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Sigue bajando el Euribor

cosas raras

Cosas raras

Las buenas noticias hay que darlas, aunque sólo sean buenas noticias para los que ya están hipotecados (iba a escribir afortunados, pero me he cortado…) y no vayan a arreglar gran cosa a los que desean comprar una vivienda. Si es que queda algún héroe de esos, por supuesto, porque entre los que no tienen un duro y los que creen que los pisos seguirán bajando, cada día hay menos demanda inmediata.

Estamos ante la paradoja de un dinero que sigue bajando de precio pero no aparece por ninguna parte, oculto en extrañas y remotas madrigueras, y esto me recuerda, disculpadme, a las cartillas de racionamiento de otros tiempos, cuando los bienes tenían un precio muy asequible pero no era posible encontrarlos en ninguna parte, porque de puro baratos nadie los quería vender. La proyección histórica nos llevaría a pensar que el mercado negro está al caer, y que el estraperlo de euros es el próximo paso, peor no me atrevo a afirmar tanto.

El dato en sí mismo parece alentador:  El Euríbor a doce meses cerrará marzo en torno al 1,51%, casi cuatro décimas más bajo de lo que marcaba hace un año, lo que supondrá una interesante mejora para los hipotecados que revisen ahora sus pólizas hipotecarias. Pasando la información  datos concretos, tenemos que una hipoteca de 150.000 euros, con un plazo de amortización de 25 años se abaratará en aproximadamente 30 euros mensuales, lo que supone 360 euros al año. Y todo ayuda.

Según afirma Invertia, los expertos estiman que el Euríbor mantendrá este año la tendencia bajista aunque algunos ven muy improbable una nueva rebaja de tipos por parte del BCE. Otros analistas apuestan por una rebaja de los tipos oficiales de interés en un cuarto de punto para tratar de revitalizar la zona Euro, ya que la lucha contra la inflación parece un objetivo secundario en estos momentos..

La pregunta, por supuesto, es qué incentivos pueden tener los bancos para prestarnos el dinero a nosotros en vez de meterlo en deuda pública, con la que está cayendo. Estos diferenciales muestran la paradoja del mercado: el interés es bajo, y el miedo alto. ¿Qué demonios está pasando?

Me temo que alguien tendrá que revisar los manuales de economía básica para explicar estas cosas. Lo de ponerle remedio, ya ni lo sueño.

Por fin cerramos Euríbor a la baja

¡Por fin! El Euríbor a la baja

¡Por fin! El Euríbor a la baja

Por primera vez en muchos meses el Euríbor ha cerrado su cotización de un mes por debajo de la cotización del mes del año anterior, lo que supone una reducción en el tipo de interés a aplicar en las hipotecas de todos aquellos contratos hipotecarios que revisen su tipo en función del Euríbor de febrero.

Así, el febrero de 2011 el Euríbor cerró en el 1,714%, mientras que tras su última jornada de cotización en el día de ayer, 29 de febrero, el principal índice de referencia de las hipotecas españolas fijó su cierre mensual en el 1,678%, es decir, algo más de 0,3 puntos porcentuales a la baja.

Ello supondrá una reducción de unos 20-30 euros en las cuotas hipotecarias de las familias que tengan que revisar en función del Euríbor de febrero, algo que no parece excesivo, pero que sí determina un importante alivio para los muy golpeados bolsillos de las familias españolas en estos momentos de dificultad.

Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, ya que tenemos que recordar que esta reducción del tipo de interés será ficticia en muchos casos, ya que en la mayoría de los préstamos hipotecarios la cláusula suelo es la que determina el valor mínimo del tipo de interés a aplicar, y en todos los casos está por encima de la cotización actual del Euríbor, más el diferencial correspondiente.

El problema es que los hipotecados no pueden beneficiarse ahora de la reducción del tipo de interés de sus hipotecas en toda su dimensión, cuando sí sufrieron las consecuencias de los incrementos, porque la cláusula techo, la que debería de proteger de los incrementos, queda fijada en todos los contratos en valores artificialmente altos que impiden una justicia meridiana y la igualdad de fuerzas entre hipotecados y entidades financieras.

Por ello, hasta que no se modifique la legislación hipotecaria de forma que la cláusula techo pueda ser alcanzada de la misma forma que la cláusula suelo, seguiremos viviendo una situación de desequilibrio negociador claro en el que los grandes perjudicados son las familias que sufren cuando el Euríbor sube, pero que no se ven beneficiados cuando el Euríbor baja.

