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Los fallos del capitalismo (II) Empleo de recursos en actividades improductivas.

Amaestrarlo para hacer esto fue caro y difícil. Algún día sabremos para qué sirvió.

Amaestrarlo para hacer esto fue caro y difícil. Algún día sabremos para qué sirvió.

Sigo hoy analizando los fallos sistémicos del capitalismo y me permito recordar que un fallo sistémico es aquel que se deriva del propio sistema, y no de una mala interpretación, sesgada o interesada del mismo.

El otro día hablamos de la obsolescencia planificada y de por qué se malgastan recursos en fabricar cosas a las que se obliga a durar mucho menos que su vida real.

Hoy voy a fijarme en el empleo de recursos en actividades improductivas. Una actividad improductiva es aquella que no añade bienes ni servicios reales al mercado, ni aumenta la eficiencia en su producción.

Hace unas semanas os conté que para vivir como vivía un norteamericano medio en 1955 bastaría con trabajar veintidós horas semanales, y hay que recordar que el americano medio de aquel año también dejaba muy buenos beneficios a su empresa y también destinaba algunas horas a actividades improductivas.

¿Qué ha sucedido entonces para que trabajemos mucho más? Obviamente, que las actividades improductivas se han multiplicado.

Hay actividades improductivas de muchos tipos y las hay que lo son sólo parcialmente, pero voy a citar tres clases, para que nos hagamos todos juntos una idea:

Defensa: el dinero y recursos empleados en armas y ejércitos es una actividad improductiva. Aunque se ha discutido mucho sobre esto, el método kantiano del imperativo categórico nos lleva a la conclusión de que esta actividad es improductiva. La explicación a lo bruto se entiende mejor: si nadie se dedicara a la agricultura, nos moriríamos de hambre. Si nadie se dedicase a limpiar las calles, nos comería la basura. Si nadie en el mundo se dedicase a las armas, no pasaría absolutamente nada; es más: saldríamos ganando. La conclusión kantiana es directa: la defensa es una actividad improductiva. Parte de la prosperidad de Europa se debe a que se abandonó el gasto militar en manos de los EEUU, que recibe unas prebendas por ello (el sueldo del gendarme) pero nos libera a los europeos de buena parte de ese gasto atroz.

Administración excesiva: el capitalismo se basa en un Estado de Derecho, pero ese Estado de Derecho consume unos recursos excesivos para lo que aporta al sistema. Un ejemplo: ¿realmente creéis que el que haya en España 1.940.000 planes de riesgos laborales activos ahorra más recursos de los que consume?, ¿realmente creéis que a una droguería con dos empelados le sale rentable ese plan? ¿Pensáis en serio que exigir proyecto de arquitecto para una casa de dos plantas es una mejora productiva que optimiza los recursos? A eso me refiero.

Publicidad: la publicidad es una actividad que trata de conseguir ventaja de unos productos sobre otros, pero no añade nada a esos productos. La publicidad es, en pocas palabras, un rearme bélico, pero a nivel comercial. Ningún anuncio hace que el producto sea más duradero, más barato ni más eficiente. Lo que intenta el anuncio es que creamos que el producto efectivamente lo es, generando toda clase de distorsiones en las bases del mercado puro capitalista.

Ahora, sumad vosotros estos tres factores, y otros muchos que se os pueden ocurrir, y decidme qué parte de los recursos humanos y materiales se tiran por el desagüe del capitalismo.

Alquiler o compra. La difícil alternativa

alquilerSeguimos con la entrevista a D. Pedro Hernández Olmo, que tiene aún unas cuantas cosas interesantes que contarnos. Y no olvidéis que podéis seguir leyéndole en su blog http://pedrohernandezabogado.blogspot.com/.

CH -¿Qué sale en general más rentable, el alquiler o la compra?

A largo plazo es clara la ventaja económica de adquirir un inmueble en lugar de estar pagando una renta
En tal sentido puede ser aconsejable el alquiler con opción de compra que tímidamente está apareciendo en el mercado.

CH -¿Es un buen negocio comprar una vivienda para alquilarla luego?

