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¿Qué Hacer si No Puedes Pagar la Hipoteca?

En tiempos de dificultades financieras, enfrentar la imposibilidad de pagar la hipoteca puede ser una experiencia aterradora. Sin embargo, es importante recordar que hay recursos y opciones disponibles para quienes se encuentran en esta situación. Este artículo tiene como objetivo ofrecer consejos prácticos y recursos que pueden ayudar a quienes enfrentan esta difícil circunstancia.

1. Evalúa tu situación financiera

El primer paso a seguir es realizar un análisis detallado de tus finanzas. Revisa tus ingresos, gastos y deudas. Anota todos tus gastos mensuales y compáralos con tus ingresos. Esto te dará una visión clara de tu capacidad para pagar la hipoteca y te ayudará a identificar áreas donde puedes reducir gastos temporales.

1.1. Presupuesto mensual

Crear un presupuesto mensual te permitirá visualizar mejor tus finanzas. Incluye todos tus ingresos y gastos en tu presupuesto, y asegúrate de identificar cuáles son esenciales y cuáles son opcionales. Esto te ayudará a ajustar tus gastos para encontrar la manera de priorizar el pago de la hipoteca.

2. Comunica con tu prestamista

Una de las acciones más importantes que puedes tomar es comunicarte con tu prestamista. Muchos propietarios de viviendas no saben que los prestamistas suelen estar dispuestos a trabajar con aquellos que enfrentan dificultades financieras. Explica tu situación y pregunta sobre las opciones disponibles, como la modificación del préstamo o un plan de pago a plazos.

2.1. Opciones de modificación del préstamo

La modificación del préstamo puede incluir la reducción de la tasa de interés, la extensión del plazo del préstamo o incluso la reducción del saldo principal. Estas opciones pueden hacer que tus pagos mensuales sean más manejables y te permitan mantener tu hogar.

3. Explora programas de asistencia

Existen varios programas de asistencia que pueden ayudarte a pagar tu hipoteca. Investiga si eres elegible para programas de ayuda del gobierno o de organizaciones sin fines de lucro. Estos programas a menudo ofrecen asistencia financiera, asesoramiento y recursos para propietarios en dificultades.

3.1. Asesoramiento financiero

El asesoramiento financiero puede ser una herramienta valiosa. Muchas organizaciones ofrecen servicios gratuitos o de bajo costo que pueden ayudarte a entender tus opciones y a desarrollar un plan para salir de la crisis. Un asesor financiero puede ofrecerte un enfoque personalizado para resolver tus problemas de hipoteca.

4. Considera la venta de la propiedad

Si has agotado todas las opciones y sigues sin poder pagar la hipoteca, puede que debas considerar la venta de la propiedad. La venta puede ayudarte a evitar la ejecución hipotecaria y a liberarte de una carga financiera que ya no puedes manejar. Asegúrate de hablar con un agente inmobiliario que conozca bien el mercado local para maximizar el valor de tu propiedad.

4.1. Venta corta

En algunos casos, podrías estar en una situación de venta corta. Esto ocurre cuando vendes tu casa por menos de lo que debes en la hipoteca. Aunque puede ser complicado, es una opción que puedes discutir con tu prestamista y un agente inmobiliario.

5. Conoce tus derechos

Es fundamental que conozcas tus derechos como propietario. Las leyes varían según el país, pero en muchos lugares los propietarios tienen derechos específicos en caso de incumplimiento. Infórmate sobre las leyes locales y busca asesoría legal si es necesario. Conocer tus derechos te ayudará a tomar decisiones informadas y a proteger tus intereses.

5.1. Protección contra ejecuciones hipotecarias

Algunos estados ofrecen protecciones adicionales para los propietarios que enfrentan ejecuciones hipotecarias. Estas pueden incluir períodos de gracia, requisitos de notificación y otras medidas que pueden brindarte tiempo para resolver tu situación financiera.

6. Busca apoyo emocional

Enfrentar problemas financieros puede ser abrumador y estresante. No dudes en buscar apoyo emocional, ya sea a través de amigos, familiares o grupos de apoyo. Compartir tus preocupaciones y experiencias con otros puede ayudarte a aliviar el estrés y encontrar nuevas perspectivas sobre tu situación.

