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La hipoteca y los drones

ese bicho que ataca y se va

ese bicho que ataca y se va

A pesar del extraño título que lo encabeza, pretendo que este artículo sea muy de andar por casa. Así que me dejo de florituras y entro en materia.

El mayor problema de las hipotecas es que se concedieron sobre tasaciones que no tienen nada que ver con el valor real a precios de mercado de las viviendas. Sin embargo, para aliviar esa carga, el tipo de interés ha descendido enormemente en los últimos años hasta acercarse a la nada o a esas cláusulas suelo de las que tantas veces hemos hablado.

Hasta ahí, una de cal y una de arena. La cuestión, para mí principal, es que a pesar de que los intereses se han reducido haciendo disminuir las cuotas, los salarios, o los ingresos de los hipotecados, no han aumentado en la necesaria proporción estos años. parte de la jugada de la hipoteca, al menos mentalmente, consistía en que cada año que pasar la cuota sería menos dolorosa por el normal aumento de los precios y de los salarios. No ha sido así.

Por tanto, el problema real, el que ha llevado al país a endeudarse hasta la locura y a los ciudadanos a apretarse el cinturón hasta la asfixia, es el bajo nivel salarial. No se trata solamente de que no haya trabajo, sino que no es posible encontrar hoy un empleo en el que te paguen el mismo salario (no ya uno mayor, sino el mismo) que hace cinco años.

¿Y pro qué? Porque muchos empleos han sido atacados por drones. Se llama drones a las empresas de la competencia que basándose en abaratar costes o en la falta de regulación, atacan un sector, lo explotan, obtienen los beneficios y se van sin que se pueda hacer nada por combatirlos. ¿Qué puede hacer un abogado recién licenciado para evitar que los bufetes utilicen a personas sin preparación que simplemente tienen que buscar sentencias en bases de datos? ¿Cómo evita un arquitecto recién licenciado que pongan a trabajar con Autocad a un tipo con solamente el bachiller? ¿qué hace un ferretero para competir con el chino de al lado? ¿Cómo consigue un fotógrafo que alguien pague por sus fotografías’ ¿Qué puede hacer un librero para competir con Amazon? ¿qué puede hacer un obrero industrial cuando se automatiza su planta y lo sustituyen por un robot?

Hay desde luego muchas soluciones imaginativas, pero son siempre  anecdóticas o marginales y no consiguen evitar que poco a poco el factor trabajo tenga cada vez un peso menor y se paguen cada día menores salarios.

Y sin salarios no hay demanda, sin demanda no hay economía, y sin economía, demanda y salarios no hay dios que pague la hipoteca.

La hipoteca y las personas

Fernando Pessoa (o sea, persona)

Fernando Pessoa (o sea, persona)

En los últimos comentarios en esta misma web, y en otras muchas, leo con creciente asombro que hay que recordar en todo momento que tras la crisis griega, o tras las hipotecas y sus laberintos, hay personas.

Aturdido por la novedad, me pregunto si esta clase de ideas, por repetidas, perrtenecerán a algún tipo de religión actual que los mayores de cuarenta no estudiamos en el colegio o se trata de una maniobra para que perdamos de vista la realidad.

Detrás de las hipotecas, hay personas. Y detrás de los bancos, resulta que también. Detrás de las deudas griegas, hay personas. Y personas es lo que hay detrás de lso Gobiernos acreedores, de los organismos internacionales que prestaron el dinero y quieren recuperarlo, y de las negociaciones para ver cómo se evita la pérdida.

Porque amigos, los banqueros no ponen de su bolsillo la pasta que prestan en las hipotecas, ni los ejecutivos del FMI están luchando por sus propios cuartos: luchan porque es su trabajo, y luchan por las aportaciones de otros países. El dinero del FMI no lo ponen los ricachones del mundo, ni siquiera los ciudadanos de los países ricos: lo ponen todos los países del mundo salvo cuatro o cinco (creo recordar que Corea del Norrte, Cuba, Irán y Buthan, pero no estoy seguro) de manera proporcional a su PIB. O sea que cuando los griegos no devuelven el dinero al FMI no s elo están quitando a Rockefeller, sino a los españoles, los bolivianos, los ruandeses y los vietnamitas. A cada cual en su proporcional medida, pero a todos ellos.

Personas son las que están detrás de todos los negocios. personas son los enfermos y los enfermeros, los criminales son personas, los pederastas son personas y son personas también pescadores de atún rojo en alta mar.

