Archivo del Autor: Edmart Rusan

Leyendo la letra pequeña

¿Puedes leer la letra pequeña? Pues deberías

¿Puedes leer la letra pequeña? Pues deberías

Las hipotecas tienen grandes cifras, grandes letras, grandes cuestiones que todos entendemos, más o menos, y que son las que acabamos por usar a la hora de comparar hipotecas entre sí, pero mucho me temo que pocos se preocupan por leer realmente la letra pequeña, esa que al fin y al cabo es la que termina por encadenarnos a condiciones que desconocíamos.

Unas condiciones que en época de vacas gordas nadie echa en cuenta porque cuando el dinero fluye pocos se paran a mirar por que vías se les está escapando, pero que aparecen como una permanente espada de Damocles cuando las vacas empiezan a adelgazar y todos nos tenemos que agarrar a cualquier clavo ardiendo.

Esta letra pequeña es la que nos habla de la cláusula suelo, de la cláusula techo, de las comisiones escondidas, de la imposibilidad de permuta, etc., toda una serie de disposiciones que nos afectan, y mucho, cuando nos tenemos que enfrentar a la realidad de nuestra hipoteca.

Pues bien, ahora algunas asociaciones de consumidores están empezando a realizar algo realmente positivo por la ciudadanía, más allá del derecho al pataleo que en ocasiones funciona, como es el ayudarles a comprender el significado de la letra pequeña de las hipotecas que firman de manera que dejarán de estar indefensos ante los posibles abusos de las entidades financieras.

Esta iniciativa es realmente positiva ya que se trata de una acción proactiva para ayudar a los ciudadanos de verdad, de manera preventiva, para que no vuelvan a cometer el mismo error que tantos y tantos cometieron, ese error de no leer, o al menos no leer bien, la letra pequeña y quedar, por tanto, encadenados a un contrato hipotecario que no se esperaban.

De hecho, es evidente que a medida que la complejidad en los contratos financieros aumenta y la economía se ha convertido en el pan nuestro de cada día parece claro que se debería de reforzar esta asignatura en la educación obligatoria, convirtiéndola en una asignatura troncal, como pueden ser las matemáticas o la lengua.

Otro gallo nos cantaría si así fuera.

Nuevo curso, mismas expectativas

Nuevo curso, pero nada cambia

Nuevo curso, pero nada cambia

Empezamos el mes de septiembre en lo que pareciera ser como un nuevo curso, pero en el fondo nos encontramos con los mismos problemas que ya arrastrábamos el año pasado, problemas que tienen relación con la falta casi absoluta de crédito a todos los niveles que sigue arrastrando a la economía por el fango de la recesión.

Es cierto que se empiezan a observar ciertos brotes verdes, por utilizar el término de nuestros políticos, pero son todavía muy débiles y sin una repercusión directa en la economía real, en la de los ciudadanos, que siguen sufriendo las consecuencias de un desempleo demasiado elevado, y de una falta de crédito alarmante.

El problema es que esta falta de crédito es la pescadilla que se muerde la cola, ya que afecta directamente al desempleo. Las pequeñas empresas no realizan nuevas inversiones porque no tienen el dinero suficiente para hacerlas ni cuentan con el soporte crediticio necesario para ello, lo cuál repercute en que no se cree nuevos empleos.

Pero lo más grave es como afecta a la recuperación de la construcción, que pasa por ser la verdadera vía de escape para la economía española, al menos siempre lo ha sido, aunque ahora esté sufriendo un atasco de dimensiones siderales. Un atasco que hace que los precios sigan bajando su precio a la espera de que las entidades financieras apuesten definitivamente por crédito barato que ayude a la recuperación.

Un crédito barato que ellas sí están recibiendo desde el Banco Central Europeo, con lo que están haciendo el negocio del siglo. Consiguen dinero barato y lo prestan caro, sin que nadie esté haciendo nada al respecto, con todo lo que ello supone de perjudicial para los ciudadanos de a pie que son los que al final sufren las consecuencias.

En definitiva, más de lo mismo para el curso que ahora comienza, con los políticos lanzándose piedras entre ellos, con el Banco Central Europeo manteniendo un tipo de interés bajo, bajísimo, y con las entidades financieras dispuestas a seguir ganando dinero a costa de lo que sea, y a pesar de haber sido rescatadas con el dinero de todos.

