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Cuando la mejora no mejora

¿Quién lo iba a decir?

¿Quién lo iba a decir?

Las hipotecas pueden llevar poco a poco, muy lentamente, el mismo camino que llevan las pensiones: que con el paso del tiempo resulta que el verdadero problemas está en que no hay inflación, sino deflación, con lo que las cargas, en vez de reducirse paulatinamente por el paso del tiempo, se van incrementando con una realidad que nadie tenía prevista.

Digámoslo claro: buena parte de la gente que firmó una hipoteca a treinta años no calculó muy bien los riesgos que ese inmenso plazo implica. No calculó que uno de los dos miembros de la pareja podía quedarse en el paro. No calculó que podían separarse. No calculó que el valor de la vivienda podía reducirse (porque los pisos no bajaban nunca) y no calculó que los salarios, en vez de subir un poquito cada año (mientras la hipoteca permanecía fija), podían reducirse un poquito cada año, mientras la hipoteca, igualmente fija, apretaba cada vez un poco más.

El problema lo estamos viendo muy de cerca en lso datos de la Seguridad Social y su tesorería, que tenía previsto que con la mejora del empleo y la actividad  sus ingresos aumentasen casi un 7% mientras que sus gastos aumentaban alrededor de un 2,5% debido a las nuevas pensiones que debían pagarse, etc. ¿Y cual ha sido la realidad? Que aunque el empleo ha crecido alrededor de un 3%, los ingresos sólo han aumentado en un 0,7%, o sea, seis puntos y medio menos de lo previsto. La razón es clara: las pensiones y sus cuentas estaban calculadas para una base de cotización medio de 1080 € y resulta que los españoles cobran un salario muy inferior a eso.

El agujero final de la Seguridad social es de casi cinco mil trescientos millones de euros, y habrá que tirar una vez más de la depauperada hucha, esa hucha que, invertida en deuda pública, ya casi no ofrece ningún rendimiento, porque los tipos de interés son extremadamente bajos (y que sigan así, por dios, o nos estrellamos con todo el equipo…)

Estamos ante una reducción de salarios sin precedentes. Estamos ante el fenómeno, de todos conocido, de que tras cambiar de trabajo, o tras volver al mercado laboral después de pasar un tiempo en el paro, no hay manera de seguir cobrando lo que se cobraba en el anterior, sino siempre un poco o un mucho menos. Estamos ante la realidad de que al jubilarse un trabajador que cobraba mil seiscientos euros se le sustituye por otro de ochocientos veinticinco, o por un becario de cuatrocientos.

Y así no pueden salir las cuentas de la Seguridad Social. Ni las de la hipoteca, ni las de nada en absoluto… Así es como quiebran las cuentas públicas, como cierran las panaderías de barrio y como todo se complica lentamente mientras se supone que nos recuperamos.

Y eso es lo malo: que cuando la mejorar no mejora, el empeoramiento puede ser mortal.

 

 

La hipoteca y el “dime con quién andas”

Cosas primitivas

Cosas primitivas

Yo ya sé de qué va este tema porque, como escritor, me encontré con que una editorial me exigió tener obligatoriamente un perfil en Facebook y otro en Twitter para poder así conocer mi popularidad, la gente que me seguía y si era un tío popular o no.

Pero ahora parece que la cosa va aún más lejos y algunos bancos, más concretamente sus departamentos de evaluación de riesgos, están utilizando las redes sociales para determinar la solvencia de los posible prestatarios.

O eso es lo que se comenta, al menos, desde que Facebook solicitó una patente para poder determinar la solvencia de tu grupo de amigos. En principio, se trata de un proyecto simplemente experimental, pero ya sabemos cómo van estas cosas del big data: lo que se puede hacer se llegará a hacer, y me consta que ya se miran los perfiles sociales de los trabajadores para saber qué clase de amistades tiene y qué clase de vida llevan.

¿Por qué no iban a hacer lo mismo los bancos antes de conceder una hipoteca?  ¿Por qué no iban a tratar de enterarse de si la persona que pide el dinero tiene una conducta ordenada o se convertirá, pro contra, en un tipo problemático dentro de poco tiempo?