Como ha quedado dicho puede ser buen negocio, siempre que la solvencia y seriedad del inquilino permitan afirmarlo:
Por un lado el tratamiento fiscal de las rentas inmobiliarias en el caso de una vivienda es sin duda apetecible, ya que la normativa permite una reducción de esos ingresos en la declaración de IRPF que puede llegar al 100%.
Por otra parte se al arrendador puede deducir de los ingresos declarados los gastos necesarios, como pueden ser los intereses del crédito hipotecario, cuya cuantía es considerable en los primeros años de amortización.

CH – ¿Por qué hay tantas viviendas vacías en vez de alquilarse a precios asequibles?

A mi juicio, hay una razón de “memoria histórica” que pesa sobre quienes prefieren dejar su vivienda vacía a arrendarla. La indudable política proteccionista del inquilino a costa del dueño que ha existido en España desde 1920.

Este criterio que de alguna manera aún subsiste en la práctica, como ha quedado dicho, la duración de un desahucio por falta de pago es impredecible, sigue influyendo negativamente en el mercado de viviendas en alquiler. Piénsese que en la última reforma “se vende” como un gran logro para agilizar el desalojo del inquilino moroso, la condonación de los alquileres adeudados

CH -¿Cómo cree que afectarán los precios pagados por las viviendas estos últimos años a los precios de los alquileres?

Nadie “da duros a cuatro pesetas” si los inmuebles han experimentado un incremento de precio desmesurado, quien ha pagado esos precios no va a regalar un  alquiler que no rentabilice algo su inversión.
 
CH -Los propietarios dicen sentirse desprotegidos, ¿qué parte de verdad hay en ello, a su juicio?

La falta de protección jurídica de los arrendadores se expresa claramente en la imposibilidad de conseguir  un desalojo inmediato de un inquilino moroso y en muchas ocasiones que actúa de mala fe.
CH -Fuera de los impagos y los posibles destrozos, ¿Cuáles son los principales conflictos que suelen surgir en el mercado de alquileres?

A mi entender y originada por esa “memoria histórica” después de impagos y daños el punto de fricción entre inquilinos y dueños es la duración de los contratos, entendida en dos sentidos:
En el sistema del TRLAU1964 se tendía a considerar que el inquino podía dejar la vivienda a su antojo sin tener en consideración la duración pactada, en el sistema actual el inquilino debe cumplir el tiempo de duración pactado y si no, indemnizar. Esto no ha sido asumido por muchas personas.
Por otro lado existen muchas personas que continúan pensando que el arrendamiento es “para toda la vida” y cuando termina el plazo de duración pactado, “ponen el grito en el cielo” porque el casero pretende pactar un nuevo contrato con distintas condiciones, sobre todo en lo que al renta se refiere.

CH- ¿Cree que la VPO debería ser en alquiler y no en propiedad, como apuntan muchos de nuestros lectores?

En tanto en cuanto  una VPO implica la existencia de dinero público empleado en esa vivienda y como quiera que ese dinero es mío y del resto de los contribuyentes es preferible que continúe en poder de la Administración por tanto entiendo que debiera emplearse por las Administraciones Públicas en promocionar viviendas  en alquiler.

CH – Para terminar, si es tan amable, denos un buen consejo para rentabilizar el dinero que dedicamos a vivienda.

Me parece que cada persona debe tener claro que la carestía de la vivienda es un hecho real e histórico y por la tanto a la hora de decidir los recursos que va a emplear en esa necesidad debe actuar con criterios lo mas racionales que pueda
Antes de decidirse a comprar una vivienda debe uno ponerse en “el peor de los casos” y ver si en esa tesitura puede atender los pagos a los que se va a comprometer.
Hay que cerciorarse de la garantía y seriedad de quien vende la casa y exigir todas la cautelas necesarias.
Hay que asesorarse convenientemente. Resulta curioso como se persigue la denostada automedicación y sin embargo para comprar una vivienda que puede suponer un esfuerzo de toda la vida  no se cuenta con el consejo de un perito en la materia.

¿Es buen momento para alquilar?

pedroSiguiendo en nuestra línea de ofreceros de vez en cuando las aportaciones de expertos en el mercado de la vivienda y la hipoteca, entrevistamos hoy a don Pedro Hernández Olmo, ex-secretario de la Cámara de la Propiedad, y creador del blog http://pedrohernandezabogado.blogspot.com/. Además es un autor de un diccionario del alquiler, por lo que os recomendamos que no desaprovechéis esta ocasión para preguntarle lo que sea.