Decir que detrás de esto o de lo otro o lo de más allá hay personas es una de estas dos cosas: o una chorrada, o un intento de quitar la cualidad de persona a quien no esté en tu bando, dando a entender que personas son los míos pero no los tuyos.

En cualquiera de los dos casos, ¡al carajo!

 

 

Las nuevas hipotecas

Novedades sobre lo de siempre

Novedades sobre lo de siempre

El mercado hipotecario se reanima, y con él aparecen nuevos modelos de hipotecas. Algunas basan su imagen en ser lo de toda la vida, sin novedades, sin sorpresas y sin aventuras, que es lo que mayoritariamente demanda ese cliente solvente que tanto busca la banca, mientras que otras se decantan por hacer el producto más atractivo incorporando nuevos enfoques.

El problema para la mayoría, y ventaja para algunos, es que las hipotecas han dejado de ser un producto aislado y su coste final, su diferencial y a veces hasta las comisiones se vinculan a otros productos que el cliente pueda tener contratados con el banco, tales como nóminas, seguro de hogar y hasta seguros de vida.

A la hora de calcular una hipoteca con verdadera seriedad es muy importante tener en cuenta estas condiciones, pues el coste de estos productos, muy especialmente los seguros, puede suponer que lo que no se paga por un sitio se paga por otro. Nuestro consejo  es que se busque el mejor producto de mercado equivalente y se compare, en su caso,  lo que se está pagando de más (porque lo normal es que haya un sobrecoste). Con esa cifra, añadida a los costes de la cuota mensual, podremos saber cual es el coste real de la hipoteca.

Este tipo de políticas van en línea con lo que ya hemos comentado en semanas anteriores y que podríamos resumir con la ley del 130/3o, que viene a significar que hoy en día, para la banca, un 30 % de los clientes le proporcionan el 130% de los beneficios. Si, lo habéis leído bien: un tercio de los clientes suponen más del cien por cien de los beneficios, porque el otro setenta por ciento, en conjunto, genera pérdidas, si no a nivel individual, sí a nivel de conjunto.

¿Y quienes son los clientes  que dan pérdidas? Pues más de los que os imagináis y más de los que supondría incluso un viejo gestor de oficina. Hablaremos de ellos un día e estos con bastantes y floridos ejemplos, porque la cosa tiene su gracia. Os anticipo uno para abrir boca: da pérdida el tipo que tiene el dinero en el banco y no lo mueve. Por ejemplo.

 

¿En qué pensamos cuando hablamos de desahucios?

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A veces el pueblo opina lo que opina…

La imaginación es a veces muy chunga, y juega malas pasadas al raciocinio. Uno de los casos más comunes es el de la temida palabra desahucio, y vamos a verlo de cerca.

¿En qué pensamos cuando hablamos de desahucios?
Pues normalmente en familias que no pueden pagar sushipotecas y que tiene que ver como el banco la pone en la calle. El banco, o el fondo buitre extranjero, para los amantes de Dickens, y si es en invierno y hay niños de por medio, más Dickens todavía…

¿Es eso lo que imaginamos, verdad? Pues la putada es que en muchas ocasiones es terriblemente cierto y que, a buen seguro, tenemos que hacer algo para evitar esas tragedias humanas o la injusticia de que el negocio jurídico del banco genere la externalidad del desahucio, una externalidad pagadera en fondos públicos a costa del común.  El párrafo es técnico, pero quien conozca el asunto lo entenderá, y quien no, que pregunte en los comentarios. O a lo mejor dedico otro artículo a explicar que es eso de la externalidad pagadera del común.

Pero volviendo ala imaginación, el caso es que hay otra clase de desahucios, y si los prohibimos, vamos a armar la de dios… Los de los alquileres. ¿Qué pasa cuando un inquilino no paga?

Si por una parte está muy feo tener un piso vacío, y por otra no puedes poner en la calle al inquilino que no te pague, ¿qué solución se deja al propietario? ¿qué pisos entrarán en el mercado de alquileres? ¿quién se arriesgará a perder un piso a cambio de sacarle, a todo pegar, un dos o un tres por ciento de rendimiento?
¿Nos damos cuenta de lo que eso supone?

El nivel de precios del mercado de alquiler depende del precio de la vivienda, del importe de la hipoteca, de la disponibilidad de pisos y del rendimiento que se le pueda obtener. Si la seguridad jurídica desaparece de pronto en es mercado, ¿quién se animaría a alquilar?