Hay muchas cosas que mirar en internet: desde la frecuencia y escala Richter de las juergas a la promiscuidad con las parejas. Todo lo que lleve a aumentar la inestabilidad en la vida del individuo es peligroso: cambios de trabajo frecuentes, broncas con la pareja, etc. Al banco lo que le gusta es la gente modosita, con plaza de funcionario en el servicio de aguas de una ciudad mediana y una sola pareja, sin riesgo de divorcio, que rebaje la solvencia crediticia.

O sea, que si vas a pedir una hipoteca, procura que Bill gates o alguien así te acepte como amigo.Te ayudará bastante… Y si no puedes conseguir algo tan llamativo, por lo menos procura ue trascioendan de ti los menos datos “complicados”· posibles, porque a los bancos tampoco les gusta la gente que sale con los calzoncillos por la cabeza…

 

La preocupación de todos

Pues no sé...

Pues no sé…

No es lo que suelo hacer habitualmente, pero como en este caso resulta que el comentario de un lector yu mis propias inquietudes van en la misma dirección, me animo a comentar el asunto y someterlo al juicio, o la reflexión de todos.

Decía Dabeman lo siguiente en un comentario ( su texto va en cursiva):

– El principal factor de este euríbor tan bajo es la desmedida liquidez que el BCE está soltando a bancos para que la traspasen a gobiernos que la consumen en mantener sus estructuras ineficientes e improductivas.

Pues yo creo que no exactamente. Si miramos la evolución del Euríbor, creo que podemos ver que su descenso es muy anterior a la ronda de Quantittive Easing decretada por Draghi. O dicho de otro modo, sí se trata de liquidez inducida, pero no directamente, sino cargándose prácticamente el mercado interbancario, pues a nadie le interesa ir a pedir dinero a otro banco cuando se lo puede pedir prestado al propio banco emisor a precios ridículos. La principal consecuencia de esto es que a los bancos tampoco les interesa una puñeta el dinero de los ahorradores, pues nuestra cuenta corriente ya no es ni mucho menos un factor clave para sus operaciones. Y lo que es peor: tampoco les interesa gran cosa arriesgar su dinero en hipotecas, porque la gran jugada está en pedir prestado al BCE para luego prestar ese dinero a los gobiernos a través de la deuda pública con un diferencial importante.

Es un juego siniestro: el BCE presta a los bancos para que luego estos lo inviertan en deuda pública que acaba en manos del BCE en forma de garantías. No sé lo que opinará Dabeman sobre esto (espero leerlo), pero tengo la impresión de que alguien está hinchando una enorme burbuja sin ningún respaldo real… Ni siquiera tulipanes, vaya…

– Ante tal situación de liquidez la subida de inflación debería ser acorde a la laxitud del BCE, pero eso no ocurre porque 1/ la demanda sigue muy contraida y 2/ la liquidez del BCE no llega a los ciudadanos (se la quedan los gobiernos).

Estamos de nuevo ante el punto anterior, quizás porque la crisis no es de liquidez, sino de demanda. Sé que es un ejemplo tonto, pero ¿cuántos puentes más se vana construir por mucho que baje el hierro? ¿Cuántas hogazas más vamos a comer por mucho que baje el pan? En cambio, los Gobiernos, tienen un apetito desmedido de crédito para sostener sus estructuras, unas estructuras que cada día se desvelan más extractivas. De todos modos, la liquidez no puede llegar a los ciudadanos si lo que estos ciudadanos producen no aporta riqueza real. Es importante recordar que está tirado crear empleo (barrer la raya blanca de las autopistas), pero lo difícil es generar riqueza…

– la política tan laxa de liquidez del BCE no puede extenderse indefinidamente. Si lo hace, la devaluación del € sería un problemón, entre otros porque nuestra balanza de importación energética es deficitaria. Si no lo hace y corta la liquidez antes de una reactivación sólida de la demanda (que no se observa ni de lejos) la subida del euríbor está garantizada con la consecuente leche que se llevarán los hipotecados.