Sin más, os dejo con él:

-¿Qué situación atraviesa en estos momentos el mercado del alquiler de viviendas?

El alquiler de viviendas en España, a mi juicio, está distorsionado por dos factores negativos endémicos:

La existencia de los llamados alquileres de “renta antigua”, es decir aquellos supuestos en que el arrendamiento por obra de la Ley de Arrendamientos (TRLAU1964) ha quedado prácticamente transformado en un usufructo vitalicio y casi gratuito para el beneficiario; a la promulgación de la LAU1994 se afirmó que existían en España 500.000 arriendos de renta antigua, en muchos de los cuales ni siquiera pudo el casero actualizar la renta aunque fuera minimamente .

La lentitud de la Justicia , ya que es de sobra conocido que iniciar un procedimiento de desahucio por falta de pago puede tener un pronóstico de duración similar al que tiene “el fin de la crisis”

CH -¿Es buen momento para alquilar?

A pesar de lo dicho es evidente que la única solución para la mayoría de las personas que necesitan vivienda ahora es el alquiler, teniendo en cuenta el cerrojazo de los créditos hipotecarios.


CH- ¿Le aconsejaría a un propietario que pusiera en alquiler su vivienda?

Para un propietario que con motivo de la crisis se encuentre en dificultades para atender el pago de su hipoteca, teniendo en cuenta las ventajas fiscales, puede ser aconsejable sacar esa vivienda al mercado de alquiler, habría que contemplar distintos elementos para esa decisión:

Cumplimiento del tiempo mínimo de vivienda habitual suya, ya que caso contrario tendrá que devolver a la AEAT las deducciones de las que se haya beneficiado con sus intereses.

Solvencia del aspirante a arrendatario. A mi juicio la mejor fórmula es un buen aval bancario, para evitar el trabajo de averiguar esa solvencia, ya se encargará la entidad avalista.


CH- ¿Y a un inquilino?

Para el inquilino como queda dicho, es posible que en la mayor parte de los casos sea la única solución, solamente debe tener en cuenta, la experiencia señala que muchas veces se olvida, la inexistencia actual de arrendamientos “para siempre”.

Por otra parte es innegable la mayor protección fiscal y de subvenciones al inquilino

Regalos para los comentaristas

kingston8gb_estesiGracias a vosotros, los comentaristas, el blog se hace más interesante y enriquecedor. Como prometí voy a premiar a los comentaristas más activos para agradecer vuestra participación.

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Los fallos del capitalismo (I) La obsolescencia planificada.

Modelo humano según el sistema capitalista.

Modelo humano según el sistema capitalista.

Si alguien esperaba encontrar aquí un alegato sobre la avaricia humana o sobre las desigualdades económicas, se ha equivocado de artículo.

Hoy, tal y como anuncié este lunes, voy a hablar de los fallos sistémicos del capitalismo, o sea, de aquellos que son propios de su mecánica y consustanciales a él.

Cada uno de los cinco apartados que voy a tratar en este y otros artículos se podría ampliar mucho más, así que queda a vuestro juicio pedir que se amplíe o se profundice el análisis de alguno de estos cinco fallos. Si puedo, trataré de complaceros, aunque no siempre pueda estar a la altura de lo que se me pida que explique.

A lo que estamos. En mi opinión, los fallos del capitalismo son fundamentalmente cinco:

Obsolescencia planificada.

Empleo de recursos en actividades improductivas.

El poder de la escasez.

Información privilegiada.

Generación de externalidades.

Desproporción de responsabilidades

Hoy vamos a hablar del primero.

La obsolescencia planificada es el fenómeno por el cual la vida real de un producto es inferior a su vida útil, con lo que eso conlleva de desperdicio de recursos naturales, horas de trabajo y otros elementos productivos. Si queréis una explicación más amplia, podéis verla aqui.

En el sistema capitalista, la eficiencia la marca el beneficio, pero no se tiene en cuenta el aprovechamiento óptimo de los recursos, sino solamente su coste frente al precio al que se pueden vender.

Esto, a la larga, conduce a que se malgasten recursos de todo tipo. Dos ejemplos que pueden ilustrar este fenómeno son la moda y los diseños propietarios.