Facua contra la cláusula suelo

Facua lidera la acción contra las cláusulas suelo

Facua lidera la acción contra las cláusulas suelo

La cláusula suelo se ha convertido en uno de los objetivos fundamentales de la lucha contra los abusos en los contratos hipotecarios que las entidades financieras han venido realizando de una manera totalmente irresponsable y sin ningún tipo de control por parte del gobierno de turno.

Unas cláusulas que han impedido a los consumidores beneficiarse de las importantes bajadas del tipo de interés que se ha venido produciendo en estos años, con lo que se podrían haber ahorrado un buen dinero. Desde mi punto de vista, eso sí, no veo la cláusula suelo como algo malo en sí mismo, sino solo en comparación con su némesis que no es otra que la cláusula techo.

Es decir, el verdadero abuso no se encuentra en el hecho de que exista o deje de existir la cláusula suelo sino que ésta no guarda ninguna correlación con la cláusula techo, de manera que la segunda es prácticamente imposible de alcanzar mientras que la primera sí se encuentra en un rango razonable, como ha quedado demostrado con los hechos.

De cualquier forma, y volviendo a la noticia, resulta que la Asociación de Consumidores Facua ha lanzado un simulador en su página web que se encarga de calcular el dinero que la familia hipotecada se podría haber ahorrado de no haber tenido firmado en su contrato la cláusula suelo.

Se trata de un simulador realmente clarificador y que no deja lugar a ningún género de dudas en el sentido de que las familias hipotecadas se podrían haber ahorrado un buen dinero si hubieran tenido la oportunidad de que el tipo de interés de sus hipotecas bajara con el Euríbor.

Con esta iniciativa, Facua intenta que las familias hipotecadas que se encuentran presas de esta cláusula se unan en denuncias colectivas que ayuden a hacer fuerza contra este tipo de cláusulas que tanto daño están haciendo a estas familias.

Hay que recordar que ya existen diversas sentencias de diferentes tribunales en contra de estas cláusulas por considerarlas abusivas para con las familias que se sometieron a ellas sin conocer con exactitud la dimensión de las mismas.

Se acabaron las hipotecas multidivisas

Nulidad o seguir cayendo, he ahí la cuestión

Nulidad o seguir cayendo, he ahí la cuestión

En los años más importantes de la burbuja inmobiliaria, los que fueron de 2005 a 2007 se popularizaron las hipotecas multidivisas porque ofrecían unas condiciones más que interesantes, en el sentido en el que la cuota se pagaba en una moneda distinta al Euro, y siempre con un tipo de cambio muy favorable a éste.

Lo cierto es que en aquellos años todos los que contrataron una hipoteca multidivisas parecían las personas más inteligentes y avispadas. Sin embargo, con elpaso de los años y el estallido de la burbuja inmobiliaria parece que la cosa fue cambiando de manera drástica.

Los mismos que unos años antes se beneficiaban del juego del tipo de cambio y del tipo de interés, ahora se veían abocados a cuotas inasumibles porque el Euro salía perdiendo contra las monedas de referencia de estas hipotecas, generalmente el Yen.

Sin embargo, ahora vuelven a estar de enhorabuena ya que la jurisprudencia española permite anular los contratos de las hipotecas multidivisas por vicio en el consentimiento, es decir, porque se trata de un producto financiero complejo que no debería de estar dirigido al conjunto de la sociedad, sino solo a expertos financieros que conocen perfectamente los riesgos.

El problema es que los bancos y las entidades financieras se han cuidado muy mucho de dar publicidad a este hecho y nadie se ha enterado de que ya ha habido varias sentencias al respecto garantizando el derecho de las personas que firmaron estas hipotecas.

Pero ahora que ya se ha hecho público a través de el periódico El Mundo llega el momento en el que todos los afectados puedan ir a su banco y reclamar la nulidad de su hipoteca multidivisa, aunque con una salvedad, ya que para poder solicitarla se debe de estar dentro de los cuatro años posteriores a la firma del contrato.

Las personas que firmaron sus hipotecas en 2005, por ejemplo, ya estarían fuera de esta posibilidad y tendrán que seguir sufriendo las consecuencias de un mal asesoramiento y de un querer ver la gallina de los huevos de oro antes que nadie. Unos huevos que ahora han explotado dejando un verdadero estropicio en su economía doméstica.

