La hipoteca y el tonto del pueblo

Siempre hay uno que se aprovecha...

Siempre hay uno que se aprovecha...

Amigos, ha llegado la hora: ahora es el momento de buscar a todos los que nos decían que vivir de alquiler era tirar el dinero. Ahora es el momento de buscar a la horda de listillos que, machaconamente y con regularidad de segundero, golpearon nuestros oídos con frases amables, o incluso son insultos encubiertos sobre la falta de compromiso o la vagancia oculta que rebelaba el hecho de negarse a comprar un piso.

Ellos tenían razón porque los pisos nunca bajan. Ellos tenían razón, porque vivir de alquiler es de pobres. Ellos tenían razón, porque el que se niega a comprometerse deja siempre un poso de desconfianza.

Y ahora, cuando se ha demostrado que algunos nunca podrán pagar sus deudas, cuando se ha demostrado que se han arruinado para treinta años pidiendo una hipoteca el ciento veinte o el ciento treinta  por ciento del valor de tasación del piso, los tenemos ahí de nuevo exigiendo humanidad, solidaridad y una ley antidesahucios, o lo que viene a ser lo mismo: que se trate igual a los que pagan que a los que no pagan.

Nos engañaron entonces para hacer que los pisos subieran y pretenden engañarnos ahora, para que paguemos a escote su error.

Yo entiendo que los que compraron por más de lo que podían pagar estén nerviosos y pidan que se les ayude entre todos. Lo comprendo de veras. ¿Pero dónde están los que vendieron esos pisos? ¿Dónde están los que en la época de bonanza vendieron en doscientos mil euros el piso que habían comprado por ciento veinte mil? ¿Alguien les va a pedir cuentas de lo que ganaron?, ¿alguien va a crear un impuesto especial para los constructores que SÍ consiguieron vender sus promociones?, ¿alguien va a pedir una contribución especial a los que consiguieron que los prados de su abuelo se recalificaran como urbanizables y los vendieron luego por doscientas veces su valor original?

Hablamos de la banca como beneficiaria de la gran estafa porque nos gusta señalar con el dedo a un grupo que nos resulta antipático. Pero lo cierto es que todos sabemos que los beneficiarios de la gran orgía inmobiliaria fueron muchos en España. Todos conocemos a alguno de esos dueños de praderas, a alguno que vendió en el doble de lo que compró, a alguno que vendió todo lo que fue capaz de levantar. ¿Les vamos a pedir cuentas a ellos?

Yo creo que no, y además es normal. Cada cual se arriesga y hace sus negocios.

Lo que no es admisible, y si no lo entendemos lo pagaremos con creces, es que pretendan hacernos pagar la parte de los que apostaron y perdieron. Lo que no es admisible es que el que peor lo pase sea el que cumple y paga. La ayuda social debe existir, y debe ser eficaz, pero debe tener también un coste social que disuada de aventuras. Hay que defender al tonto del pueblo, pero no tanto como para que el tonto del pueblo queramos serlo todos.

Propongo.

