Archivo por meses: marzo 2015

0,212%, el nuevo valor del euribor de marzo de 2.015

Euribor Los datos del euribor de marzo situan su media en 0,212%. Este valor medio es el considerado valor mensual del euribor, y es este valor, el índice que se toma de referencia para la mayoría de hipotecas en España.

Ya es el enesimo mes consecutivo en que el euribor baja.

Esto supone un descenso mensual de 0,043 puntos respecto al mes de febrero. Respecto al mismo mes del año pasado la diferencia del valor del euribor es de 0,365 puntos menos

Los hipotecados que les toque revisión referenciado con el euribor de este mes, comprobarán como sus cuotas mensuales bajaran. Por ejemplo, una hipoteca de 180.000 euros, con un diferencial del 1,5% y con un plazo de 25 años, se ahorrará hasta 384 euros más al año, ya que al mensualmente se decrementará la cuota en 32 euros

A quien le toque la revisión hipotecaria en marzo puede utilizar nuestro simulador para calcular cuanto le bajará la cuota pulsando en el siguiente enlace:

Calcula revisión Hipoteca

El problema de dónde meter la pasta (el que la tenga)

Plantación de cacahuetes: una salida siempre disponible y a todas luces original..

Plantación de cacahuetes: una salida siempre disponible y a todas luces original..

La hipoteca fue durante muchos años el recurso inversor más socorrido: cogías poco a poco tu dinero, pagabas unas cuotas, y mientras tanto te ibas haciendo un capital para el futuro o alquilando la vivienda, con lo que el inquilino tenía dónde vivir y el capitalista, hipotecado, conseguía una rentabilidad par su dinero.

Ese mecanismo dio lugar a un montón de artículos en los inicios de esta web. ¿Os acordais de cuándo hablábamos de la hipoteca inversa? ¿Os acordáis de todo lo que escribimos sobre los ancianos que dejaban su casa a una institución a cambio de un complemento de su pensión o algún chollo similar?

Pues bueno: todo eso se ha ido a la porra. Y con ello el sistema económico y de inversiones que lo sustentaba, con su propia mecánica de cajas de ahorros, políticos que concedían permisos y constructores que cosechaban el beneficio.

Resultó que los pisos sí que podían bajar. Y bajaron a lo bestia, y se quedaron en nada, en el balance de los bancos y en la percepción de riqueza de los ahorradores

Resultó que comprar para alquilar y hacerse un capital podía ser una ruina de proporciones faraónicas.

Resultó que lo que era tu capital para el futuro se convertía en el lastre para el presente.

Y entonces llegó la gran pregunta: ¿en qué se puede invertir? Y la respuesta es difícil, porque mientras los bancos centrales presten el dinero al cero por ciento,, ¿porqué le iba a interesar al banco nuestro dinero en vez del de Bruselas?

Así es como llega la hora de buscar algo que deje aunque sea una migajas, y ahí aparecen de nuevo las burbujas y el riesgo. Tan feo, tan feo, que en algunos sitios, hasta las hipotecas resucitan porque el ladrill0 parece una buena opción…

Apañados estamos…

Y de momento, la hipoteca sigue, también como parábola

Los primeros de una larga lista

Los primeros de una larga lista

No es normal que dedique yo estas líneas a temas políticos, pero hoy voy a hacer una excepción, aprovechando que estamos en año con múltiples elecciones y que el domingo se celebraron las andaluzas, que quisieron ser primeras y lo consiguieron pro aquello de que aquí, como en la granja de Orwell, todos somos iguales, pero unos más iguales que otros..

¿Y por qué me parecen a mi tan importantes estas elecciones, al fin y al cabo? porque dicen más de nuestra sociología y de lo que hay detrás del telón de lo que muchos interpretan.

Dicen, por ejemplo, que en España se pueden gobernar treinta y siete años, y quitarle el récord a Franco, sin que a nadie le suene rara la cosa. No juzgo aquí la legitimidad de las elecciones ni la decisión de los ciudadanos, pero no me negaréis que la cosa da para pensar un rato, y más en un blog en el que siempre hablamos de que tomar una decisión a treinta años, como una hipoteca, es un riesgo demasiado elevado.