El Euríbor sigue a la baja

Cae el Euríbor, y caemos los hipotecados

Cae el Euríbor, y caemos los hipotecados

El Euríbor sigue manteniendo la senda marcada desde el Banco Central Europeo con una cotización a la baja, que ya en enero le ha llevado a cerrar en el 1,837%, en tasa media mensual, y en febrero a comenzar en el 1,738%, también en media mensual y a fecha 3 de febrero.

Con esta cotización de febrero, todo apunta a que a final de mes podríamos encontrarnos con un Euríbor por debajo del 1,7%, cerca del 1,65%, con lo que toda revisión hipotecaria que tuviera que realizarse en función del cierre mensual del Euríbor del mes de febrero se realizaría a la baja, al menos en teoría.

Y digo en teoría porque no podemos dejar pasar las cláusulas suelo que provocan que el tipo de interés hipotecario no baje de un determinado valor, de manera que de poco, o nada, sirve el hecho de que el Euríbor esté cotizando en valores tan bajos, porque el tipo de interés no bajará del valor marcado en el articulado contractual de la hipoteca.

Así, si la hipoteca tiene fijada una cláusula suelo de, por ejemplo, un 3%, y si pensamos que existe un diferencial de un punto porcentual, con el cierre de enero del Euríbor nos deberíamos de encontrar con un tipo de interés dle 2,837%. Sin embargo, en virtud de la cláusula suelo el tipo de interés no baja del 3%.

Con ello se constata que las cláusulas suelo están restando poder adquisitivo a las familias, condenándolas a tener que pagar más por sus hipotecas, y a no poder beneficiarse de las bajadas del Euríbor, como vienen denunciando de manera recurrente todas las asociaciones de consumidores que se dedican a analizar el mercado hipotecario.

El único razonamiento que podría llevar a aceptar como justa una figura como la cláusula suelo sería la aplicación de una cláusula techo en proporción, y no desmesurada como se ha venido aplicando en todas las hipotecas hasta ahora. De esta forma, si se aplica una cláusula suelo del 3%, fácilmente alcanzable, y una cláusula techo por encima del 10%, totalmente imposible de alcanzar, el abuso de las entidades financieras es más que evidente.

Por ello, ya va siendo hora de que se modifique la legislación hipotecaria para que las familias hipotecadas puedan tener una garantía real sobre el tipo de interés que pagan en sus hipotecas.

La hipoteca y sus mariachis

Yo sé bien que mi destino era pagar y pagaaaaaaaaaaaar

Yo sé bien que mi destino era pagar y pagaaaaaaaaaaaar

Como muchos de vosotros ya sabéis, el problema de las hipotecas no es  sólo que no se den, que pidan el certificado de vacunación contra la rubeola o que exijan dos firmas compulsadas de Georges Soros y Bill Gates como avalistas. El problema, actualmente, es lo que piden que se firme con ellas, creando eso que ahora llaman un pack y que toda la vida le llamamos un timo.

Así, resulta que el Euribor está bajando, pero el diferencial aumenta. Y así resulta que para que no te suban ese diferencial tienes que contratar otros productos aledaños cuyas condiciones no están muy claras. Que si domiciliar la nómina, que si un plan de pensiones, que si un seguro de vida, que si un seguro de hogar…

Sobre las tarjetas, las domiciliaciones de nómina y otras zarandajas propias de zocos magrebíes hablamos otro día. Hoy os quiero contar un tema sobre los seguros para que andeis con ojo, ya que acabo de ver cómo se abusa del cliente: los seguros.

A menudo se firma con la hipoteca una cláusula por la que, si no se contrata el seguro de vida o el seguro de hogar de la vivienda hipotecada con el propio banco, el diferencial sube automáticamente un 0,6 % o hasta un punto. Como la ley obliga a tener asegurado el bien objeto de la hipoteca, lo normal es que nos encojamos de hombros y aceptemos esa cláusula, que nos la presnetan al revés: una rebaja si hacemos el seguro con ellos.

