Archivo por meses: diciembre 2012

El futuro del Euríbor

Una carga para toda la vida

Una carga para toda la vida

Todos sabemos que estamos viviendo un cuento de hadas con el Euríbor, un cuento que, como todos, está condenado a terminar aunque mucho me temo que nada tendrá que ver con el tradicional “y comerán perdices”, más bien con el “acabarán condenados al infierno”, que me acabo de inventar con motivo de este post.

Y es que a poco que hagamos una aproximación al futuro más inmediato que nos espera nos encontramos con unos diferenciales realmente elevados para todas las hipotecas firmadas a partir de 2010, ya que en esos momentos y a pesar de que el tipo de interés estaba realmente por los suelos y las entidades financieras podían hacerse con dinero barato, para compensar las pérdidas generales que estaban sufriendo las pocas hipotecas que se concedieron tenían unos diferenciales prohibitivos.

Por ello, en cuanto el Euríbor suba a un valor “normal”, que entendemos que sería el que ronda el 2,5-3%, si le aplicamos el diferencial medio de 2,5 que se ha venido aplicando en todas las nuevas hipotecas nos estaríamos situando en un tipo de interés del 5% que trasladado en cuota supone un golpe más que duro para las ya deterioradas economías domésticas españolas.

En este escenario, ya poco importa que las familias comiencen a recuperar algo su estabilidad económica, ya que incluso en una situación de trabajo estable se tendrán que enfrentar a un incremento artificial de sus cuotas hipotecarias, absorbiendo ésta toda la mejora económica que se pudiera estar planteando en el ámbito familiar.

Por tanto, aunque pareciera que los que han obtenido una hipoteca en estos años de crisis son afortunados ante la sequía general de financiación que se ha venido observando, lo cierto es que son los grandes perjudicados por la misma, ya que en cuanto el Euríbor recupere su tono quedarán ahogados y asfixiados por una situación insostenible.

Y lo peor es que se trata de una situación que se va a producir sin que podamos hacer nada para remediarlo, ya que en cuanto la situación económica remonte lo más mínimo, el primer indicador que experimentará un incremento será el Euríbor, arrastrado por la subida de los tipos de interés por parte del BCE.

Hipoteca y cadena perpetua

Hipotecado condenado a perpetua

Hipotecado condenado a perpetua

Ya lo sabéis todos aquí: siempre he sido partidario de que las deudas se paguen, y si no se quiere pagar la deuda lo mejor es no pedir prestado.

Esos conceptos como la deuda odiosa o la deuda ilegítima me suenan músicas celestiales, o a pretextos de mal pagador, para después de haberse gastado alegremente el dinero venir a los demás con el cuento de que esa deuda no se puede tener en cuenta porque fue contraída por intereses bastardos distintos a los éticamente previsto.

¿Pides? paga. ¿No te gusta perder soberanía, autonomía, libertad o como te apetezca llamarle? Pues no pidas prestado. Hasta tipos tan cerriles como Franco o Ceaucescu lo entendían, pero hoy parece que no se comprende, quizás porque hay por ahí unos cuantos que creen que la sociedad ya está madura para fomentar el escaqueo como mejora social.

Dicho esto, creo que hay que señalar una importante falla en nuestro sistema judicial. Una de esas grietas que te obligan a pensar si no es hora de cambiar un poco las tornas de un sistema en el que el dinero es defendido con más vigor que la vida y la integridad de las personas.

Porque el caso es que , con seguridad jurídica y todo, los delitos prescriben. El caso es que estos días venimos leyendo que los asesinatos de las niñas de Alcasser están prescritos y que el presunto asesino puede volver tranquilamente a su casa sin que se le pueda juzgar por aquellos tremendos crímenes. ¿No os suena? Aquí va un enlace.

¿Y cómo es posible, entonces, que prescriban los asesinatos pero no prescriban las deudas? ¿Cómo es posible que treinta años después de haber perdido el piso te puedan aún embargar cualquier ingreso para acabar de cubrir una hipoteca o una quiebra?

