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La preocupación de todos

Pues no sé...

Pues no sé…

No es lo que suelo hacer habitualmente, pero como en este caso resulta que el comentario de un lector yu mis propias inquietudes van en la misma dirección, me animo a comentar el asunto y someterlo al juicio, o la reflexión de todos.

Decía Dabeman lo siguiente en un comentario ( su texto va en cursiva):

– El principal factor de este euríbor tan bajo es la desmedida liquidez que el BCE está soltando a bancos para que la traspasen a gobiernos que la consumen en mantener sus estructuras ineficientes e improductivas.

Pues yo creo que no exactamente. Si miramos la evolución del Euríbor, creo que podemos ver que su descenso es muy anterior a la ronda de Quantittive Easing decretada por Draghi. O dicho de otro modo, sí se trata de liquidez inducida, pero no directamente, sino cargándose prácticamente el mercado interbancario, pues a nadie le interesa ir a pedir dinero a otro banco cuando se lo puede pedir prestado al propio banco emisor a precios ridículos. La principal consecuencia de esto es que a los bancos tampoco les interesa una puñeta el dinero de los ahorradores, pues nuestra cuenta corriente ya no es ni mucho menos un factor clave para sus operaciones. Y lo que es peor: tampoco les interesa gran cosa arriesgar su dinero en hipotecas, porque la gran jugada está en pedir prestado al BCE para luego prestar ese dinero a los gobiernos a través de la deuda pública con un diferencial importante.

Es un juego siniestro: el BCE presta a los bancos para que luego estos lo inviertan en deuda pública que acaba en manos del BCE en forma de garantías. No sé lo que opinará Dabeman sobre esto (espero leerlo), pero tengo la impresión de que alguien está hinchando una enorme burbuja sin ningún respaldo real… Ni siquiera tulipanes, vaya…

– Ante tal situación de liquidez la subida de inflación debería ser acorde a la laxitud del BCE, pero eso no ocurre porque 1/ la demanda sigue muy contraida y 2/ la liquidez del BCE no llega a los ciudadanos (se la quedan los gobiernos).

Estamos de nuevo ante el punto anterior, quizás porque la crisis no es de liquidez, sino de demanda. Sé que es un ejemplo tonto, pero ¿cuántos puentes más se vana construir por mucho que baje el hierro? ¿Cuántas hogazas más vamos a comer por mucho que baje el pan? En cambio, los Gobiernos, tienen un apetito desmedido de crédito para sostener sus estructuras, unas estructuras que cada día se desvelan más extractivas. De todos modos, la liquidez no puede llegar a los ciudadanos si lo que estos ciudadanos producen no aporta riqueza real. Es importante recordar que está tirado crear empleo (barrer la raya blanca de las autopistas), pero lo difícil es generar riqueza…

– la política tan laxa de liquidez del BCE no puede extenderse indefinidamente. Si lo hace, la devaluación del € sería un problemón, entre otros porque nuestra balanza de importación energética es deficitaria. Si no lo hace y corta la liquidez antes de una reactivación sólida de la demanda (que no se observa ni de lejos) la subida del euríbor está garantizada con la consecuente leche que se llevarán los hipotecados.

La gran pregunta que algunos se hacen es ¿por qué esa política no puede extenderse indefinidamente? Si inyectando dinero a espuertas estamos en deflación (-0,4% IPC agosto) y todo el mundo se halla en medio de una descomunal guerra de divisas, ¿quién será el primero que deje de bailar? No hay inflación alguna, ni devaluación posible cuando unas monedas fluctúan frente a otras que están haciendo lo mismo. Lo único que hay es una enorme burbuja de activos, especialmente financieros, con unas bolsas de valores enormemente sobrevaloradas. El primero que grite que el rey está desnudo se meterá un batacazo de impresión, con lo que todos tienen maravillosos incentivos para seguir callados y bailando en torno a las sillas.

El problema de los hipotecados es ese precisamente: que no hay inflación, que reduciría anualmente el valor de sus deudas, sino todo lo contrario. Y esa es una piedra dura de roer.