Hasta ahí, todo está muy bien. Lo que pasa es que luego, a la hora de contratar esas pólizas de seguros no nos tomamos la molestia de consultar lo que cuestan en realidad si las contratamos en otro sitio, porque muchos bancos cobran el doble y hasta el triple por esas pólizas de lo que te cobra LA MISMA ASEGURADORA si lo haces por tu cuenta. O sea, que si vas a una compañía de seguros y pides una cobertura te conbran una cosa, pero tu banco, lo duplica. Y si no aceptas el precio, te meten el punto de diferencial.

Por tanto, tengamos un poco de vista con este tema: pólizas de seguros con el banco, sí, pero a un precio que noi sea nunca superior al de mercado. Y que el contrato lo refleje.

No vaya a ser que la hipoteca venga con mariachis de rechufla…

La hipoteca que no nos dan y el dinero que no nos prestan

Pues te chinchas...

Pues te chinchas...

Aunque nos extrañe a estas alturas recibir alguna buena noticia, parece que la deuda pública se  está vendiendo mejor que de costumbre, e incluso bajan los intereses que el Estado paga por endeudarse. En principio, muchos han respirado aliviados porque al fin empieza a aflojarse la presión sobre la deuda soberana, ya que este puede ser el camino para salir de la crisis.

Por mi parte, no puedo ser tan optimista, y lo que debería alegrarme no hace más que asustarme otro poco. Y voy a tratar de explicarlo:

Cuando los bancos no tenía un duro en sus cajas fuerte no nos prestaban un duro ni nos concedían una hipoteca. Y hasta ahí nos parecía comprensible.Pero resulta que ahora el Banco Central Europeo ha decretado barra libre de financiación y los bancos vuelven a tener pasta, porque la consiguen en el BCE a precios de risa. ¿Y qué sucede? Pues que han decidido que tampoco nos lo van a dar a nosotros, que no nos van a sacar del atolladero, y que el pequeño empresario que no pueda funcionar sin línea de crédito lo que tiene que hacer es cerrar y poner a los trabajadores en la calle, porque prefieren comprar deuda pública o meter esa pasta de nuevo en el BCE.

El dato es devastador: el 85 % de la deuda pública subastada en los últimos meses la han comprado nuestras propias entidades bancarias con el dinero que han pedido al BCE. De este modo, estamos como estábamos, aunque se haya maquillado la cosa: nuestro Estado debe menos, o se financia más barato, y nuestros bancos deben más, pero el dinero no ha llegado a la economía real.

O sea que ahora los bancos SI tienen liquidez, porque se la da el BCE.  Lo que no tiene es ganas de arriesgar ese dinero en negocios reales, en dar préstamos o hipotecas, y prefieren meterlo en la economía especulativa (por eso se mantienen las bolsas) o dárselo al Gobierno para que no les mire mucho los balances.

Por eso hay que pensar que la anemia del mercado inmobiliario y de las hipotecas tiene mala solución. Si a los bancos no les gusta ya el negocio de prestar dinero a la gente, ¿quién se ocupará de tan ingrata labor?

Me veo en los viejos tiempos del Mercader de Venecia, vaya…

El Euribor podría estar siendo manipulado

Y no sólo el orujo debería llevar esta marca...

Y no sólo el orujo debería llevar esta marca...

La verdad es que a veces uno se pregunta si estas noticias no sería mejor dejarlas, por el miedo que no dan, pero como hay que ser serios y responsables, pues lo contamos.

Informa Europa Press que la Comisión Europea lleva varios meses, desde noviembre concretamente, realizando inspecciones en las sedes de diversas entidades financieras europeas para comprobar si el cálculo de este índice está sujeto a fluctuaciones distintas de las derivadas por los flujos de oferta y demanda monetaria.

De momento, ni ha trascendido el nombre de ningún banco, ni tampoco los países en los que se están realizando estas inspecciones, por lo que no podemos saber si la banca española está entre las entidades investigadas. Recordamos, aunque no haga falta, que el Euribor es el índice más utilizado para el cálculo de las hipotecas, por lo que es un dato de máxima sensibilidad.

A las preguntas sobre el alcance de estas manipulaciones,  la Comisión Europea emitió un comuinivcado que citamos textualmente:

“La Comisión teme que las empresas en cuestión pueden haber violado las normas antimonopolio de la UE que prohíben los cárteles y las prácticas comerciales restrictivas”

¿Lo traducimos? Pues que temen que se estén poniendo de acuerdo para manipular este índice según sus intereses, de manera que puedan perjudicar a la competencia o imponer unas condiciones distintas, de favor, a las del libre mercado.

