante en sus cuotas mensuales, y en el caso de que sí que la tengan instaurada, al menos sus cuotas se mantendrán estables.

Otra cosa es lo que sucede con las familias que intentan obtener una nueva hipoteca ahora, ya que a pesar de que el Euríbor está por los suelos, la verdad es que el diferencial que se está aplicando por las entidades financieras hace que todo quede en nada y que el tipo de interés resultante acabe siendo elevado para los tiempos que corren.

En definitiva, nos alegramos de la caída del Euríbor, porque en líneas generales es una buena noticia, pero no tan buena como podría serlo por culpa de las entidades financieras que quieren seguir ganando dinero a costa de los ciudadanos de una manera legal, pero ilegítima, y de las propias administraciones públicas que no son capaces de hacer fuerza contra las entidades a las que han estado financiando en estos últimos años a base de ayudas públicas que acaban por caer en saco roto en lo que a beneficio general de la sociedad se refiere.

El engañabobos del Euríbor

Que no nos cuenten milongas

Que no nos cuenten milongas

A pesar de que todos nos podríamos estar frotando las manos con la caída en picado del Euríbor, principal índice de referencia de las hipotecas europeas, lo cierto es que todas aquellas familias que se están planteando la contratación de un producto hipotecario se están encontrando de lleno con unos diferenciales claramente inasumibles, no ya solo para sus presupuestos, sino para cualquier presupuesto medianamente restringido.

Y es que según denuncian varias organizaciones de consumidores nos estamos encontrando con diferenciales de hasta el 5%, lo cuál está disparando el tipo de interés para muchas hipotecas contratadas en estos momentos de hasta el 6%, o incluso más, con lo que lejos de poder estar contentos con un Euríbor las nuevas hipotecas no pueden otra cosa más que maldecirlo.

Por otro lado, las familias que ya tienen una hipoteca contratada tampoco se están pudiendo beneficiar de la caída del Euríbor, al menos no todas y no en toda su extensión, por culpa de la cláusula suelo que se sigue aplicando en muchas hipotecas, a pesar de que ya hay numerosas sentencias condenatorias contra esta práctica abusiva.

Así que, en general, podemos decir que las familias que se están beneficiando de la caída del Euríbor son una minoría, por lo que las buenas noticias con las que nos bombardean los medios de comunicación al respecto no son más que ruido mediático que no va a ningún lado más allá del propio ruido que generan, sin ningún eco en la realidad del día a día de la sociedad.

Eso sí, las familias que tienen contratada una hipoteca y la enorme fortuna de no sufrir el martirio de la cláusula suelo, pueden disfrutar de una reducción importante en su cuota mensual, con un ahorro anual que, dependiendo del importe de la hipoteca, puede situarse en el entorno de los 1.000 euros, cifra nada desdeñable para los tiempos que corren.

En definitiva, no todos los titulares de prensa ofrecen la rigurosidad que podríamos exigir y lanzan las campanas al vuelo antes de analizar en detalle la realidad del propio titular, la situación que realmente genera una u otra circunstancia.

Euribor a 0,75 %. Plusmarca a la baja (y truco)

Lecciones de gravedad

Lecciones de gravedad

El Euribor sigue en su senda descendente, dicen que descontando los futuros descensos en el precio oficial del dinero. Y el dinero sigue bajando, como mercancía de relumbrón que se ofrece en en el escaparate en busca de quien se anime a entrar en la tienda a pedirlo.

La buena noticia es que el Euribor afecta a todas las hipotecas contratadas, esas que cada evz nos cuesta más pagar, y que este descenso, para los que vean ahora revisada su hipoteca supone un ahorro anual de uno novecientos euros. Todio un pellizco.

La mala, pro supuesto, es que se trata de un tipo de interés teórico, porque en la práctica estamos ante el escaparte de un país comunista, que vende mantequilla y se harta de anunciarla, pero cuando la gente entre a la tienda, no hay nada en las estanterías más que un peine casposo y un paquete de jabón amarillento. Y eso lo viví personalmente, así que no me vengáis con que es un tópico.