La moda es un ardid de marketing por el que se convierte en obsoleta la ropa de años anteriores que todavía está en buen uso. Unos zapatos, unos pantalones o un vestido pueden durar cinco o seis años, pero la obsolescencia planificada obliga a tirarlos a la basura o sustituirlos por otros en un plazo mucho menor, con el consiguiente desperdicio de materias primas, horas de trabajo, almacenamiento, transporte, etc.

Si el plan E de Zapatero consiste en abrir zanjas para volver a taparlas luego, ¿en qué consiste la moda más que en lo mismo? Ambos son ejemplos de obsolescencia planificada.

El otro ejemplo es el diseño propietario con obsolescenmcia planificada, que es aquel que ya incorpora un fallo que será mejorado en la versión siguiente, o carece de funcionalidades que serán incorporadas poco después sin que este retraso obedezca a más razones que el deseo de vender dos veces el mismo producto, y fabricarlo dos veces, con el consiguiente desperdicio de recursos.

En el mundo de la informática y la electrónica hay tantos ejemplos de esto último que me parece inútil elegir uno concreto.

Quedo a la espera de vuestros comentarios y de que me digáis qué fallo del capitalismo analizamos a continuación.


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Los sistemas económicos y sus problemas: capitalismo

Altar de la religión capitalista

Altar de la religión capitalista

Ya que hablamos muchas veces de los sistemas económicos y no todo el mundo conoce las ideas alternativas, o los problemas que estos sistemas plantean, voy a tratar de hacer un recorrido por las distintas posibilidades de organización económica.

En primer lugar, y valga para todos los artículos que escriba a este respecto, quiero dejar muy claro que sobre este tema hay verdaderas montañas enciclopédicas, y que tratar de resumir en unas pocas líneas lo que requiere un libro entero conduce infaliblemente a graves inexactitudes, por lo que pido disculpas de antemano. Aún así, creo que puede valer la pena.

El capitalismo es un sistema económico basado en la propiedad privada de los medios de producción. El Estado se limita a regular las condiciones mínimas en que se realizan las transacciones económicas que, por lo demás, pueden contratarse en libertad.

Los pilares en que se apoya son el imperio de la ley o Estado de Derecho y la libertad de los agentes económicos para buscar su propio beneficio y las mejores condiciones para obtenerlo. En el capitalismo, la retribución del capital es el beneficio y la retribución del trabajo es el salario. El Estado cobra un impuesto sobre ambos para sufragar los gastos comunes, aunque también es posible el capitalismo sin Estado, como se demostró en las civilizaciones de la antigüedad.

La principal ley que regula la producción y precios de los bienes y servicios es la oferta y la demanda. Cuanto más abundante es un bien, más fácil es de conseguir y por tanto, más barato. Esta idea afecta también al dinero, cuyo precio es el tipo de interés, y la mano de obra, cuyo precio es el salario. Según el sistema capitalista, cualquier norma externa que afecte al equilibrio de oferta y demanda tiene un coste en eficiencia, y alguien estará pagando o cobrando lo que no debe a cambio de lo que tiene.

El capitalismo se debilita cuando se debilita el imperio de la ley y cuando se reduce la libertad. Por eso suele confundirse a menudo capitalismo con liberalismo, porque la libertad es la esencia más profunda del capitalismo. Cada uno puede hacer con lo suyo lo que quiera y para ello es preciso que no existan fuerzas exteriores que puedan coartar esa libertad; especialmente no deben existir fuerzas militares que impongan el poder de las armas a la fuerza del mercado.

El capitalismo fue un gran avance puesto que suponía que las relaciones humanas se verían reguladas por el comercio en vez de por las armas.

Por supuesto, han existido corrupciones y variaciones de todo tipo sobre este modelo, pero la esencia es la que he contado.

En otra entrada detallaré los problemas principales del capitalismo, porque los tiene, y son graves.

Alargarse demasiado en un solo día no tiene sentido.

Hoy sólo me queda una pregunta: ¿hasta qué punto creéis que vivimos realmente en un sistema capitalisa?

Gracias de antemano por vuestras respuestas.

P.D: El Euribor ha cerrado el mes al 1,231 %.  Nueva bajada, así que felicitaciones a todos los hipotecados.

Hipoteca sin suelo

Agujero que dejó en el blog el último que metió un leñazo por no leernos con atención.

Agujero que dejó en el blog el último que se metió un leñazo por no leernos con atención.

