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La hipoteca como síntoma y medidor de la reactivación

No sólo es el síntima: parece que los datos tampoco ayudan

No sólo es el síntima: parece que los datos tampoco ayudan

Para muchos de nosotros la hipoteca es un problema en sí mismo, y basta con eso para que nos interesemos por su evolución, por el Euribor o por las distintas condiciones que nos imponen par concederla, renovarla, o subrogarnos.

Pero el mercado hipotecario es también un buen indicador del momento en que se recuperará la economía y nuestro conocimiento de ella, aunque sea a la fuerza, nos ayuda a comprender cómo van a ir otros sectores.

El mercado hipotecario es el más seguro y el que más garantías ofrece a los bancos de recuperar su dinero. Os puede parecer una broma que diga esto, pero como en España no está aceptada la dación en pago, el que se hipoteca responde de su deuda con la casa y con sus bienes presentes y futuros, así que no se puede pedir más garantía.

Mientras el mercado hipotecario esté flojo, podemos entender que la liquidez bancaria está a por los suelos, y sin liquidez bancaria no hay modo de crear empleo ni hacer despegar la economía.

Porque lo cierto es que todos o casi todos pensamos que el principal problema de este país es el paro. ¿Y cómo se va a crear empleo si se deniegan las líneas de crédito a los peque as empresas?, ¿cómo se va a crear actividad y empleo si no se puede financiar ninguna nueva actividad ni ninguna ampliación de la ya existente?

El desempleo, amigos, proviene en este caso de la falta de respaldo financiero. Y la falta de respaldo financiero proviene de muchas cosas, demasiadas, pero hay algo que desde nuestra humilde condición de hipotecados o demandantes de hipoteca podemos ver perfectamente, mucho mejor incluso que los políticos: que si la hipoteca se endurece, el paro aumenta. Que si las hipotecas se complican, la economía no se recupera.

Así que, por favor, viendo lo que hay y todos conocemos en el mercado hipotecario, permitidme que no sea aún demasiado optimista sobre las posibilidades de recuperación para los próximos meses.

Al menos bajan las VPO

Al menos en ellas sí baja el tipo de interés

Al menos en ellas sí baja el tipo de interés

No es mucho, pero es algo, o mucho, sobre todo para el más de medio millón de titulares de hipoteca sobre Vivienda de Protección Oficial (VPO), que, por fin, ven como el Gobierno ha decidido rebajar el tipo de interés a aplicar sobre las mismas.

Concretando los datos, para el plan de 1996, el tipo de interés ha quedado en el 2.5%, para el plan de 2002-2005 en el 2.57%, y para el plan de 2005-2008 igualmente 2.57%, valores más acorde con los tiempos que corren para el Euribor, en valores mucho más bajos que en la última actualización.

Este descenso del tipo de interés de las VPO contrasta con el terror que se ha apoderado del resto de hipotecados que se agarran los machos ante la vertiginosa subida del Euribor en este mes de marzo, tras la comparecencia de Trichet de la semana pasada.

Un contraste que se torna en igualdad a la hora de intentar solicitar un préstamo hipotecario, tanto si se quiere comprar una Vivienda de Protección Oficial como si se quiere adquirir una vivienda en el mercad libre, porque en ambos casos los bancos y cajas han echado el cierre y no quieren saber nada de posibles nuevas formalizaciones.

Con ello se está consiguiendo que la demanda efectiva que, presumiblemente, comenzaría a haber en estos momentos, se esté convirtiendo en demanda malgastada con lo que se está perjudicando, no sólo al ciudadano que quiere adquirir su vivienda, sino también al promotor o constructor inmobiliario que sigue viendo su vivienda vacía.

Está claro, que el gran problema actual de la economía española no es tanto el tipo de interés de las hipotecas, sino el hecho de que no se concedan nuevas hipotecas, salvo excepciones muy contadas, lo que está congelando el desarrollo económico a todos los niveles.

Hasta que el sector financiero no comprenda su importante papel a la hora de colaborar en la recuperación económica del país, seguiremos temblando ante cualquier inestabilidad exógena que nos llegue y soñando con posibles brotes verdes que nadie, salvo la Ministra de Economía, es capaz de ver en realidad.

