Préstamos con garantía

Préstamos con garantía: Beneficios y riesgos de ser aval

Los préstamos con garantía permiten a un familiar, utilizar el capital de tu casa como garantía, para una parte o la totalidad de un préstamo hipotecario. Después de esto aún es indispensable solicitar un préstamo a un prestamista, y cancelarlo.

Sin embargo, el aval proporciona la seguridad para la financiación que gran parte de los prestatarios ofrecen en forma de depósito. En muchos países, utilizar un aval usualmente permite a los prestatarios obtener un préstamo hipotecario sin ese 20% que usualmente se exige.

¿Qué implicaciones tienen los préstamos con garantía o aval?

La principal implicación de los préstamos con garantía es que en caso de que el familiar no pueda realizar los pagos del préstamo hipotecario, el aval será el responsable de cubrirlos.

Y en caso de que el aval no pueda realizar los pagos, la entidad bancaria o institución financiera que concedió el préstamo, puede embargar la vivienda para recuperar el dinero prestado.

Ahora bien, los avales tienen la opción de garantizar únicamente una parte del préstamo, en lugar de garantizar su totalidad. Por lo tanto, en el momento en que el prestatario reembolsa la parte del préstamo garantizado, la vivienda del aval permanece segura, incluso si no se llevan a cabo pagos futuros.

Es en este momento cuando el aval puede exigir al banco que se le libere de dicho préstamo. Cabe decir, que además de no contar con el capital requerido, hay otras razones solicitar un préstamo con aval:

  • Que no te han aprobado un préstamo convencional por la cantidad que necesitas.
  • También es posible que quieras obtener una tasa de interés más baja con la ayuda de un aval.
  • Incluso puede ser que tu historial crediticio no sea el mejor actualmente.

Beneficios y riesgos de ser aval

Para el aval existen tanto beneficios como riesgos en los préstamos con garantía. La principal ventaja tiene que ver con tienes a alguien que puede respaldarte al momento de solicitar una financiación.

Además, contar con un aval te da más posibilidades de que aprueben tu solicitud de préstamo. No solo eso, también te brinda la posibilidad de acceder a préstamos hipotecarios con condiciones más competitivas. En última instancia, te ayuda a consolidar pequeñas deudas.

Por otro lado, hay algunas desventajas de los préstamos con garantía que no se pueden pasar por alto. Por ejemplo, el aval es en última instancia, la única persona responsable del préstamo en caso de que el titular no realice los pagos.

Es decir, si no puedes liquidar tu préstamo, tu aval será el responsable de cubrir dichos pagos. En caso de que no pueda hacerlo, el aval podrá enfrentarse a la difícil situación de tener que vender su casa para liquidar el préstamo.

Es posible que el aval no cuente con el capital, o los ahorros necesarios para cubrir el pago de la deuda. De ser así, tienen la opción de pedir un segundo préstamo hipotecario sobre su vivienda, o en su caso, un préstamo personal.

Una vez que todos estas opciones han fracasado, la entidad financiera puede vender la propiedad del aval. El resto de los ingresos de la venta de la propiedad será destinado al aval.