¿Dinero al 0,25%?

La vaca que no da leche, sino dinero

La vaca que no da leche, sino dinero

¿Te imaginas el dinero al 0,25%? Pues puede que estemos más cerca de ese escenario de lo que nos pensamos a juzgar por las palabras de Mario Draghi tras la reunión del mes de julio del Banco Central Europeo, y el análisis que acaba de publicar la sección de estudios de Bankinter, en función del cuál prevén que el tipo de interés quedará fijado en un cuarto de punto antes de final de año.

¿Qué repercusión tendrá ello en los ciudadanos?

La más evidente es que el dinero seguirá estando barato y, por tanto, el Euríbor por los suelos. Bankinter considera que el indicador no superará el 1% ni este año 2013 ni el próximo año 2014, y presenta dudas de que lo vaya a hacer durante el año 2015, lo que supone un auténtico alivio para las familias hipotecadas.

El problema es que los nuevos créditos hipotecarios no se están beneficiando de esta opción porque las entidades financieras están inflando los intereses que cobran con los diferenciales que aplican, con lo que ellos siguen ganando las mismas cantidades.

¿Cuál es el problema de estos diferenciales?

De lo que nadie, o poca gente, se está dando cuenta es de que nos estamos acercando a una nueva catástrofe sin solución de continuidad. Tan pronto como la economía empiece a mejorar y el tipo de interés de la zona Euro crezca, nos encontraremos con un Euríbor más elevado.

¿Qué pasará cuando se apliquen los diferenciales de 4-5 puntos sobre un Euríbor normal de 2,5-3%?

El desastre más absoluto, ya que la inmensa mayoría de las familias españolas no podrán pagar sus créditos y estaremos abocados de nuevo a una crisis financiera, a un rescate,…, ¿te suena de algo?

En definitiva, parece que no aprendemos de nuestros errores y que seguimos cayendo en ellos como si no nos importara. Estamos intentando salir de una crisis financiera poniendo los cimientos para otra nueva, al igual que salimos de la crisis de los 90 poniendo los cimientos de la burbuja inmobiliaria, es decir, fabricando la crisis que ahora nos asola.

Pero uno se pregunta, ¿entonces para qué están los que nos gobiernan? ¿No te has preguntado eso alguna vez?

Todo nuestro gozo en un pozo

Que poco dura la alegría en la casa del pobre

Que poco dura la alegría en la casa del pobre

Si hace unas semanas nos las prometíamos muy felices con la ley antidesahucios andaluza en función de la cuál la Junta podía expropiar las viviendas a las entidades financieras en determinadas circunstancias con el objetivo de salvaguardar a las familias con menos recursos.

Esta ley fue muy bien acogida por los colectivos de izquierdas y aquellas asociaciones que llevan años luchando para paralizar los desahucios en general porque significaba una victoria en su lucha y les abría el camino a una posible recuperación de la esperanza.

Sin embargo, el Gobierno central, aludiendo a un conflicto de competencias, aunque más bien parece un problema de lealtad a las entidades financieras que les pagan las campañas electorales, recurrió esta ley ante el Tribunal Constitucional, órgano que ahora ha decidido suspender temporalmente la aplicación de esta norma hasta que pueda decidir al respecto.

Con ello muchas familias en serias dificultades económicas que se aferraban a esta norma como su única tabla de salvación posible quedan ahora en un limbo legal en manos de las entidades financieras a las que adeudan su hipoteca que estará en disposición de poder iniciar el proceso de desahucio.

El Tribunal Constitucional ha tomado esta decisión sobre la base de la posible vulneración del derecho a la propiedad privada, ya que la expropiación lo que hacía era usurpar la propiedad de la vivienda a las entidades financieras de manera temporal.

Era evidente que las entidades financieras de este país no se iban a quedar de brazos cruzados y que iban a mover todos sus hilos para conseguir que esta ley no les impidiera gozar del pleno poder sobre sus propiedad.

Se trata por tanto de una situación muy esclarecedora, ya que nos encontramos con un gobierno autonómico que está intentando ayudar a las familias más desfavorecidas, sin pensar en las consecuencias que ello pueda producir sobre los poderes económicos, y un gobierno central que prefiere defender los intereses de los más poderosos antes de intentar ayudar a las familias con menos recursos.