En definitiva, que esto parece una bomba de relojería y la posición del BCE una escena de Misión Imposible en la que hay que cortar el cable adecuado en el momento justo si no quiere volar por los aires.

Lo malo, respondo aquí, es que antes de que lleguen los artificieros puede suceder cualquier accidente…

¿Cómo afectan las medidas del BCE al mercado hipotecario?

La torre oscura

La torre oscura

Hoy me voy a poner estupendo nada más comenzar, así que os ruego me perdonéis. Aquí os va un párrafo en inglés:

Counterparties that have borrowed under the TLTROs and whose net lending to the euro area non-financial private sector, excluding loans to households for house purchase, in the period from 1 May 2014 to 30 April 2016 is below the benchmark will be required to pay back borrowings in September 2016.

Y esto es sólo el aperitivo, porque la gran pregunta es cómo va a afectar a nuestras hipotecas y nuestros bolsillos la batería de medidas que acaba de publicar el Banco Central Europeo.

Como ya sabréis la mayoría, se trata de bajar los tipos oficiales de interés a un ridículo 0,15% y de colocar el tipo de interés interbancario en números negativos, exactamente al -0,10%, lo que significa que los bancos tendrán que pagar, en vez de cobrar, por dejar su efectivo en las arcas de Frankfurt. Para nuestras hipotecas, por término medio, esto supondrá un ahorro de 60 € al año, lo que no es casia apreciable, pero los defectos no se detienen ahí.

¿Cual es la intención de Mario Draghi? En principio hacer que circule el crédito, obligando a los bancos a prestar el dinero en vez de guardarlo bajo el colchón.. Si a esto le añadimos la inyección de liquidez de 400.000 millones de euros, debería empezar a verse el dinero en la calle.

Pero creo que no será tal, y por eso empecé con el párrafo en inglés. Lo que ese párrafo viene a decir es que los bancos pueden financiar cualquier cosa, menos operaciones inmobiliarias e hipotecas de particulares, con lo que el mercado de la vivienda seguirá doblemente estancado. En cuanto al dinero que se introduce, es más probable que dé lugar a nuevas burbujas financieras que a verdadero crédito, ya que lo que realmente falta es lo que los banqueros llaman demanda solvente.

En el fondo, estas medidas parecen encaminadas a evitar un estrangulamiento financiero o una profundización en la bajada generalizada de preci0s, pero no en una verdadera revitalización de la economía real. Si el Euro se devalúa o no para favorecer la competitividad ya se verá, pero lo que está claro es que no se va a facilitar el despegue del sector inmobiliario, especialmente en los países del sur.

O dicho de otro modo y para que nos entendamos: si de veras estuviésemos mejorando, ¿creéis que serían necesarias unas medidas de choque tan duras?

Nos estamos curando, pero nos llevan a la UVI.

Suena raro. No sé yo…

 

Y bajaron los tipo de interés (tralará)

Gráfico de Idealista.com sobre los tipos oficiales de interés.

Gráfico de Idealista.com sobre los tipos oficiales de interés.

No dudo que hablo de una noticia que ya conocemos todos: el Banco Central Europeo ha situado el precio oficial del dinero en el 0,25%, bajando por sorpresa los tipos.

Al principio, se desató la fiesta y todas las bolsas europeas subieron con fuerza celebrando la nueva llegada de dinero que se esperaba con esta medida. Recuerdo que en ese momento estaba yo haciendo algunas cosas por casa y me pregunté pro qué puñetas se alegraban tanto los mercados por una cosa así, que a mí me parecía bastante negativa. Lo comenté en voz alta y me dijeron que para eso estaban los expertos. O sea, que me tocó encogerme de hombros.

Dos horas después, la noticia era que los mercados se habían dado la vuelta y caían por fuerza, una vez que los analistas habían tenido tiempo de contemplar el alcance de la medida. y sí, me cubrí de gloria con la frase “eso ya os lo dije yo hace dos horas”. Es raro, pero a veces tiene uno estas pequeñas satisfacciones.

¿Tenía yo una bola de cristal? Ni de broma.