Una hipoteca sin suelo es aquella que no contiene cláusula alguna que impida bajar el tipo de interés por debajo de una cifra. Los bancos, dentro de esa religión suya a la que llaman “letra pequeña” y que no viene a ser más que un altar donde sacrificar nuestros intereses en ofrenda a su cuenta de resultados, incluyen la cláusula suelo para que no nos baje la hipoteca si por alguna razón baja el Euribor más de lo que ellos consideran razonable.

De este modo, si el Euribor sube al doble, pagamos el doble de intereses, pero si el Euribor baja, se activa la cláusula suelo y toda la bajada se la meten ellos al bolsillo en forma de aumento del diferencial.

Os lo cuento con un ejemplo, para que nos entendamos, ya que he visto mucha gente desagradablemente sorprendida porque su hipoteca no haya bajado en la última revisión todo lo que tenía que bajar:

Hipoteca de 200.000 Euros. 20 años. Euribor + 0,75. El Euribor estaba al 4,80 cuando se contrató. Posible cláusula suelo al 2,5 %.

Veamos lo que pasa cuando hay cláusula suelo y cuando no la hay.

En el punto inicial, pagábamos una cuota de 1380 € al mes.

El Euribor baja al 1,20, como de hecho ha bajado.

Pues bien: en una hipoteca sin suelo, nuestra cuota mensual será de 1011 Euros.

Con cláusula suelo, nuestra cuota mensual será de 1142 Euros.

O sea que hay 131 Euros mensuales de diferencia. Lo bastante como para leerse muy bien las condiciones si estamos contratando ahora la hipoteca, y lo bastante también como para buscarse otra entidad que ofrezca hipotecas sin suelo y admita una subrogación de la nuestra. Porque en estas cantidades, y dependiendo de cual sea la cláusula suelo, a lo mejor vale la pena hasta cambiar de banco.

Y llegados a ese caso, no piquéis en el gancho moral de “ahora nos abandonas cuando nosotros confiamos en ti”. No confiaron en ti: confiaron en tus avales.

No nos quieren por nuestra belleza. Nos quieren por nuestro dinero.


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La Universidad como escarmiento y sumidero de talentos (agujero 7º)

Aquí alojan en la Universidad al que tiene una idea propia.

Aquí alojan en la Universidad al que tiene una idea propia.

La universidad debería ser una especie de templo del conocimiento al que se acercasen aquellos que quisieran aumentar sus conocimientos o simplemente abrir sus mentes.

En ningún sitio es más necesario que en la Universidad un espíritu abierto, dirigido a la formación de pensamientos vigorosos y libres. En la Universidad deberían formarse las clases dirigentes del futuro, tanto a nivel técnico, como humano.

De las universidades salen, es cierto, buena parte de los que dirigen luego la sociedad, pero salen tan maleados, doloridos, escarmentados y corrompidos, que el mundo de la empresa y la política es lo que es por las malas artes que los universitarios aprenden por necesidad de supervivencia en sus años de paso por las facultades.

La universidad española se apoya en una serie de pilares, a cada cual más corrupto, que la convierten en un foco infeccioso más que en un faro de ciencia. Voy a tratar de detallarlos:

-1- La Autonomía universitaria, que debería servir para evitar ingerencias en lo que se enseña y mangoneos externos, sirve en realidad para evitar controles  y fomentar la opacidad y el interés más filisteos. Los ciudadanos pagamos la universidad pública, pero no tenemos derecho a opinar sobre en qué se gasta nuestro dinero ni sobre los criterios con que se gasta, se invierte o se contrata con ese dinero. ¿Y qué sucede en un lugar donde cada año llegan millones de euros de los que nadie puede pedir cuentas? Responded vosotros.

-2- La contratación del profesorado se realiza por el propio profesorado, de modo que es la Universidad y los departamentos en sí mismos los que contratan y eligen su propio personal. Desde el punto de vista científico, eso significa que todos los profesores de un área piensan lo mismo que su superior directo (que de lo contrario no los habría contratado) con lo que en lugar de un debate de ideas tenemos una asquerosa endogamia del pensamiento, sin debate y sin alternativa.

-3- El sistema de contratación del que hablamos en el punto anterior genera puestos de trabajo de por vida, muy bien pagados y muy cómodos (máximo 12 horas de clase a la semana, por ley). Como nadie puede controlar esa contratación, se da la terrible paradoja de que más del 45 % de los profesores universitarios están emparentados entre sí. La endogamia no es sólo intelectual, por tanto.