Que cada cual saque sus propias conclusiones pero creo que están bastante claras a juzgar por las acciones de unos y otros.

Draghi vuelve a descolocar a todo el mundo

Mario, el poderoso

Mario, el poderoso

Está claro que si algo se le puede reconocer al presidente del BCE, Mario Draghi, es que nunca deja a nadie indiferente y que siempre ofrece una sorpresa en sus comparecencias, porque cuando nadie lo esperaba se ha despachado con una noticia de alcance que ha conseguido tranquilizar, dentro de lo posible, a los mercados.

En su comparecencia tras la reunión del Consejo de este primer jueves de julio anunció que el dinero en la zona Euro iba a seguir en valores bajos, al menos hasta que la recuperación comenzara a notar de una manera real y verdadera, hasta que ésta comenzara a llegar a la economía real, a la de verdad, a tu bolsillo y al mío.

Sin embargo, tampoco podemos empezar a celebrarlo, porque este dinero barato, que en principio nos debería de alegrar en realidad sólo sirve de manera retórica porque las entidades financieras se están preocupando de evitar que un dinero por los suelos les pueda perjudicar a su margen de beneficios.

Así, las nuevas hipotecas, que podrían beneficiarse de un Euríbor bajo y de la eliminación paulatina de la cláusula suelo, se encuentran con unos diferenciales realmente abusivos que hacen que al final las hipotecas sigan siendo caras. Unos diferenciales que ahora, con el Euríbor tan bajo, pueden ser asumibles pero que dejarán de serlo en cuanto el indicador empiece a dispararse de nuevo.

Los únicos beneficiados de esta medida serán las familias que ya cuenten con una hipoteca, porque se garantizarán que, al menos de momento, sus cuotas no subirán o incluso bajarán, en función de la cláusula suelo que puedan tener firmada en sus hipotecas. Con ello se consigue cierta estabilidad en el medio-largo plazo.

Pero volvemos a darnos de bruces con la misma realidad de siempre, y es que hasta que no se produzca una liberalización real del crédito para familias y pequeñas empresas la economía real no se podrá recuperar y seguiremos condenados a vagar por la recesión como almas en pena, recibiendo discursos de todo tipo que no hacen sino irritar más a la población que percibe que nadie mira por sus intereses.

Y seguimos cayendo, y cayendo, y volviendo a caer

Y las hipotecas siguen cayendo

Y las hipotecas siguen cayendo

El Instituto Nacional de Estadística ha vuelto a certificar la paupérrima situación en la que nos encontramos con una concesión de hipotecas que pone de manifiesto donde tenemos el verdadero problema de nuestra economía, que pasa por la falta casi absoluta de crédito.

Así, según los datos que publica periódicamente el INE nos encontramos con que durante el mes de mayo se constituyeron un total de 17.508 hipotecas, lo que supone una caída de un 18,1% en tasa interanual, es decir, comparando la cifra con el mismo mes de un año antes.

Con esta caída, el indicador ya acumula un total de 36 meses de caídas consecutivas, lo que es un auténtico récord y debería de poner la voz de alarma en todas las administraciones a la hora de exigir de las entidades financieras cierto rigor a la hora de conceder hipotecas o, al menos, de financiar a las pequeñas y medianas empresas.

Como único dato positivo, cabe mencionar que la caída interanual es algo inferior a la que se sufrió durante el mes de marzo, cuando la caída fue del 34,1%.

Por otro lado, en cuanto al importe medio de las hipotecas nos encontramos con un valor de 94.023 euros, realmente bajo si lo comparamos con los años de bonanza económica cuando la hipoteca media superaba ampliamente los 150.000 euros, lo que demuestra la situación en la que nos encontramos.

Y otro de los indicadores que deja bien a las claras la situación en la que nos encontramos es la del diferencial aplicado por las entidades financieras sobre el Euríbor, que en abril, y según los datos del INE, llegaron hasta el 4,75%.

En definitiva, nos encontramos con una situación a la deriva, en la que las entidades financieras no conceden ningún tipo de crédito y cuando lo hacen aplican unos diferenciales realmente abusivos que no hacen sino condenar a las pequeñas familias ahorradoras que quieren plantearse la compra de una vivienda.

Esta situación está acabando por condenar al sector inmobiliario que no es capaz de vender sus inmuebles vacíos, en parte porque no hay compradores, pero en gran parte porque no hay crédito para los compradores que pueda haber.