Dicen también estas elecciones que los sociólogos del PP viven en una burbuja de cristal, y que su ilusión de que a la gente se le pase el cabreo a fuerza de repartir los mismos sueldos entre más gente no se les va a arreglar ni de cachondeo. Si Rajoy esperaba que su partido aguantase el embate, ha visto que el batacazo que se ha dado cotiza por todo lo alto, y más que cotizará si lo fían todo a la economía y la recuperación y nada la política.

Dicen también que el ser catalán ya no es una cosa que suene tan desagradable en el sur, y así lo muestran los Ciudadanos de Albert Ribera, y que con tal de acabar con los de siempre hay mucha gente dispuesta a acabar también con los prejuicios de siempre.  Este punto sería esperanzados para una tierra como Andalucía si no fuese por el punto primero…

Dicen también que el fenómeno emergente de Podemos se comió al fenómeno declinante de Izquierda Unida, pero sin conseguir, ni juntos ni por separado, salir de la puñetera irrelevancia, esa a la que conduce ganarlo todo y que no te sirva de nada. La cuestión será ver si avanzan en otros lugares, pero de momento no han podido vencer a la “casta” ni de lejos.

¿Y cual es la suma de tanta sociología?

Estabilidad. O calma. O aguas estancadas.

A esos juicios ya no llego.

Yo tenía una hipoteca que se llamaba Asunción

Los bancos también están muy cachas...

Estamos todos como toros…

Y es que a veces ya hay que tirar del folclore, y dentro de éste, de la rama más popular, al menos por aquí, por estas tierras del Norte.

El caso es que estos días hemos estado hablando de la bajada de los tipos de interés, de la práctica desaparición de las cláusulas suelos y también de los grandes dolores que sufren los hipotecados en monedas exteriores. ¿Pero qué sucede, en resumen? Sucede que las hipotecas se siguen concediendo con cuentagotas por mucho que la recuperación, la supuesta recuperación, se vaya consolidando.

¿Y a qué se debe eso?

Los bancos dicen que no hay demanda solvente, lo que viene a significar que piden el dinero aquellos a los que les hace falta en vez de pedirlo aquellos que lo tienen de sobra, como quisieran seguramente los bancos.

¿Y a qué más?

Pues a que la sabiduría popular, esa de la copla y el cachondeo que ha dado lugar al título de este artículo, ha decidido que no se cree una palabra de la mejoría. La sabiduría popular ve que eso que se lleva siglos pidiendo, que es el reparto del trabajo, se está produciendo. Y no es bonito.  Porque resulta que donde había un buen salario y un trabajo a tiempo completo, ahora hay dos salarios de mierda y dos trabajos sin derechos a tiempo parcial. ¿Queríais reparto social? pues hale, a disfrutarlo.

La sabiduría popular no se cree nada porque según los grandes números macroeconómicos todo va bien, todo mejora, y todo lleva buen camino. Pero coñe: resulta que esos mismos números son los que dicen que Mario Draghi imprime dinero como si no hubiese mañana y que el tipo de interés, Euribor incluido, está al cero pro ciento. ¿Qué pasa aquí? ¿que el abuelo está cada día mejor, le can a dar el alta mañana, pero hoy le trasplantan el hígado y le operan a corazón abierto? A eso suena.

Por eso las hipotecas están como cabras. Por eso no acaban de convertirse en el viejo producto sensato y razonable que antaño fueron.

Por cierto, y para acabar de rematarla, dicen que vuelven los créditos rápidos en Milcreditosrapìdos.com . La gran epopeya en la que vuelven los minicréditos.

La cabra, la cabra, etc. etc…

Mitad de marzo de 2.015: Euribor al 0,221%

Euribor Los datos de los días que llevamos del mes de marzo situan de momento la media del euribor en 0,221%. Veremos al final de marzo que valor alcanza el euribor, pero ya podemos ir haciendo cábalas de su tendencia.

Si esta tendencia bajista sigue hasta el final de mes el euribor sumaría así su enesimo mes consecutivo de bajada.

El año pasado cerró con un valor de 0,577% en marzo, lo cual supondría, de cerrar así, una diferencia de 0,356 puntos menos

¿Qué pasará con la Hipoteca de cerrar el euribor asi? Una hipoteca por un importe medio de 120.000 euros, un diferencial del 1% y un plazo de amortización de 20 años, tendría hasta ahora una cuota mensual de 584 euros, que al revisarse obtendría una reducción de casi 20 euros al mes.