Os invito a preguntar a cualquier profesor universitario que conozcáis cuántos se presentaron a su oposición el día que la sacaron. La respuesta, invariable, será uno o ninguno, porque para una plaza de cartero se presentan 700 candidatos, y para una plaza de guardería se presentan 900, pero para una plaza de profesor universitario no se presenta nadie, ya que el es sabido que están dadas de antemano y se convocan con el perfil de una persona determinada.

-4- No existe control alguno sobre la labor investigadora. El profesor que honradamente quiere investigar, investiga, pero al que se limita a dar sus 12 horas a la semana no se le piden cuentas ni de su actividad, ni de sus publicaciones, ni de la actualización de sus temarios. Por eso algunas universidades, casi todas, incluyen en sus temarios asuntos completamente obsoletos: porque el profesor titular, inamovible, se niega a estudiarse las novedades. En el año 2003, en Económicas, aún repartían material sobre las posibilidades de triunfar de Windows sobre el monopolio de IBM.

-5- La financiación y la contratación de nuevos profesores depende del número de alumnos. Y el número de alumnos se puede aumentar de dos maneras: haciendo más interesante la carrera o la asignatura para que se matricule más gente, o suspendiendo sistemáticamente a los que hay, con un falso nivel de exigencia, para que se vuelvan a matricular el año siguiente y se acumulen con los que llegan del curso anterior. Qué es más fácil y qué supone menos esfuerzo, lo dejo a vuestro juicio.

-6. El Estado otorga y valida los títulos pero no puede controlar en la práctica los contenidos, porque el mismo que los imparte es el que luego examina. Así las cosas, si caes en una Universidad donde se enseña cualquier aberración, (o cualquier antigualla) debes aprender esa aberración y esa antigualla, o marcharte (si puedes). Así las cosas, pueden existir, y existen, universidades privadas que venden el título a quien se lo puede pagar de modo que ese título sirva para aprovechar después ventajas y enchufes familiares que perpetúen la rueda.

Hay más, pero ya me alargo demasiado.

Dicho esto, ¿qué tiene de raro que la gente salga de las universidades como sale?

Resabiada, desengañada, y a menudo con deseos de revancha.

Si ese sistema es el que produce nuestros técnicos y dirigentes, ¿cómo queréis que lleguemos a tener algún día una sociedad mejor?

 

Las motivaciones y la hipoteca

Lo malo no es que nos engañen, sino que nos engañemos...

Lo malo no es que nos engañen, sino que nos engañemos...

Voy a referir las motivaciones a la hipoteca y a su cálculo y contratación, porque estamos en un blog de hipotecas y vivienda, pero desde ya os digo que estas motivaciones son generales, y son aplicables también a todos los ámbitos de la vida.

En principio había previsto escribir una artículo sobre los incentivos, pero visto que el respetable quería hablar de motivaciones, pues allá vam lo que se pide, y dejamos para otra ocasión el funcionamiento interno de la sociedad y los valores que inducen a la gente a moverse, a arriesgarse, o a preferir ahorrar o gastar su renta.

Las motivaciones fundamentales son seis, y para que os acordéis de ellas, se rigen por las siglas SABONE:

Seguridad: Nos hipotecamos, que es tanto como decir comprometemos una parte fundamental de nuestros ingresos y de por vida, por seguridad. Para no vernos al albur de las fluctuaciones y tener un techo que nos cobije.

Afecto: El componente del afecto intervine también en la hipoteca. Y si no, preguntad a muchos padres y abuelos por qué hacen de avalistas cuando ellos ya tienen el futuro resuelto y estarían más tranquilos disfrutando de la jubilación. Si preferís la hipoteca sin aval, echad un ojo al enlace.

Bienestar: La casa que es nuestra no es lo mismo que la casa que es de otro. A la larga, el evitar las reparaciones, gastos y mantenimientos en una casa que no es nuestra también nos pasa factura en forma de calidad de vida. Porque por no gastar, no la arreglamos, pero por no arreglarla no tenemos las cosas como es debido.

