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Por qué el PP no quiere ganar las elecciones (una de historia medieval)

La gaviota no pasa por su mejor momento...

La gaviota no pasa por su mejor momento...

Como hubo quién interpretó cierta parcialidad en el artículo de este sábado, me paso al ala contraria, pero con el mismo ánimo de rigor y alejamiento del partidismo. A veces (permitídme el desahogo) me pregunto con qué órgano concreto escribiré yo o con qué víscera en particular leerá alguna gente, pero eso es lo de menos y llevo el tiempo suficiente en estos lares de la palabra escrita como para saber que a Pitágoras lo asesinaron por considerar libelo sedicioso su teorema de los triángulos rectángulos.

Mi tesis, y es grave, es que el PP parece querer ganar las elecciones, pero en el fondo es mentira. Mi tesis, y trataré de demostrarla, es que hay demasiada gente en el partido a la que nada le conviene más que una derrota honrosa, a ser posible por la mínima, y cuatro años más en la oposición.

El sábado ya dije lo que opinaba de la gestión de Zapatero y las consecuencias para su partido. Pues bien: un tipo como Rajoy que pierde dos veces contra semejante lumbrera tendría que haberse colgado de un pino (un pino político, por favor) hace varios años y los buitres tendrían que haber dejado ya mondos y pulidos sus huesos (huesos políticos, no me malinterpretéis)

Sin embargo, con el país en barrena, las cifras del paro batiendo récords, el déficit en órbita (junto al Meteosat) y la inversión extranjera entonando el “sálvese quién pueda“, resulta que el principal partido de la oposición araña algunas centésimas en las encuestas y se empeña en hacerse el hara-kiri en peleas de portera, reyertas de feriantes y asaltos con escalo a los fondos públicos.

Afortunadamente, la corrupción del PP parece que se limita a robar, y no tiene nada que ver con aquel tirabuzón glorioso, doble salto mortal de la corrupción, que consistía en gastarse en putas el dinero destinado a gastarse en asesinos a sueldo, pero esa ya es otra historia y os la dejo a vosotros, en los comentarios.

El caso, y a eso iba, es que tengo la impresión de que hay mucha, pero mucha gente dentro del PP que no quiere ganar las elecciones. Se trata de dirigentes de segunda fila, muy cómodos en su cargos, muy estables en sus pequeños reinos, que saben que mientras el líder nacional no gane las elecciones será un líder débil y podrán hacer más o menos lo que les dé la gana. Se trata de presidentes de diputaciones provinciales, alcaldes, consejeros y presidentes autonómicos, que saben que están ahí porque nadie tiene poder ni autoridad para echarlos ni para someterlos a control, y que harán cuanto puedan por mantener en el liderato nacional a un dirigente débil, silencioso y mediocre que no pueda atacar ni discutir sus privilegios.

¿Sabéis algo de historia medieval? No hace falta; lo resumo: durante toda la Edad Media, la gran lucha en todos los reinos consistió en delimitar hasta dónde llegaba el poder real y hasta qué punto estaban sujetos los nobles al Monarca. Cuando el rey era débil, los nobles eran fuertes y hacían en sus condados lo que les venía en gana; cuando el rey era fuerte, los nobles tenían que plegarse a sus órdenes, o venía el rey y les cortaba la cabeza.

¿Qué querían los nobles? Un rey lo bastante fuerte para mantener a raya al enemigo exterior, pero no tanto como para mantenerlos a raya a ellos.

¿Y qué pasa en el PP? Pues eso mismo. Y lo pagamos nosotros, como pagamos la desintegración de la idea de socialismo que comenté este sábado.

De tan desvertebrada como está quedando la política española acabaremos compitiendo con los moluscos. Y si no, al tiempo.

 

La estafa solidaria de los salarios reales (agujero segundo)

Solidaridad es esto.

Solidaridad es esto.

Sigo con mi recorrido por las gateras y los agujeros negros de nuestra economía. Hoy, como me he levantado con el pie izquierdo, voy a hablar de un tema un poco espinoso: los salarios reales.

Hace unos días os di la lata con el temible coin fiscal, que es la diferencia entre lo que el empresario paga por una trabajador y lo que el trabajador recibe por su trabajo. Decía entonces que esa es una de las grandes tensiones que estorban el buen desarrollo del mercado laboral, pero como no quiero repetir todo el razonamiento pongo en enlace para el que quiera revisarlo.

En el mismo hilo argumental existe otro diferencial que merece la pena señalar y que determina por cuánto estamos trabajando en realidad, o dicho de otro modo, cual es la diferencia entre trabajar y no hacerlo. El salario real es la diferencia económica entre tener un trabajo y no tenerlo.

Parece que estoy diciendo perogrulladas, pero resulta que en España esa diferencia, o salario real, es cada vez más pequeña, y eso es lo que está llevando, en el fondo, al país entero al desastre.

