Archivo por meses: diciembre 2010

El Euribor sigue a la baja

euribor3

Buenas noticias para terminar el año que nos arroja un nuevo descenso en la tasa media del Euribor para este mes de diciembre. Aún a falta de un par de sesiones para terminar el año, la de hoy y la de mañana, la verdad es que ver como la tasa se sitúa en el 1.528%, y aún por debajo en tasa diaria, es motivo de alegría.

Porque con ello las hipotecas se mantendrán estables, crecerán en cuota, sin duda, pero menos de lo que en un principio se podía haber empezado a pensar, especialmente si nos retrotraemos a la primera quincena de noviembre cuando el crecimiento del Euribor parecía imparable.

Ahora con la cifra de 1.528%, todo apunta a que cerrará el mes en el 1.52%, cifra inferior al cierre de noviembre, 1.541%, aunque superior al cierre de diciembre de 2009, cuando el Euribor marcó 1.242%. Es decir, que si damos por bueno el 1.52% estaríamos hablando de un incremento de 0.28 puntos porcentuales, lo que arrojaría un incremento mensual inferior a 20 euros, para una hipoteca media.

Este incremento se producirá en todas las hipotecas que tomen como referencia el valor de cierre del Euribor de diciembre, es decir, todas aquellas que revisen en enero o febrero, ya que se suelen tomar con uno o dos meses de antelación. Se tata, evidentemente, de un incremento asumible y que no hará grandes estragos en las economías domésticas.

Sin embargo, quedan ya sólo un par de días para que se nos venga encima el 2011, un año en el que las incertidumbres se convertirán en certezas y el Euribor regresará a su senda alcista, si nada lo remedia, que mucho me temo que nada lo hará. Deberemos acostumbrarnos a un Euribor cercano al 2% para cuando finalice el año, aún cuando la recuperación económica se encuentra todavía en el alero.

Pero esa es otra historia, cuestiones de las que empezaremos a preocuparnos cuando llegue el momento, cuando se nos eche encima el nuevo año. Hasta entonces, en estos dos días que nos quedan, a disfrutar rodeados de nuestros amigos y familiares (pero sólo de los que nosotros queramos), y a pedirle al año 2011 estabilidad y certezas para dejar atrás la incertidumbre permanente de este año 2010 que dejamos atrás.

14 años no son nada…

14 años, o 20, no es nada

14 años, o 20, no es nada

… febril la mirada, y bla, bla, bla, no te voy a engañar, no me sé la canción que quiero versionar aquí y tampoco es cuestión de andar buscándola por ahí, te haces una idea y si te la sabes la cantas mentalmente, porque el caso no es que la canción sí o la canción no, el caso es que han pasado 14 años y seguimos tal y como estábamos.

Si en el año 1996, cuando sufríamos otra gran crisis de la que ya no nos acordábamos, pero que por aquel entonces nos hizo mucho daño, teníamos una tasa de morosidad del 5.72%, resulta que este pasado mes de octubre, según datos del Banco de España, la tasa de morosidad del sector financiero se ha situado en el 5.66%.

Ello supone un incremento 0.17 puntos porcentuales con respecto al mismo dato del mes de septiembre, y, lo más alarmante todavía, 0.68 puntos porcentuales por encima de la tasa de morosidad de octubre de 2009, lo que supone un incremento elevado que repercutirá sin duda en el encarecimiento de los créditos concedidos y, por supuesto, en la ralentización de la recuperación del sector financiero.

Las entidades que más han sufrido el crecimiento de la tasa de morosidad han sido, como viene siendo habitual, los bancos, que se han disparado hasta el 5.80%, mientras que Cajas de Ahorros y Cooperativas de Crédito han soportado mejor la tormenta con unas tasas de 5.49% y 4.45%, respectivamente.

Fuera del espectro quedan ya las empresas especializadas en créditos que sufren una tasa de morosidad por encima del 10%, una cifra que está llevando a la mayoría a la bancarrota y a la consecuente desaparición del mercado empresarial español.

