Archivo por meses: diciembre 2010

Nada de nada

José Blanco, pensando en su futuro cargo de Consejero en una Corporación financiera

José Blanco, pensando en su futuro cargo de Consejero en una Corporación financiera

Y vuelve la burra al trigo en el Gobierno, a cada nueva propuesta por parte del resto de partidos políticos para que se empiece a generalizar por ley la opción de la dación en pago en las ejecuciones hipotecarias, el Ejecutivo responde siempre con una negativa rotunda y contundente.

Porque el Gobierno se ha propuesto claramente mantener vivos los intereses del sector financiero, sabedores de la importancia de este sector para la economía en su conjunto, sin importarles que atrás queden los ciudadanos sin otra capacidad de respuesta más que el pataleo.

Desde el comienzo de la crisis el Gobierno ha despejado todas las dudas que pudiera haber sobre sus preferencias y se ha decantado siempre por proteger los intereses de la banca y del sector financiero en su conjunto. Primero fueron los avales a todas las posiciones de las entidades financieras, sin exigir nada a cambio, lo que provocó el injusto bloqueo a la circulación del crédito por parte de los bancos y cajas.

Y ahora nos viene con el bloqueo de un posible debate parlamentario sobre la opción de la dación en pago como resolución a los procesos de ejecución hipotecaria, lo cuál sería claramente más justo y equitativo para con los ciudadanos, independientemente de lo que sucedería con los bancos y cajas.

Sin embargo, algún favor debe de haber pendiente, alguna financiación hecha como trato de favor, o algún puesto de Consejero en cualquier da las empresas dominadas por el sector financiero debe de estar en juego, que el caso es que el Gobierno se sigue cerrando en banda.

A pesar de que la dación en pago ya se ha estado utilizando durante muchos años en países como Estados Unidos, con corporaciones bancarias de gran poder, o en Francia, de tradición financiera importante. Pero en España nada de nada, seguimos con la injusticia de que un hipotecado pierda su vivienda y mantenga la deuda a pesar de los pesares.

Son estas medidas las que están desconcertando a los votantes socialistas, que ya no saben a lo que atenerse con su propio partido, porque casi todas las últimas decisiones se están alejando peligrosamente de la izquierda y decantándose, más peligrosamente, hacia la derecha.

El acoso de los mercados contra España

Plan de emergencia del Gobierno.

Plan de emergencia del Gobierno.

Cuando las cosas van mal siempre es conveniente tener a alguien a quien echarle la culpa, y si ese alguien es inmaterial, intangible e invisible, mucho mejor.

A estas alturas casi todos hemoss oído hablar de la conspiración de los especuladores internacionales contra las finanzas y la deuda públicaespañola. Suena tan fuerte y tan clara la voz de los mercados, que ZP ha tenido que sacarse una serie de medidas de la chistera, y medidas además de las que no gustan a sus ideólogos.

Lo cierto, en cualquier caso, es que en poco menos de diez días la Bolsa española ha sufrido un descomunal batacazo y nuestra deuda pública ha pasado de ser una inversión segura a tener que pagar unas importantes primas de riesgo, con lo que nuestra deuda pública es más cara y menos atractiva. Y cada vez más gorda, por cierto, lo que deja a los bancos sin dinero para prestar ni para conceder hipotecas.

Desde mi punto de vista, hablar de conjuras de conspiraciones o de cacerías en plan “vienen a por nosotros” o “han olido la sangre” son, modos sensacionalistas de decir que los especuladores bajistas han visto en la debilidad de la confianza española una presa fácil para sus maniobras.

Y si esto es así es porque no hemos hecho los deberes, no hemos conseguido corregir la burbuja inmobiliaria e hipotecaria y no hemos conseguido, sobre todo, convencer a nadie de que podemos generar riqueza con que pagar en el futuro lo que debemos.

Aunque nos jorobe, lo que hay que reconocer es que no hay ninguna conspiración contra España, sino que se trata simplemente de lo obvio: los que protestan no ven claro que se lo podamos devolver.

Como haríamos nosotros con cualquierra, vaya. ¿Y también somos tiburones?

 

 

Izquierda Unida utiliza las hipotecas para hacer política

Izquierda Unida quiere hacerse notar

Izquierda Unida quiere hacerse notar

Parece que Izquierda Unida quiere aprovechar la crisis que nos está golpeando por todos lados, por derecha y por izquierda, para rascar votos por el ala izquierda del PSOE, para lo que se está aliando con aquellas posiciones que más cercanas se encuentran al ciudadano, y, sin duda, la que más nos afecta a todos es el tema de las hipotecas.

Ya lo anunciaron hace un tiempo, y aquí nos hicimos eco, pero ahora lo han presentado de manera formal dentro de su “Plan de Iniciativa Social frente al desempleo y las consecuencias de la crisis”, cuyo pomposo nombre no hace más que dotar de cierto sentido común a todas las políticas sociales y económicas ejercidas por los gobiernos.

Referidos a lo que nos toca, al tema de las hipotecas, y como ya habían anunciado, su propuesta estrella es la formalización de la dación en pago como forma única de finalización de una ejecución hipotecaria. Por si todavía hay alguien que desconozca el concepto, se trataría de que la deuda hipotecaria quedara zanjada con la entrega del bien hipotecado, en este caso, la vivienda.

En la actualidad, la deuda se mantiene si el valor de venta del inmueble queda fijado por debajo del valor de la deuda, quedando ésta por la diferencia entre ambas cantidades. El sentido común nos dice a todos que la ley actual es injusta y que la dación en pago es la única forma viable, pero ahora habrá que dejar actuar a los favores debidos y las obligaciones adquiridas por los partidos políticos.

Por otro lado, también presenta una medida más discutible, como es la paralización de la ejecución hipotecaria si uno de los miembros de la unidad familiar se encuentra en situación de desempleo. Esta medida puede ser muy popular, pero si somos serios no tiene ningún fundamento, ni jurídico ni económico.

El aceptar una propuesta de este tipo pondría en peligro el funcionamiento mismo de la economía y la validez de los contratos privados. Por lo que no lo veo más que como un toque de propaganda política, que nunca viene mal.

Ahora habrá que ver si Izquierda Unida consigue captar algún voto a través de este toque de atención a la izquierda electora de este país. El primer envite nos llega ya con las elecciones municipales y autonómicas.