Ya que hablamos muchas veces de los sistemas económicos y no todo el mundo conoce las ideas alternativas, o los problemas que estos sistemas plantean, voy a tratar de hacer un recorrido por las distintas posibilidades de organización económica.
En primer lugar, y valga para todos los artículos que escriba a este respecto, quiero dejar muy claro que sobre este tema hay verdaderas montañas enciclopédicas, y que tratar de resumir en unas pocas líneas lo que requiere un libro entero conduce infaliblemente a graves inexactitudes, por lo que pido disculpas de antemano. Aún así, creo que puede valer la pena.
El capitalismo es un sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción. El Estado se limita a regular las condiciones mínimas en que se realizan las transacciones económicas que, por lo demás, pueden contratarse en libertad.
Los pilares en que se apoya son el imperio de la ley o Estado de Derecho y la libertad de los agentes económicos para buscar su propio beneficio y las mejores condiciones para obtenerlo. En el capitalismo, la retribución del capital es el beneficio y la retribución del trabajo es el salario. El Estado cobra un impuesto sobre ambos para sufragar los gastos comunes, aunque también es posible el capitalismo sin Estado, como se demostró en las civilizaciones de la antigüedad.
La principal ley que regula la producción y precios de los bienes y servicios es la oferta y la demanda. Cuanto más abundante es un bien, más fácil es de conseguir y por tanto, más barato. Esta idea afecta también al dinero, cuyo precio es el tipo de interés, y la mano de obra, cuyo precio es el salario. Según el sistema capitalista, cualquier norma externa que afecte al equilibrio de oferta y demanda tiene un coste en eficiencia, y alguien estará pagando o cobrando lo que no debe a cambio de lo que tiene.
El capitalismo se debilita cuando se debilita el imperio de la ley y cuando se reduce la libertad. Por eso suele confundirse a menudo capitalismo con liberalismo, porque la libertad es la esencia más profunda del capitalismo. Cada uno puede hacer con lo suyo lo que quiera y para ello es preciso que no existan fuerzas exteriores que puedan coartar esa libertad; especialmente no deben existir fuerzas militares que impongan el poder de las armas a la fuerza del mercado.
El capitalismo fue un gran avance puesto que suponía que las relaciones humanas se verían reguladas por el comercio en vez de por las armas.
Por supuesto, han existido corrupciones y variaciones de todo tipo sobre este modelo, pero la esencia es la que he contado.
En otra entrada detallaré los problemas principales del capitalismo, porque los tiene, y son graves.
Alargarse demasiado en un solo día no tiene sentido.
Hoy sólo me queda una pregunta: ¿hasta qué punto creéis que vivimos realmente en un sistema capitalisa?
Gracias de antemano por vuestras respuestas.
P.D: El Euribor ha cerrado el mes al 1,231 %. Nueva bajada, así que felicitaciones a todos los hipotecados.