Lo que tenía, y tengo, es el convencimiento de que una baja de tipos de interés  cuando ya están por los suelos anuncia que el BCE teme más a la deflación que a la inflación. Lo que significa este abaratamiento del precio del dinero hasta la barrera casi definitiva es que hay que pisar el acelerador monetario hasta donde se pueda, porque el enfermo está en una fase tan terminal que ya da igual si es prudente o no lo que se hace: lo único que importa es que sobreviva.

La baja de los tipos de interés responde a la caída general de precios, con IPC negativos en diversos países.

La bajada de los tipos de interés responde a la caída general de los ingresos, con menos actividad y peores sueldos para los que han tenido la suerte de encontrar un trabajo,

La baja de los tipos de interés es un esfuerzo desesperado pro responder al problema que mencionaba en mi anterior artículo: el aumento desaforado de la morosidad.

Y sí, es cierto que el que tenga una hipoteca se va a ahorrar unos euros, pero el que no la tenga que se olvide de pedirla, porque ahora es aún más rentable la deuda pública y menos el préstamo a particulares y Pymes.

No digo que estemos en deflación, pero esta clase de medidas proclaman que si no la tenemos, la tememos.

No es una buena noticia, de veras, pro mucho que nuestra vieja mentalidad, nos invite a pensar lo contrario.

¿Dinero al 0,25%?

La vaca que no da leche, sino dinero

La vaca que no da leche, sino dinero

¿Te imaginas el dinero al 0,25%? Pues puede que estemos más cerca de ese escenario de lo que nos pensamos a juzgar por las palabras de Mario Draghi tras la reunión del mes de julio del Banco Central Europeo, y el análisis que acaba de publicar la sección de estudios de Bankinter, en función del cuál prevén que el tipo de interés quedará fijado en un cuarto de punto antes de final de año.

¿Qué repercusión tendrá ello en los ciudadanos?

La más evidente es que el dinero seguirá estando barato y, por tanto, el Euríbor por los suelos. Bankinter considera que el indicador no superará el 1% ni este año 2013 ni el próximo año 2014, y presenta dudas de que lo vaya a hacer durante el año 2015, lo que supone un auténtico alivio para las familias hipotecadas.

El problema es que los nuevos créditos hipotecarios no se están beneficiando de esta opción porque las entidades financieras están inflando los intereses que cobran con los diferenciales que aplican, con lo que ellos siguen ganando las mismas cantidades.

¿Cuál es el problema de estos diferenciales?

De lo que nadie, o poca gente, se está dando cuenta es de que nos estamos acercando a una nueva catástrofe sin solución de continuidad. Tan pronto como la economía empiece a mejorar y el tipo de interés de la zona Euro crezca, nos encontraremos con un Euríbor más elevado.

¿Qué pasará cuando se apliquen los diferenciales de 4-5 puntos sobre un Euríbor normal de 2,5-3%?

El desastre más absoluto, ya que la inmensa mayoría de las familias españolas no podrán pagar sus créditos y estaremos abocados de nuevo a una crisis financiera, a un rescate,…, ¿te suena de algo?

En definitiva, parece que no aprendemos de nuestros errores y que seguimos cayendo en ellos como si no nos importara. Estamos intentando salir de una crisis financiera poniendo los cimientos para otra nueva, al igual que salimos de la crisis de los 90 poniendo los cimientos de la burbuja inmobiliaria, es decir, fabricando la crisis que ahora nos asola.

Pero uno se pregunta, ¿entonces para qué están los que nos gobiernan? ¿No te has preguntado eso alguna vez?

Draghi vuelve a descolocar a todo el mundo

Mario, el poderoso

Mario, el poderoso

Está claro que si algo se le puede reconocer al presidente del BCE, Mario Draghi, es que nunca deja a nadie indiferente y que siempre ofrece una sorpresa en sus comparecencias, porque cuando nadie lo esperaba se ha despachado con una noticia de alcance que ha conseguido tranquilizar, dentro de lo posible, a los mercados.

En su comparecencia tras la reunión del Consejo de este primer jueves de julio anunció que el dinero en la zona Euro iba a seguir en valores bajos, al menos hasta que la recuperación comenzara a notar de una manera real y verdadera, hasta que ésta comenzara a llegar a la economía real, a la de verdad, a tu bolsillo y al mío.