Ya se nota la subida del Euribor

¿Dónde están las llaves...?

¿Dónde están las llaves...?

En estos días que estamos viviendo la vorágine alcista del Euribor nos empezábamos a temer lo peor en lo que se refiere al tipo de interés de nuestras hipotecas, pero mucho me temo que esto no va a ser algo nuevo, sino que ya lo venimos arrastrando desde atrás.

Concretamente, desde este pasado enero cuando el tipo de interés medio de las hipotecas se situó en el 2.92%, el tipo más alto desde agosto de 2009. Es decir, que tras unos meses de calma en los que hemos podido disfrutar, los que no tenían cláusula suelo, claro, tipos de interés muy bajos, ahora nos llega la tempestad.

Una tempestad que sabemos cuando ha empezado, pero no cuando terminará, porque a falta de inestabilidades exógenas, Jean Claude Trichet, el Gobernador del Banco Central Europeo, ha decidido poner más carnaza e insinuar una subida de tipos a partir de abril, lo cuál ha disparado aún más el Euribor.

Una subida de tipos que dependerá mucho de como evolucione la situación en Libia, o más concretamente, como evolucione el precio del petróleo, porque en la situación alcista en la que se encuentra ahora mismo arrastra la inflación de la zona euro y obliga al Banco Central Europeo a protegerse, y la mejor forma de hacerlo es incrementando los tipos de interés.

En ese sentido se equivoca el BCE en anteponer la protección ante la inflación al crecimiento económico, porque un incremento de los tipos de interés puede relajar las tensiones inflacionistas, pero a cambio paraliza el proceso de dinamización que se estaba comenzando a atisbar en nuestras economías.

Pero los más perjudicados, sin duda, serán los titulares de las hipotecas que verán como el 2%, previsto para final de año, se alcanza antes del verano, con lo que el número de hipotecados sufriendo las consecuencias de una subida brutal de sus cuotas se disparará de manera exponencial.

Habrá que estar atentos a ver como evoluciona la situación, pero no podemos estar muy tranquilos, habida cuenta de que cada noticia que recibimos es negativa y cada aparición en público de un responsable financiero es para echarnos a temblar.

Habló Trichet de los tipos de interés….

Y parece que sus palabras nos pillan en mal momento...

Y parece que sus palabras nos pillan en mal momento...

Los que lleváis algún tiempo leyendo este blog, sabéis que para nosotros no es una sorpresa: el Presidente del Banco Central Europeo ha declarado que dadas las actuales tensiones inflacionistas no hay que descartar una subida de los tipos de interés a corto plazo.

O sea, y resumiendo: que en vez de esperar a septiembre para subir los tipos, es muy posible que veamos esa subida en el mes de abril.

Cada cual tiene su hipoteca y cada hipoteca su herida (vengo poético), pero por término medio, cada medio punto que suban los tipos de interés nos va a costar 60 € más nuestra hipoteca.

Sobre las consecuencia de esta previsible subida de tipos iré hablando en otros artículos, pero por lo pronto, además de lo que nos va a doler, dadas las circunstancias y las presentes estrecheces, tenemos que tener en cuenta que ese dinero, esos 60 €, desaparece de la renta disponible de los ciudadanos y por tanto desaparece de la calle, porque dejar de ir al consumo, al comercio y a cualquier actividad.

¿La consecuencia? Más paro, por supuesto. Pero para eso no hace falta ser economista.

Más paro y posiblemente más morosidad, lo que seguramente acabe deponer al borde del abismo a los bancos españoles, que tienen que refinanciar su deuda con las entidades financiera foráneas. Pero de eso, como digo, ya iré hablando. Por ahora, basta la noticia o notición: que en abril nos suben los tipos casi con total seguridad.

Que cada cual vaya echando un ojo a cuándo le revisan la hipoteca.

Velocidad de crucero del Euribor

El Euribor sigue en velocidad de crucero

El Euribor sigue en velocidad de crucero

Está claro que el Euribor ha cogido una velocidad de crucero y que no tiene pensado bajarse de ella, a tenor del crecimiento sostenido e indefinido en el que está embarcado, habiendo crecido por encima de 0.15 puntos porcentuales en este mes de febrero, si lo comparamos con el cierre de enero.