¿Lo calculamos juntos? Será sólo un ejemplo, uno cualquiera, pero estoy seguro de que vosotros sabréis aplicar la idea a otros casos que conozcáis y que espero nos contéis a todos en los comentarios. Porque de lo que se trata es de quedarse con la idea, o eso me gustaría. Vamos allá:

Tenemos a Paco y a Manolo. Paco y Manolo entraron a trabajar juntos en una ferretería. Por razones diversas, Paco fue despedido hace tres años, recibió diez mil euros de indemnización, y desde entonces está en el paro.

Manolo sigue en la ferretería, trabaja cuarenta horas semanales y cobra 1200 netos € al mes.

Paco cobró 740 € de paro durante dos años y ahora cobra 420 €, y si no, estaría cobrando la ayuda familiar. Por tanto pongamos que,de media, en este tiempo Paco cobra de ayudas y subsidios unos 575 € al mes.

Manolo, por tanto, se levanta todos los días a las siete y media de la mañana y trabaja ocho horas, por 425 € de diferencia respecto a su ex-compañero, que no hace nada. Su salario real es de 2,75 € la hora. ¿Qué os parece?

Con cualquier chapucilla en negro que encuentre Paco, y que cobre a más de 2,75 € la hora, ya estará ganando más que el que sigue trabajando y cotizando.

Pero es que además, si seguimos con el supuesto de vidas paralelas, ambos viven con sus parejas, con las que no se han casado (eso es de carcas), y sus chicas trabajan de cajeras en el mismo supermercado, ganando 800 € netos al mes.

Por tanto, la cosa no se detiene en los 475 € que Manolo ganaba de más trabajando.

Paco tiene derecho a una VPO, y Manolo no.

El hijo pequeño de Paco tiene preferencia en la guardería municipal, y para el de Manolo no hay plaza y lo tiene que llevar a una privada.

El hijo mayor de Paco tiene derecho a beca y el de Manolo no.

Paco no tiene que hacer declaración de IRPF y Manolo tiene que hacerla.

Podría seguir, pero me detengo aquí.

Al final, ¿por cuánto está trabajando Manolo en la ferretería? Lo cierto es que por NADA o por una cantidad cercana a cero. Manolo trabaja porque es idiota ya que, sin trabajar, ganaría mucho más y en su casa se viviría mucho mejor.

El salario real de Manolo, respecto a su antiguo compañero, que no trabaja, es cercano a cero.

¿Qué tiene de raro que Manolo llegue todos los días tarde a trabajar, o trate mal a los clientes de la ferretería, intentando que también lo despidan a él?

Pues así, ya me diréis, si es normal o no que el país vaya como va. Y si creéis que me paso, enviad este artículo a algún amigo y cada cual tendrá más de un caso que contaros.

Quedo a la espera de los vuestros.

El mercado laboral en España

Fijos y temporales conviviendo en el mercado.

Fijos y temporales conviviendo en el mercado.

Amigos, hay que reconocerlo: el problema ya no es tanto si sube o baja la hipoteca, que también, sino de dónde va a salir el dinero para pagarla, porque el curro se pone difícil y no parece, a primera vista, que la recuperación económica, cuando llegue, vaya a redundar en nuestro país en una mejora sustancial de las cifras de desempleo.

Como unos somos jóvenes y otros desmemoriados, y como ambas categorías no se excluyen entre sí, me gustaría hacer hoy un repaso por los distintos intentos regulatorios del mercado laboral en España. No pretendo tener la verdad, por supuesto, pero os aseguro que seré sincero.

La primera, pues, en la frente: dejando a un lado las limitaciones políticas, el Fuero de los Trabajadores del franquismo era la bendita panacea. Consagró el empleo fijo, dificultó el despido, consagró las ordenazas laborales por gremios y ramas productivas y, a menos que apuñalases a la madre del patrón, podías contar con jubilarte en la misma empresa donde entraste a los dieciséis años como chaval de los cafés. Las subidas salariales fueron constantes y sostenidas (por eso se pasó de ir en burro al Seat 600), el déficit público era de risa (menos del 0,5 % del PIB ) y el precio de la vivienda equivalía al salario de 11 años de UN trabajador.

Partiendo de este panorama, en 1984 (con Felipe González) se aprobó la primera reforma laboral, con la idea de que el mercado era demasiado poco flexible, lo que entorpecía la creación de puestos de trabajo en los momentos de bonanza, auqneu se impidiese su destrucción en las crisis. Si era tan difícil despedir a un trabajador, las empresas procuraban estirar su plantilla al máximo, pero no la incrementaban y eso trataba de evitar esta reforma, ideada para que España pudiese dar el gran salto. Su punto estrella fue la creación de contratos de trabajo sin duración determinada, los indefinidos, y se intentó promoverlos dándoles ventajas fiscales y de cotización.