6.1. Grupos de apoyo

Existen grupos de apoyo en línea y en persona para personas que están pasando por problemas financieros. Estos grupos pueden ofrecerte un espacio seguro para compartir experiencias y obtener consejos prácticos de aquellos que han pasado por situaciones similares.

7. Planifica para el futuro

Una vez que hayas abordado tu situación inmediata, es esencial comenzar a planificar para el futuro. Establecer un fondo de emergencia y trabajar en un presupuesto sólido te ayudará a evitar caer en la misma situación en el futuro. Considera la posibilidad de ahorrar un porcentaje de tus ingresos mensuales para tener un colchón financiero que te proteja en caso de imprevistos.

7.1. Educación financiera

Invertir en tu educación financiera es un paso clave para tomar el control de tus finanzas. Hay numerosos recursos en línea, libros y cursos que pueden ayudarte a comprender mejor cómo administrar tu dinero y a tomar decisiones financieras más informadas.

Afrontar la incapacidad de pagar la hipoteca no es algo fácil, pero con la información y los recursos adecuados, puedes encontrar un camino hacia la estabilidad financiera. Recuerda que no estás solo y que hay apoyo disponible para ayudarte a sobrellevar este desafío. La clave está en tomar acciones proactivas y buscar las opciones que mejor se adapten a tu situación.

Ayuda al desarrollo

A veces se termina linchando al pobre.

A veces se termina linchando al pobre.

A ver si terminamos pronto con esto de las medidas concretas de reducción del déficit, proque la cosa se va poniendo fastidiada. Hoy, de hecho, toca un tema muy peliagudo. Tan duro y tan difícil que voy a tratar de ser muy breve para dejaros espacio a vosotros y dialogar juntos, si es posible sobre el asunto. Y si es posible, en términos más o menos laicos, por favor.

Se trata de la reducción de las ayudas al desarrollo

El Gobierno, en su plan para reducir el déficit ha anunciado un recorte de 600 millones de Euros en ayudas al desarrollo, o sea, en lo que se da y se dona a países pobres para ayudarlos a mejorar. Como sabéis, estas ayudas al dessarrollo tienen muchas formas y modalidades, desde los proyectos de ONG´s a condonación de la deuda, créditos blandos, etc. Pero no podemos entrar a detallar el asunto porque es  todo un mundo. Y a veces, hasta un mundillo.

Esta partida ya se ha visto reducida en un 1% en 2009 con 4.836,95 millones de euros. O sea que ojo, que seguimos “dando” casi cinco mil millones de euros, lo que nos convierte en el sexto país donante de todo el mundo, sólo por detrás de Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, y Japón.

¿Cómo lo veis? ¿Podemos seguir siendo así de generosos?

¿Debería mantenerse esta partida de solidaridad con los países más pobres o por el contrario pensáis que es momento de mirar hacia adentro?

¿La caridad bien entendida empieza por uno mismo? ¿Es justificable y deseable ayudar a los que son más pobres aún que nuestros pobres, o es mejor empezar por los de más cerca?

¿Se debería recortar más aún esta ayuda o habría que ampliarla como piden los que la gestionan?

¿Creéis que se gestiona adecuadamente el modo en que se ayuda a estos países, y que se elige a los países apropiados?

Todo un mundo para opinar, ya lo sé… E incluso, si queréis, pasamos el tema al campo de las hipotecas y nos preguntamos: ¿deben las administraciones dar casa gratis a los más pobres?, ¿dar a unos mientras los otros pagan treinta años es solidaridad, injusticia, redistribución o un agujero de corrupción?

Vuestro turno.

El cheque bebé.

El Gobierno le ha mangado el pan que traía bajo el brazo.

El Gobierno le ha mangado el pan que traía bajo el brazo.

Seguimos con las medidas que tomó el Gobierno para reducir el déficit, y hoy nos toca hablar de los mil quinientos millones de euros que supuestamente ahorraremos con la supresión del cheque bebé.

Para concretar más el asunto, de lo que se trata es de eliminar la prestación de 2500 euros por nacimiento, a partir del primero de enero de 2011.

