En los últimos meses nos han bombardeado con cifras y conceptos que tratan de ilustrar las consecuencias humanas y productivas de esta crisis. Sin embargo, a veces pienso que toda esa parafernalia matemática lo que hace es ocultar la realidad más que arrojar luz sobre ella.
Una de las magnitudes más llamativas, para mí, fue siempre la curiosa relación entre el Producto Interior Bruto y el desempleo español. Porque resulta que en otros países, como Alemania, la recesión ha sido mucho más grave, pero se ha destruido menos empleo. Incluso en el caso griego, con el país al borde la bancarrota, el paro no sobrepasa el 10 % mientras aquí hemos llegado ya al 20 %.
Como sabéis, se da todo tipo de explicaciones para ese fenómeno, pero hay una que me preocupa y que quiero proponeros, aunque sea sólo un ejercicio intelectual:
En España padecimos una recesión o descenso del PIB del 3,1%.
En ese mismo periodo perdimos 1.090.000 puestos de trabajo. O sea, millón y pico.
Pues a ver:
Si el PIB es lo que producimos entre todos, y un millón y pico de personas han dejado de producir, ¿qué e es lo que estaban produciendo para que baje tan poco el PIB al eliminar a esas personas del mercado de trabajo? ¿A qué puñetas se dedicaban o las dedicaban sus patrones?
Porque lo que tenemos, en números gruesos, es que en España deja de trabajar un 5,5 % de la población activa y sólo se pierde un 3,1 % de la producción. Y eso en los momentos iniciales, porque ahora dicen que el PIB se recupera pero el paro sigue creciendo.
Así que es vuestro turno para explicarlo, porque yo no lo entiendo.