Y es que el valor de cierre del Euribor de febrero de ayer en el 1.714% sitúa al indicador en su valor más elevado desde abril de 2009, momento del inicio de la pendiente cuesta abajo de la que no todos se han podido beneficiar por culpa de las cláusulas suelo.

Además, con este incremento, el indicador acumula ya 11 meses consecutivos de subidas, y parece que los próximos meses seguirá con esta tendencia provocando más de un desajuste en las economías familiares, ya bastante golpeadas por la crisis y sus coletazos finales.

Pero la comparación verdaderamente importante es la que se realiza con el mismo mes del año anterior, es decir, si comparamos el cierre de febrero de 2011, con el cierre del indicador en febrero de 2010, nos encontramos con casi 0.5 puntos porcentuales, concretamente 0.489.

Con este diferencial, todas las hipotecas que tomen como referencia el cierre del Euribor del mes de febrero para determinar el nuevo tipo de interés verán incrementada su cuota en al menos 30 euros, lo que arrojará un incremento anual de cerca de 400 euros, que a priori no parece gran cosa, pero que sí lo es cuando toca pagarla.

Además, este crecimiento que hemos venido teniendo hasta ahora no es más que el principio, a juzgar por las opiniones de los expertos, que coinciden en afirmar que la tendencia alcista no tendrá freno en los próximos meses, especialmente si el Banco Central Europeo se decide, como todo apunta, a incrementar el tipo de interés para la zona Euro a partir de este próximo verano.

Según estos mismos analistas, la barrera del 2% para el Euribor antes de final de año parece clara y evidente, con lo que nos encontraremos a finales de 2011 en una situación similar a la que teníamos en los períodos inmediatamente anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria, aunque en una coyuntura económica totalmente diferente, claro está.

Euribor al 1,7 % (y no va a bajar…)

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Asesor económico del gobierno

De tanto como nos acostumbramos aver las gráficas de la izquierda en esta web acabamos por considerarlas elementos decorativos, como la casita del logo, pero lo cierto es que no se trata de un dibujo arbitrario en plan optimista, de esos que aparecen en todos los manuales sobre bolsa y en los que las acciones siempre suben.

Esta gráfica, la del Euribor, es el indicador de nuestra temperatura, de la fiebre que sufriremos y del esfuerzo que nos va a costar llegar hasta fin de mes. Y la gráfica del Euribor no deja de subir.

La interpretación, por supuesto, depende del gusto de cada cual. Se puede decir, siendo optimista, que en el último o año el EURIBOR sólo ha subido medio punto, o menos incluso, y que eso e smuy poco para un año. Y sería verdad. Pero se puede decir , y también sería cierto, que el Euribor, en un año, se ha disparado un 40 %, que es lo que hay de diferencia relativa entre su valor en febrero del año pasado y el de este. Y n estos casos, me temo, la diferencia porcentual es más importante que la absluta, proque la diferencia porcentual es la que marca la tendencia y hasta la pendiente de la curva, así que si nos fijamos en esa variable debemos temer que el aumento suba.

¿Y cuánto? ¿Alguno sabe estadística?

Yo, una poca. Y pronostico que subirá cada vez más en términos absolutos y menos en términos relativos, pero que no se va a detener hasta superar el 2 o el 2,3 % en este año. Eso es apreciable para quienes tenga una hipoteca antigua, y bastante más que aprciable para los pocos que han conseguido formalizar una hipoteca en los últimos meses.

Mientras la inflación no frene, y es imposible que frene con las subidas de la luz y los carburamntes que nos meten, no se puede pensar que los tipos de interés se moderen. Así que agarrémonos, que aún hay curvas por delante.  Muchas.