Esta reforma funcionó bastante bien, porque hasta finales de los ochenta se crearon muchos cientos de miles de puestos de trabajo. La cosa no fue perfecta del todo, porque se creó una fisura grave entre los trabajadores: la diferencia entre los fijos, contratados en el franquismo, que tenían todos los derechos, y los recién contratados, que no tenían casi ninguno, de modo que los sindicatos peleban casi en excluiva por los primeros, que eran los que realmente iban a estar allí de modo permanente.

Poco a poco la tempopralidad creció y a principios de los noventa, uno de cada tres trabajadores tenía ya contrato temporal. Esto perjudicó no sólo a los trabajadores, sino a toda nuestra economía en su conjunto, pues las empresas dejaron de invertir en formación de los trabajadores, lo que redundó en menos productividad y menos competitividad. Cuando el contrato es temporal lo que se invierte en enseñar a jacer algo a un trabajador es dinero perdido en cuanto el trabajador se marcha.

Por otra parte, y esto fue culpa de los sindicatos, esta división en dos grupos de trabajadores con muy distintos derechos, supuso que los que estaban fijos tenían mucho mayor poder de negociación, porque siempre serían los últimos en ser despedidos, ya que ante cualquier eventualidad los que caerían primero serían los otros. Por eso, presionaron duramente al alza de salarios que se compensaban de inmediato con recortes entre los que tenían contrato temporal.

En 1994 se aprobó una nueva reforma laboral que creó nuevos tipos de contratos para los más jóvenes, que tenían grandes dificultades para acceder al mercado laboral, y se autorizaron las empresas de trabajo temporal, las famosas ETT cuyo negocio consiste en lo que todos sabemos. Como no se consiguió gran cosa y se seguía destruyendo empleo, en 1997 (con Aznar) se aprobó otra reforma que trató de flexibilizar más aún el mercado de trabajo, manteniendo las dos castas, ya que en España siguen sin existir leyes que sean aplicables a todos los trabajadores.

Lo que tenemos actualmente es que la tasa de temporalidad no sólo no decrece, sino que sigue aumentando, lo que perjudica tanto a empresas como a trabajadores.

¿Y hasta cuando? Hasta cuando se cumpla el artículo ese de la Constitución, ese tan tonto de que todos somos iguales antes le ley.

 

Amnistía fiscal (pero rigor hipotecario)

Prisioneros recién liberados de una cárcel bancaria

Prisioneros recién liberados de una cárcel bancaria

En Italia, el Gobierno de Berlusconi ha aprobado una amnistía fiscal para dotar de liquidez a su sistema financiero y subir los ingresos del Estado sin necesidad de aumentar los impuestos.

En España, según los datos que se manejan, esos famosos datos de los billetes de 500 enterrados en las cajas de seguridad y las fabulosas fortunas ocultas bajo la teja de pisos hipotecados para disimular, si se consiguiera hacer aflorar la economía sumergida el Estado ingresaría cien mil millones de euros más.

Cien mil millones, osea, siete veces lo que se va a conseguir, si se consigue, con esta subida de impuestos que machacará una vez más a las clases medias y al currante de toda la vida.

El mecanismo que algunas voces han propuesto en España sería sacar una emisión de deuda pública a cinco años al 1 % de interés, de modo que el que invirtiese en ella no ganase prácticamente nada (de hecho, perdería un poco con la inflación) pero no se le preguntase de dónde había sacado el dinero. Se propone también que ese dinero, íntegramente, se destine al ICO para que conceda créditos blandos a los autónomos, pequeños empresarios y en general a todo el que vaya a crear una empresa o a contratar trabajadores.

La solución es francamente buena en la práctica, porque no sólo se activaría la economía, sino que el Estado recaudaría además otros tres o cuatro mil millones de Euros, como mínimo, por los impuestos que se derivasen de gastar ese dinero. Además, posiblemente no apareciese sólo el dinero que los españoles tienen oculto, sino que vendría dinero de fuera para aprovechar esa estupenda ocasión de blanquearlo a un coste tan bajo.

La solución, como digo, es excelente en lo económico, pero moralmente repugnante, porque da la razón y apoya a los que en su día no pagaron sus impuestos y crea un peligroso precedente para el futuro.

Así las cosas, si se os preguntase a vosotros, ¿qué preferiríais?, ¿que el dinero que ha salido de todos vuelva a trabajar para la sociedad aunque sea costa de beneficiar a los que no pagaron?, ¿o que ese dinero, siga oculto, y sin poder gastarse, en cajas de seguridad de todo el mundo?