El problema de estas cifras es que nos condenarán a un mayor estancamiento de la concesión de créditos de todo tipo, lo cuál seguirá estrangulando a las pequeñas y medianas empresas y dejará sin su hipoteca a la mayoría de las familias lanzadas a la compra de una vivienda.

Habrá que pedirle al año 2011 una tasa de desempleo menor, causante sin duda de la tasa de morosidad que estamos sufriendo, para poder empezar a recuperarnos, de una vez por todas, de la crisis que seguimos sufriendo sin solución de continuidad.

Se cumple un año de la aprobación del desahucio express

Para quien conozca el mito, poco más que añadir...

Para quien conozca el mito, poco más que añadir...

Sí, amigos, un año del desahucio express y un año también del empate entre el Astorga y el Tordesillas. Porque para lo que importan ambas cosas, y para lo que nos afectan en el día a día,vienen a ser equivalentes.

El gobierno quiso dar seguridad jurídica a los propietarios para que se dinamizase el mercado del alquiler y así poder abaratar los precios (e indirectamente las hipotecas), pero en la práctica estamos como antes. El propietario que no cobra el alquiler, demanda al inquilino, y ciertamente el procedimiento va más rápido que antes, pero el problema está en que en cuanto sale la sentencia el juzgado sigue sin poder ejecutarla, y cuando el moroso se niega simplemente a ser notificado porque no recoge el correo, o no está, o no recibe, o no le da la gana, los meses pasan y pasan como antes, igualico que antes, hasta que al medio año, o los diez meses, por fin se hace cumplir la sentencia.

Por tanto, estamos ante un acortamiento de los plazos en los que se dicta sentencia, pero no un acortamiento del tiempo en el que se resuelve el problema.

En alguna estadística idiota aparecerá el gran logro de que antes se dictaba sentencia en tres meses y ahora la media es de cuarenta días, ¿pero para qué sirve eso? Para nada. O sí: para cabrear más aún al propietario, que cree que cuando recibe la sentencia tiene resuelto el asunto y al final se ve obligado a esperar lo mismo que siempre, que es justo lo que le prometieron que no ocurriría.

O sea que si hay más gente que antes viviendo de alquiler, y la hay, es porque los bancos dan menos hipotecas y porque los que tienen un piso vacío y una hipoteca que pagar se ven obligadpos a arriesgarse antes de perderlo todo, pero no porque la ley del Gobierno, una más, haya funcionado un carajo.

Por cierto, y aquí acabo: el Euribor parece que se mantiene estable.

Y otra cosa: Feliz Año Nuevo a todos.

La lotería de las Viviendas de Protección Oficial

No son niños de San Ildefonso, pero la misma ilusión generan

No son niños de San Ildefonso, pero la misma ilusión generan

¿Te tocó ayer la lotería? A mí tampoco, así que nada, aquí seguimos conformándonos con lo que tenemos y soñando con que nos tocará la del Niño, que ya verás como no, pero hasta que llegue el día del sorteo viviremos del cuento, del cuento de la lechera a la que se le acaba por derramar el cuenco, nunca lo olvides.

Y hablando de lotería no puedo por menos que acordarme de esa pobre gente agraciada con una Vivienda de Protección Oficial, con lo difícil que es, bueno que era, porque ahora están abriendo mucho la mano, pero que no pueden acceder a su compra por culpa de la falta de crédito.

Imagínate la situación, imagínate que tras meses y meses de espera, y meses y meses de papeleos, al final llega el día del sorteo, que te toca, pero que luego tienes que renunciar a esa vivienda que llevas tanto tiempo esperando porque los bancos han decidido que no le dan una hipoteca “ni al Tato”.

Es un verdadero drama al que alguna Administración tendrá que poner freno, o bien evitando que las personas con pocas probabilidades de conseguir una hipoteca puedan entrar en el sorteo, para evitar frustraciones posteriores, o bien incentivando a las entidades financieras de alguna forma para que abran la línea de crédito a este tipo de personas.

Los grandes beneficiados, por otro lado, de este drama están siendo todos aquellos que no cumplían los requisitos para entrar en los sorteos de VPO, por ejemplo por no tener pareja, y que ahora están encontrando cabida porque las Administraciones quieren quitarse los pisos de encima.