Y precipicios para los dos lados…

Corre, corre, que se escapa

Corre, corre, que se escapa

Corre, corre, que se escapa

El Euribor acaba de dar una muy mala noticia a los hipotecados europeos, ya que ha cerrado el mes de enero en el 1.55%, en tasa media mensual, haciendo buenas las previsiones que hablaban de un crecimiento continuado del indicador desde el comienzo y hasta el final del año 2011, pero tirando por tierra las esperanzas de error que surgieron cuando la tendencia de las dos primeras semanas era a la baja.

Teniendo en cuenta que el Euribor cerró enero de 2010 en el 1.232%, en tasa media mensual, estamos hablando de un incremento de 0.322 puntos porcentuales, lo que encarecerá las hipotecas una media de entre 20-30 euros mensuales, que, aunque no parece mucho, sí que es el inicio de una tendencia.

Para ello basta con fijarse en el Euribor de diciembre, cuando cerró en el 1.526%, en tasa media mensual, es decir, algo más de 0.02 puntos porcentuales menos que el cierre de enero. Pero no es tanto el incremento mensual, que no parece excesivo, sino la forma en la que se ha producido.

Si pensamos que las dos primeras semanas del año el Euribor comenzó a la baja, llegando a situarse en el 1.50%, vemos que el incremento que se ha producido en los últimos 15 días ha sido más drástico de lo que se podía haber llegado a prever, con 0.05 puntos porcentuales.

Extrapolando, nos daría 0.1 punto porcentual mensual, con lo que llegaríamos a diciembre de 2011 por encima de 2.5%. Evidentemente, esta extrapolación es falaz porque no tiene en cuenta todas las variables que se pueden dar a lo largo del año, pero sí que sirve para poner sobre aviso a todos los hipotecados pendientes de revisión de tipo de interés durante este año.

Si las previsiones acaban por cumplirse, deberíamos de llegar a finales de este año a valores cercanos al 2%, en tasa media mensual, pero, en principio, nada apunta a que se deba superar ese porcentaje. Ahora bien, todos sabemos ya como funcionan las previsiones financieras y que grado de fiabilidad tienen.

En cualquier caso, lo único cierto es la realidad actual, y en ella nos encontramos con un incremento drástico del Euribor en apenas 15 días.

El Euribor se asusta (o se cabrea)

Tranquilos, que esto es un circo...

Tranquilos, que esto es un circo...

El Euribor comió el turrón, se tomó unas copas y descansó unos días, para alivio de todos, sentado en su cómodo uno y medio. Allí se quedó a pasar los Reyes, y mucho me temo, a tomar fuerzas para un camino ascendente.

Porque después, poco a poco, ha despertado, para ir moviéndose de 1,5 % al 1504 y después al 1508, y sólo en cinco o seis días. De momento la cosa no preocupaba, pero después, en tres jornadas, poco antes de que concluyese la reunión del  BCE, escaló desde el 1,508% al 1,513%.

Y parece que ha cogido fuerza y confianza, porque la aceleración continúa, porque el Euribor ha pasado luego en un solo día del del 1,513 hasta el 1,536%.  La verdad es que en términos absolutos parece cosa de miseria, y quizás lo sea, pero si lo miramos desde otro punto de vista, el de la evolución, se trata del mayor avance en más de tres meses.

En realidad, no se trata de una enfermedad, sino un síntoma, y posiblemente el peor síntoma del que podamos hablar:  que si la inflación persiste, y el hecho es que el IPC ha aumentado mucho más de lo previsto, los bancos centrales pueden subir los tipos de interés, con todo lo que eso implicaría de tragedia para muchas economías familiares.

Así que ahora ya veis qué clase de consecuencias puede tener el alza del precio de la electricidad o los combustibles: que el alza de precios se generalice, que eso dispare la inflación y que, en consecuencia, el Euribor y el interés comiencen a ponerse nerviosos, camino de una subida que sería mortal para muchas hipotecas.

Atentos a las próximas semanas, porque van a ser decisivas.

El Euribor sigue a la baja

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Buenas noticias para terminar el año que nos arroja un nuevo descenso en la tasa media del Euribor para este mes de diciembre. Aún a falta de un par de sesiones para terminar el año, la de hoy y la de mañana, la verdad es que ver como la tasa se sitúa en el 1.528%, y aún por debajo en tasa diaria, es motivo de alegría.