Hasta estos momentos, el Gobierno había tratado de mantener esta ayuda siguiendo su política de fomento de la natalidad que trate de enderezar la siniestra pirámide poblacional española.

Una de las críticas que había recibido esta medida era que se daba la misma ayuda a todos los nacimientos, independientemente de la renta de los padres, por lo que algunos la consideraban una ayuda regresiva. Otros, en cambio, celebraban que por una vez hubiese igualdad para todos, pues todos los niños ayudan por igual a rejuvenecer la población y no es de recibo que las ayudas de este tipo vayan a parar sólo a colectivos bien identificados (ni los menciono) y poco proclives a nada que no sea recibir sin aportar.

En cualquier caso, y para hablar con cifras, esta prestación tuvo un coste durante 2009 de unos 1.500 millones de euros, una cifra bastante parecida a la de 2008, y salieron beneficiadas medio millón de familias.

En cuanto a su relación con la hipoteca, parece evidente: las familias jóvenes, que son las que suelen tener hijos e hipotecas, y a menudo a la vez, se han visto con un problema más y un auxilio menos. Hasta ahora, el nacimiento de un hijo podía cuadrar las cueentas de todo un año, pero eso se acabó.

¿Vosotros cómo lo veis? ¿Debería mantenerse o no esta ayuda?,

¿Debería darse sólo a las rentas bajas, a todos, o quitársela a todos?

¿Es un buen lugar para recortar?, ¿creéis que esto puede afectar a alguna familia a la hora de tener un hijo?

¿Cómo afecta a nuestras hipotecas?, ¿es un clavo más en el ataúd vital de los más jóvenes o simplemente es irrelevante, como dicen algunos?

Yo ha he preguntado bastente.

 

 

Subsidio vivienda y emancipación

Hastalos jueguetes crecen, y entonces pasan a ser un pcoo monstruosos...

Hasta los juguetes crecen, y entonces pasan a ser un poco monstruosos...

Los jóvenes españoles no se van de casa, y aunque muchos de ellos prefieren incrustarse en la teta de los padres por comodidad, o porque exigen empezar en el mismo punto de partida al que sus padres llegaron después de treinta o cuarenta años de esfuerzos, lo cierto es que muchos, la mayoría, no se emancipan porque no pueden.

La relación entre los salarios y los costes de la vivienda hace pensar que trabajamos en un país y cruzamos la frontera para ir a dormir a otro por las noches, porque de los contrario es imposible comprender qué piruetas han podido hacer la oferta y la demanda para generar esos precios y esos salarios. Y además a la vez.

En todo caso, el Gobierno ha tomado en serio el problema (o eso ha dicho) y ha creado una modalidad de subsidio de vivienda para ayudar a que los jóvenes salgan de casa de sus padres.

El subsidio vivienda o renta de emancipación se rige, en resumen, por estas condicones:

—Pueden ser candidatos al subsidio vivienda las personas con trabajo y una edad de entre 22 y 30 años con ingresos brutos anuales menores de 22.000 euros. Se dan por válidos, además de a los trabajadores por cuenta propia o ajena, a los becarios, los parados que reciban prestación o quienes reciban pensión por incapacidad. O sea: que hay que tener ingresos, pero no se mira mucho de dónde vienen.

— El importe de la ayuda es de de 210 euros mensuales (cantidad revisable), durante un máximo de cuatro años, y sólo para viviendas en régimen de alquiler. Nunca para compra o hipoteca. Los cuatro años máximos pueden ser seguidos o discontinuos. Ojo a esto.

—El contrato de alquiler tiene que estar a nombre del joven que solicita la ayuda.

—Se pueden pedir también 600 euros como préstamo para hacer frente a la fianza. Cuando te devuelvan la fianza devuelves el préstamo.

—Los que soliciten este subsidio vivienda no pueden ser propietarios de otra vivienda, ocupada o no, ni tener un patrimonio mayor de 180.000 euros.

Esto es lo que hay en teoría.

De lo que se tarda en cobrar esa ayuda y de quién se la queda en realidad, ya habláis vosotros. Yo es que hoy vengo contenido y no quiero ponerme a hablar de las diferencias entre emancipación y manumisión.

Quien no lo vea claro, que busque en un diccionario.