Yo no lo tengo claro aún, pero después de pensarlo detenidamente creo que es mejor que ese dinero vuelva a todos, aunque sea por encima de la ley. Y no sólo por la falta que le hace a nuestra economía, sino porque el dinero no puede estarse quieto, y cuando no sale a la luz se acaba moviendo por los subterráneos, lo que genera toda clase de mafias y negocios sucios. Una vez leí a un narco que explicaba que hubiese dejado el tráfico de droga si hubiera podido destinar el dinero a otra cosa, pero como era dinero ilegal lo único que podía comprar con él eran cosas ilegales.

¿Qué es mejor en estos casos? ¿Mirar para otro lado y dar la razón al que no pagó, sabiendo que es por el bin de todos, o mantener la firmeza aunque sea a costa de sacarle ese dinero tan necesario a los que más le cuesta ganarlo?

Decidid vosotros.

Entre tanto, por supuesto, de amnistía hipotecaria no hemos oído una palabra.

¿Para quién trabajamos? Un calendario de esfuerzo fiscal

negrero

Diseño original de un cartel electoral, rechazado por la cúpula del partido...

Una de las razones por las que nos bombardean cada vez con más datos es porque está demostrado que cuanta más información se aporta, más desorientado se encuentra el que la recibe si no la entiende correctamente.

Hay un experimento psicológico en el que los voluntarios deben adivinar qué es lo que ven y para ello se les muestran fotografías parciales del objeto que deben descubrir. Lo curioso es que lo adivinan mucho antes los que sólo ven diez fotografías parciales que los que ven veinte, ya que una fotografía parcial es algo que no entendemos completamente.

A mi juicio, con los impuestos pasa algo similar. Nos hablan de presión fiscal, nos dicen que sube o baja tres puntos y nos comparan con países de nuestro entorno, cuando en realidad no tenemos nada que ver con el tipo de vida y salarios que se acostumbran en Alemania, Bélgica o Luxemburgo.

Por eso, creo que es importante que sepamos para quién estamos trabajando, y que hablemos bien claro, para no quedarnos con ideas confusas de lo que significan ciertos conceptos. Quizás exponerlo en forma de calendario  ayude un poco a que a nadie le queden dudas.

En España, de media, distribuimos así el trabajo:

Hasta el 14 de marzo trabajamos para pagar los impuestos a la administración central (IVA, IRPF, impuestos especiales, etc…)

Del 14 de marzo al 11 de abril trabajamos para la Comunidad Autónoma en la que vivimos.

Del 11 al 25 de abril, trabajamos para el ayuntamiento.

Del 25 de abril al 23 de mayo, trabajamos para la Seguridad Social.

A partir del 23 de mayo, trabajamos para nosotros mismos, pero si tenemos una hipoteca, trabajamos de media hasta el 29 de agosto para la vivienda.

Comer, vestir, la luz, el teléfono, el agua caliente, la calefacción, el coche y todo lo demás que queramos tener, gastar o conseguir, tenemos que lograrlo con lo que ganemos desde esa fecha en adelante.

Estas son las cosas verdaderamente importantes. Lo demás, ideologías, discursos, pretextos para sacarnos otro poco y añadidos similares, son monsergas: forraje para bobos.

 

Por cierto: aquí os dejo un enlace sobre la presión fiscal y los impuestos en distintos países. Espero poder comentarlo a fondo en algún momento.

La hipoteca puente (o acueducto)

Entre unas cosas y otras aún no han acabado de pagarlo...

Entre unas cosas y otras aún no han acabado de pagarlo...

Como siempre me lanzo al río contra corriente, iba a hablar hoy de los aspectos positivos de la política económica del Gobierno, pero no me ha parecido plan ser tan vago, y finalmente os traigo este otro tema, más centrado en lo hipotecario.

Se le suele llamar hipoteca puente a la que se realiza sobre la vivienda que tenemos en propiedad mientras la nueva vivienda, la que queremos comprar, está aún en construcción o no podemos acceder a ella por diversas razones.

La hipoteca puente solía tener una duración de un año, pero dadas las circunstancias, tanto de las promociones inmobiliarias como de las economías familiares, la hipoteca puente puede convertirse en hipoteca acueducto, con tantos arcos como inconvenientes vayan saliendo.

La jugada del banco consiste en que por un sólo préstamo tiene dos viviendas en garantía, lo que le cubre bastante el riesgo. Sin embargo, esta era más interesante en los tiempos en los que los precios de las viviendas subían constantemente, pues si dejabas de pagar después de un tiempo se quedaban con la vivienda vieja, que ya tenías en propiedad.

Ahora, en cambio, los bancos son reacios a firmar esta clase de hipotecas, porque en caso de que algo no vaya bien podrían tener que quedarse con la vivienda antigua, que en un año puede haber perdido una parte apreciable de su valor. Y además, ¿para qué quiere el banco otra vivienda, cuando la banca española acumula ya 46.000 millones de euros en inmuebles?