Sin embargo, tampoco podemos empezar a celebrarlo, porque este dinero barato, que en principio nos debería de alegrar en realidad sólo sirve de manera retórica porque las entidades financieras se están preocupando de evitar que un dinero por los suelos les pueda perjudicar a su margen de beneficios.

Así, las nuevas hipotecas, que podrían beneficiarse de un Euríbor bajo y de la eliminación paulatina de la cláusula suelo, se encuentran con unos diferenciales realmente abusivos que hacen que al final las hipotecas sigan siendo caras. Unos diferenciales que ahora, con el Euríbor tan bajo, pueden ser asumibles pero que dejarán de serlo en cuanto el indicador empiece a dispararse de nuevo.

Los únicos beneficiados de esta medida serán las familias que ya cuenten con una hipoteca, porque se garantizarán que, al menos de momento, sus cuotas no subirán o incluso bajarán, en función de la cláusula suelo que puedan tener firmada en sus hipotecas. Con ello se consigue cierta estabilidad en el medio-largo plazo.

Pero volvemos a darnos de bruces con la misma realidad de siempre, y es que hasta que no se produzca una liberalización real del crédito para familias y pequeñas empresas la economía real no se podrá recuperar y seguiremos condenados a vagar por la recesión como almas en pena, recibiendo discursos de todo tipo que no hacen sino irritar más a la población que percibe que nadie mira por sus intereses.

Los bancos avalan con hipotecas

A la rica hipoteca, oiga

A la rica hipoteca, oiga

Una vez más se demuestra que el mundo real no tiene nada que ver con la banca, y viceversa. Las entidades financieras españolas viven en su propio universo paralelo y poco o nada quieren saber de lo que está pasando en el día a día de los ciudadanos, protegiéndose en la obtención de sus propios beneficios y apuntando a su propia recuperación.

Vamos por partes. En un escenario en el que las entidades financieras están siendo rescatadas de manera permanente por parte de los gobiernos europeos, éstas siguen dando beneficios a sus accionistas, menos que antes, es verdad, pero beneficios al fin y al cabo, y ahora resulta que se están aprovechando de sus clientes para obtener liquidez.

Te cuento, resulta que las entidades financieras están presentando las hipotecas privadas, la de las familias, como aval ante el BCE para obtener liquidez. Es decir, mientras que por un lado niegan las hipotecas por activa y por pasiva, y cuando las conceden lo hacen a tipos de interés claramente prohibitivos, por otro están presentando un activo claramente seguro ante las autoridades financieras europeas para obtener beneficio propio.

Y es que en un mundo en el que la morosidad no hace sino incrementarse de manera permanente encontrarse con un activo financiero con un 3,4% de morosidad (según el dato de septiembre de 2012, último disponible) es una bicoca que el BCE sabe apreciar y la banca española utilizar.

Sin embargo, los ciudadanos pedimos desde el pleno derecho que las autoridades españolas impongan un cierto nivel de exigencias a las entidades financieras para que todo el beneficio que obtienen de la buena voluntad de los ciudadanos, buena voluntad que tiene que ver con aceptar los abusos habituales que se están produciendo, sea revertido en la propia sociedad.

Por ejemplo, se debería de fijar por ley un máximo para los diferenciales que se aplican en las hipotecas, de manera que el tipo de interés que acabe por afectar al ciudadano hipotecado sea menor. De esta manera se facilitaría el acceso de los ciudadanos a la financiación hipotecaria, porque la baja morosidad de estos préstamos justificaría claramente unos diferenciales mucho menores.

El BCE revoluciona los mercados

¿Qué le costaba haberlo hecho antes?

¿Qué le costaba haberlo hecho antes?

Si había algo evidente que todos ya sabíamos era que los mercados no se mueven por realidades o por hechos, sino por intuiciones, expectativas y presunciones. Hasta ahora la intuición y la presunción hacía pensar que el Euro se vendría abajo por el excesivo lastre de países como Grecia, Portugal, España o Italia.