Este trato desigual puede suponer la puntilla para una economía como la española, dejando fuera de juego a cientos de miles de personas. Yo entiendo que haya que obligar a pagar al que contrajo una deuda, pero esa obligación tiene que ser limitada, con la misma idea, la misma intención y la misma doctrina por que que se incluyó en el código penal la prescripción de los demás delitos. Lo contrario es reconocer que el dinero vale más que la sangre, o aún peor, que la defensa del dinero es más importante para la ley que la defensa de la vida de los ciudadanos.

Lo contrario, aún peor, es reconocer que ser emprendedor en España es un riesgo más grande que ser ladrón o asesino. Y así no hay forma de salir de esta.

El Euríbor seguirá bajando en 2013

El hombre al que todo el mundo escucha

El hombre al que todo el mundo escucha

Las palabras de Mario Draghi no dejan lugar a dudas y abren claramente la puerta a la posibilidad de que durante el próximo año 2013 se produzcan nuevos descensos del tipo de interés dentro de la zona Euro para intentar paliar, dentro de lo posible, la situación del crecimiento económico de los países que la conforman.

La situación realmente alarmante en la que se encuentra Alemania ha hecho que el Banco Central Europeo no sólo no se plantee recuperar posiciones en lo que al tipo de interés se refiere, sino que ya deje entrever nuevas bajadas, con el objetivo claro de que los mercados perciban el mensaje y comiencen a tomar posiciones favorecedoras para la Unión Europea.

Estas bajadas del tipo de interés de la zona Euro para 2013 provocarán que el Euríbor siga con su tendencia a la baja durante el próximo año, beneficiando tanto a los que ya tienen suscrita una hipoteca como a aquellas familias que se estén planteando esta posibilidad.

Bien es cierto, sin embargo, que este beneficio es altamente relativo, ya que nos encontramos con la cláusula suelo para las familias que ya tienen una hipoteca contratada, y con el artificial crecimiento de los diferenciales aplicados por las entidades financieras en sus hipotecas, para las que quieran contratar un nuevo préstamo hipotecario.

En cualquier caso, es cierto que ninguna familia hipotecada pagará en 2013 más que en 2012, con lo que, en el peor de los casos se encontrará con una cuota mensual congelada, que no es una ventaja desechable teniendo en cuenta la situación en la que nos encontramos en estos momentos.

Se habla de que pudiéramos encontrarnos, incluso, en un escenario de un tipo de interés al 0%, aunque esta medida sólo se daría en caso de que la situación económica en la zona Euro nos llevara al borde del precipicio, del que todavía estamos un tanto alejados, a pesar de lo que pudiera parecer.

En definitiva, 2013 será un año relativamente bueno para las hipotecas, y si se produce una cierta recuperación del sector financiero, también para los préstamos y créditos en general, ya que con tipos de interés por los suelos la financiación debería también recuperarse.

La hipoteca regresa a sus vicios. Hipotecas por más del 100 % de la tasación

Una película que ya hemos visto...

Una película que ya hemos visto...