Orgullo: En el caso de las hipotecas esta motivación no aparece tan clara ni tan frecuentemente, pero todos conocemos algún caso de personas que se vieron arrastrado a comprar vivienda e hipotecarse porque lo hacían sus vecinos, sus cuñados o alguien de su entorno ante el que no querían aparecer como unos “pelados” que no se podían permitir una vivienda en propiedad.

Novedad: esta variable es aún más rara en el caso de las hipotecas. Hipotecarse porque es una novedad es el colmo, pero alguno habrá. De todos modos, os recuerdo que estoy haciendo un recorrido por las motivaciones generales, y que cada producto y persona tienen su propia fórmula que las combina.

Economía: nos hipotecamos porque pensamos que el dinero que pagamos nos va a conceder la propiedad de un bien, en vez de pagar a una persona, el casero, que nos concede simplemente su disfrute, pero no la propiedad. Con razón o sin ella, muchos de los que se hipotecan tienen muy en cuenta esta razón y creen que ganan dinero.

Como veis, son motivaciones lo suficientemente amplias para que cada persona determine su carácter y su vida por aquellas a las que prefiere.

Y si queréis, os propongo un ejercicio: que cada cual ponga por orden estas seis motivaciones en su escala de preferencias y compare esta escala con la de alguna persona querida o cercana. Entenderéis unas cuantas cosas y quizás os llevéis también alguna sorpresa.

 

 

 

 

Cuestión de precedentes

Si no te importan las goteras, está de cine.

Si no te importan las goteras, está de cine.

Iba a hablar hoy, porque es sábado, de que hay una manera de conseguir que te paguen la hipoteca y no tener que pringar treinta años, privándote de todo, o estrechando las posibilidades de tu familia: te haces a la mar, secuestras un barco y siempre habrá quien te pague dos o tres millones de euros por el rescate.

Lo del Estado de Derecho, no negociar con criminales y no ceder a ningún chantaje armado es sólo cosa de puertas adentro. Si el caso se produce fuera, la consigna es bajarse los pantalones y pagar la vaselina, con presencia armada de fragatas y helicópteros, eso sí, para que pongan la banda de música. Porque para una buena rendición siempre fue imprescindible una banda de música.

Ma imagino desde ya a los etarras pintándose la cara con un corcho para ver si así el Gobierno excarcela a los suyos, o pone parte o toda la pasta del próximo rescate. No os riáis, que en este país de derechos históricos y prebendas adquiridas todo es encontrar un buen precedente, y el precedente ya lo tenemos.

Iba a hablar de esto, os decía, pero ha salido el tema de los precedentes y prefiero volver a lo nuestro: la vivienda y la hipoteca.

Supongo que muchos de vosotros ya lo habréis visto, peor últimamente se habla bastante de unos cuantos esforzados que han decidido ocupar cavernas en Mallorca y que, al no manchar, ni contaminar, ni nada, han conseguido tener por la cara lo que al resto de mortales les cuesta media vida: un sitio donde vivir.

Os dejo un enlace a la historia de los cavernícolas por si os apetece leerlo.

Las pregunta, o preguntas que me quedan, es si eso del permiso de habitabilidad es sólo para pringados o se lo habrán pedido también a estos. Y otro tanto  sobre el informe del arquitecto. ¿Y pasarán estas cuevas la ITV de edificios? La pregunta que me hago y que os hago es, ¿quién decide las condiciones de habitabilidad de un inmueble? , ¿el ocupante?, ¿el dueño?, ¿la autoridad competente?

¿Y de qué color o nacionalidad hay que ser para pasarse toda la normativa por el forro?

Porque, volviendo al precedente, si el ejemplo cunde, ¿qué impide al próximo que pase por aquí irse a vivir a un contenedor o debajo de un puente?

En resumen, una pregunta final: ¿qué está pasando aquí?

Yo creo que me he perdido algo.

 

Presión fiscal y sudor hipotecario

 

Sólo puedo prometer sangre, sudor y lágrimas. ¿Pero eso lo dijo Churchill o el director de un banco antes de conceder una hipoteca?

Sólo puedo prometer sangre, sudor y lágrimas. ¿Pero eso lo dijo Churchill o el director de un banco antes de conceder una hipoteca?

En plena crisis, hay que decirlo, el esfuerzo hipotecario ha decrecido en términos generales, tras la bajada de los tipos generales de interés y el Euribor en particular hasta las ridículas cotas actuales. Cierto es que el no puede pagar la hipoteca por haberse quedado sin empleo está peor que nunca, pero, crucemos los dedos, estos siguen siendo una minoría.