Porque con ello las hipotecas se mantendrán estables, crecerán en cuota, sin duda, pero menos de lo que en un principio se podía haber empezado a pensar, especialmente si nos retrotraemos a la primera quincena de noviembre cuando el crecimiento del Euribor parecía imparable.

Ahora con la cifra de 1.528%, todo apunta a que cerrará el mes en el 1.52%, cifra inferior al cierre de noviembre, 1.541%, aunque superior al cierre de diciembre de 2009, cuando el Euribor marcó 1.242%. Es decir, que si damos por bueno el 1.52% estaríamos hablando de un incremento de 0.28 puntos porcentuales, lo que arrojaría un incremento mensual inferior a 20 euros, para una hipoteca media.

Este incremento se producirá en todas las hipotecas que tomen como referencia el valor de cierre del Euribor de diciembre, es decir, todas aquellas que revisen en enero o febrero, ya que se suelen tomar con uno o dos meses de antelación. Se tata, evidentemente, de un incremento asumible y que no hará grandes estragos en las economías domésticas.

Sin embargo, quedan ya sólo un par de días para que se nos venga encima el 2011, un año en el que las incertidumbres se convertirán en certezas y el Euribor regresará a su senda alcista, si nada lo remedia, que mucho me temo que nada lo hará. Deberemos acostumbrarnos a un Euribor cercano al 2% para cuando finalice el año, aún cuando la recuperación económica se encuentra todavía en el alero.

Pero esa es otra historia, cuestiones de las que empezaremos a preocuparnos cuando llegue el momento, cuando se nos eche encima el nuevo año. Hasta entonces, en estos dos días que nos quedan, a disfrutar rodeados de nuestros amigos y familiares (pero sólo de los que nosotros queramos), y a pedirle al año 2011 estabilidad y certezas para dejar atrás la incertidumbre permanente de este año 2010 que dejamos atrás.

El interés de la deuda se come el ahorro.

Ojo a este, que nos la prepara...

Ojo a este, que nos la prepara... ¿Adivina alguno quién es?

No estamos en fechas para pronósticos negativos, pero se acaba de saber que la subida de los intereses de la deuda pública española en 2010 ya supera los 1.500 millones que el Estado esperaba obtener de congelar las pensiones en 2011.

Sin maquillajes, la cosa viene a significar que cuando se debe mucho, las fluctuaciones en el tipo de interés que se está pagando pueden destrozar cualquier previsión, y eso lo sabemos muy bien los hipotecados, que miramos el Euribor cada poco para saber en qué parará nuestra hipoteca y tememos que una subida nos apriete aún más la soga. Calcular una hipoteca es eso también y sobre todo: saber lo que pagaremos y si lo podremos pagar con un tipo de interés distinto al actual.

La credibilidad de España baja, las medidas que solicitan (con razón o sin ella) no se toman y eso que para muchos significa una gracieta o un reflejo más de la incapacidad del Gobierno, para los mercados internacionales significa, ni má s ni menos, que pretarnos a nosotros tiene que dar más rendimiento, o es mejor irse a otro lado.

Si los inversores y la banca extranjera consideran a España como un riesgo, el dinero que presten a nuestros bancos será cada vez más caro y eso, sin dudarlo, se reflejará más pronto que tarde en el Euribor, que es el tipo de interés al que los bancos se prestan entre sí.

O sea que tenedlo claro: si la marca España se devalúa, las hipotecas se encarecerán. Tanto las que ya están concedidas como las pocas que se concedan en el futuro.

Estas son las consecuencias, las consecuencias reales y cotidianas, de no conseguir dar una imagen de solvencia. O peor aún, de no ir muy sobrados de ella.

 

 

El Euríbor rozando el 1.5% ya en octubre

El Euríbor sigue creciendo

El Euríbor sigue creciendo

El valor límite que parecía que sólo se alcanzaría a final de año se está acercando peligrosamente. Ayer, miércoles, el Euríbor cerró en el 1.491% en tasa media mensual (con 1.537% en tasa diaria), y con dos sesiones por cumplirse, la de hoy y la de mañana, amenaza a dejar el mes de octubre en el 1.5%.