La gran pregunta que algunos se hacen es ¿por qué esa política no puede extenderse indefinidamente? Si inyectando dinero a espuertas estamos en deflación (-0,4% IPC agosto) y todo el mundo se halla en medio de una descomunal guerra de divisas, ¿quién será el primero que deje de bailar? No hay inflación alguna, ni devaluación posible cuando unas monedas fluctúan frente a otras que están haciendo lo mismo. Lo único que hay es una enorme burbuja de activos, especialmente financieros, con unas bolsas de valores enormemente sobrevaloradas. El primero que grite que el rey está desnudo se meterá un batacazo de impresión, con lo que todos tienen maravillosos incentivos para seguir callados y bailando en torno a las sillas.

El problema de los hipotecados es ese precisamente: que no hay inflación, que reduciría anualmente el valor de sus deudas, sino todo lo contrario. Y esa es una piedra dura de roer.

En definitiva, que esto parece una bomba de relojería y la posición del BCE una escena de Misión Imposible en la que hay que cortar el cable adecuado en el momento justo si no quiere volar por los aires.

Lo malo, respondo aquí, es que antes de que lleguen los artificieros puede suceder cualquier accidente…

Previsiones para el EURIBOR los próximos años

previsión euribor

Hoy vamos a ponernos técnicos y hablar de previsiones para el EURIBOR en lo que queda de este años, 2016 y 2017. Ya se sabe cómo es eso de las previsiones, y he dicho docenas de veces que no hay revista de humor como una revista económica atrasada, pero vamos a tirar de los datos que ofrece el departamento de Análisis de Bankinter.

 

Previsión para el Euribor en el resto de 2015

Bankinter cree que el Euribor cerrará el año al 0,24%, frente al 0,16% del cierre de agosto.  La horquilla en que se mueven se encuentra entre el 0,14% en un escenario económico pesimista ( pesimista para el banco, pero estupendo para quien tenga que pagar una hipoteca) al 0,34% en el mejor caso para el negocio bancario (y chungo para los hipotecados)

Previsión Euribor 2016

Para el 2016, la estimación de Euribor es prácticamente igual a la que tenemos en estos momentos. Se cree por tanto, que los movimientos serán pocos o de escaso alcance. La previsión es que las cifras se muevan, como mucho unas centésimas, hasta un cierre previsto en torno al 0,35% , con un mínimo del 0,2% y un máximo del 0,5%

Si tenemos en cuenta que el error es superior a las variaciones, se trata, en el fondo de no decir gran cosa. o tal vez de afirmar, con más palabras, que la cosa se quedará como está.

 

Previsión Euribor 2017

Para el 2017 Bankinter prevé un ligerísimo ascenso del Euribor, considerando que podría cerrar el año a un 0,5%, con una horquilla de variación entre 0,3 y el 0,8%

Echadle un vistazo al gráfico de Bankinter, pero creo que esto no cambia el escenario central: que el problema no son los diferenciales de lo tipos de interés, sino de solvencia, de empleo, y de renta de los trabajadores medios.

Las hipotecas siguen bajo mínimos no porque sean caras, sino porque es muy difícil garantizar que se podrán pagar durante treinta años…

La hipoteca y los drones

ese bicho que ataca y se va

ese bicho que ataca y se va

A pesar del extraño título que lo encabeza, pretendo que este artículo sea muy de andar por casa. Así que me dejo de florituras y entro en materia.

El mayor problema de las hipotecas es que se concedieron sobre tasaciones que no tienen nada que ver con el valor real a precios de mercado de las viviendas. Sin embargo, para aliviar esa carga, el tipo de interés ha descendido enormemente en los últimos años hasta acercarse a la nada o a esas cláusulas suelo de las que tantas veces hemos hablado.

Hasta ahí, una de cal y una de arena. La cuestión, para mí principal, es que a pesar de que los intereses se han reducido haciendo disminuir las cuotas, los salarios, o los ingresos de los hipotecados, no han aumentado en la necesaria proporción estos años. parte de la jugada de la hipoteca, al menos mentalmente, consistía en que cada año que pasar la cuota sería menos dolorosa por el normal aumento de los precios y de los salarios. No ha sido así.

Por tanto, el problema real, el que ha llevado al país a endeudarse hasta la locura y a los ciudadanos a apretarse el cinturón hasta la asfixia, es el bajo nivel salarial. No se trata solamente de que no haya trabajo, sino que no es posible encontrar hoy un empleo en el que te paguen el mismo salario (no ya uno mayor, sino el mismo) que hace cinco años.