El crédito sigue cayendo sin parar

No hay quien llegue a conseguir crédito

No hay quien llegue a conseguir crédito

Está claro que de esta no saldremos pronto a juzgar por los datos macroeconómicos que escuchamos un día sí y otro también, y por supuesto, por la gran lacra de nuestra crisis como es el crédito hipotecario y el sector inmobiliario en general.

Nos encontramos con que cada nuevo dato publicado es peor que el anterior, y así ya llevamos cuatro años, con lo que uno la verdad es que ya no puede esperar nada bueno, sólo ir a peor, lo cuál es bastante triste se mire por donde se mire.

Lo último ha sido el saldo vivo del crédito hipotecario que publica periódicamente la Asociación Hipotecaria Española (AHE) y que ha vuelto a demostrar que las entidades financieras tienen el crédito totalmente congelado y sin solución de continuidad hacia una mejora inminente.

Concretamente, y en lo que se refiere a los datos del mes de abril, nos encontramos con una descenso del 13,95% en el saldo vivo mantenido por las entidades financieras, es decir, el crédito que mantienen los clientes con estas entidades, una caída similar a la del mes de marzo, cuando el descenso fue del 13,99%.

El problema es que parece que la caída no tiene fondo ya que por mucho que caemos un mes, al siguiente volvemos a caer lo mismo o incluso más, lo cuál nos demuestra que todavía hay camino para la caída sin que podamos hacer nada al respecto, al menos eso es lo que parece.

Si hablamos en cifras absolutas, en dinero, tenemos que el descenso en el mes de abril, en comparación con abril de 2012, la caída fue de 134.868 millones de euros, mientras que en términos intermensuales, es decir comparando los datos de abril con los de marzo, el descenso fue de 7.132 millones de euros.

En definitiva, que lejos de iniciar la recuperación seguimos ahondando en la depresión, en la recesión, en la caída libre o como lo quieras llamar, sin que ningún gobernante de la zona Euro parezca tener la varia mágica para conseguir solucionar el problema, y mientras tanto los grandes perjudicados, los que seguimos pagando el pato, somos los ciudadanos de a pie.

El fin de las cláusulas suelo

La cláusula suelo al borde del precipicio

La cláusula suelo al borde del precipicio

Parece que la larga batalla llevada a cabo por las plataforma de defensa de los consumidores y de los afectados por las hipotecas está llegando a buen puerto, y tras la sentencia del Tribunal Supremo que las consideraba abusivas, el BBVA se ha puesto las pilas y ha decidido eliminarlas.

Sin embargo, eso no quiere decir que la guerra esté terminada, ni mucho menos, porque el BBVA ha declarado que seguirá litigando porque estas cláusulas vuelvan a tener validez ya que bajo su prisma ideológico son totalmente validas desde cualquier punto de vista.

De cualquier forma, la buena noticia está ahí, y a falta de que sea ratificada por las instancias superiores lo único cierto es que todos los hipotecados que tengan que empezar a revisar el tipo de interés de sus préstamos a partir de ahora lo harán a la baja, lo que significa un alivio con la que está cayendo.

Y lo mejor es que el resto de entidades no tendrán otra alternativa más que el seguidismo más absoluto, ya que no pueden permitirse el mantenerse en unas reglas de juego diferentes de las de su más inmediato competidor, y estoy pensando principalmente en el Banco Santander.

Eso sí, no podemos esperar que esta medida tenga carácter retroactivo, porque así ya lo pidió el Tribunal Supremo, en aras de la seguridad jurídica del país, y así lo ha anunciado el BBVA, para evitar posibles confusiones al respecto.

En definitiva, nos encontramos con una excelente noticia para todas la personas que ya tengan un préstamo hipotecario contratado, aunque puede que no tan buenas para aquellas personas que estén en disposición de pedir una nueva hipoteca, ya que las entidades financieras tendrán que protegerse ante este nuevo escenario y es posible que impongan diferenciales aún más elevados.

Tenemos que pensar que las entidades financieras nunca pierden, o nunca quieren perder, y se querrán asegurar un tipo de interés adecuado para sus intereses aún cuando el Euríbor se encuentre por los suelos, así que no dudarán en incrementar el diferencial y así compensar sus beneficios.