Dicen que la necesidad agudiza el ingenio, pero me temo que en este país nuestro la necesidad agudiza la torpeza, o eso hay que pensar al saber que de nuevo, una vez más, los bancos están dando hipotecas por encima del 100% del valor de tasación de los pisos, quizás con la esperanza de que si las cosas salen más seamos todos los que paguemos el pufo. Esta práctica irresponsable, dirigida  de momento de manera exclusiva a los compradores de los pisos que los bancos tienen en stock,  está siendo aplicada por BBVA, Popular y Sabadell, entre otros, y va dirigida a que los compradores puedan hacer frente a toda la serie de gastos que apareja la compra de un piso, como impuestos, notarios, registradores. Por tanto, y resumiendo, están vendiendo pisos a gente que no tiene ahorros y que no ha demostrado, hasta el momento de la compra, la capacidad de generar un excedente económico, ya sea por falta de renta o por exceso de gasto. La idea, para los bancos, es captar nuevos clientes y sacar de su balance el peso  muerto de esos pisos. En mi opinión, se trata de una simple jugada de probabilidad: tenemos estos pisos porque colocamos hipotecas a los que no podían pagarlos. Volvemos a intentarlo, y los nuevos que lo cojan pagarán o no. Si pagan, salimos ganando, y si no pagan, el pufo ya lo teníamos. Estamos ante uno más de los muchos casos que vemos a diario de incentivos perversos, donde todo se coordina para hacer las cosas mal. El comprador piensa que se puede hacer con una vivienda, y que luego, si no puede pagarla, ya llorará a quien sea para que no lo desahucien. El vendedor piensa que puede quitarse ese muerto del balance y que luego, si se repite al insolvencia, ya aparecerá quien sea para hacerse cargo del marrón. Y ese quién sea somos todos, me temo. La banca se defiende de todo esto diciendo que si no hay clientes solventes, en loas parámetros habituales, hay que buscar liquidar las viviendas con clientes que no cumplan todos los parámetros pero sean los mejores p0sibles. La respuesta cabal parece no contemplarla nadie: si no hay clientes solventes, no hay mercado y es mejor dedicarse a otra cosa. Lo contrario es vivir en el fraude y del fraude. Fácil de entender pero difícil de asumir, me temo.

El año de la asfixia crediticia

Sin créditos no hay vida, económica se entiende

Sin créditos no hay vida

Muchos se las prometían muy felices con la llegada del PP al poder y su fama de grandes gestores, algo que ha quedado desmentido de manera casi absoluta al ver como no sólo no han conseguido reflotar la economía española sino que, más bien al contrario, la están hundiendo cada vez más por culpa de sus medidas de austeridad absoluta.

Una austeridad que está recortando a marchas forzadas la renta disponible de las familias españolas y con ello se está provocando la contracción del consumo y de la inversión, entrando en un círculo vicioso del que no parece fácil salir ya que se trata de vasos comunicantes que acaban de retroalimentarse hasta el infinito.

A ello tenemos que añadir la incapacidad de obtener financiación de los bancos y cajas por parte de las empresas y los ciudadanos. Las sucesivas reformas financieras que han obligado a éstas a incrementar sus provisiones y la falta de una fuerza coercitiva real sobre el dinero prestado a estas entidades, está provocando que los bancos y cajas se estén dedicando a sanear sus balances antes de plantearse la posible concesión de nuevos préstamos y créditos.

Ello está repercutiendo directamente en la economía productiva, en la economía del día a día, ya que si las empresas no tienen acceso a financiación no tienen capacidad para iniciar nuevos proyectos, ello provoca que se resienta el empleo, al resentirse el empleo se resiente el consumo y los ingresos de la Hacienda Pública, que ingresa menos por cotizaciones y gasta más por prestaciones, y todo ello provoca que la producción se resienta aún más.

La única salida posible es que el Gobierno obligue a las entidades financieras a abrir el grifo del crédito o bien que se plantee la posibilidad de orquestar un entidad crediticia de carácter estatal, por ejemplo dotando de mayor capacidad al ICO, que en lugar de trabajar a través de las entidades financieras podría hacerlo de manera autónoma, y con ello conseguir romper el círculo vicioso en el que nos hemos introducido sin solución de continuidad aparente, con un futuro más que negro a poco que echemos un vistazo a los datos económicos.

Hipoteca y cajas rurales. Sociología del fracaso.

Los que andan con espigas entienden de estas cosas

Los que andan con espigas entienden de estas cosas

Hemos hablado ya, y mucho, del cúmulo de situaciones y de la conjunción de intereses que ha conducido a que a la banca y los hipotecados se encuentren en la situación presente.

Hemos hablado del enorme interés de los directores de sucursales y de zona por cobrar bonos a costa de unos resultados que eran artificiales, de la imprudencia de los que compraron una vivienda sin pensar que el contrat0 iba a ser para treinta años y podía, en todo ese tiempo empeorar la situación, de la imprudencia y avidez de las sociedades tasadoras, que cobraban a porcentaje, de la vista gorda de los notarios, que cobraban también a porcentaje, y de la habilidad de la administración para apagar el fuego con gasolina siendo que cobraba, que casualidad, sus impuestos a porcentaje.