Sin embargo, bastó un breve discurso de Mario Dragui para hacernos ver el camino. Lo único que se necesitaba era una garantía por parte del BCE de que el Euro era la prioridad y de que haría todo lo necesario para protegerlo y evitar su caída, para que los mercados comprendieran que sus ataques especulativos no iban a ningún lado.

Pues bien, aquello que fue un ensayo, se ha materializado en el día de hoy, tras la reunión del Banco Central Europeo, Dragui ha presentado a los medios de comunicación las claves de su plan maestro para conseguir que los países europeos vuelvan a tomar aire para iniciar la senda de la recuperación.

Inmediatamente tras la rueda de prensa la prima de riesgo ha caído en 50 puntos, sin que se haya producido ningún hecho relevante. Draghi ha venido a poner sobre la mesa una línea de crédito para España y para los países en problemas para que puedan tirar de ella en momentos de dificultad.

Esta línea de crédito se materializaría a través de la compra ilimitada de bonos soberanos en el mercado secundario, algo que se le había venido reclamando al BCE desde los sectores más progresistas durante los últimos meses, de manera que con ello evitaría las especulaciones masivas que se han venido produciendo en estos últimos coletazos de la crisis.

Algunos expertos consideran que con esta línea de crédito abierta, a la que se puede optar con la única condición de que el país en cuestión pida el rescate a las autoridades financieras europeas, es más que probable que España no necesite ya nunca más el rescate, ya que la especulación empezará a mirar hacia otro lado en busca de rivales más débiles.

En definitiva, al final se ha producido lo que todos esperábamos, que el BCE comenzar a comprar bonos en el mercado secundario, y con ello parece que se atisba una pequeña luz al final del túnel.

Cuando Draghi abre la boca

El oráculo Draghi

El oráculo Draghi

No por demandadas y esperadas han sido menos sorpresivas las declaraciones de Mario Draghi, Presidente del Banco Central Europeo, que hoy en Londres ha anunciado que el organismo que preside estaría dispuesto a tomar cualquier medida necesaria para conseguir proteger la subsistencia del Euro, lo cuál ha significado un balón de oxígeno para las economías en dificultades, en particular la española y la italiana.

En concreto, Draghi ha venido a decir que el BCE tiene el mandato principal de conseguir que el Euro se mantenga estable y sin sobresaltos, dotando de certidumbre al mercado europeo, para lo cuál estaría dispuesto a protegerlo a través de la compra masiva de deuda en los mercado secundarios, algo de lo que hasta ahora no se había hablado, aunque sí había sido realizado por parte del BCE.

Una vez que Draghi pronunció estas palabras la prima de riesgo se desplomó en más de 50 puntos básicos, la rentabilidad del bono a diez años cayó de golpe y la bolsa empezó a subir como la espuma, demostrando que los inversores se mueven a impulsos y sobre los fundamentos de los rumores.

Habrá que ver hasta que punto está dispuesto de llegar Draghi, y su Consejo de Gobierno en la salvaguarda del Euro, o si no se trata más que de una estrategia de marketing para ir ganando tiempo ante los mercados, aunque la ortodoxia de Draghi hace pensar que si lo ha dicho es porque tiene pensado realmente optar por esta opción.

Con ello la economía real puede comenzar a respirar, y los ciudadanos podemos empezar a tomar aire, bajo el prisma de que, por fin, hay una buena noticia tras decenas y decenas de malas noticias que hemos venido recibiendo en los últimos meses, justamente desde que comenzara la crisis.

Una prima de riesgo a la baja y cierta confianza en la economía europea debería de significar, en el medio-largo plazo, una recuperación del crédito, aunque ya los principales bancos europeos se apresuraron a recordarnos que en el tercer trimestre del año no se puede esperar más que un endurecimiento de las condiciones del crédito.

El BCE cede a las presiones de toda Europa

bce

Sí, sí, parece que el Banco Central Europeo también es permeable a las presiones y en su reunión de esta mañana ha decidido rebajar el tipo de interés del dinero en la zona Euro en un cuarto de punto, dejándolo, por primera vez en la historia en el 0,75%, una gran noticia para todos los hipotecados en general, y para todos aquellos que quieran ir a pedir un préstamo.