¿Y pro qué? Porque muchos empleos han sido atacados por drones. Se llama drones a las empresas de la competencia que basándose en abaratar costes o en la falta de regulación, atacan un sector, lo explotan, obtienen los beneficios y se van sin que se pueda hacer nada por combatirlos. ¿Qué puede hacer un abogado recién licenciado para evitar que los bufetes utilicen a personas sin preparación que simplemente tienen que buscar sentencias en bases de datos? ¿Cómo evita un arquitecto recién licenciado que pongan a trabajar con Autocad a un tipo con solamente el bachiller? ¿qué hace un ferretero para competir con el chino de al lado? ¿Cómo consigue un fotógrafo que alguien pague por sus fotografías’ ¿Qué puede hacer un librero para competir con Amazon? ¿qué puede hacer un obrero industrial cuando se automatiza su planta y lo sustituyen por un robot?

Hay desde luego muchas soluciones imaginativas, pero son siempre  anecdóticas o marginales y no consiguen evitar que poco a poco el factor trabajo tenga cada vez un peso menor y se paguen cada día menores salarios.

Y sin salarios no hay demanda, sin demanda no hay economía, y sin economía, demanda y salarios no hay dios que pague la hipoteca.

La hipoteca y las personas

Fernando Pessoa (o sea, persona)

Fernando Pessoa (o sea, persona)

En los últimos comentarios en esta misma web, y en otras muchas, leo con creciente asombro que hay que recordar en todo momento que tras la crisis griega, o tras las hipotecas y sus laberintos, hay personas.

Aturdido por la novedad, me pregunto si esta clase de ideas, por repetidas, perrtenecerán a algún tipo de religión actual que los mayores de cuarenta no estudiamos en el colegio o se trata de una maniobra para que perdamos de vista la realidad.

Detrás de las hipotecas, hay personas. Y detrás de los bancos, resulta que también. Detrás de las deudas griegas, hay personas. Y personas es lo que hay detrás de lso Gobiernos acreedores, de los organismos internacionales que prestaron el dinero y quieren recuperarlo, y de las negociaciones para ver cómo se evita la pérdida.

Porque amigos, los banqueros no ponen de su bolsillo la pasta que prestan en las hipotecas, ni los ejecutivos del FMI están luchando por sus propios cuartos: luchan porque es su trabajo, y luchan por las aportaciones de otros países. El dinero del FMI no lo ponen los ricachones del mundo, ni siquiera los ciudadanos de los países ricos: lo ponen todos los países del mundo salvo cuatro o cinco (creo recordar que Corea del Norrte, Cuba, Irán y Buthan, pero no estoy seguro) de manera proporcional a su PIB. O sea que cuando los griegos no devuelven el dinero al FMI no s elo están quitando a Rockefeller, sino a los españoles, los bolivianos, los ruandeses y los vietnamitas. A cada cual en su proporcional medida, pero a todos ellos.

Personas son las que están detrás de todos los negocios. personas son los enfermos y los enfermeros, los criminales son personas, los pederastas son personas y son personas también pescadores de atún rojo en alta mar.

Decir que detrás de esto o de lo otro o lo de más allá hay personas es una de estas dos cosas: o una chorrada, o un intento de quitar la cualidad de persona a quien no esté en tu bando, dando a entender que personas son los míos pero no los tuyos.

En cualquiera de los dos casos, ¡al carajo!

 

 

Las nuevas hipotecas

Novedades sobre lo de siempre

Novedades sobre lo de siempre

El mercado hipotecario se reanima, y con él aparecen nuevos modelos de hipotecas. Algunas basan su imagen en ser lo de toda la vida, sin novedades, sin sorpresas y sin aventuras, que es lo que mayoritariamente demanda ese cliente solvente que tanto busca la banca, mientras que otras se decantan por hacer el producto más atractivo incorporando nuevos enfoques.

El problema para la mayoría, y ventaja para algunos, es que las hipotecas han dejado de ser un producto aislado y su coste final, su diferencial y a veces hasta las comisiones se vinculan a otros productos que el cliente pueda tener contratados con el banco, tales como nóminas, seguro de hogar y hasta seguros de vida.