De momento, no se ha informado públicamente de que se hayan abierto expedientes al respecto, por lo que ya no sabemos si debemos tranquilizarnos o debemos echarnos a temblar más aún.

Por mi parte, y para que no me llaméis neurótico, sólo una opinión: mientras el Euribor permanezca bajo, me fío un poco, sólo un poquito. Como suba de repente, me dejo de fiar. ¿Vosotros no?

El Euribor baja y las hipotecas suben

Hipotecado descendiendo a los infiernos. La autora es Élodie Durand y le puso otro título...

Hipotecado descendiendo a los infiernos. La autora es Élodie Durand y le puso otro título...

La  noticia de las últimas semanas es que las hipotecas siguen subiendo en coste para quien quiere contratar una, mientras que el Euribor continúa su descenso, como podéis comprobar en el gráfico que aparece en el margen izquierdo de esta web

Aunque parezca una parad0ja, es una reacción bastante lógica para la situación actual. Lo que no es lógico, seguramente, es la situación actual, pero si los bancos disponen de dinero suficiente el Euribor tiene que bajar. Lo que los bancos no tienen tan clara es la evaluación del riesgo que soportan por conceder una hipoteca, y como el diferencial que se aplica por encima del Euribor es el que mide ese riesgo, resulta que la paranoia de los bancos, o su síndrome del gato escaldado, es lo que está presionando al alza las hipotecas.

De todos modos, y aunque esta combinación de datos ha sido muy criticada en distintos medios, a mí me parece que es una buena noticia. Y me explico: que las hipotecas se iban a encarecer ya lo sabíamos todos, y además es un problema menor, puesto que lo realmente complicado no es el precio de las hipotecas sino su acceso a ellas. O sea, no es que se pongan caras, sino que no nos las dan.

Sin embargo, la bajada del Euribor siempre es una buena noticia para la inmensa mayoría de españoles que ya tenemos una hipoteca firmada y que estamos esperando a la revisión anual o semestral. Con la bajada del tipo de referencia, seremos muchos los que veremos bajar unos euros nuestro recibo hipotecario mensual y eso es siempre una alegría.

O sea, que si hacemos balance, la situación para la mayoría es que suben las hipotecas que nunca les darán  y bajan las que ya tienen.

No me parece algo de lo que lamentarse, la verdad.

Cuando son los bancos los que meten el dinero debajo del colchón

Será por liquidez...

Será por liquidez...

Estaba pensando titular el artículo “2011, el año que no subió el Euribor“, después de repasar lo que habíamos escrito por aquí a finales de 2010. Porque el caso es que una de las  principales noticias hipotecarias de este año es que los que las revisiones hipotecarias no han sido tan desastrosas como pensábamos.

Las hipotecas nuevas han sido cada vez más caras y más difíciles de conseguir, pero al menos las antiguas no se han puesto por las nubes, acabando de aplastar las economías familiares, como temíamos.

¿Y por qué sospechábamos que podía ocurrir algo así? Por la ausencia de liquidez, la ausencia de crédito y la desconfianza generalizada de los bancos a prestarse dinero entre ellos en el mercado interbancario.

Y ahí es donde cambié de opinión sobre el título de este último artículo del año.

Porque lo cierto, amigos, es que los bancos vuelven a tener dinero. Lo cierto es que el Banco Central Europeo a metido dinero a espuertas en las últimas subastas de liquidez, y lo cierto también es que los bancos han decidido que prefieren no tener dinero a tenerlo. Una cosa muy extraña y muy peligrosa para familias y pymes.

Trato de explicarlo, porque tiene miga:

El Banco Central Europeo ha lanzado enormes subastas de liquidez a tres años. Nada menos que quinientos mil millones de euros. A esas subastas acudió alegremente toda la banca europea, y acto seguido, de los quinientos mil millones de euros que tomaron prestados, volvieron a depositar en el BCE cuatrocientos diez mil millones. O sea que cogieron el dinero para tenerlo disponible si lo llegaban a necesitar, pero no para ponerlo en circulación.

En estas circunstancias, lo que tenemos no es ya una crisis de liquidez, sino una situación en la que los bancos se niegan a actuar como bancos, dejando a las autoridades monetarias sin capacidad de maniobra, porque lo más que pueden hacer los goibiernbos es prestar dinero a los bancops para que estos lo hagan llegar a la calle. ¿Pero qué pasa cuando los bancos no se fían ni de sí mismos y el dinero no llega a la calle?