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Acerca de Ladríllez

Javier Pérez Fernández (Zamora, 1970) Director durante 10 años de la revista universitaria dela Universidad de León, ha participado en casi todos los foros asociativos y juveniles de la ciudad. Escribe desde los 14 años en periódicos y revistas, especialmente Bedunia, como satírico, y en el diarioLA CRÓNICA-EL MUNDO, donde realizó un suplemento dominical sobre historia militar leonesa. Profesionalmente, se especializó en marketing y economía agraria. Trabaja como comercial de publicidad para medios de comunicación y dirige una casa de turismo rural en la montaña leonesa. En cuanto a trayectoria literaria, empezó por el verso satírico, estudió métrica y composición clásica y es autor de más de mil poemas, aunque jamás se consideró poeta. Más constante ha sido su dedicación al columnismo de prensa, medio en el que ha publicado más de ochocientos artículos en los últimos veinte años. Como autor de relatos cortos, ha tratado de conciliar la temática escabrosa con el estilo irónico, lo que le ha valido más reconocimientos que amistades. En total tiene escritos más de doscientos relatos y ha recibido casi una veintena de premios en este campo. Pero el género donde considera que mejor se desenvuelve es el de la novela. Escribió su primera obra de más de doscientas páginas a los dieciocho años, aunque afirma que sólo permitiría su difusión bajo amenaza a punta de pistola. Desde entonces, ha escrito una enorme epopeya espacial de más de dos mil folios, y cinco novelas, una de las cuales,la Crin de Damocles, le valió el premio Azorín 2006. La espina de la amapola, Ed. Planeta 2008. El Gris. Ediciones B. 2010 -La crin de Damocles, Ed. Planeta 2006. Premio Azorín de novela. -Viento Divino. Caja Murcia. Instituto Castillo Puche. -Antología poética Antonia Pérez Alegre. Fundación Espejo 2005. -Apagar el sol. Ayuntamiento de Toledo. Premio narrativa femenina 2005 -Historias para catar. Tropo Editores 2007 -Diversas antologías y colecciones de cuentos.

10 pensamientos en “La hipoteca y el tonto del pueblo

  1. Anonimo

    Menos mal, alguien con dos dedos de frente. Saludos de un alquilado desde 2007, el cúal ha dejado de PERDER (no he ganado) mucho dinero. Pero mucho, mucho, mucho.

  2. Enryque

    Estado de acuerdo en casi todo, no entiendo porque te opones a una Ley que regule las hipotecas y si los políticos quieren llamarla Ley del desahucio porque esta de moda que lo hagan, pero se llame como se llame lo que esta claro es que no solo los usuarios se han beneficiado y que la Ley actual en vigor solo defiende a los bancos. Esta bien que paguen los aprovechados pero todos

  3. Mariano

    De acuerdo pero…, los tontos del pueblo en su mayoría no son profesionales de estos negocios (solo se compra una vivienda una sola vez), cosa que los constructores y los bancos si (estaban haciendo hipotecas todos los días). No me has convencido. La banca es la gran culpable en mi opinión de casi todos los males que están ocurriendo ahora. Dan asco con su codicia. Lastima no se ponga la gente de acuerdo para prender fuego a ciertos gobernantes y banqueros, ya que con casi seguridad son lo mismo.

    1. heathcliff

      Lo que dices me suena a paternalismo: como son tontos, los pobrecicos, hay que defenderlos de los que saben más que ellos.

      No hay democracia que se sostenga sobre semejante premisa.

    2. dabeman

      Claro, a los tontos que perdieron los protegemos. A los tontos que hicieron negocio comprando y vendiendo, les dejamos sus beneficios, y a los no tan tontos que calcularon bien los riesgos y no se metieron donde no podían, les hacemos pagar la factura ( via impuestos) de los tontos a los que quieres proteger.

      Mi premisa es más simple: SI NO SABES DONDE TE METES NO TIENES EXCUSA, LAS CONSECUENCIA PAGALAS TU.

  4. Miguel

    Pues a mi me llamaban tonto por no comprar, y ahora me llaman cabrón por no empatizarme con los desahucios