Por eso, si necesitáis una hipoteca de este tipo, u os la ofrecen, recomiendo la máxima prudencia: el banco no se conformará con tan poco, y hay que tener cuidado con la letra pequeña, no vaya a ser que pongan un plazo que no podamos cumplir.

Y por supuesto, pedir el dinero para comprar otra cosa, como se hacía antes, es jugársela. Pero allá cada cual… 

Por cierto: el Euribor ha cerrado este mes de septiembre en el 1,26 %. Menos mal que eso nos salva.

Aspectos positivos de la subida del IVA

Poder sentarse previene las varices. Todo tiene su parte buena....

Poder sentarse previene las varices. Todo tiene su parte buena....

Prometí hace unos días que hablaría de las repercusiones positivas que puede tener una subida del IVA, y aquí me tenéis, más valiente que un domador de virus.

Aunque cueste creerlo, si se hace bien, (y eso es lo más dudoso) una subida del IVA puede tener alguna repercusión positiva en nuestra economía. Voy a ello:

-1- Del IVA no se escapa nadie. Es injusto que todos paguemos lo mismo, pero al menos hay un impuesto que sabemos que sale a escote de todos y va para todos.  No se presta al escaqueo tanto como otros impuestos.

-2- España tiene, junto a Luxemburgo, el tipo más reducido de la Unión Eropea, y como ya iba siendo hora de subirlo, ningún momento mejor que este, cuando la subida del IPC que traerá consigo va a ser menos dolorosa que nunca.

-3- Muchos, muchísimos convenios colectivos están referenciados al IPC. Con el IPC en números negativos, una subida del IVA provocará una subida de salarios y pensiones que beneficiará a los que más ahorren y menos gasten, porque el IVA sólo se paga cuando se gasta, pero no cuando se ahorra.

-4- Parte del hundimiento del consumo viene precisamente de la bajada de precios y de que la gente espera a comprar precisamente porque cree que dentro de unos meses comprará más barato. Si la subida del IVA se anuncia con tiempo, eso puede inducir a comprar ANTES de la subida, lo que desencadenará un repunte de las ventas en comercios y quizás también en pisos, reanimando un poco la economía.

-5- Al tener un IVA más pequeño que los países de nuestro entorno, nos salía más barato importar porque sus precios eran más competitivos aquí que en su país. Una subida del IVA ayudará a mejorar la balanza comercial reduciendo las importaciones. Se reducen también las exportaciones, pero como son menos (y por eso hay déficit comercial) pues afecta menos.

-6- Por último, una subida del IVA servirá para abriles los ojos a unos cuantos incautos y hacerles ver de una vez qué es lo que algunos entienden por políticas solidarias, medidas redistributivas y defensa de las clases humildes. Parece cosa menor, pero no lo es: quitarle el disfraz al lobo nunca fue cosa menor.

Si se os ocurre alguna razón más, cuento con ella en los comentarios.

La subida del IVA

El trabajo os hará libres. Un lema antiguo y de escasa credibilidad.

El trabajo os hará libres. Un lema antiguo y de escasa credibilidad.

Ya anunció el Gobierno que el IVA super-reducido del 4 % no va a aumentar. Y es normal, porque de ese IVA, que se aplica a unos cuantos productos privilegiados, no da tajada para la carne que hace falta en esta olla de gasto y sopa boba para todos.

El IVA que aumentará, sin duda alguna, será el tipo general, que actualmente es del 16%, porque ahí es donde de veras está el dinero.

Si me aceptáis un consejo para conocer mejor la mecánica de las cosas y distinguir los globos sonda de las verdaderas intenciones de un gobierno, tratad de averiguar siempre cuales son sus verdaderas intenciones y luego enlazad esa pretensión con los medios que mejor la cumplan. Y lo demás, es relleno.

Por ejemplo, en este caso, tenemos un déficit verdaderamente apabullante que alcanza un diez por ciento del PIB. Bestial, vale. Por tanto, antes de entrar en bancarrota hay que reducir el gasto o aumentar los ingresos en quince mil millones de euros, que son como dos billones y medio de las antiguas pesetas. Para sacar una cifra así, no basta con subirles los impuestos a los ricos, porque ricos hay pocos, y resulta que subir los impuestos a las plusvalías y a los rendimientos del capital cinco puntos, no serviría para recaudar más de mil quinientos millones de euros, y sólo en teoría.

Lo explico: según las cuentas presupuestarias, por cada punto que se suba el impuesto de plusvalías y los rendimientos del capital se recaudan trescientos millones de euros más, pero eso sólo es así en teoría, porque por cada punto que se sube hay un puñado de ricos que se van con su dinero a otra parte y, además de dejarte en pelotas, pasan de pagar lo que antes pagaban a no pagar ni un duro. O ser a que si subes muchos puntos, puede incluso que baje la recaudación.