Todo esto lo dice cualquier otro blog, así que trataré de diferenciarme contando algo, aunque sea una simple hipótesis. ¿Y a qué se deben estas bajadas, si no hay dinero para prestar ni clientes solventes a los que prestarles? ¿Qué ataque de generosidad les ha dado a los bancos para permitir que baje el manipuladísimo Euribor, con la pasta que eso les hace perder al revisar las hipotecas antiguas?

Yo lo tengo claro: el miedo a que aumente la morosidad y la insolvencia. Cuanto más baje la hipoteca, más posibilidades tienen de que quede sin pagar. Yo, por supuesto, no tengo los datos, pero ellos sí los tienen: si una bajada meda de novecientos euros al año permite seguir cobrando al porcentaje suficiente de hipotecados, valdrá la pena.

Sobre todo con las provisiones a que obligan los insolventes.

Sobre todo con el miedo a que les revisen las cuentas.

Ahora que estamos acojonados todos y no sólo algunos, parece que la cosa mejora. El mal de muchos no siempre es consuelo de tontos, a lo que parece.

Ya estamos por debajo del 1%

Seguimos con el Euríbor por los suelos

Seguimos con el Euríbor por los suelos

Era algo que se veía venir, pero lo que sorprende es la velocidad a la que se están desencadenando los acontecimientos, con el Euríbor cotizando ya, aunque sea en tasa diaria, por debajo del 1%, lo cuál nos hace pensar que en breve tendremos una tasa mensual sobre ese valor.

Y es que si nos atenemos a la cotización de hoy martes, día 24 de julio, nos encontramos con que en tasa diaria el Euríbor cotizó en el 0,994%, y lo que llama aún más la atención, la tasa media mensual quedó fijada en el 1,088%, realmente cerca de esa barrera psicológica del 1%.

Es decir, que ya nos encontramos con más de un punto porcentual de diferencia a favor de todas aquellas familias hipotecadas que tengan que revisar el tipo de interés de sus hipotecas en función del cierre mensual del mes de julio, con lo que sus cuotas mensuales se podrían reducir en cerca de 80-90 euros, o incluso 100 euros para las hipotecas más elevadas.

Aunque, como siempre, no es oro todo lo que reluce, y hay que tener en cuenta que las cláusulas suelo siguen castigando a todas las familias que las padecen, con un tipo de interés que no cae por debajo de un determinado valor, sin que se puedan aprovechar de esta tremenda bajada del Euríbor.

Las asociaciones de consumidores no han dudado, por su parte, en clamar al cielo por el hecho de que en estos momentos en los que el Euríbor se encuentra en valores tan bajos se esté comenzando a realizar el cambio en favor del IRS, un índice que cotiza muy por encima de lo que está haciendo en estos momentos el Euríbor.

Un Euríbor que podría seguir a la baja en los próximos meses, sobre todo si, como se prevé, el BCE reduce en un cuarto de punto adicional el precio del dinero, lo cuál repercutirá en una caída más drástica aún en las cotizaciones del índice hipotecario, para alegría de las familias hipotecadas, de las que pueden aprovecharse de la bajada de cuota mensual, pero también de aquellas que, al menos, no ven su cuota mensual incrementada.

Hacia el 1%

euribor

El Euríbor ha tomado buena cuenta de la decisión tomada por el Banco Central Europeo en su reunión de principios de mes de julio y ha empezado a cotizar a la baja, como no podía ser de otra manera, generando que las hipotecas se encuentren en estos momentos en el valor de tipo de interés más bajo de la historia, para alegría de todos aquellos que sufren con su hipoteca.

Porque los que todavía no la tienen mucho me temo que no podrán beneficiarse de un tipo de interés tan ventajoso, ya que aunque el Euríbor cotice a la baja, los diferenciales que aplican las entidades financieras lo hacen al alza, con lo que al final el tipo de interés que se cobra en la hipoteca se mantendrá estable o, incluso, al alza.

Por otro lado, tampoco los que ya tenemos una hipoteca podemos alegrarnos al 100%, ya que la cláusula suelo sigue siendo el martirio de muchas hipotecas en nuestro país, de manera que el tipo de interés que se cobra en un préstamo hipotecario sigue sin poder bajar de una cantidad determinada, perjudicando claramente el beneficio esperado para las familias.