El IPC sube un 0,2% en febrero

Euribor El IPC se situa en -1,1% después de que este mes de febrero los precios subieran un 0,2 respecto al mes anterior de enero.

Transporte, la subida más notable

El alza mensual de febrero se ha debido sobre todo, a la subida en el grupo de Transporte en un 2,2% y al grupo de Bebidas alcohólicas y tabaco, que registró un alza mensual del 0,7%.

Por rúbricas, destacan las subidas mensuales de Legumbres y hortalizas frescas (10,5%), Transporte personal (2,3%), Servicios para el hogar (1,1%), Aceites y grasas (1%), Tabaco (0,8%) y Turismo y hostelería (0,4%).

En términos interanuales, los productos que más incrementaron los precios corresponden a Legumbres y hortalizas frescas (11,6%), Carne de ovino (7,2%), Tabaco (2,3%), Servicios médicos y similares (2%), Frutas en conserva y frutos secos (1,6%) y Frutas frescas (1,6%).

Pero baja Vestido y calzado

Por otro lado, protagonizan los descensos mensuales Electricidad, gas y otros combustibles (-3,1%), Vestido (-1,7%), Calzado y sus reparaciones (-1,6%), Servicios de transporte (-1%), Equipos y soportes audiovisuales, fotográficos e informáticos (-0,3%) y Artículos textiles para el hogar (-0,2%).

Por rúbricas, los descensos mensuales más pronunciados de precios correspondieron a Pescado fresco y congelado (-3,4%), Calefacción, alumbrado y distribución de agua (-2,6%), Calzado de hombre (-2,3%), Complementos y reparaciones de prendas de vestir (-2%), Transporte público interurbano (-2%) y Prendas de vestir de niño y bebé (-1,9%).

Anualmente el abaratamiento lo encabeza Azúcar (-18,7%), Patatas y sus preparados (-12,2%), Transporte personal (-5,4%), Comunicaciones (-4,7%), Objetos recreativos (-4,4%) y Calefacción, alumbrado y distribución de agua (-3,8%).

Por comunidades autónomas, quince de ellas elevaron sus precios en febrero respecto a enero. A la cabeza de esta lista estaría Andalucía (0,3%), La Rioja (0,3%), Murcia (0,3%) y Madrid (0,3%).

El IPC en las comunidades autónomas quedaría asi:

Autonomía Variación mensual Variación anual
Andalucía 0,3% -1,1%
La Rioja 0,3% -0,9%
Murcia 0,3% -1,2%
Madrid 0,3% -0,9%
Com. Valenciana 0,3% -1%
Navarra 0,2% -1,2%
Asturias 0,2% -1,2%
Euskadi 0,2% -0,8%
Extremadura 0,2% -1,3%
Aragón 0,2% -1,4%
Cataluña 0,2% -0,8%
Castilla La Mancha 0,2% -1,6%
Galicia 0,1% -1,2%
Castilla y León 0,1% -1,6%
Islas Baleares 0,1% -0,9%
Cantabria -0,1% -1,5%
Canarias -0,1% -1,5%
Ceuta -0,3% -1,1%
Melilla -0,5% -1%

Por su parte la inflación subyacente, que no incluye los precios de los productos energéticos ni de los alimentos elaborados, elevó anualmente hasta situarse en 0,2%.

Pulsa en Evolución del IPC para ver todo el historial del IPC

¿Pero de quién son las hipotecas?

El laberinto se complica

El laberinto se complica

Todos lo sabemos: hace años que dejamos de ver las cosas claras y meta uno las narices donde las mete, al final sólo hay embrollos, líos, y platos de espagueti de leyes, costumbres, informes y documentos.

El mundo de la hipoteca no es una excepción, por supuesto, y aunque se está hablando de ello en voz muy baja, por aquello de no hacer saltar la liebre y que se arme la marimorena, lo cierto es que no está muy claro de quién son las hipotecas, de quién los avales, y quién tiene capacidad jurídica para reclamar un impago.

Ya lo comentamos por encima un día, y hoy vamos a ver el caso de los avalistas.