En definitiva, un drama más en esta crisis financiera e inmobiliaria que nos lleva azotando ya tres años y que no parece que tenga visos de terminar en breve. Con un sector de la construcción totalmente estancado, con las viviendas que no se compran ni se venden, y con el empleo que no se recupera, poco nos queda más que sobrevivir de la mejor manera posible.

Espero, de verdad, que en estos días festivos te puedas reunir con tu familia y compartir con ellos los buenos sentimientos, olvidándote de todos los dramas que nos asolan. Déjalos, al menos, hasta el lunes.

¡Felices Fiestas!

Se acabó lo que se daba, adiós, desgravación, adiós

Adiós, desgravación, adiós

Adiós, desgravación, adiós

Diez días, diez, nos quedan para poder aprovecharnos de la desgravación fiscal por compra de vivienda, y a partir de ahí, se quedará en una reminiscencia del pasado que sólo recordaremos por aquellos que ya tenían una hipoteca y que nos hablarán de ella como la panacea del ahorrado.

Sin embargo, la desgravación fiscal ha tenido una gran responsabilidad en el engorde de la burbuja inmobiliaria de los años de atrás. Los constructores y promotores, conocedores de esta desgravación, la repercutían en el precio final de las viviendas, inflándolo ficticiamente.

Luego, los compradores, se dejaban cegar por el refulgir de la desgravación y anteponían la compra a cualquier otra opción, porque si la utilizaban para compensar el exceso de cuota hipotecaria sobre el alquiler acababan por salir ganando, con lo que la balanza se decantó, definitivamente, por la compra, apoyada por la cultura de nuestra sociedad.

Pero, ¿qué sucederá a partir de ahora?

Aunque se mantiene la desgravación para las rentas más bajas, se trata de una figura más testimonial que otra cosa, ya que esas rentas no tienen acceso real a la compra de vivienda. Por tanto, la desgravación fiscal desaparecerá, de facto, a partir del 1 de enero.

Con ello, es de prever que el precio de los pisos se estabilice en los parámetros actuales, ya que parece que la caída se ha detenido, al menos en aquellas viviendas con demanda efectiva, y que el alquiler, ayudado por las subvenciones públicas, comience a cobrar una importancia que nunca ha tenido en nuestras sociedades.

Así, el sector de la construcción debería de ir retomando la importancia que tenía antes de la burbuja inmobiliaria, importante, pero en ningún caso preponderante. Y es que en los últimos diez años, y, particularmente, en los últimos 5-6, la construcción ha sido el verdadero motor económico de nuestra sociedad, provocando un daño irreparable, debido al escaso valor añadido que aporta a la economía general.

En definitiva, aunque visto desde un punto de vista particular la eliminación de la desgravación fiscal puede resultar doloroso, hay que aceptar, que para el conjunto de la sociedad es una medida acertada y que ayudará al cambio de modelo productivo, con el que los políticos se llenan la boca, pero del que nada sabemos todavía.

Hipoteca, deuda y libertad

 

Si quieres pan, correa...

Si quieres pan, correa...

Ahora se lleva mucho eso de echarle la culpa de la crisis de deuda al que la concede, como si el que pide prestado no fuese responsable de sus actos. Y el caso, aunque quede feo, es que no conozco a nadie a quien hayan llevado a punta de pistola a una sucursal bancaria, así que si la gente es mayor de edad para votar, que sea mayor de edad para no dejarse engañar.

Una vez puestas las cosas en su sitio, lo que había que buscar el modo de que los bancos se hiciesen responsables de sus agujeros lo mismo que se hacen responsables los deudores. La otra opción es pensar como en el caso de los prestamistas privados, que en algunos casos, no tienen interés alguno en que se le devuelva el dinero, sino que quiere quedarse directamente con el piso, el coche, o lo que se ponga de garantía de la cantidad prestada.

Por eso, aunque mi psiquiatra me lo prohíba, no puedo evitar decir que hay crisis , como la de la deuda, las hipotecas y los inmuebles, que parecen pensadas para obtener mayor control sobre la economía, sobre los ciudadanos y sobre la autonomía de sus decisiones, alejando la democracia real de nuestras manos.