La tragedia del desahucio hay que evitarla, pero con cabeza: en caso contrario, podemos conseguir que se encarezcan brutalmente los alquileres. O que simplemente no haya oferta. Y no sería bueno, en especial para los más humildes…

Barcelona quiere limitar el turismo, pero no la inmigración

Cavando tu propia tumba

“Antes, a quien no valía para nada, se le daba una pala. Ahora se le da una subvención. JMML

A esta clase de conclusiones lleva a veces el presentar un programa hecho a trozos, con la reivindicaciones de muchos grupos que dicen tener un interés común y que en realidad se coordinan sólo bajo ideas teóricas.

Tras las elecciones, tenemos un nuevo mapa político, y hemos visto un importante triunfo de la Plataforma de los Afectados pro la Hipoteca, que ha conseguido colocar a su líder, Ada Colau, nada menos que en la Pole Position para convertirse en alcaldesa.

Si lo consigue o no, ya se verá, porque pro aquellas tierras nos e trata solo de ser de izquierdas o de derechas, sino también de creer en la construcción nacional antes que en la lucha de clases y en la tortilla con cebolla o sin cebolla. En todo caso, el éxito es innegable. Y me refiero al éxito de la hipoteca como caballo de batalla.

Nosotros llevamos aquí un montón de años y parece que aún nos e nos acaban los temas, y las hipotecas resultaron ser tan importantes, y un tema tan atractivo, que pueden ser el germen de un cambio político en España que aún no sabemos dónde va a terminar, si termina.

¿Y por qué? Seguramente porque todo lo que se mueve en torno al principal gasto de una familia en toda su vida va a resultar de interés. Seguramente también, por qué no decirlo, por la esperanza de muchas familias (que nos conocemos) de quitarse de encima el más duro gasto del mes y acercarse más a la vieja aspiración nacional de vivir de la sopa boba o del costillar del vecino, y seguramente, claro que sí, por la cantidad de artefactos y artilugios legales (o paralegales) que los bancos han montado en torno al mercado hipotecario.

Fuera como fuese, la hipoteca vuelve a estar de moda. Y no por los tipos de interés, ni por los diferenciales, ni por la cláusula suelo, sino porque sus enemigos se han coronado próceres de la patria y van a luchar contra los desahucios, los turistas, la especulación y los dragones.

Duerte.

 

La hipoteca y el trabajo. Sobrantes y sobreros

El trabajo y el trabajador, haciendo como que se llevan bien...

El trabajo y el trabajador, haciendo como que se llevan bien…

Porque sí, al final podemos hablar mucho de subidas o bajadas en el precio de la vivienda, de subidas o bajadas en los tipos de interés aplicables a las hipotecas o de si los bancos necesitan limpiar su balance o encontrar demanda solvente, pero lo cierto, lo real, es que el mercado hipotecario depende de manera directa del mercado laboral.

Y en ese berenjenal nos vamos a meter, a ver qué tal respira la cosa.

El BBVA Reaseach, uno de esos institutos encargados de analizar datos por cuenta de un banco, llegó a la conclusión a finales del pasado año de  que España acabaría padeciendo un desempleo estructural del 18%, una vez que terminase la crisis. ¿Nos damos cuenta de lo que eso supone? Cuando las cosas vayan bien, si es que se arreglan, casi uno de cada cinco españoles estará clasificado en el apartado de sobrantes

A eso, según la misma fuente, habrá que añadir un empleo a tiempo parcial,  que en España no es una opción que la gente prefiera, sino que le viene impuesto, que se situará en un 25% o 30%. ¿Lo vemos? 18% de gente sin ningún trabajo, 30% de gente con la mitad del trabajo, que es como decir 15% sin ninguno.

Pero no acaba ahí la cosa: también habrá que sumar una temporalidad que, aunque los contratos de trabajo tiendan a unificarse, difícilmente bajará del 20% por la propia estacionalidad de numerosos subsectores de la economía española, lo que supone un desempleo equivalente de no menos de 7,5%, por aquello de que en unas épocas trabajarán unos y en otras otros.

Por lo tanto, cuando la crisis finalice, cuando la economía se  tranquilice, la gracia del asunto estará en que España lucirá un desempleo real cercano al 30%. Lo disfrazarán, sin duda, con treinta ropajes, como hacen ahora, pero esa será la proporción mínima de españoles pasándolas negras.

Visto así, ¿creemos de verdad que llevan camino de recuperarse las hipotecas?