Parece una cifra cualquiera pero no, se trata de una cifra psicológica, una cifra que los expertos vaticinaban como máximo para el año, y ahora todo apunta a que, si sigue la progresión como entre septiembre y octubre, en los que el Euríbor habrá crecido alrededor de 0.08 puntos porcentuales, a final de año nos encontraremos con un índice cercano al 1.60%.

Está claro que los aumentos están siendo más bruscos de lo esperado, a lo que ha colaborado el Banco Central Europeo, voluntaria o involuntariamente, con su anuncio de incrementar las restricciones de crédito a los bancos, con lo que, al haber menos oferta monetaria se han incrementado los precios y con ello el Euríbor.

Pero el mayor problema, como siempre, es la comparación del valor interanual, es decir, comparar el Euríbor de ahora, con el de hace un año, el de octubre de 2010 con el de octubre de 2009.Por entonces, la tasa media mensual del índice hipotecario cerraba en el 1.243%.

Por tanto, estamos hablando de más de 0.2 puntos porcentuales de incremento en un sólo mes, y noviembre puede ser peor, porque el año pasado la tasa media mensual del Euríbor cerró en 1.231%, con lo que la diferencia será aún mayor que la que hemos tenido ahora en octubre.

Corren malos tiempos, sin duda, para los que revisen que ahora se tienen que amoldar a los incrementos de cuota provocados por el aumento del tipo de interés, cuando el año pasado no podían beneficiarse de la bajada por culpa de las cláusulas suelo, cosas de ser pobre, supongo.

No nos queda otra que tomar la realidad como nos viene y aguantar el chaparrón, el que pueda, de la mejor manera posible. Cada vez escuchamos que hay más familias que no llegan a fin de mes (2 de cada 6, según el último informe), y ahora que las cuotas subirán, ese porcentaje también subirá.

Vuelta a la rutina con las hipotecas más altas

Todos queremos volver a la playa

Todos queremos volver a la playa

Parece que mi capacidad predictiva ha mejorado sustancialmente con la llegada de los calores, porque las dos principales predicciones que realicé antes de marcharme de vacaciones, hará cosa de un mes, se han cumplido al 100%: ayer, día 1 de septiembre, volví a trabajar, tras un corto mes de asueto, y el Euríbor cerró agosto por encima de la cifra de 2009.

La primera predicción no creo que le importe a mucha gente más que a mí mismo, y a los que tienen que soportar mi malhumor, que ahora puedo excusar bajo los efectos de la depresión postvacacional, pero la segunda, me temo que sí es un asunto de interés general.

Porque como te anuncié allá por el mes de julio, el Euríbor seguiría su escalada durante el mes de agosto, cerrando el mes por encima de su valor del año 2009, lo que supondrá que todas aquellas hipotecas que revisen en uno o dos meses lo hagan al alza.

Es decir, las rebajas ya terminaron, al menos en términos de hipotecas, y se acabó aquellos días maravillosos en los que cada revisión se convertía en una auténtica alegría (siempre y cuando no se tuviera firmada, sabiéndolo, o no, una cláusula suelo, claro está), porque ahora llegan los días negros de subidas, unas subidas que no serán demasiado elevadas, pero que sí comenzaremos a notar en nuestros bolsillos.

En definitiva, y sin tanta palabrería propia de alguien que todavía sufre los efectos del sol en la cabellera, que el Euríbor ha cerrado el mes de agosto en el 1,421%, por encima del 1,373%, con el que cerró julio, y, lo que es más importante, también por encima del 1,334% de agosto del año 2009.

Eso significa que todas aquellas hipotecas que tomen como referencia el Euríbor de agosto a la hora de revisar el tipo de interés aplicado, es decir, todas las que revisen entre septiembre y octubre, sufrirán la subida de la que te hablaba antes.

¿Es o no es el regalo perfecto para la vuelta de vacaciones? Si a ello le añadimos que nos han subido el IVA, que cada vez pagamos más impuestos y que la estabilidad de nuestros puestos de trabajo todavía está por demostrar, no nos queda otra que alegrarnos de regresar a nuestra rutina diaria.