  5. Mariano

    Vaya…., parece que los arboles no os dejan ver el bosque. Parece ser que la última moda que aparece en todos los foros es “la culpa la tiene el que no lee la letra pequeña”, desviando la atención de la verdadera razón de este caos humano que estamos viviendo. Y digo caos humano porque lo que hay detrás son verdaderas desgracias humanas ¿encima les vamos a machacar? ¿es que somos todos tan inteligentes no nos juega una mala pasada la vida?. Os voy a aclarar porqué estoy tan en contra de los bancos y de toda esa panda de buitres leonados que no son otra cosa que escoria. Por supuesto que hay personas de a pie que se han lucrado comprando una propiedad, vendiéndola al poco tiempo (todo esto ha pillado a muchos en calzoncillos). Ni que decir tiene que han habido empresarios de la construcción que se han forrado con todo esto (lógicamente existe el lado contrario, es decir, arruinados absolutamente por no saber gestionar a tiempo esta burbuja). Ahora bien, existe un factor común en medio de ambos lucros/desgracias, y esto son los bancos, quienes se han aprovechado de los hipotecados y empresarios (¿sabéis lo que es la usura o descuento comercial verdad?) para sacar provecho de ambas situaciones. ¿Que hacen los políticos?… pues ayudar a los bancos, por lo que parece que son la misma mierda. Señores, no sean tan ciegos y miren mas allá de todos estos juegos de despistes, por que hay muchas personas que lo están pasando mal y no todo se simplifica con “que se jodan”.

    1. Víctor

      ¿Por qué llegaron los desahucios? ¿Por qué se rescata a los bancos?

      Aquí, en España, se encontró una fórmula muy buena para que todo se creyera que ibamos ¡MUY BIEN!

      “No saquemos fruto de la tierra, pongamos plantones de cemento sobre ella”: Bancos, Ayuntamientos, liberados; fincas rústicas o no urbanizables; Trabajadores cualificados, medianamente cualificados y sin cualificar: todos a un mismo sector; fondos europeos; vivienda segunda residencia, potenciación del consumo de coches, etc. Ya tenemos el cuadro para potenciar la riqueza nacional. Ahora solo es necesario que los consumidores entren al juego; será fácil hacerlo porque se les estimulará para conseguirlo; y así… Gobiernos, Medios de Comunicación, Financieras, entre otros, nos lo servirán en bandeja para la alienación asumida sin conciencia de que es pura alienación.

      Los Bancos, compinchados con títeres de la construcción: promotores y constructores, ponen la ruleta a trabajar: 1º Hay que conseguir que la Administración entre al trapo; vaya si entró: Recalificaciones a tutiplén de terrenos en los mejores sitios, y en los peores también, saliendo beneficiados los parientes, amigos y los sobornadores, con dichas recalificaciones. Los Ayuntamientos se frotaban las manos: más liberados cobrando por no hacer nada; la caja aumentaba con las tasas e impuestos sobre la plusvalía de los terrenos más las licencias para construir; también se hacía caja porque habría que abonar el IBI, etc. (Y la Administración Central y Autonómica se ahorraban el tener que enviar transferencias para que los Ayuntamientos pudieran hacer frente a los servicios que contempla la Ley).

      Había menos paro. Los bancos, promotores, constructores, titulares de terrenos (que daban más gastos que beneficios), que con solo cambiar de color en el PGOU ya se forraban muchos especuladores…

      Pero claro, nos dedicamos a muy pocas cosas; llegó la saturación del plantón cementil y ahora todo son problemas: La gente a la ruina; las fortunas amasadas con robos y engaños, en los paraísos fiscales; los bancos sin perra y el pobre pueblo, ingenuo y mal instruido, a sufrir las consecuencias; aguantar a los mismos golfos y a trabajar por una miseria; perder los derechos conquistados, y encima de cornudos, paleados ¿Quiénes van a pagar esos rescates de la golferia? Los mismos: los millones de alienados y engañados de esta España de pandereta.

      1. Lolo

        Pues tienes razón.

        Si se hubiera sido algo coherente y se hubiera invertido ese dinero en mejorar la infraestructura económica del país, la cosa no estaría tan mal. Como no ha sido así pues nos tendremos que joder con lo que tenemos e intentar explotarlo al máximo: turismo y 2 o 3 focos industriales por ahí dispersos …así como coño vamos a crear riqueza.

        Pero no pasa nada, dentro de poco llegará otro salvapatria prometiendo que con su sola presencia y esencia cambiará el panorama y el supuesto pueblo apaleado y escarmentado lo votará….¿cuántos palos más hacen falta?

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