Para anular la cláusula suelo (pero de verdad)

Solicitantes de hipoteca convenciendo al banco...

Solicitantes de hipoteca convenciendo al banco…

Que sí ,que muchos tribunales han dado la razón a los afectados que han reclamado contra estas cláusulas. pero al final el tema real, el del mundo real,es mucho más complejo y engorroso y de lo que se trata al final es de conseguir que se elimine esa cláusula y que los euros vuelvan a  nuestro bolsillo, porque bastante tenemos ya con la hipoteca. Así que vamos a ver cómo funcionan las cosas en el puñetero mundo real, repito ya por tercera vez e intencionadamente:

Si queremos combatir como paladines contra el banco, lo primero que debemos hacer es presentar un escrito al departamento de atención al cliente de ese mismo banco reclamando la anulación de la cláusula suelo, razonando el asunto y aportando dos copias de la carta en la oficina de nuestra entidad para que nos las sellen y nos devuelvan una. Puede parecer fácil, pero no siempre es tan sencillo, proque a lo mejor salen con que la abuela fuma, etc., etc..

sabed a partir de aquí que al ley es para lo demás, pero no para los bancos, que pueden hacer caso o no,  pero nunca serán sancionados y ni obligados as dar un paso más allá de los que quieran dar. Cuentan, por ejemplo, que Barclays Bank jamás te atiende, y lo lleva a gala en su política. Avisados vais…

Si la petición ante nuestra entidad bancaria es denegada o transcurren dos meses sin resolución (porque les mola eso de no contestar), deberemos presentar reclamación ante el Banco de España  En ese momenti, debemos presentar el formulario de reclamación propio del Banco de España, fotocopia del DNI, escrito presentado en nuestra entidad bancaria, respuesta (si la hay), copia de la escritura de compraventa y cualquier otra documentación que consideremos relevante (oferta vinculante, información precontractual de las condiciones de la hipoteca, etc.).

El servicio de reclamaciones del Banco de España dará un plazo de quince días hábiles a la entidad bancaria para que presente alegaciones y resolverá mediante un informe motivado,  pero Ojoooooooooooooooo:  este informe no es vinculante para ninguna de las partes, lo que significa que el banco puede limpiarse su virtual trasero con lo que opine el Banco de España. ¿A que son geniales?

A partir de aquí, nos queda instar el correspondiente procedimiento judicial para anular la cláusula suelo, donde podremos solicitar como medida cautelar que se deje sin efecto dicha cláusula durante la tramitación del procedimiento.

¿Y por qué?

Porque hay tantos casos y el tema es tan complejo que esa sentencia que tanto nos gustó lo mejor no se refiere a lo nuestro…

Mala suerte…

Yo tenía una hipoteca que se llamaba Asunción

Los bancos también están muy cachas...

Estamos todos como toros…

Y es que a veces ya hay que tirar del folclore, y dentro de éste, de la rama más popular, al menos por aquí, por estas tierras del Norte.

El caso es que estos días hemos estado hablando de la bajada de los tipos de interés, de la práctica desaparición de las cláusulas suelos y también de los grandes dolores que sufren los hipotecados en monedas exteriores. ¿Pero qué sucede, en resumen? Sucede que las hipotecas se siguen concediendo con cuentagotas por mucho que la recuperación, la supuesta recuperación, se vaya consolidando.

¿Y a qué se debe eso?

Los bancos dicen que no hay demanda solvente, lo que viene a significar que piden el dinero aquellos a los que les hace falta en vez de pedirlo aquellos que lo tienen de sobra, como quisieran seguramente los bancos.

¿Y a qué más?

Pues a que la sabiduría popular, esa de la copla y el cachondeo que ha dado lugar al título de este artículo, ha decidido que no se cree una palabra de la mejoría. La sabiduría popular ve que eso que se lleva siglos pidiendo, que es el reparto del trabajo, se está produciendo. Y no es bonito.  Porque resulta que donde había un buen salario y un trabajo a tiempo completo, ahora hay dos salarios de mierda y dos trabajos sin derechos a tiempo parcial. ¿Queríais reparto social? pues hale, a disfrutarlo.

La sabiduría popular no se cree nada porque según los grandes números macroeconómicos todo va bien, todo mejora, y todo lleva buen camino. Pero coñe: resulta que esos mismos números son los que dicen que Mario Draghi imprime dinero como si no hubiese mañana y que el tipo de interés, Euribor incluido, está al cero pro ciento. ¿Qué pasa aquí? ¿que el abuelo está cada día mejor, le can a dar el alta mañana, pero hoy le trasplantan el hígado y le operan a corazón abierto? A eso suena.