Sin embargo, aquellas familias que tengan una hipoteca contratada y que no tengan una cláusula suelo fijada, podrán beneficiarse de una bajada importante del tipo de interés en su próxima revisión, a poco que sea el mes que viene o a dos meses vista.

Si tenemos en cuenta que el tipo de interés del dinero para la zona Euro ha quedado fijado en el 0,75%, con posibilidades más que reales, de que este porcentaje se reduzca hasta el 0,50% en cualquiera de las reuniones del BCE de aquí a final de año, nos encontramos con un escenario en el que el Euríbor tendrá que bajar, necesariamente, por debajo del 1%, si no antes de finales de año, que es probable que sí lo haga, de manera segura al comenzar el año 2013.

En este escenario de dinero barato, las entidades financieras deberían de apostar por la concesión de préstamos, aunque mucho me temo que seguirán con su política de limpieza de sus propios balances, antes de intentar generar beneficios propios.

Pendiente abajo

El Euríbor sigue cayendo pendiente abajo

El Euríbor sigue cayendo pendiente abajo

Cuando el pasado mes de marzo el Euríbor cerraba su cotización mensual en el 1,499% muchos podían pensar que nos encontrábamos ya en el suelo del indicador y que a partir de ese momento sólo cabía pensar en un renacimiento de las cifras para repuntar durante el mes de abril.

Pero la coyuntura económica mundial, y sobre todo europea, así como las nefastas previsiones sobre el futuro han hecho que el Banco Central Europeo no se atreva a tocar el tipo de interés para la zona Euro y ello siga provocando que el Euríbor se mantenga a la baja, acercándose a los valores del marcado por el máximo organismo financiero europeo.

Así, el cierre de la cotización media mensual del Euríbor durante el mes de abril, en el 1,368%, supone una caída de 0,7 puntos porcentuales con respecto al cierre de abril de 2011, lo que, traducido a cuota mensual debería de arrojar un descenso de 60-70 euros mensuales para una hipoteca media, ciertamente significativo en los tiempos que corren.

Una reducción, sin embargo, que no será generalizada, sino que se limitará a la existencia, o no, de una cláusula suelo en el articulado hipotecario, que podría limitar e, incluso, evitar, la reducción de la cuota mensual, en función del valor fijado en el momento de constitución de la hipoteca.

De cualquier forma, lo que parece evidente es que en los próximos meses deberíamos de encontrarnos con un panorama similar, con el Euríbor a la baja. No en vano, la cotización diaria del indicador el último día de cotización, ayer, día 30 de abril, marcará el comienzo del mes de mayo.

Por ello, si tenemos en cuenta que partimos del 1,311%, no sería descabellado pensar que antes del 15 de mayo podríamos estar por debajo del 1,3%, unas cifras realmente preocupantes para las entidades financieras y altamente atractivas para los ciudadanos hipotecados, que pueden empezar a plantearse seriamente una mejoría en su estado económico.

Según los expertos, por otro lado, el Euríbor no debería de incrementar su cotización antes de final de año, y nos encontraríamos con valores continuamente a la baja y acercándose al 1%, aunque no es previsible que lleguen a alcanzar esta cifra.

El Euríbor no encuentra suelo

Ya nadie puede detener la caída del Euríbor

Ya nadie puede detener la caída del Euríbor

El Euríbor parece no querer detener su caída libre y seguir bajando hasta límites que ya no recordábamos y que seguramente nos costará volver a ver, lo cuál no deja de ser una gran noticia para todos aquellos que cuenten con un préstamo hipotecario o cualquier otro tipo de crédito referenciados a este índice.

Si en marzo nos congratulábamos de que el Euríbor, en tasa media mensual, cerraba en el 1,499%, esa cifra parece ahora muy lejana con los valores que estamos observando del indicador durante este mes de abril, el cuál comenzó con el Euríbor a la baja y parece que la tendencia se está manteniendo de manera invariada e invariable.

Ayer mismo, 23 de abril, el Euríbor cerró su cotización diaria en el 1,348%, para totalizar una tasa media mensual del 1,382%, ya más de 0,1 puntos porcentuales por debajo de hace apenas un mes y, lo que es más importante, 0,7 puntos porcentuales por debajo del cierre del Euríbor de hace ahora un año.