Lo veremos en el próximo episodio de este culebrón al que llamamos Crisis del Euro.

De momento, feliz Año Nuevo.

La hipoteca y el euro. Incógnitas

Editor de uno de esos periódicos británicos...

Editor de uno de esos periódicos británicos...

No, no vamos a pensar que se rompe el euro, porque entonces hay que tratar de escapar a toda prisa de aquí con lo que se pueda encima. De hecho, algunos periódicos sensacionalistas ingleses ya hablan de una posible evacuación de sus ciudadanos en caso de que caiga la banca española.

¿No os lo creéis?

Aquí van dos enlaces: el del Daily Mail y el del The week

Bueno, ¿y cómo se os ha quedado el cuerpo después de leer semejantes barbaridades? A mí me parecen simples intentos de dañar la imagen exterior de España, algo para lo que los ingleses no necesitan razón alguna y que hacen simplemente por diversión, pero me ha dado pie para pensar en qué pasaría con nuestras hipotecas si realmente llegara a producirse un naufragio financiero. Pero vamos a circunscribirnos al euro.

En un caso así, pueden suceder dos cosas:

-Que la hipoteca permanezca en euros. Esto sería como tener una hipoteca en divisias y nos llevaría a la ruina, porque la única razón válida para no estar en el euro es poder devaluar la peseta. En este caso, nuestra hipoteca sería cada vez más cara mientras nuestros salarios, pagados en pesetas, serían cada vez más bajos en cuantía relativa frente a esa hipoteca. O sea, que estaríamos ante una especie de catástrofe en la que las hipotecas podrían llevarse todos nuestros ingresos o más aún. Precisamente por lo desastroso del asunto, prefiero pensar que nunca se elegiría esta solución.

-La otra opción es que las hipotecas se pasen a pesetas. En ese caso serían los bancos los que se llevarían el gran batacazo, porque en muchas ocasiones nos han dado un dinero que a su vez pidieron prestados a otros bancos extranjeros. Muchos bancos se irían definitivamente al carajo, pero ese parece un problema menor, porque el Estado cubriría los ahorros de los ciudadanos y serían los acreedores extranjeros los que se comieran esas quiebras.

¿Entendéis ya por qué está todo el mundo tan nervioso con un posible rescate de España? Pues más nos vale a todos que la cosa no vaya a mayores…

Cuarenta euros más en la cuota mensual

El Euríbor, el causante de nuestros desvelos

El Euríbor, el causante de nuestros desvelos

El Euríbor, principal índice de referencia hipotecaria para la mayoría de las hipotecas españolas y europeas, al menos de momento, ha cerrado el mes de noviembre en el 2,044%, lo que supone un importante decremento con respecto al cierre del mes inmediatamente anterior, octubre, que lo hizo en el 2,11%.

Sin embargo, todas las hipotecas que tengan que revisar el tipo de interés aplicado en función del cierre del mes de noviembre, que serán, principalmente, aquellas que lo hagan en el mes de enero, se verán encarecidas en unos cuarenta euros mensuales, como consecuencia del incremento interanual del porcentaje del Euríbor.

Así, el índice de referencia hipotecaria cerró en noviembre de 2010 en el 1,541%, lo que supone 0,5 puntos porcentuales menos que el cierre de noviembre de 2011, lo que viene a determinar el incremento monetario de la cuota a pagar mes a mes por los titulares hipotecarios.

Este incremento no hace sino sumarse a todos los que se han venido produciendo durante este año 2011, que ha sido en su totalidad un año de aumentos de cuota, aunque la buena noticia es que parece que la senda alcista se ha detenido y tiene visos de seguir por el camino.

Si analizamos los primeros días de cotización del mes de diciembre nos encontramos con que la tasa media del Euríbor se encuentra en el 2,033%, es decir, a la baja con respecto al cierre de noviembre, y podrían producirse cambios drásticos si el BCE toma alguna decisión importante en su reunión de esta semana.

No hay grandes expectativas de reducción del tipo de interés para la zona Euro, pero lo cierto es que el máximo organismo financiero ya sorprendió a propios y extraños este pasado mes de noviembre reduciendo el tipo de interés para la zona Euro por sorpresa.