La banca sigue defendiendo las cláusulas suelo

Diciendo sólo lo que le interesa

Diciendo sólo lo que le interesa

Eduardo Arbizu, responsable de los servicios jurídicos del BBVA, se ha encargado de defender en el Congreso de los Diputados la bondad de las cláusulas suelo, justificando su existencia en la prudencia que debe de guiar la gestión financiera en todo momento y lugar.

Una prudencia, dicho sea de paso, que no siempre se ha aplicado, y basta con echar la vista atrás y recordar los años de burbuja inmobiliaria. Arbizu ha sostenido que esta cláusula suelo sirve para que las entidades financieras puedan tener un soporte ante un escenario en el que casi el 97% de las hipotecas concedidas en nuestro país son a tipo de interés variable.

Además, Arbizu defiende a las entidades financieras al hablar de que la media de las cláusulas suelo se encuentra en el 3,12%, mientras que en el caso del BBVA supera ligeramente el 2,80%, un valor que, en realidad, es muy adecuado para cualquier coyuntura económica.

Pero lo que Arbizu no dice, y la banca nunca quiere reconocer, es que el verdadero problema no es la cláusula suelo en sí misma, que no deja de ser una cláusula adicional del articulado hipotecario, el problema es la cláusula techo, o mejor dicho, el exceso de diferencia que existe entre una y otra.

Ya lo he escrito en numerosas ocasiones en este blog. El problema es que las cláusulas techo fijadas por las entidades financieras son totalmente inalcanzables hoy en día, independientemente del escenario económico en el que nos encontremos, como se ha demostrado con esta crisis con tipos de interés que nunca fueron por encima del 6%.

Entonces nos encontramos con que la banca siempre gana, hay un límite por debajo pero nunca hay un límite por arriba, y ese es el verdadero problema, lo que nadie quiere entender o aceptar, por la cuenta que les trae claro.

Ningún ciudadano se opondría a una cláusula suelo del 3%, por ejemplo, si luego su cláusula techo fuera del 5-6%, porque sería una situación justa en el que en ocasiones ganaría la banca y en ocasiones el ciudadano, no como lo que sucede ahora.

Alguien debería de haberle recordado eso al Sr. Abizu.

SIMA XV, la edición del apocalipsis

Entre todos la mataron y ella sola se murió

Entre todos la mataron y ella sola se murió

Atrás quedaron los años de bonanza en los que la celebración del Salón Inmobiliario de Madrid (SIMA) era todo un acontecimiento, sino interplanetario sí a nivel español y europeo. Ahora las cosas han cambiado y todo lo que antes era alegría, boato y exceso se ha convertido ahora en simpleza, sencillez y recortes habidos y por haber.

Como muestra basta comprobar la ocupación ferial que tiene SIMA este año. Si durante los años de burbuja inmobiliaria no era extraño ver hasta 10 pabellones ocupados por los stands de inmobiliarias, constructoras, empresas de asesoramiento financiero, etc., ahora la feria se despacha con tan sólo un pabellón, crónica de una muerte ya anunciada.

Por otro lado, lo que antes era una clara vocación por la compra compulsiva de vivienda ahora se convierte en alquiler, con una oferta que supera el 20% de promociones destinadas únicamente al alquiler, ante la ausencia casi absoluta de crédito entre las entidades financieras, lo que hace que la demanda se mueva por otros derroteros.

Como novedad principal cabe destacar la presencia de Sareb (el banco malo), por primera vez en esta cita. De hecho, Sareb será uno de los principales ofertantes de viviendas con hasta 5.500 inmuebles, siendo la punta de lanza de las entidades financieras, los baúles de sastre donde acaban ahora gran parte de la oferta de viviendas.

Es evidente que el estado actual de SIMA es una metáfora perfecta de la situación en la que se encuentra el sector inmobiliario en nuestro país en estos momentos. Condenado por las paupérrimas expectativas, la ausencia de crédito y la baja calidad de la oferta, parece condenando a vagar durante largos años por la senda de la depresión económica de alto rango.

Y lo peor de todo es que los expertos no creen ver una solución al estado actual de las cosas en el corto-medio plazo, con lo que la construcción, y derivados, otrora motor de nuestro desarrollo económico seguirá siendo nuestro lastre por mucho, demasiado, tiempo y no podremos hacer nada por evitarlo, más que llevarnos las manos a la cabeza.