En esta coyuntura las hipotecas que tengan que revisar su tipo de interés en función del Euríbor de abril y que no cuenten con una cláusula suelo que limite el descenso del mismo, se encontrarán con una clara mejoría en cuando a la cuota mensual que tienen que ir pagando a la entidad financiera correspondiente.

En ese sentido, precisamente, se estructura la Iniciativa Legislativa Popular que se intenta llevar al Parlamento español, y de la que se hizo eco nuestro compañero Ladríllez, la cuál tiene un claro fundamento de defensa de los intereses de las familias más desestructuradas y menos favorecidas, económica y socialmente hablando.

Uno de los grandes objetivos es eliminar la cláusula suelo de las hipotecas españolas, para que todo aquel que se encuentre sujeto a una hipoteca pueda beneficiarse de las bajadas del Euríbor en la misma medida que se perjudica por los incrementos experimentados por el mismo.

No podemos olvidar que si el Euríbor cierra el mes de abril sobre el 1,37%, si a ese valor le añadimos un diferencial de un 0,8, que venía a ser la media hasta hace bien poco, nos encontramos con un tipo de interés ligeramente por encima del 2%, mientras que la cláusula suelo rara vez suele bajar del 3%.

Sigue bajando el Euribor

cosas raras

Cosas raras

Las buenas noticias hay que darlas, aunque sólo sean buenas noticias para los que ya están hipotecados (iba a escribir afortunados, pero me he cortado…) y no vayan a arreglar gran cosa a los que desean comprar una vivienda. Si es que queda algún héroe de esos, por supuesto, porque entre los que no tienen un duro y los que creen que los pisos seguirán bajando, cada día hay menos demanda inmediata.

Estamos ante la paradoja de un dinero que sigue bajando de precio pero no aparece por ninguna parte, oculto en extrañas y remotas madrigueras, y esto me recuerda, disculpadme, a las cartillas de racionamiento de otros tiempos, cuando los bienes tenían un precio muy asequible pero no era posible encontrarlos en ninguna parte, porque de puro baratos nadie los quería vender. La proyección histórica nos llevaría a pensar que el mercado negro está al caer, y que el estraperlo de euros es el próximo paso, peor no me atrevo a afirmar tanto.

El dato en sí mismo parece alentador:  El Euríbor a doce meses cerrará marzo en torno al 1,51%, casi cuatro décimas más bajo de lo que marcaba hace un año, lo que supondrá una interesante mejora para los hipotecados que revisen ahora sus pólizas hipotecarias. Pasando la información  datos concretos, tenemos que una hipoteca de 150.000 euros, con un plazo de amortización de 25 años se abaratará en aproximadamente 30 euros mensuales, lo que supone 360 euros al año. Y todo ayuda.

Según afirma Invertia, los expertos estiman que el Euríbor mantendrá este año la tendencia bajista aunque algunos ven muy improbable una nueva rebaja de tipos por parte del BCE. Otros analistas apuestan por una rebaja de los tipos oficiales de interés en un cuarto de punto para tratar de revitalizar la zona Euro, ya que la lucha contra la inflación parece un objetivo secundario en estos momentos..

La pregunta, por supuesto, es qué incentivos pueden tener los bancos para prestarnos el dinero a nosotros en vez de meterlo en deuda pública, con la que está cayendo. Estos diferenciales muestran la paradoja del mercado: el interés es bajo, y el miedo alto. ¿Qué demonios está pasando?

Me temo que alguien tendrá que revisar los manuales de economía básica para explicar estas cosas. Lo de ponerle remedio, ya ni lo sueño.

El agujero negro de las hipotecas multidivisa

El mundo cambiante de las divisas

El mundo cambiante de las divisas

Durante muchos años las hipotecas multidivisa parecían la panacea, el becerro de oro, la mejor forma de pagar menos por lo que todo el mundo pagaba más, la forma de demostrar a la sociedad que éramos los más inteligentes, los que mejor aprovechábamos las oportunidades que se nos abrían en el mercado financiero.