Por eso las hipotecas están como cabras. Por eso no acaban de convertirse en el viejo producto sensato y razonable que antaño fueron.

Por cierto, y para acabar de rematarla, dicen que vuelven los créditos rápidos en Milcreditosrapìdos.com . La gran epopeya en la que vuelven los minicréditos.

La cabra, la cabra, etc. etc…

La frontera de la hipoteca

Bicefalia

Bicefalia

Ya lo hemos dicho muchas veces en este mismo espacio: el problema para la resurrección del mercado hipotecario no es que no exista liquidez, que de eso ha de sobra, sino la falta de demanda solvente. ¿Y qué es demanda solvente? es el comprador que tiene ingresos suficientes para garantizar que la hipoteca se podrá pagar o es muy probable que se pague, teniendo en cuanta que hablamos de un producto a muy largo plazo.

Ahí es donde está el problema.

La frontera, según los últimos análisis, parece haberse colocado por consenso en el entorno de los 2500 € mensuales. Quien pueda demostrar que gana más de esa cantidad tendrá acceso al mercado hipotecario, y quien no, se verá excluido. Las condiciones, eso sí, parece que mejorarán. Losa bancos, inundados de dinero, pelearán a la baja en los diferenciales y una vez más volverán a concederse hipotecas eternas, a treinta y cinco años. Al fin y al cabo, recordad que el BCE está prestándoles el dinero gratis, así que cualquier cosa que les garantice, más o menos, que lo van a recuperar, será buen negocio.

Con esto se espera que las hipotecas repunten este año, tanto en número de contratos firmados como en el monto de su saldo vivo total. Si esto sew confirma, será la primera subida de este tipo en los últimos siete años.

De todas maneras, para mí hay algo que no encaja: mientras por una parte se flexibilizan las relaciones laborales y se insiste desde múltiples instancias en la necesidad de acabar con la mentalidad de que el trabajo es  parea toda la vida, la banca sigue desconfiando del trabajo en precario. Cómo es posible que se exija al trabajador disponibilidad para cambiarse de ciudad y hasta de sector y al mismo tiempo se el exija absoluta estabilidad para conseguir una vivienda en propiedad?

¿Cómo es que desde el mundo financiero se pide con una boca una cosa y con la de al lado la contraria? Cosas de engendros bicéfalos, amigos.

 

El riesgo de la hipoteca en moneda extranjera

No es un paquete de tiritas, pero buena falta harían...

No es un paquete de tiritas, pero buena falta harían…

La semana pasada lo vimos claro: de repente, y sin previ0 aviso, el Gobernador del Banco Central de Suiza liberó al franco suizo de sus ataduras, y la moneda helvética llegó a revalorizarse hasta un 30 % a lo largo de una sola sesión.

¿Pero por qué pasó esto? En primer lugar, y permitidme la obviedad, porque antes se le habìa ocurrido a alguien la fabulosa idea de determinar, por decreto y a golpe de Boletín, el valor de una divisa. Los suizos no quería que su moneda cobrase valor, porque esto perjudicaba a sus exportaciones, y fijaron su cotización a un máximo de 1,20 €.

Al liberarse la moneda, el franco suizo, que estaba siendo fuertemente demandado como moneda refugio, sufrió un ascenso brusco que se llevó por delante a varios fondos de cobertura y a algunas casas de especulación con divisas, que no pudieron cubrir un incremento tan repentino de la cotización.

¿Y qué pasa con las hipotecas? Pues que aquellos que tuviesen su hipoteca denominada en francos suizos, lo que en su momento seguramente les pareció buena idea para cubrirse del euro fuerte, tendrán, de golpe y porrazo, que pagar a mayores una cuota mensual de unos 250 € de media. Un buen palo, sin duda.

Por contra, los que hicieran en su momento su hipoteca en yenes japoneses estarán de enhorabuena, hasta que no pase algo raro, por supuesto, que siempre puede suceder.

En general, y sin tratar de ser exahustivo, siempre he desconfiado de las hipotecas en divisas, más que nada porque si ya es bastante difícil cubrirse de los riesgos propios de un país y una moneda que conoces, imaginad lo que pueden ser los riesgos y los vaivenes de la moneda de un país sobre el que no estás informado a diario.

