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Hipoteca, recalificación y corrupción

sandsculptures_48Ya sabéis lo que opino sobre el tema de la autoridad municipal y sus recalificaciones de terrenos: que se puede ir por ahí con un trabuco, se puede ir con una navaja, o se puede robar desde el ayuntamiento, quedando bien, y siendo además un amigo del empleo y el desarrollo.

De todos modos, y para que tengáis una ocasión nueva de ponerme a parir, os quiero plantear un dilema sobre las recalificaciones y los enriquecimientos con el suelo, esas operaciones que, ya lo sabéis, fueron las que más encarecieron los pisos y las hipotecas que ahora tanto nos cuesta pagar.

A ver cómo lo planteo:

Los pelotazos de algunos los tiene que pagar alguien y ese alguien somos nosotros, que al comprar un piso estamos pagando la antigua huerta de un abuelo a cinco mil euros el metro cuadrado. O a más. La broma esa cosa de un momento: se pasa un maletín a quien hay que pasárselo, y así los terrenos rústicos se convierten en urbanos, se construye, y se vende y nosotros nos jorobamos durante los treinta o cuarenta años que dura la hipoteca. Hasta ahí, todo normal. Conocemos al perjudicado, y nada cambia.

La pregunta es quién es el beneficiario que más merece enriquecerse, porque para mí, aunque sea repugnante el trapicheo que se traen concejales y constructores, creo que eso es más legítimo que el enriquecimiento porque sí del bisnieto del abuelo que trabajaba la huerta y que no volvió a mirar nunca para ella hasta que vio que podía ser edificable.

Que se forren constructores y políticos municipales es asqueroso, pero no dejan de estar dentro del negocio. Y el dinero es para el que crea el negocio, aunque sea con argucias ilegales.

Que se forrara el heredero de esos pedregales porque se las recalificasen a él en vez de al promotor, eso sí que me parecería verdaderamente horrible.

Por lo demás, os propongo que echéis un ojo a las listas municipales de las próximas elecciones: veréis como al desaparecer la bicoca de la construcción hay muchos que ya ni se presentan. Total, ¿para qué?

 

Hipoteca y abuso. El supremo declara 13 cláusulas nula por abusivas.

Ya estaba bien de tanto cachondeo...

Ya estaba bien de tanto cachondeo...

Parece que por fin los tribunales han metido mano a las cláusulas abusivas de las hipotecas, declarando nulas nada menos que 13 de esas cláusulas. Una cláusula nula es aquella que, aun figurando en el contrato y aun habiendo sido aceptada por ambas partes, no tiene fuerza de aplicación.

La razón de esta nulidad está en que según el Supremo son desproporcionadas, abusivas o confusas.

Muy por encima, vamos a hacer un recorrido pro las que más os pueden interesar.

En primer lugar, pasa a ser nulo “reservarse la posibilidad de rescindir un contrato de préstamo hipotecario por cualquier causa“. Esto le gustaba mucho a los bancos por el miedo que metía, y significaba que, en cualquier momento, y sin razones, te podía pedir que devolvieses todo el dinero. Con eso se garantizaban que no te quejabas demasiado y que serías blandito en cualquier protesta o negociación. Por supuesto, eso no deja de ser terrorismo bancario y ha quedado anulado.  Ya era hora.

Queda también anulada la posibilidad de “resolver anticipadamente el préstamo por la posible disminución patrimonial del prestatario“. Hasta ahora, si sospechaban que te habías quedado sin trabajo o que ibas a dejar de pagar, podían pedirte que lo devolvieses todo, sin más razones. Otra causa acogida a esta cláusula podía ser la bajada del precio del piso. Nula también por ser un abuso.

Se anula asimismo esta otra: “hacer vencer un préstamo hipotecario cuando se deniegue la inscripción de la escritura aunque la no inscripción sea culpa de la entidad“. Antes, pasara lo que pasase, si había problemas con la inscripción registral, te jorobabas tú. Ahora se empiezan a jorobar ellos.

Otra: “prohibir vender o enajenar el bien que garantiza la hipoteca“. Esta es MUY importante, porque si estabas ahogado y ellos no te permitían vender el piso, tenías que jorobarte. Ahora tienes la obligación de darles el dinero a ellos, pero no se pueden oponer. Esta cláusula era particularmente venenosa, porque servía para poder quedarse un piso de mucho valor por poco dinero que debiese el hipotecado, de manera que tenían ya buscado un comprador (normalmente un empleado del propio banco, o un amigote del pelotazo) y hacían un negocio maravilloso impidiéndote a ti salir del agujero vendiéndolo por su verdadero valor a quien quisieras.

Una más: “eximirse de la obligación de comunicar la cesión del préstamo a terceros“. Ahora no podrán cederle la hipoteca a otro sin que lo sepas, de modo que sabes con quién estás hipotecado y qué es lo que te pueden hacer.

Se ha pedido también que se incluyan las cláusulas suelo, y se está estudiando.

En todo caso, se trata de una buena noticia que nos deja un poco menos indefensos de la hipoteca y sus abusos.

Por fin.