Lo mismo pasa con las rentas más altas: si el tipo máximo pasa del 45% actual para los que ganan más de 50.000 € a un tipo, digamos, del 60% se puede recaudar un poco más, como mil millones de euros, dicen, pero con el peligro de que algunos profesionales que pagan esa cantidad se empadronen en Andorra, en Francia, o en Portugal o abran una sociedad para librarse del palo.

Así las cosas, y aun creyendo que recaudaría el máximo, tendríamos el impuesto sobre el capital al 23 % y el IRPF máximo al 60 % y abríamos recaudado sólo tres mil de los quince mil millones necesarios. ¿De dónde saldría el resto?

De los ricos no, porque hay pocos. El resto nos lo van a sacar a los pobres currelas, porque somos muchos y porque es donde de veras está la pasta gorda. Contar la milonga de que les van a subir más los impuestos a los ricos es sólo un jarabe para que traguemos mejor, como zoquetes, lo que nos van a subir a nosotros. Si en vez de preocuparnos pro lo que pagan los demás nos preocupásemos pro lo que vamos a pagar nosotros, entonces dejaríamos de hacer el primo y sabríamos la verdadera dimensión de esta subida.

Porque la subida será del IVA, no lo dudéis. Por cada punto que se suba el IVA, se recaudan cinco mil millones más. Dos puntos, diez mil millones, y de eso no hay quien se escape.

Es poco social, regresivo, injusto e insolidario, pero es eficaz y da pasta. A vosotros qué os parece, ¿que se hará o que no?

Admito apuestas.

Socialismo y morosidad hipotecaria

Tranquilos, que otro día os pongo una gaviota muerta.

Aunque resulte difícil, os ruego que no interpretéis en este artículo ninguna animosidad partidista. Vaya por delante que en las cuatro veces que he acudido a votar en las elecciones generales he votado a cuatro partidos distintos, y busco desesperadamente un quinto para las siguientes.

Sea como fuere, y voy al toro, el hecho es que en España hay una clara relación entre el socialismo y la ruina económica. Lo que no me atrevo a afirmar es que sea el socialismo el que la provoque: también podría ser que la gente prefiriese a este partido político cuando cree que las cosas van a ir mal, que el socialismo traiga mala suerte a las empresas, o que, simplemente, no guste a los empresarios, que esperan a mejores tiempos para invertir y crear puestos de trabajo.

Si el socialismo en su definición(que no llega a tanto el nuestro) cree en la lucha de clases y considera enemigo al patrono, tampoco es de extrañar que nadie quiera hacerse patrono y que el necesite un salario tenga que que ir a pedirlo a la ventanilla del INEM.

La otra posibilidad, por supuesto, es que SI haya relación causa efecto entre la destrucción de empleo, el deterioro de la economía y las políticas, medidas y procedimientos socialistas de gasto, inversión y fiscalidad. Eso ya es muy opinable y no creo que sea competencia mía meterme en tales berenjenales.

Como este no es un blog político, sino económico, me limito a ofreceros una interesantísima gráfica sobre la evolución histórica de la morosidad hipotecaria. Como sabéis todos, los socialistas dejaron de gobernar en España en 1996 y regresaron en 2004. Lo digo para los lectores más jóvenes, si los hay, que espero que sí.

Juzgad vosotros mismos.

 

 

 

morosidad por años

 

Previsiones sobre el Euribor y la crisis

ZP dice que es una panadería y hará pan para todos, pero no me fío...

ZP dice que es una panadería y hará pan para todos, pero no me fío...

Como ya sabéis, las previsiones económicas se siguen haciendo porque la gente tiene la clemencia de no revisarlas luego, o de revisarlas con una sonrisa en los labios. Oí decir una vez que no hay nada más divertido que una revista del corazón atrasada, pero yo os digo que hay otra cosa aún más humorística: un periódico económico atrasado.

Digo todo esto para que me permitáis la osadía, a mí, un pobre pringado, de realizar una previsión económica sobre la crisis y los tipos de interés, como el Euribor. Eso sí: por mi parte, corresponderé a vuestra amabilidad dando razones y argumentos un poco más consistentes que los de los políticos. No es tan difícil: cualquier cosa es más consistente que la nada.

Vamos a ello:

Entre las muchas razones por las que surgido esta crisis, yo quiero destacar la abundancia de liquidez. El miedo a la recesión hizo bajar los tipos de interés a unos valores en los que el dinero perdía valor real a medida que incrementaba su nominal, con lo que los capitales se refugiaron en valores tangibles, y el más tangible es el piso. De ahí que se formase una gran burbuja inmobiliaria, pues como el dinero costaba menos que la inflación, comprar bienes inmuebles era un opción interesante.

