La hipoteca contada en singular y en plural

Quien no lo haya leído, que lo lea, y entenderá muchas cosas...

Quien no lo haya leído, que lo lea, y entenderá muchas cosas...

Con este artículo me despido hasta septiembre, y hoy me apetece dar un poco de satisfacción a todos los amigos de las etiquetas que me preguntan, después de leer una novela mía, o uno de estos comentarios, qué clase de ideología tengo para defender unas veces unas cosas y otras la que aparentemente resulta contraria.

La respuesta es simple: ninguna que representen los partidos actuales.

Quizás uno de los peores problemas que padece nuestra sociedad es la incapacidad para delimitar una identidad, física e ideológica, desde la que plantear la competencia con los agentes del mercado. Y por eso el mercado nos destroza en todos los enfrentamientos.

Somos como una ciudad donde se pretende seguir viviendo de las fábricas de hielo después de que se inventasen los congeladores domésticos. La hipoteca, por ejemplo, es un invento antiguo, pero la vivienda en propiedad es cada día más una rémora y menos una ventaja. ¿Y nos hemos adaptado a esta nueva realidad donde se necesita movilidad y liquidez? Para nada. Nos endeudamos masivamente por treinta años, como si todos naciésemos ya jubilados y sólo nos quedase por delante disfrutar de unos años dorados, limpios de mudanzas y sobresaltos.

No sabemos lo que somos. No sabemos dónde estamos. No sabemos qué queremos y el precio de la inopia nos lleva a la quiebra.

El dinero y las personas pueden moverse con cierta facilidad, pero nuestros votos siguen encerrados en el ámbito geográfico de un Estado en el que creemos cada vez menos y al que consideramos enemigo, o Papá Noel, sin ningún término medio. A cualquiera que se presenta en la frontera, con papeles o sin ellos, le concedemos todos los derechos, porque es un ser humano. Muy bien, pero, ¿no es también un ser humano al otro lado de la frontera? ¿Qué es lo que cambia entonces? Que allí paga él y aquí pagamos nosotros. Pero eso no cuenta, ni se menciona, porque en el fondo pensamos que lo pagan los demás, como la dación en pago, como el perdón de las deudas y tantas y tantas cosas.

La broma es que los que se consideran liberales no saben pensar en singular y los que se consideran socialistas no saben pensar en plural.

Lo singular, y liberal, es pensar que me interesa vivir en una sociedad saneada donde pueda hacer mis negocios y se me garantice el derecho a trabajar en lo que quiera, la propiedad de lo mío, y los frutos de mi trabajo. Pero los liberales acaban dando la espada a la sociedad y trabajando en su contra, como si no fuese cosa suya, y así destruyen sus propias posibilidades como individuos, crean un entorno donde no es posible emprender nada.

El socialismo, y la izquierda en general, consideran que la gente tiene una serie de derechos por el sólo hecho de nacer, pero no se preguntan quién tiene que pagar por ellos. De ese modo, con sus leyes solidarias y humanistas, arruinan a la sociedad, la descapitalizan y abren la puerta a toda clase de colectivos especializados en obtener más de lo que ponen y explotar al prójimo. Dicen que defienden a la sociedad, pero en realidad la arruinan y la aniquilan, repartiendo miseria.

El problema, amigos, es que a la mayoría de al gente que veo, no la querría de casero ni la querría de inquilino. ¿Y vosotros?

Esta entrada se publicó en Hipotecas y está etiquetada con , , , , , en por .

Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

3 pensamientos en “La hipoteca contada en singular y en plural

  1. alcadri

    buenas vacaciones, espero que descanses esas neuronas para volver con artículos tan buenos el próximo “curso”

    1. tito

      Muy bien, muy bien. La situacion actual es como una partida de monopoly q esta terminando, y ya hay perdedores. Desgraciadamente la manera de empezar otra vez la partida es con grandes tragedias como guerras o grandes epidemias. Entonces todo se descoloca y vuelve a empezar, y poco a poco los que valen se van poniendo en su sitio y van controlando todo de nuevo. Para q esto no pase y no halla perdedores,,, no hay leyes posibles, y para que unos sean ricos tiene que haber pobres.
      Yo no creo q las condiciones de los bancos con las hipotecas sean injustas, por mucho q nos reviente. (y si crees q los bancos se forran, pues muy facil comprad acciones de ellos) Siempre queda la opcion del alquiler, “pero es tirar el dinero” entonces el cabron es el casero en vez el banco… y si no el jefe y sino que???? se nos da muy bien quejarnos y no hacer nada para cambiarlo… Ahora nos quejamos q es mal momento para vender, y el q compra q dice, q es mal momento pa pedir hipoteca. Nos pasamos el dia agonizando y tambien hay cosas buenas.

      Felices vacaciones al que las coja, pero no me agoniceis cuando se acaben, coño!

      TITO

  2. ramón

    Buen inicio de vacaciones, el que las coja claro, soluciones hay, lo que no al gusto de todos, si en lugar de dar el 110% en hipoteca, con aval de los padres, tíos y abuelos, exigir nóminas, muchas de ellas falsificadas para poder acceder a la compra, aplicar clausulas suelo abusivas, se hiciera una tasación justa y legalizada de tanto el m2 construido, y que varíe como es lógico según la zona, diferenciando si es la ciudad o un pueblo de cercanías, hoy hay pisos mas baratos en el centro de la ciudad que en un pueblo a 20 Kms. (creo que no es normal), si es casa pareada, piso, chalet, apartamento, etc, con la tasación oficial y legal, efectuada por peritaje con responsabilidad penal,en la mano se puede dar perfectamente el 65 o 70 % de la hipoteca, el plazo da lo mismo, todo es una cuestión de intereses, sin necesidad de aval de ningún tipo, la vivienda ya es suficiente aval, no se efectuarían esas diferencias en los precios, los beneficios serían los justos, los amiguismos se reducirían, y claro el que no tenga el 30 o 35 % ahorrado no podrá comprar, pues a lo mejor les hubiese salvado a muchos de los que hoy están maldiciendo a la hipoteca, incluido a los bancos, a los cuales se les a visto el plumero, efectuado con las plumas de la gallina de los huevos de oro, pobre, se la han comido y se les indigestan los huevos de oro, por avariciosos.
    Soñar es un derecho humano, pobre del que no tenga sueños, pero la realidad es que muchos males de hoy se hubiesen evitado si no se hubiese removido tanto el río, ala todos a pescar y quien salio perjudicado? los de siempre a fin de cuentas al banco (empresa privada) lo salvan o hacen bancos malos o se venden a otros bancos, líos y mas líos chanchullos y más chanchullos y a pagar al final quien?
    Los de siempre, los esclavos que no asumimos que lo somos.
    Buen veranito a todos.

Los comentarios están cerrados.