A la hora de calcular una hipoteca con verdadera seriedad es muy importante tener en cuenta estas condiciones, pues el coste de estos productos, muy especialmente los seguros, puede suponer que lo que no se paga por un sitio se paga por otro. Nuestro consejo  es que se busque el mejor producto de mercado equivalente y se compare, en su caso,  lo que se está pagando de más (porque lo normal es que haya un sobrecoste). Con esa cifra, añadida a los costes de la cuota mensual, podremos saber cual es el coste real de la hipoteca.

Este tipo de políticas van en línea con lo que ya hemos comentado en semanas anteriores y que podríamos resumir con la ley del 130/3o, que viene a significar que hoy en día, para la banca, un 30 % de los clientes le proporcionan el 130% de los beneficios. Si, lo habéis leído bien: un tercio de los clientes suponen más del cien por cien de los beneficios, porque el otro setenta por ciento, en conjunto, genera pérdidas, si no a nivel individual, sí a nivel de conjunto.

¿Y quienes son los clientes  que dan pérdidas? Pues más de los que os imagináis y más de los que supondría incluso un viejo gestor de oficina. Hablaremos de ellos un día e estos con bastantes y floridos ejemplos, porque la cosa tiene su gracia. Os anticipo uno para abrir boca: da pérdida el tipo que tiene el dinero en el banco y no lo mueve. Por ejemplo.

 

¿En qué pensamos cuando hablamos de desahucios?

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A veces el pueblo opina lo que opina…

La imaginación es a veces muy chunga, y juega malas pasadas al raciocinio. Uno de los casos más comunes es el de la temida palabra desahucio, y vamos a verlo de cerca.

¿En qué pensamos cuando hablamos de desahucios?
Pues normalmente en familias que no pueden pagar sushipotecas y que tiene que ver como el banco la pone en la calle. El banco, o el fondo buitre extranjero, para los amantes de Dickens, y si es en invierno y hay niños de por medio, más Dickens todavía…

¿Es eso lo que imaginamos, verdad? Pues la putada es que en muchas ocasiones es terriblemente cierto y que, a buen seguro, tenemos que hacer algo para evitar esas tragedias humanas o la injusticia de que el negocio jurídico del banco genere la externalidad del desahucio, una externalidad pagadera en fondos públicos a costa del común.  El párrafo es técnico, pero quien conozca el asunto lo entenderá, y quien no, que pregunte en los comentarios. O a lo mejor dedico otro artículo a explicar que es eso de la externalidad pagadera del común.

Pero volviendo ala imaginación, el caso es que hay otra clase de desahucios, y si los prohibimos, vamos a armar la de dios… Los de los alquileres. ¿Qué pasa cuando un inquilino no paga?

Si por una parte está muy feo tener un piso vacío, y por otra no puedes poner en la calle al inquilino que no te pague, ¿qué solución se deja al propietario? ¿qué pisos entrarán en el mercado de alquileres? ¿quién se arriesgará a perder un piso a cambio de sacarle, a todo pegar, un dos o un tres por ciento de rendimiento?
¿Nos damos cuenta de lo que eso supone?

El nivel de precios del mercado de alquiler depende del precio de la vivienda, del importe de la hipoteca, de la disponibilidad de pisos y del rendimiento que se le pueda obtener. Si la seguridad jurídica desaparece de pronto en es mercado, ¿quién se animaría a alquilar?

La tragedia del desahucio hay que evitarla, pero con cabeza: en caso contrario, podemos conseguir que se encarezcan brutalmente los alquileres. O que simplemente no haya oferta. Y no sería bueno, en especial para los más humildes…

Barcelona quiere limitar el turismo, pero no la inmigración

Cavando tu propia tumba

“Antes, a quien no valía para nada, se le daba una pala. Ahora se le da una subvención. JMML

A esta clase de conclusiones lleva a veces el presentar un programa hecho a trozos, con la reivindicaciones de muchos grupos que dicen tener un interés común y que en realidad se coordinan sólo bajo ideas teóricas.

Tras las elecciones, tenemos un nuevo mapa político, y hemos visto un importante triunfo de la Plataforma de los Afectados pro la Hipoteca, que ha conseguido colocar a su líder, Ada Colau, nada menos que en la Pole Position para convertirse en alcaldesa.