Un paisano cualquiera recibe un dinero para comprar una vivienda y firma la correspondiente hipoteca. Aunque el banco titulice esa hipotecas (la convierta en bonos, pro ejemplo) y venda esos títulos, parece que el banco puede seguir reclamando el pago de las cuotas aún a pesar de no ser ya el propietario último de la deuda. Esto es así, o dicen que es así, porque al titulizar la hipoteca y venderla el banco se comprometió a seguir cumpliendo su papel de mediador entre quien firmó el contrato y los poseedores últimos de las deuda, que ahora son los bonistas. ¿Es esto lógico? Nadie lo tiene claro.

Está claro, sí, que el hipotecado mantiene la deuda, pero no tanto quién tiene derecho u obligación de reclamársela.

¿Y con los avalistas? Con los avalistas pasa aún algo más grave. Si el avalista sostiene la deuda y la deuda ha sido transmitida a terceros, ¿quién puede ejecutar el aval? ¿El titular original de la deuda, que era el banco,  o el nuevo titular que es el bonista? Porque resulta que al vender el banco la deuda, pero no el aval, vendió una deuda sin aval, por lo que esa deuda deja ahora de estar respaldada y es una deuda con riesgo.

¿Aparece en los contratos la titulización de las hipotecas? Sí, aunque de manera dudosa. ¿pero se han titulizado alguna vez los avales? Nunca, que se sepa. Entonces, al no existir titulización de avales, los avales no se han transmitidos a los bonistas, con lo que los avalistas podrían ahora negarse a responder ante terceros.

Añadidle a eso que cuando las hipotecas se convierten en bonos se convierten por paquetes, pero no nominalmente, con lo que nadie sabe si su bono contiene hipotecas de Juan, de Manolo o de Chindasvinto: sólo su importe.

¿A que es un embrollo curioso?

 

La hipoteca y la vivienda social

En esta época se construían bloques y barrios enteros de vivienda social, pero era otra cosa...

En esta época se construían bloques y barrios enteros de vivienda social, pero era otra cosa…

En el tema de la vivienda se mezcla muy frecuentemente lo económico y lo social y seguramente por eso las controversias son tan enconadas. Como toda acción o falta de ella genera un juego de incentivos, antes de tomar una medida hay que preguntarse qué incentivos se generarán con ella, quienes serán los beneficiarios y quienes los damnificados. Sólo así es posible un análisis serio.

Ese, me temo, es el camino que ha llevado la negativa del ministerio de economía a aceptar la solicitud de la defensora del pueblo de incluir viviendas del Sareb en el fondo de viviendas de uso social.

La cuestión, en principio, parecía simple: el Estado se había hecho con un importante parque de viviendas procedente de los rescates bancarios y la defensora del pueblo proponía que esas viviendas, o parte de ellas, entraran en la bolsa de viviendas susceptibles de ser asignadas para uso social.

La respuesta nos e hizo esperar, y por partida doble:

El ministerio de economía Dijo que Sareb “no está configurada como un instrumento de política social de vivienda, sino de política financiera” y el  ministerio de fomento contestó que “no le corresponde instar a la Sareb para que actúe en un determinado sentido, y que apoya plenamente el criterio de economía”

O sea, y resumiendo: que no estamos aquí para hacer favores, sino para convertir en dinero esas viviendas.

¿Es un tema económico? Seguramente, pero no sólo eso. Porque, ¿qué pensarían los demás inquilinos del inmueble, que siguen pagando su hipoteca, si uno, dos o tres vecinos del mismo bloque, recibieran gratis su casa o en unas condiciones mucho más ventajosas que las suyas? ¿qué clase de conflicto social se desataría si en un mismo inmueble hubiese gente que paga y gente que no?

La vivienda social es posible y necesaria, pero de manera homogénea, en lugares concreto o edificios determinados, donde no salte tan vulgarmente a la vista la diferencia entre unos vecinos y otros. Cualquier intento de obrar de otro modo resulta siempre en conflictos, enfrentamientos, y gente buscando puertas traseras para beneficiarse de lo mismo que otros están ya recibiendo.

No me cabe duda de que la vivienda social es necesaria, pero si no se ofrece de manera extremadamente cuidadosa, puede ser un impulso a la economía sumergida de proporciones difícilmente asumibles.

Cuando la gente tiene incentivos para dejar de pagar su hipoteca en vez de tenerlos para pagarla, mal asunto…