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La preocupación de todos

Pues no sé...

Pues no sé…

No es lo que suelo hacer habitualmente, pero como en este caso resulta que el comentario de un lector yu mis propias inquietudes van en la misma dirección, me animo a comentar el asunto y someterlo al juicio, o la reflexión de todos.

Decía Dabeman lo siguiente en un comentario ( su texto va en cursiva):

– El principal factor de este euríbor tan bajo es la desmedida liquidez que el BCE está soltando a bancos para que la traspasen a gobiernos que la consumen en mantener sus estructuras ineficientes e improductivas.

Pues yo creo que no exactamente. Si miramos la evolución del Euríbor, creo que podemos ver que su descenso es muy anterior a la ronda de Quantittive Easing decretada por Draghi. O dicho de otro modo, sí se trata de liquidez inducida, pero no directamente, sino cargándose prácticamente el mercado interbancario, pues a nadie le interesa ir a pedir dinero a otro banco cuando se lo puede pedir prestado al propio banco emisor a precios ridículos. La principal consecuencia de esto es que a los bancos tampoco les interesa una puñeta el dinero de los ahorradores, pues nuestra cuenta corriente ya no es ni mucho menos un factor clave para sus operaciones. Y lo que es peor: tampoco les interesa gran cosa arriesgar su dinero en hipotecas, porque la gran jugada está en pedir prestado al BCE para luego prestar ese dinero a los gobiernos a través de la deuda pública con un diferencial importante.

Es un juego siniestro: el BCE presta a los bancos para que luego estos lo inviertan en deuda pública que acaba en manos del BCE en forma de garantías. No sé lo que opinará Dabeman sobre esto (espero leerlo), pero tengo la impresión de que alguien está hinchando una enorme burbuja sin ningún respaldo real… Ni siquiera tulipanes, vaya…

– Ante tal situación de liquidez la subida de inflación debería ser acorde a la laxitud del BCE, pero eso no ocurre porque 1/ la demanda sigue muy contraida y 2/ la liquidez del BCE no llega a los ciudadanos (se la quedan los gobiernos).

Estamos de nuevo ante el punto anterior, quizás porque la crisis no es de liquidez, sino de demanda. Sé que es un ejemplo tonto, pero ¿cuántos puentes más se vana construir por mucho que baje el hierro? ¿Cuántas hogazas más vamos a comer por mucho que baje el pan? En cambio, los Gobiernos, tienen un apetito desmedido de crédito para sostener sus estructuras, unas estructuras que cada día se desvelan más extractivas. De todos modos, la liquidez no puede llegar a los ciudadanos si lo que estos ciudadanos producen no aporta riqueza real. Es importante recordar que está tirado crear empleo (barrer la raya blanca de las autopistas), pero lo difícil es generar riqueza…

– la política tan laxa de liquidez del BCE no puede extenderse indefinidamente. Si lo hace, la devaluación del € sería un problemón, entre otros porque nuestra balanza de importación energética es deficitaria. Si no lo hace y corta la liquidez antes de una reactivación sólida de la demanda (que no se observa ni de lejos) la subida del euríbor está garantizada con la consecuente leche que se llevarán los hipotecados.

La gran pregunta que algunos se hacen es ¿por qué esa política no puede extenderse indefinidamente? Si inyectando dinero a espuertas estamos en deflación (-0,4% IPC agosto) y todo el mundo se halla en medio de una descomunal guerra de divisas, ¿quién será el primero que deje de bailar? No hay inflación alguna, ni devaluación posible cuando unas monedas fluctúan frente a otras que están haciendo lo mismo. Lo único que hay es una enorme burbuja de activos, especialmente financieros, con unas bolsas de valores enormemente sobrevaloradas. El primero que grite que el rey está desnudo se meterá un batacazo de impresión, con lo que todos tienen maravillosos incentivos para seguir callados y bailando en torno a las sillas.

El problema de los hipotecados es ese precisamente: que no hay inflación, que reduciría anualmente el valor de sus deudas, sino todo lo contrario. Y esa es una piedra dura de roer.