Pero hay un dato del que hemos comentado muy poco todavía y que me parece sintomático: la actuación de las Cajas Rurales.

En España hay registradas setenta y tres cajas rurales, que son cooperativas de crédito muy del estilo de las cajas de ahorro, pero centradas en dar liquidez y préstamos al sector rural. ¿Y sabéis una cosa? Resulta que de las setenta y tres cajas no se ha intervenido aún ninguna. ¿Por qué?

Por una cuestión sociológica: en el campo, la gente está echa de otra pasta, para bien y para mal. En el campo se encuentra a veces gente cerrada, mal comunicada, con una cultura académica escasa y muy apegada a tradiciones y modos de pensar que hoy nos parecen con frecuencia arcaicos.

Pero en el campo no se endeudan si no es absolutamente imprescindible. En el campo no se hacen castillos en el aire, porque se sabe, desde que el mundo es mundo, que mañana puede venir un pedrisco o una helada que acabe con todo. En el campo se sigue, por el puñetero libro, el principio de prudencia, y por eso, ni clientes ni directores de sucursal ni nadie en absoluto que pertenezca a ese mundo ha caído de forma masiva en la tentación de pedir hipotecas cuando no la se puede pagar ni de darlas a quien no las va a devolver.

Puede haber y hay excepciones, por supuesto, pero se trata de eso: excepciones, y no de la norma de lo que ha sido el despelote de las cajas de ahorros y la orgía monetarista de los bancos, esa que acabaremos pagando todos.

Mirad, por tanto, si lo que ha sucedido es solamente económico o hay también una componente social y de mentalidad e la gente en el problema.

Como siempre, hay que recordar que el sistema lo hacen las personas, y sus problemas no son más que un reflejo de nuestras costumbres, nuestras virtudes y nuestros vicios. Capitalismo, deuda y banca también las hay en el medio rural, pero parece que allí significan otra cosa.

Nos quedamos sin palabras con el Euríbor

Y seguimos con el Euríbor a cuestas

Y seguimos con el Euríbor a cuestas

La verdad es que uno ya no sabe lo que pensar a propósito del Euríbor, mes a mes nos llevamos las manos a la cabeza ante la caída libre en la que se encuentra y en el mes inmediatamente posterior nos damos cuenta de que lo del mes anterior no era nada porque aún está más bajo. Una caída que, sin embargo, no acaba de beneficiar a los consumidores.

Y es que el problema, como casi siempre, es que la bajada de precios queda absorbida de una manera misteriosa mientras que cualquier subida es repercutida de manera casi inmediata a los consumidores. Así nos encontramos con que las nuevas hipotecas concedidas siguen teniendo un tipo de interés muy elevado y que las revisiones mensuales de tipo de interés de hipotecas ya concedidas no hacen bajar la cuota tanto como deberían.

Lo segundo se debe a la fatídica cláusula suelo que sigue haciendo estragos en los bolsillos de los consumidores que tras frotarse las manos al ver los valores tan ínfimos del Euríbor se golpean contra un muro cuando descubren que todo era un espejismo pasajero porque su cuota no bajará tanto como habían pensado. Unas cláusulas suelo de las que se viene hablando largo y tendido durante los últimos años pero que nunca terminan de desaparecer.

En cuanto a las nuevas hipotecas, el problema radica en el hecho de que nos encontramos con unas entidades financieras que están ampliando de una manera excepcional sus márgenes y sus comisiones, de manera que al final el tipo de interés resultante que tiene que abonar el nuevo hipotecado por su préstamo es muy superior al que marca el mercado.

En este sentido nos encontramos, una vez más, con que la banca siempre gana y el consumidor siempre pierde, siendo al final el país el gran perjudicado. Porque con un Euríbor tan bajo la financiación debería de fluir de manera sencilla repercutiendo en una mejora de las condiciones económicas generales del país. Pero nada más lejos de la realidad, ya que el crédito sigue bloqueado y con ello cualquier intención de recuperación económica que se pudiera empezar a plantear.