Una sorpresa por otra parte necesaria, ya que el crecimiento prácticamente nulo de la zona Euro reclamaba una acción rápida de los organismos financieros para dinamizar en cierto modo el comportamiento económico de la zona, todavía en horas bajas, y con necesidades extremas de financiación externa para iniciar procesos de inversión de medio-largo plazo, algo que parece impensable en estos momentos de incertidumbre.

Algo huele a podrido en Dinamarca

Ser o no ser, he ahí la cuestión

Ser o no ser, he ahí la cuestión

Hace unas semanas el Banco de España sorprendió a propios y extraños proponiendo la sustitución del Euríbor como índice de referencia hipotecaria en nuestro país, algo de gran calado si tenemos en cuenta que este indicador se utiliza en más del 80% de las hipotecas que se constituyen en España.

El principal argumento de la autoridad financiera española era que el Euríbor a 12 meses es demasiado volátil y provoca que las cuotas hipotecarias de los titulares fluctúen demasiado provocando grandes niveles de incertidumbre. Para solventarlo proponía el Interest Rate Swap (IRS), que fijaría el tipo de interés de las hipotecas para cinco años, momento en el que se procedería a la revisión de las mismas.

Es evidente que con el IRS se conseguiría una mayor estabilidad en la cuota, ya que se pagaría el mismo tipo de interés durante los cinco años que no se revisaran las condiciones, pero lo que el Banco de España no dijo, o, al menos, no explicitó claramente, fueron las consecuencias negativas que ésto podría traer para los propios ciudadanos.

Y es que el IRS suele estar por encima del Euríbor de manera permanente, con lo que una sustitución de índice de referencia provocaría directamente un incremento en el tipo de interés que pagarían los titulares hipotecarios para devolver sus préstamos.

Este incremento de tipo de interés iría directamente a la cuenta de resultados de los bancos y cajas españolas que recibirían un mayor precio por el dinero prestado en forma de hipotecas, con lo que generarían una mayor liquidez en el corto, medio y largo plazo.

En definitiva, “algo huele a podrido en Dinamarca”, ya que todo apunta a que se trata de una estrategia orquestada por las propias entidades financieras, con el beneplácito explícito del Banco de España, y que tiene, una vez más, a los ciudadanos como principales víctimas.

Porque no podemos olvidar que el Banco de España tiene como principal premisa velar por la buena salud de las entidades financieras que operan en nuestro país, y consiguiendo que obtengan más dinero por el dinero que prestan es una condición fundamental para ello.

Y bajaron los tipos de interés

Sien embargo, los que ya sabemos, vigilan...

Sien embargo, los que ya sabemos, vigilan...

Como decía ayer Edmaert Rusan, todo el mundo estaba pendiente de la decisión que tomaría Draghi sobre los tipos de interés después de haber comenzado su andadura como presidente del Banco Central Europeo.

Al final, decidió oír la voz de los mercados y bajó  el precio del dinero un cuarto de punto, hasta el 1,25 %, lo que supone por una lado hacer lo que le pedían y por otro, sorprender a los mercados, pues nadie contaba con que lo hiciera tan pronto.

Mario Draghi no quiso dar más pistas sobre los movimientos futuros, aunque se mostró pesimista sobre el efecto que las turbulencias de la deuda pública tendrán sobre el crecimiento económico del año que viene, que puede ser nuevamente de recesión.

Para mí, la buena noticia, la verdaderamente buena, reside en que al fin tenemos al frente del Banco Central Europeo a alguien que concede importancia a la inflación, pero sólo en su justa medida. El empecinamiento de Trichet en mantener la estabilidad de precios a costa de los ciudadanos, de las empresas y de lo que hiciera falta, me pareció siempre el exceso de ortodoxia del que, a falta de ideas, sigue al pie de la letra el manual para que no puedan afearle nada.

Con la que está cayendo, probablemente los precios no suban tanto como Trichet temía, y si suben será por un repunte del precio de la energía y no pro este temporal alivio a los agobios de los endeudados.

¿Y cuales son los efectos de estos para nuestras hipotecas? En realidad escasos, porque el problema del Euribor es que se centra en el mercado interbancario, un mercado en el que en estos momentos nadie se fía de nadie y no se prestan un duro. Sin embargo, el Euribor ya ha comenzado a bajar y esta puede ser una buena señal de casa a los meses venideros.

No todo van a ser malas noticias, caray…