En definitiva, que esto parece una bomba de relojería y la posición del BCE una escena de Misión Imposible en la que hay que cortar el cable adecuado en el momento justo si no quiere volar por los aires.

Lo malo, respondo aquí, es que antes de que lleguen los artificieros puede suceder cualquier accidente…

Hipoteca y tipo de cambio

Numancia.

Numancia.

A medida que pasa el tiempo nos va a quedando a todos más claro que la deuda acumulada por los países desarrollados es impagable, o al menos lo es en las condiciones actuales.

Aunque me llaméis pesado, tengo que volver a explicar lo que es en realidad la deuda, porque creo que es el concepto que más cuesta entender y el que nos trae a todos por la calle de la amargura.

La deuda consiste fundamentalmente en gastarse hoy el dinero del futuro, de manera que ambas partes, el que presta y el que recibe el dinero, dan por seguro que en el futuro se generará rentas y riqueza suficiente para pagar ese importe. Por razones diversas, ese incremento general de la riqueza no se ha producido, con lo que ahora, que ya estamos en lo que en en 2005 se entendía pro futuro, no hay dinero para pagar la deuda y aú menos los intereses, ya que los intereses son dinero que tiene que salir de otro lado, o sea, el reflejo numérico del incremento de riqueza.

Usualmente, en estos casos se declaraba la bancarrota o se devaluaba la moneda. Lo primero está muy bien si eres autosuficiente, pero nuestra sociedad se ha hecho lo bastante compleja como para que una bancarrota te deje sin petróleo, sin piezas de recambio para tu maquinaria y con una mano delante y otra detrás. Por eso, aunque lo que más le apetece a todo el mundo es dejar de pagar, las bancarrotas son tan raras y se tratan de evitar con tanto esfuerzo.

La otra solución es la devaluación, pero la devaluación significa, ni más ni menos, tener más billetes para representar la misma riqueza, o lo que es lo mismo, extender la misma mantequilla en más pan. Por supuesto, los que deben dinero estarían encantados con una devaluación, pues eso supone pagar su deuda con menos riqueza, dándole al acreedor billetes del Monopoly en vez de dinero real. Y por esa misma razón, los acreedores y los que tienen ahorros se oponen a cualquier devaluación.

La única salida en estos momentos para que se paguen las hipotecas es una devaluación, pero España no puede ejecutarla de manera unilateral y Alemania, que es fundamentalmente acreedora, prefiere que le paguemos con dinero de verdad mejor que con fotocopias de billetes, así que tenemos un problema.

Sin embargo, la medida que pase el tiempo y quede claro que las dos opciones que quedan son solamente cobrar menos o no cobrar nada, es muy posible que tanto el dólar como el euro se dirijan a una devaluación controlada. ¿Y a qué esperan? A que pase el tiempo, porque cada mes que pasa son muchos millones de cuotas que se ingresan con dinero de hoy, ese dinero que vale más de lo que valdrá el de mañana.

Al final, quien deba dinero es posible que salga ganando, pero siempre que haya pagado puntualmente hasta esa fecha. Por el camino caerán muchos y a esos no les servirá de nada que el euro se devalúe al final del camino.

Es cuestión de medir y resistir. Sobre todo, resistir.

Hipoteca, Euro y devaluación

Búho germánico vigilando la ortodoxia monetaria

Búho germánico vigilando la ortodoxia monetaria

En el artículo de este viernes comentaba un lector las posibles consecuencias que acarrearía la devaluación del Euro, y lo hacía además con mucho tino.

No obstante, y llevando el debate al tema hipotecario, me gustaría incidir sobre ese asunto, pues son muchas las personas que hablan de la devaluación como posible salida.

Como primera provisión, y ya que mi obligación aquí es mojarme, yo estoy a favor de la devaluación del Euro. Y a pesar de ello estoy de acuerdo, también, con Dabeman y su comentario.