Si lo consigue o no, ya se verá, porque pro aquellas tierras nos e trata solo de ser de izquierdas o de derechas, sino también de creer en la construcción nacional antes que en la lucha de clases y en la tortilla con cebolla o sin cebolla. En todo caso, el éxito es innegable. Y me refiero al éxito de la hipoteca como caballo de batalla.

Nosotros llevamos aquí un montón de años y parece que aún nos e nos acaban los temas, y las hipotecas resultaron ser tan importantes, y un tema tan atractivo, que pueden ser el germen de un cambio político en España que aún no sabemos dónde va a terminar, si termina.

¿Y por qué? Seguramente porque todo lo que se mueve en torno al principal gasto de una familia en toda su vida va a resultar de interés. Seguramente también, por qué no decirlo, por la esperanza de muchas familias (que nos conocemos) de quitarse de encima el más duro gasto del mes y acercarse más a la vieja aspiración nacional de vivir de la sopa boba o del costillar del vecino, y seguramente, claro que sí, por la cantidad de artefactos y artilugios legales (o paralegales) que los bancos han montado en torno al mercado hipotecario.

Fuera como fuese, la hipoteca vuelve a estar de moda. Y no por los tipos de interés, ni por los diferenciales, ni por la cláusula suelo, sino porque sus enemigos se han coronado próceres de la patria y van a luchar contra los desahucios, los turistas, la especulación y los dragones.

Duerte.

 

La hipoteca y el trabajo. Sobrantes y sobreros

El trabajo y el trabajador, haciendo como que se llevan bien...

El trabajo y el trabajador, haciendo como que se llevan bien…

Porque sí, al final podemos hablar mucho de subidas o bajadas en el precio de la vivienda, de subidas o bajadas en los tipos de interés aplicables a las hipotecas o de si los bancos necesitan limpiar su balance o encontrar demanda solvente, pero lo cierto, lo real, es que el mercado hipotecario depende de manera directa del mercado laboral.

Y en ese berenjenal nos vamos a meter, a ver qué tal respira la cosa.

El BBVA Reaseach, uno de esos institutos encargados de analizar datos por cuenta de un banco, llegó a la conclusión a finales del pasado año de  que España acabaría padeciendo un desempleo estructural del 18%, una vez que terminase la crisis. ¿Nos damos cuenta de lo que eso supone? Cuando las cosas vayan bien, si es que se arreglan, casi uno de cada cinco españoles estará clasificado en el apartado de sobrantes

A eso, según la misma fuente, habrá que añadir un empleo a tiempo parcial,  que en España no es una opción que la gente prefiera, sino que le viene impuesto, que se situará en un 25% o 30%. ¿Lo vemos? 18% de gente sin ningún trabajo, 30% de gente con la mitad del trabajo, que es como decir 15% sin ninguno.

Pero no acaba ahí la cosa: también habrá que sumar una temporalidad que, aunque los contratos de trabajo tiendan a unificarse, difícilmente bajará del 20% por la propia estacionalidad de numerosos subsectores de la economía española, lo que supone un desempleo equivalente de no menos de 7,5%, por aquello de que en unas épocas trabajarán unos y en otras otros.

Por lo tanto, cuando la crisis finalice, cuando la economía se  tranquilice, la gracia del asunto estará en que España lucirá un desempleo real cercano al 30%. Lo disfrazarán, sin duda, con treinta ropajes, como hacen ahora, pero esa será la proporción mínima de españoles pasándolas negras.

Visto así, ¿creemos de verdad que llevan camino de recuperarse las hipotecas?

Para anular la cláusula suelo (pero de verdad)

Solicitantes de hipoteca convenciendo al banco...

Solicitantes de hipoteca convenciendo al banco…

Que sí ,que muchos tribunales han dado la razón a los afectados que han reclamado contra estas cláusulas. pero al final el tema real, el del mundo real,es mucho más complejo y engorroso y de lo que se trata al final es de conseguir que se elimine esa cláusula y que los euros vuelvan a  nuestro bolsillo, porque bastante tenemos ya con la hipoteca. Así que vamos a ver cómo funcionan las cosas en el puñetero mundo real, repito ya por tercera vez e intencionadamente:

Si queremos combatir como paladines contra el banco, lo primero que debemos hacer es presentar un escrito al departamento de atención al cliente de ese mismo banco reclamando la anulación de la cláusula suelo, razonando el asunto y aportando dos copias de la carta en la oficina de nuestra entidad para que nos las sellen y nos devuelvan una. Puede parecer fácil, pero no siempre es tan sencillo, proque a lo mejor salen con que la abuela fuma, etc., etc..

sabed a partir de aquí que al ley es para lo demás, pero no para los bancos, que pueden hacer caso o no,  pero nunca serán sancionados y ni obligados as dar un paso más allá de los que quieran dar. Cuentan, por ejemplo, que Barclays Bank jamás te atiende, y lo lleva a gala en su política. Avisados vais…

Si la petición ante nuestra entidad bancaria es denegada o transcurren dos meses sin resolución (porque les mola eso de no contestar), deberemos presentar reclamación ante el Banco de España  En ese momenti, debemos presentar el formulario de reclamación propio del Banco de España, fotocopia del DNI, escrito presentado en nuestra entidad bancaria, respuesta (si la hay), copia de la escritura de compraventa y cualquier otra documentación que consideremos relevante (oferta vinculante, información precontractual de las condiciones de la hipoteca, etc.).

El servicio de reclamaciones del Banco de España dará un plazo de quince días hábiles a la entidad bancaria para que presente alegaciones y resolverá mediante un informe motivado,  pero Ojoooooooooooooooo:  este informe no es vinculante para ninguna de las partes, lo que significa que el banco puede limpiarse su virtual trasero con lo que opine el Banco de España. ¿A que son geniales?

A partir de aquí, nos queda instar el correspondiente procedimiento judicial para anular la cláusula suelo, donde podremos solicitar como medida cautelar que se deje sin efecto dicha cláusula durante la tramitación del procedimiento.

¿Y por qué?

Porque hay tantos casos y el tema es tan complejo que esa sentencia que tanto nos gustó lo mejor no se refiere a lo nuestro…

Mala suerte…

Yo tenía una hipoteca que se llamaba Asunción

Los bancos también están muy cachas...

Estamos todos como toros…

Y es que a veces ya hay que tirar del folclore, y dentro de éste, de la rama más popular, al menos por aquí, por estas tierras del Norte.

El caso es que estos días hemos estado hablando de la bajada de los tipos de interés, de la práctica desaparición de las cláusulas suelos y también de los grandes dolores que sufren los hipotecados en monedas exteriores. ¿Pero qué sucede, en resumen? Sucede que las hipotecas se siguen concediendo con cuentagotas por mucho que la recuperación, la supuesta recuperación, se vaya consolidando.

¿Y a qué se debe eso?

Los bancos dicen que no hay demanda solvente, lo que viene a significar que piden el dinero aquellos a los que les hace falta en vez de pedirlo aquellos que lo tienen de sobra, como quisieran seguramente los bancos.

¿Y a qué más?

Pues a que la sabiduría popular, esa de la copla y el cachondeo que ha dado lugar al título de este artículo, ha decidido que no se cree una palabra de la mejoría. La sabiduría popular ve que eso que se lleva siglos pidiendo, que es el reparto del trabajo, se está produciendo. Y no es bonito.  Porque resulta que donde había un buen salario y un trabajo a tiempo completo, ahora hay dos salarios de mierda y dos trabajos sin derechos a tiempo parcial. ¿Queríais reparto social? pues hale, a disfrutarlo.

La sabiduría popular no se cree nada porque según los grandes números macroeconómicos todo va bien, todo mejora, y todo lleva buen camino. Pero coñe: resulta que esos mismos números son los que dicen que Mario Draghi imprime dinero como si no hubiese mañana y que el tipo de interés, Euribor incluido, está al cero pro ciento. ¿Qué pasa aquí? ¿que el abuelo está cada día mejor, le can a dar el alta mañana, pero hoy le trasplantan el hígado y le operan a corazón abierto? A eso suena.

Por eso las hipotecas están como cabras. Por eso no acaban de convertirse en el viejo producto sensato y razonable que antaño fueron.

Por cierto, y para acabar de rematarla, dicen que vuelven los créditos rápidos en Milcreditosrapìdos.com . La gran epopeya en la que vuelven los minicréditos.

La cabra, la cabra, etc. etc…