En este caso, de todas maneras, muy pocos de los perjudicados podrán llamarse a engaño: la gente no va por ahí haciendo hipotecas en francos suizos por buena fe o ingenuidad. Cuando se hace eso, se hace por obtener un beneficio.

Y si sale bien, genial. Y si no, a jorobarse tocan…

Y en 2104 también bajaron los pisos

Activo difícil de colocar

Activo difícil de colocar

Pues no. Tampoco fue 2014 el año de la recuperación en el mercado de la vivienda, tanto en precio de los pisos como en importe de las hipotecas concedidas. Quienes creen que el ladrillo saldrá nuevamente al rescate de nuestra economía, deberá esperar un poco más.

Al final, y de media, para vivienda usada, el precio de la vivienda  cerró diciembre  1.559 euros por metro cuadrado, lo que significa una disminución dell 8,54% .

Por comunidades, ninguna autonomía aumenta su precio pmedio en 2014. Lo s mayores descensos se han registrado en Aragón (-12,32%), Murcia (-12,15%), Asturias (-11,04%), Cataluña (-10,68%) y Galicia (-10,38%).

Castilla La Mancha tiene en estos momentos los precios más baratos, con una media de 1.019 euros/m2 y la vivienda más cara se encuentra, por término medio, en el País Vasco, con 2.936 euros/m2.

Por provincias, los mayores descensos interanuales se han producido en Pontevedra (-15,04%), Ávila (-14,50%), Tarragona (-14,04%), Córdoba (-13,75%) y Castellón (-13,57%).

 

En conclusión: si la población sigue envejeciendo, los pisos se mantienen en pie y las rentas de la gente no alcanzan a pagar lo que antes se pedía, la única respuesta lógica del mercado es que los precios continúen a la baja, empujados por una parte por quienes tienen necesidad de vender, mientras los posibles compradores se permiten esperar agazapados a la espera de la oportunidad que mejor les convenga.

No muy alentador, desde luego, pero terriblemente realista.

A ver si es cierto que el BCE nos inunda dinero y repuntan las hipotecas. Porque por otro camino, difícil lo veo.

 

Año de recuperación, ¿también para las hipotecas?

No es un naufragio, es un cambio de punto de vista.

No es un naufragio, es un cambio de punto de vista.

Empezamos nuevo año y lo empezamos con el triunfalismo del Gobierno respecto a los datos del paro, con un descenso de casi medio millón de personas.

En mi opinión, si los asesores del Gobierno piensan que a los españoles les interesa solamente la economía y eso salvará a al PP de pasar por la guillotina a la hora de las elecciones es que están aún más aislados de la calle de lo que parecía, pero vete a saber.

La cuestión, creo yo, no es que haya o deje de haber medio millón más de personas trabajando, sino explicar por qué con esas cifras el número total de horas trabajadas sigue cayendo, el total de los salarios percibidos por el factor trabajo sigue cuesta abajo y por qué las cotizaciones de la Seguridad Social se siguen reduciendo. Hay dos opciones: o nos ha atacado un bicho muy malo, con siete cabezas y once colas que hace que todo parezca más feo, o estamos entrando en situación de subempleo, es decir, cambiar un buen trabajo, a tiempo completo, con un bien sueldo, por varios trabajos de mierda, a tiempo parcial, y con salarios de miseria.

Como bien dijo Schacht en su momento, un país tiene problemas cuando la gente carece de trabajo y es pobre, pero los problemas realmente graves empiezan cuando la gente sigue siendo pobre después de haber encontrado un empleo. Y en esas estamos.

En cuanto a las hipotecas, veo difícil que se incremente sustancialmente el número de las que se conceden y precisamente pro lo que acabo de explicar más arriba: más personas trabajando con peores salarios no crea demanda solvente. Si a eso unimos la deflación, con sus dos efectos principales, que son el aplazamiento de las compras y el hecho de que el dinero que se debe cada vez vale más, no me parece que el panorama hipotecario se esté comenzando a despejar, sino todo lo contrario.

Habrá, por tanto, más insolvencias, aunque aún no sé cómo las disfrazarán. Seguirán bajando los pisos, salvo en ciertas zonas con mucha demanda, como quizás Madrid y algunas otras grandes ciudades, y la desigualdad, que tanto afecta a la economía, afectará también , y en cada vez mayor medida, al territorio.

Por cierto: otro día hablamos de lo que pasa cuando el petróleo baja de golpe. No, no es una buena noticia, aunque a muchos se lo parezca.

De momento, Feliz Año Nuevo.