Sin embargo, ya entonces había voces que hablaban de los peligros de estas hipotecas, basadas, principalmente, en el tipo de cambio de divisas, el cuál es ciertamente cambiante en función de las condiciones económicas del entorno. Según todos los expertos, no era conveniente endeudarse en una moneda diferente a aquella en la que se obtenían los ingresos.

Pero durante muchos años se trató de una decisión eficiente. Con el Euro claramente apreciado con respecto al Yen, y con el Banco Central de Japón manteniendo el tipo de interés a valores mínimos, al disponer de una hipoteca multidivisa referenciada al Yen japonés permitía pagar mucho menos en la cuota hipotecaria mensual.

Una situación que cambió de manera radical con el terremoto, posterior tsunami, y siguiente desatre nuclear acaecido en tierras japonesas hace unos meses. En ese momento todos los japoneses emigrados al extranjero comenzaron a comprar Yenes para mandar remesas a sus familiares atrapados en el archipiélago, con lo que provocaron una apreciación artificial de la moneda y el desastre absoluto de todas las familias con hipotecas multidivisas.

Ahora, para comprar los mismos Yenes hay que utilizar más Euros, y ello hace que el valor de las cuotas hipotecarias se haya disparado, absorbiendo todo el posible beneficio que se pudiera haber obtenido durante los meses anteriores e incrementando las dificultades acumuladas por las familias en estos momentos complejos.

Una vez más se demuestra que los chollos no existen, y que las inversiones o decisiones económicas fuera del cauce habitual sólo son recomendables para aquellas personas que disponen del capital o de los ingresos suficientes como para absorber un cambio en las condiciones generales del mercado que convierten el chollo en pesadilla, y que una familia sujeta a un sueldo o a unos ingresos limitados no puede soportar de manera continuada.

El Euríbor sigue a la baja

Cae el Euríbor, y caemos los hipotecados

Cae el Euríbor, y caemos los hipotecados

El Euríbor sigue manteniendo la senda marcada desde el Banco Central Europeo con una cotización a la baja, que ya en enero le ha llevado a cerrar en el 1,837%, en tasa media mensual, y en febrero a comenzar en el 1,738%, también en media mensual y a fecha 3 de febrero.

Con esta cotización de febrero, todo apunta a que a final de mes podríamos encontrarnos con un Euríbor por debajo del 1,7%, cerca del 1,65%, con lo que toda revisión hipotecaria que tuviera que realizarse en función del cierre mensual del Euríbor del mes de febrero se realizaría a la baja, al menos en teoría.

Y digo en teoría porque no podemos dejar pasar las cláusulas suelo que provocan que el tipo de interés hipotecario no baje de un determinado valor, de manera que de poco, o nada, sirve el hecho de que el Euríbor esté cotizando en valores tan bajos, porque el tipo de interés no bajará del valor marcado en el articulado contractual de la hipoteca.

Así, si la hipoteca tiene fijada una cláusula suelo de, por ejemplo, un 3%, y si pensamos que existe un diferencial de un punto porcentual, con el cierre de enero del Euríbor nos deberíamos de encontrar con un tipo de interés dle 2,837%. Sin embargo, en virtud de la cláusula suelo el tipo de interés no baja del 3%.

Con ello se constata que las cláusulas suelo están restando poder adquisitivo a las familias, condenándolas a tener que pagar más por sus hipotecas, y a no poder beneficiarse de las bajadas del Euríbor, como vienen denunciando de manera recurrente todas las asociaciones de consumidores que se dedican a analizar el mercado hipotecario.

El único razonamiento que podría llevar a aceptar como justa una figura como la cláusula suelo sería la aplicación de una cláusula techo en proporción, y no desmesurada como se ha venido aplicando en todas las hipotecas hasta ahora. De esta forma, si se aplica una cláusula suelo del 3%, fácilmente alcanzable, y una cláusula techo por encima del 10%, totalmente imposible de alcanzar, el abuso de las entidades financieras es más que evidente.

Por ello, ya va siendo hora de que se modifique la legislación hipotecaria para que las familias hipotecadas puedan tener una garantía real sobre el tipo de interés que pagan en sus hipotecas.