Por muchas razones que no me paro a analizar ahora (para no escribir un tocho), el sistema financiero se fue a hacer puñetas y entramos justamente en lo contrario: en una escasez de liquidez. Pero esa escasez no se ha acompañado de una subida de los tipos de interés, como sería lo normal, con lo cual, queda aún por pagar el coste real de la crisis.

Esta es la primera clave: los tipos de interés están bajos, pero los bancos no prestan. Algo no funciona.

En segundo lugar, quiero señalar hacia el valor de las monedas. Como ya sabréis, la libra esterlina se depreció casi un veinte por ciento, y el dolar ha bajado más de un cuarenta frente al euro en pocos años. Son muchas las voces que se preguntan por qué el Euro sigue tan alto cuando la economía europea depende tanto de las exportaciones y un euro alto es tan perjudicial para nuestra competitividad frente al exterior. Nuestro sector turístico, por ejemplo, acusa el golpe del Euro alto, porque, al cambio, hace mucho más barato irse a Túnez, a Croacia o a Indonesia.

A mi juicio, la razón de este desmán es doble, pero tiene un mismo origen: Alemania es país acreedor y Alemania tiene balanza comercial positiva de nada menos que 270.000 millones de euros al año. La cosa, pues, está clara: el que recibe más de lo que entrega y el que espera cobrar de los demás no quiere de ningún modo que la moneda baje, porque eso le haría recibir menos por los dos conceptos.

Por tanto, una devaluación del euro sólo será posible cuando la situación alemana haya empeorado lo suficiente para que convenga a los que verdaderamente tienen el poder en Europa (o sea, ellos) y entonces veremos también una subida de los tipos de interés.

A mi juicio, el de un pobre pringado, el momento más duro de esta crisis vendrá cuando los países de nuestro entorno, especialmente Alemania, salgan del bache y nosotros no podamos seguir los nuevos criterios de convergencia por el salvaje incremento del déficit público que ha alentado nuestro gobierno. En ese momento se recortarán brutalmente y de un golpe los gastos públicos, al tiempo que veremos como el Euribor sube de nuevo al 5% o al 6% con la misma rapidez con que bajó.

Dicho lo anterior, os recomiendo que sigáis la evolución de la economía alemana, porque ese es el reloj que marca la cuenta atrás.

Si mis cálculos son correctos, que seguro que no lo son, a finales de 2010 ellos estarán listos para otro salto adelante y EEUU habrá resuelto en parte su agujero financiero. Contad, para entonces, con que los tipos de interés se tripliquen. Y eso si Zapatero detiene el gasto público: si no, contad con algo cercano a una bancarrota cuyos efectos, afortunadamente, se me escapan.

 

 

 

Diálogo social y financiación autonómica (carrera de burros)

Mejor no demos más ideas...

Mejor no demos más ideas...

Perdonadme que me ponga tan bruto, pero como los sábados saco a pasear la cimitarra, aunque algunos me tachéis de exagerado o de poco moralizante, quiero hablar de un tema que nos interesa y nos importa a todos, por sus tremendas repercusiones.

La patronal y los sindicatos están en pleno pulso para dilucidar quién va a pagar el pato de la falta de dinero en el mercado. El problema parece otro, pero en realidad es ese: que no hay dinero circulando, y que a falta de efectivo ni se puede consumir, ni invertir, ni se pagan las deudas ni se puede confiar en que las pensiones lleguen a pagarse dentro de unos años, por razones tanto demográficas como económicas.

En primer lugar, aunque supongo que todos lo sabéis, hayq ue decir que el sistema de la Seguridad Social no es un sistema de capitalización, sino una especie de esquema Ponzi en el que tú pagas a los que ahora están jubilados y recibirás la pensión de los que paguen cuando tú te jubiles. Exacta y justamente el esquema piramidal usado por Madoff y otro muchos chorizos a lo largo de los tiempos. Si os apetece saber más sobre la historia de este tipo de estafa, os dejo un enlace sobre el esquema Ponzi.

Por tanto, como la Seguridad Social no se capitaliza, necesita ingresar en todo momento lo que paga, no lo que va a pagar en el futuro, con lo que estamos ante el hecho, doloroso pero cierto, de que son los trabajadores y empresarios actuales los que deben pagar las pensiones actuales y los seguros de desempleo del presente. Partiendo de esa base, una rebaja de las cotizaciones, como piden los empresarios para poder contratar a más trabajadores, supondría un agujero impresionante en las cuentas del Estado.

Y si las cotizaciones no se rebajan, veremos que el diferencial o Coin Fiscal, que es la diferencia entre lo que un empresario paga por un trabajador y lo que este trabajador recibe realmente por su trabajo, no dejará de crecer, dañando duramente las economías familiares y la rentabilidad de las empresas. Pero si se rebaja, el dinero de las pensiones y de las prestaciones de desempleo hay que sacarlo de algún lado.