Porque mientras que el Euríbor siga siendo la principal referencia para la fijación del tipo de interés sobre el que se va a constituir los préstamos, toda bajada del tipo oficial del dinero en la zona Euro repercutirá directamente sobre el interés que pagamos todos a las entidades financieras, ya que provocará una reducción del Euríbor.

Ahora, con un tipo en el 0,75% no sería descabellado pensar en un Euríbor en el 1%, algo histórico y que nunca creímos que podíamos llegar a ver, especialmente no hace unos cuatro años cuando el índice de referencia hipotecario se disparaba muy por encima del 4%.

Con esta reducción del tipo de interés del dinero el BCE demuestra su voluntad clara y meridiana de apoyar las políticas de crecimiento en las que se ha instaurado la Unión Europea, al menos últimamente, en favor de que se pueda producir una combinación entre el ahorro y la responsabilidad presupuestaria y un estímulo permanente a la generación de riqueza.

Hay incluso analistas financieros que augura nuevos descensos del tipo de interés para la zona Euro antes del final de año, con la posibilidad más que clara de que pudiéramos manejarnos en un entorno del 0,50% de tipo de interés, algo que llevaría al Euríbor a quedar por debajo del 1% a poco que se alargara este tipo de interés durante un tiempo suficiente.

La mejor noticia, sin embargo, no es tanto la reducción del tipo de interés en sí, que también, sino principalmente lo que ello supone en cuanto a entrada en razón del máximo organismo financiero europeo que, hasta ahora, se había obsesionado con luchar por la austeridad a costa de lo que fuera, perjudicando claramente a la sociedad en su conjunto.

Los bancos no hacen caso ni a Draghi

Pobre Draghi, que los bancos no le hacen caso

Pobre Draghi, que los bancos no le hacen caso

Al poco de llegar Mario Draghi a la cabeza del Banco Central Europeo, decidió apostar claramente por la liquidez en el sistema para permitir que las entidades financieras tuvieran la capacidad suficiente como para hacer frente a los riesgos sobrevenidos por la concesión de préstamos y créditos en un entorno como el actual.

Para ello tomó la medida excepcional de ampliar el plazo de devolución de los préstamos recibidos directamente desde el máximo organismo financiero a 3 años, con lo que daba un margen más que interesante para que éstos pudieran obtener el beneficio necesario que les permitiera devolver este préstamo de manera adecuada.

Sin embargo, los bancos europeos no parecen estar por la labor de seguir la iniciativa de Draghi, y a pesar de todo están apostando por mantener el grifo del crédito cerrado, al menos hasta que pasen los tests de estrés que se celebrarán al principio de este próximo verano.

Esto está ayudando muy poco a la recuperación definitiva de la economía en la zona Euro, que sigue anclada y estrangulada por la falta de financiación que permita apostar por inversiones de largo plazo o por decisiones de consumo de gran calado, que generen la suficiente capacidad productiva como para incrementar el empleo.

No obstante, fuentes del BCE siguen apostando por esta medida de ampliar la liquidez del sistema, como la mejor forma de conseguir que los bancos puedan, en algún momento, abrir la mano. Si las entidades financieras cuentan con el dinero suficiente llegará un momento en el que lo pondrán en circulación, ya que, en el fondo la concesión de créditos es el verdadero negocio de los bancos.

Habrá que ver, eso sí, cuando se empieza a producir este cambio que permita que la economía de la zona Euro iniciar la senda de la recuperación, la cuál parece ahora tan lejana que nadie se la puede empezar a plantear de una manera más o menos seria.

Y, mientras tanto, habrá que confiar en que Draghi y su equipo mantengan su capacidad crediticia que facilite dinero en manos de las entidades financieras para que éstas, algún día, decidan ponerla en circulación.

Cuando son los bancos los que meten el dinero debajo del colchón

Será por liquidez...

Será por liquidez...

Estaba pensando titular el artículo “2011, el año que no subió el Euribor“, después de repasar lo que habíamos escrito por aquí a finales de 2010. Porque el caso es que una de las  principales noticias hipotecarias de este año es que los que las revisiones hipotecarias no han sido tan desastrosas como pensábamos.