Me parece completamente cierto que tenemos un Euro de dos velocidades y que nuestro peor problema es la convivencia fiscal de naciones desarrolladas con otras que solamente lo simulan pero están más cerca de la república bananera que del estado moderno.

Estoy de acuerdo también en que en estos momentos una devaluación del Euro supondría un duro encarecimiento de todas las importaciones en general y muy en particular de la factura energética, lo que seguramente complicaría la recuperación.

Sin embargo, hay otra vertiente que es la que me convence de estar a favor:

-Por un lado, al mejorar nuestra capacidad de exportación y empeorar la de importación, pondríamos cierto remedio a la salvaje sangría de nuestra balanza de pagos.

-El problema actual es fundamentalmente un problema de liquidez, por lo que una devaluación inyectaría automáticamente liquidez en el mercado, con lo que sería un modo de que las hipotecas y los créditos a las pymes volviesen a fluir. Todos sabemos que eso tiene efectos negativos en otros aspectos, pero siempre se podría, y se debería, amortizar esa liquidez en un plazo razonable de tiempo.

-Una devaluación reduciría las necesidades de capital de los bancos y permitiría salvar el sistema financiero para, con más tiempo, ajustarlos al nuevo modelo.

-Una devaluación, con su consiguiente inflación, aliviaría las deudas  de los hipotecados, lo que podría reavivar de manera sensible el consumo interior.

Estas son mis razones pero, por supuesto, hay que entender una cosda fundamental: una devaluación es una subvención de los que tienen ahorros a los que tienen deudas. Y a Alemania, por ejemplo, le da la risa subvencionarnos. No sé decirlo más claro.

P.D: Muchas gracias a Dabeman por el pie que me da.

La balanza de pagos

Descripción gráfica de nuestra situación

Descripción gráfica de nuestra situación

No sé si será un signo de los tiempos o se deberá a algún otro tipo de componente sociológica imposible para mí de detectar, pero últimamente tengo visto que hay diferencias importantes entre lo que la gente sabe y lo que la gente aplica de su conocimiento. Es un fenómeno curioso, como una autoimpuesta estupidez, y sus consecuencias afectan a muchas facetas.

Por ejemplo, casi todo el mundo sabe lo que es el ADN, y lo controla muy bien cuando ve una serie policiaca tipo CSI, pero cuando se trata de hablar sobre otros temas, como pro ejemplo el aborto, deja de saber lo que es el ADN, deja de saber que es único y deja de saber que es identificativo.

Y lo mismo pasa con la balanza de pagos.

Todos sabemos lo que es la dichosa balanza de pagos, pero a veces parece que preferimos hacer como que no lo entendemos. La balanza de pagos es la diferencia entre el total de lo que importamos y el total de lo que exportamos. Y no hay más.

A largo plazo, lo importado y lo exportado tieen que igualarse, o no habrá conm qué seguir importando. Si el dinero solamente sale pero no entra, el dinero se acaba, te dejan de prestar y acabas por no poder comprar fuera. No es tan difícil de entender, pero pararece que no queremos saberlo.

¿Y cual es la situación de la balanza de pagos española? Desastrosa. Hace décadas que importamos más de lo que exportamos. Hace décadas que nuestras exportaciones, más los ingresos por turismo, son incapaces de cubrir lo que compramos fuera, más la cuenta energética del petróleo.

Mientras las economías exteriores están dispuestas a seguir prestando esto no se nota mucho, pero cuando se restringe el crédito a nivel mundial nos encontramos con que la verdadera situación nos señala como candidatos a la devaluación.

Una devaluación que si no puede ser de moneda, por estar en el Euro, será de salarios y de nivel de vida.

Por eso digo siempre, y espero que ahora me entendáis mejor, que el que roba y gasta lo robado en el país, aunque sea en yates y cubatas, hace menos daño a la economía común que el que es honrado y cumplidor pero se compra un coche fabricado fuera.

La balanza de pagos es el daño real. Lo demás, tiene mejor remedio.