Em cualquier otro país, en una situación como la actual, se permitiría que la Seguridad Social entrase en déficit y se pondría ese dinero de los Presupuestos Generales, o sea, de los impuestos de todos. Pero en España eso no es posible, puesto que el Gobierno ha gastado hasta el último céntimo disponible en satisfacer las demandas de financiación autonómica, e incluso se ha endeudado más alla de lo razonable para cumplir algunas reclamaciones políticas de ciertas comunidades.

Por tanto, como el dinero se ha gastado en el Estado de las Autonomías, no quedan fondos para el Estado del Bienestar, ni para fomentar el empleo, ni para pagar más allá de seis meses un seguro de desempleo complementario a los que no cobren ninguna otra prestación.

El monto de esa prestación de emergencia será de 420 €, y de sobra sabéis lo que se puede hacer con 420 € si hay que mantener una familia, y eso sin contar con que haya que pagar una hipoteca, que si no, ya es de echarse a temblar. Se habla de que se puede ampliar a doce meses en un futuro, pero de momento de momento, como os digo, se negocia sobre la base de seis meses.

Así las cosas, lo que se pregunta uno es qué puñetas están negociando y por qué siguen haciendo el paripé de que hablan. El Gobierno no puede rebajar las cuotas de la Seguridad Social más allá de un 1,5 % porque no tiene con qué pagar una rebaja mayor, y tanto patronal como empresarios saben que con esa cantidad no se fomentará realmente la creación de trabajo. ¿Cómo se puede salir de esto? Por supuesto, gastando menos en otras cosas y dedicando el dinero a lo que realmente importa a la gente, que son sus garbanzos.

Pero los garbanzos de la gente no vienen en los Estatutos de Autonomía, ni amenazan con retirar el apoyo parlamentario si no se llevan a su redil los dineros de todos, con lo que, como veis, es lo último que se negocia.

¿Por qué no se negoció el tema laboral y salarial antes que la financiación autonómica, ya que es mucho más importante y preocupa a más gente? Porque se pensaba dejar para esto lo que sobrase de lo otro. O sea, nada.

Este Gobierno es así: cuando la gente haga cola para pedir trabajo o subsidio de desempleo, le regalarán una bombilla de bajo consumo y un banderín de su autonomía, con el himno cantado en formato MP3 (y pagando el canon a la SGAE, por supuesto).

Y se quedarán tan anchos.

Déficit público y coste de la hipoteca

Esta es la cigarra. La hormiga no salió en la foto porque estaba currando.

Esta es la cigarra. La hormiga no salió en la foto porque estaba currando.

Según la Vicepresidenta Segunda del Gobierno, Elena Salgado, el déficit público del conjunto de las administraciones españolas alcanzará este año el 9,5 % del PIB, casi el doble del 5,8 % previsto en un principio.

Para quien no entienda muy bien estas cifras, trataré de dar una explicación simple: la suma de lo que van a gastar el Estado Central, las autonomías, diputaciones, ayuntamientos y demás fauna administrativa, será superior a sus ingresos en una cantidad equivalente al 9,5 % de todo lo que se produce en el país. O sea, ¡y ojo!: que no es que gasten un 9,5 % más de lo que ingresan vía impuestos, sino que el tamaño del agujero de este año es de un 9,5 % de todo lo que producimos. Conviene hacer esta puntualización para que no nos engañen. No es que ingresen diez y gasten once. Es que ingresan diez y gastan veintitres.

No hace falta tener tres masters y un doctorado en economía para saber que eso es una puñetera ruina, pero quizás sí convenga seguir el hilo que lleva este desastre hasta nuestro bolsillo:

Las administraciones públicas tiene un déficit bestial. Ese agujero hay que taparlo con algo. Para taparlo, se va a emitir deuda pública (letras del tesoro, bonos, etc), o se va a acudir a pedir prestado al exterior. Como el Estado va a engullir una parte muy sustancial (enorme) del crédito disponible, habrá menos dinero en el mercado para el sector privado (que somos nosotros) y ese dinero será más caro en cuanto llegue el efecto oleaje a pie de calle. Con menos dinero para el sector privado, se podrá invertir menos. Cuando el dinero cueste más caro, veremos que los diferenciales de los bancos y los tipos base como el Euribor subirán, porque los bancos no tendrán efectivo para prestar o tendrán que conseguirlo más caro en el exterior debido a la presión que ejerce sobre ellos la deuda pública.

O sea: que el déficit público se convierte a medio plazo en encarecimiento del dinero y endurecimiento de las condiciones hipotecarias.

¿Cuando? Cuando vayan venciendo las emisiones anteriores.

Conclusión: nos podemos ir preparando.