Lo que no mejora ni a tiros es la presión fiscal. Todo el mundo habla de las malditas subidas de impuestos del Gobierno, pero lo que casi nadie se para a pensar es que ese aumento de impuestos supone un esfuerzo o sudor fiscal muy superior al que en principio parece.

Los impuestos, por definición, se llevan una parte de nuestro remanente económico. Por tanto, no es lo mismo pagar mil euros de impuestos cuando nos sobran cinco mil después de pagar los gastos corrientes, que pagar esos mil euros cuando a duras penas llegamos a fin de mes.

En teoría, cuando las cosas  van mal los impuestos deberían bajar, pero en la práctica sabemos todos que no es así, porque la progresividad tiene un efecto limitado con lo que la presión, como tal presión, se incrementa mucho más de lo que aparenta por subirse los impuestos en una época de recesión. Porque la subida de impuestos en recesión es un peso doble: el gasto, y el esfuerzo. Es como si en la Edad Media subiesen los impuestos en años de malas cosechas. Hambruna asegurada.

Los impuestos deberían subirse en las épocas de prosperidad para dar tiempo a las familias a ajustarse a este sobrecoste. Hacerlo a traición, y cuando peor están las cosas, es como pedirle a alguien que te devuelva el paraguas que le prestaste. Legítimo, vale, pero pedírselo cuando empieza a llover es una canallada.

Por lo demás, hablamos otro día de lo que nos dan a cambio de esos impuestos. Si queréis consolaros, imaginad que vivieseis en Estados Unidos, donde pagas lo mismo que aquí y además no te dan nada de nada, porque es todo privado. Siempre hay modos de consolarse .

O de cabrearse, porque también hay casos mucho más ventajosos que el nuestro. Por si queréis comparar para mudaros a otro país, o por si queréis saber qué impuestos se pagan por ahí afuera, os dejo un enlace a una tabla de presión fiscal e impuestos que se pagan en distintos países del mundo.

Echadle un ojo, porque ayuda a entender muchas cosas.

Recuperación sin empleo

¿Recuperarán la salud?

La vida no, pero, ¿recuperarán la salud?

Mes y pico después de que ya lo dijéramos en este blog, y permitidme que cite a los clásicos con un enlace, la Comisión Europea se descuelga con el feliz descubrimiento de que la salida de esta crisis podría producirse sin que se apreciase una mejora en el empleo, contra todo lo que habían dicho siempre los eternos pandereteros del “esto es cosa de cuatro días”.

Y sí, es posible: puede haber recuperación económica sin mejora del paro.

Suena a contradicción, peor en algunos casos es todo lo contrario: se trata de pura lógica y ya ha sucedido en ocasiones anteriores, aunque entonces, en un mondo menos globalizado, existía la posibilidad de buscar nuevos mercados. Lo verdaderamente peligroso de esta ocasión es que puede volverse a producir lo mismo que se producía antes, o sea, igualar el PIB, pero con mucha menos mano de obra, lo que aumenta la competitividad, pero deja en la calle, excluidos del sistema económico, a unos cuantos millones de ciudadanos.

Para evitarlo, los prebostes de Bruselas aconsejan que se aborden las reformas laborales necesarias, de modo que sea posible contratar a más gente, exista una mayor movilidad geográfica y funcional y la vida laboral del individuo no pase por un sólo tornillo en la cadena de montaje, además de implementar las condiciones coyunturales y estructurales que bla, bla, bla….

Seriedad:

Lo que dicen en realidad, y estoy seguro de que ya lo habíais adivinado, es que se bajen los sueldos y los costes laborales en general, porque de lo contrario será más rentable producir en cualquier otro lado y el desempleo se convertirá en una especie de enfermedad crónica, sobre todo en algunos países, como el nuestro, donde nunca nos ha entrado muy claramente en la cabeza el significado de la palabra competir.

¿Creéis que de veras nos llegarán a bajar los sueldos?, ¿nos los han bajado ya y no nos acabamos de dar cuenta?, ¿qué puede suponer eso en un país como España con un endeudamiento familiar estratosférico?

¿Se puede competir con China sin hacernos chinos a todos?

¿Es el suicidio una forma de combatir el asesinato?

Vosotros diréis.