Las hipotecas nuevas han sido cada vez más caras y más difíciles de conseguir, pero al menos las antiguas no se han puesto por las nubes, acabando de aplastar las economías familiares, como temíamos.

¿Y por qué sospechábamos que podía ocurrir algo así? Por la ausencia de liquidez, la ausencia de crédito y la desconfianza generalizada de los bancos a prestarse dinero entre ellos en el mercado interbancario.

Y ahí es donde cambié de opinión sobre el título de este último artículo del año.

Porque lo cierto, amigos, es que los bancos vuelven a tener dinero. Lo cierto es que el Banco Central Europeo a metido dinero a espuertas en las últimas subastas de liquidez, y lo cierto también es que los bancos han decidido que prefieren no tener dinero a tenerlo. Una cosa muy extraña y muy peligrosa para familias y pymes.

Trato de explicarlo, porque tiene miga:

El Banco Central Europeo ha lanzado enormes subastas de liquidez a tres años. Nada menos que quinientos mil millones de euros. A esas subastas acudió alegremente toda la banca europea, y acto seguido, de los quinientos mil millones de euros que tomaron prestados, volvieron a depositar en el BCE cuatrocientos diez mil millones. O sea que cogieron el dinero para tenerlo disponible si lo llegaban a necesitar, pero no para ponerlo en circulación.

En estas circunstancias, lo que tenemos no es ya una crisis de liquidez, sino una situación en la que los bancos se niegan a actuar como bancos, dejando a las autoridades monetarias sin capacidad de maniobra, porque lo más que pueden hacer los goibiernbos es prestar dinero a los bancops para que estos lo hagan llegar a la calle. ¿Pero qué pasa cuando los bancos no se fían ni de sí mismos y el dinero no llega a la calle?

Lo veremos en el próximo episodio de este culebrón al que llamamos Crisis del Euro.

De momento, feliz Año Nuevo.

Cambio de planes

El BCE no quiere dar la espalda a los ciudadanos

El BCE no quiere dar la espalda a los ciudadanos

En las últimos días se viene barajando la posibilidad de que el Banco Central Europeo decida realizar un cambio en la política que ha venido aplicando en los últimos y en lugar de apostar por una subida de tipos se la juegue a una bajada de los mismos, ante el temor que se ha instalado en los centros de decisión económicos de que podamos regresar a la recesión económica.

Lo que sí es seguro, salvo sorpresa mayúscula, es que el BCE no subirá los tipos en lo que queda de año por el temor de que ello pueda provocar una mayor congelación aún del crecimiento económico dentro de la zona Euro,  con lo que priorizará esta ayuda a la recuperación ante su tradicional lucha contra la inflación.

Sin duda se trata de una fantástica noticia para todas las familias hipotecadas, ya que con unos tipos de interés estables o a la baja tenemos un Euribor en la misma tendencia y ello provocará que el tipo de interés de las hipotecas crezca menos de lo que en un principio se podía haber pensado y las cuotas hipotecarias se mantengan estables.

Porque debemos de poner en tela de juicio todas las noticias que hablan de subidas de cuota hipotecaria de tal o cuál cantidad, porque esos cálculos se hacen en función de los valores estadísticos, sin valorar que gran parte de esas hipotecas están limitadas por la cláusula suelo.

Por tanto, cuando el Euribor estaba a la baja esas hipotecas no rebajaron tanto su tipo de interés, por lo que ahora el incremento será prácticamente imperceptible. Por ejemplo, si pensamos en una cláusula suelo al 3%, y ahora aplicamos el Euribor de septiembre que rondará el 2%, y le añadimos un diferencial de un punto porcentual, nos encontramos con que, en realidad el incremento no afectará en la cuota mensual.

En definitiva, que este 2011 va a ser un mejor año para los hipotecados de lo que podía haberse pensado en un principio, con lo que aquellas familias que todavía pueden permitirse pagar su cuota mensual se encuentran de enhorabuena porque pagarán lo mismo que hace un año.