El otro día afirmaba Tomás Gómez, el presidente de la federación socialista madrileña, que son los políticos los que deben gobernar a los mercados y no los mercados a los políticos, y en teoría eso está muy bien, peor mientras nos endeudemos tendremos que preguntarnos quién obliga a un banco a dar la hipoteca, quién obliga al inversor de Arabia o Singapur a invertir en España y quién obliga a los fondos de pensiones americanos a meter el dinero en España y no en Indonesia.

O sea que, resumiendo: nuestro deseo de endeudarnos, que es gastar lo que no tenemos, es la cuerda con la que nos atan. Sólo el que no debe nada es libre, y eso que tan bien entendían nuestros abuelos lo hemos olvidado nbosotros con demasiada facilidad.

 

 

 

 

El interés de la deuda se come el ahorro.

Ojo a este, que nos la prepara...

Ojo a este, que nos la prepara... ¿Adivina alguno quién es?

No estamos en fechas para pronósticos negativos, pero se acaba de saber que la subida de los intereses de la deuda pública española en 2010 ya supera los 1.500 millones que el Estado esperaba obtener de congelar las pensiones en 2011.

Sin maquillajes, la cosa viene a significar que cuando se debe mucho, las fluctuaciones en el tipo de interés que se está pagando pueden destrozar cualquier previsión, y eso lo sabemos muy bien los hipotecados, que miramos el Euribor cada poco para saber en qué parará nuestra hipoteca y tememos que una subida nos apriete aún más la soga. Calcular una hipoteca es eso también y sobre todo: saber lo que pagaremos y si lo podremos pagar con un tipo de interés distinto al actual.

La credibilidad de España baja, las medidas que solicitan (con razón o sin ella) no se toman y eso que para muchos significa una gracieta o un reflejo más de la incapacidad del Gobierno, para los mercados internacionales significa, ni má s ni menos, que pretarnos a nosotros tiene que dar más rendimiento, o es mejor irse a otro lado.

Si los inversores y la banca extranjera consideran a España como un riesgo, el dinero que presten a nuestros bancos será cada vez más caro y eso, sin dudarlo, se reflejará más pronto que tarde en el Euribor, que es el tipo de interés al que los bancos se prestan entre sí.

O sea que tenedlo claro: si la marca España se devalúa, las hipotecas se encarecerán. Tanto las que ya están concedidas como las pocas que se concedan en el futuro.

Estas son las consecuencias, las consecuencias reales y cotidianas, de no conseguir dar una imagen de solvencia. O peor aún, de no ir muy sobrados de ella.

 

 

Los bancos acosados por los jueces

El BBVA acosado por los jueces

El BBVA acosado por los jueces

Está claro que los bancos están sintiendo la cercana vigilancia de los jueces en los últimos meses, y la gota que ha colmado el vaso ha sido el dictamen de un juez madrileño que ayer, día 15 de diciembre, determinó el registro de la sede del banco BBVA para obtener unos listados sobre clientes de swaps con la entidad financiera.

Por lo que parece este listado se le fue solicitado al BBVA tiempo atrás, y ante su negativa el juez ha decidido, ni corto ni perezoso, que se registre su sede para obtener estos listados. Como no podía ser de otra forma, el banco ha contraatacado con toda su batería legal para evitarlo, así que veremos en que termina todo esto.

Pero más allá de la anécdota, a mí me gustaría quedarme con el hecho de que la justicia parece funcionar en nuestro país, a pesar de lo que habíamos pensado tiempo atrás. Las entidades bancarias llevan demasiado tiempo haciendo lo que les ha venido en gana y el hecho de que los jueces empiecen a tomar cartas en el asunto es una gran noticia para todos, hasta para los propios bancos, porque una Justicia independiente es signo de progreso social.

Está claro que durante los años del boom inmobiliario y ahora en plena crisis, los bancos y cajas han ido colocando en el articulado de sus contratos hipotecarios todas aquellas cláusulas que les protegían ante posibles situaciones adversas, sin saber, o querer, explicar adecuadamente a los ciudadanos en qué consistía todo aquello.

Por un lado estuvo la cláusula suelo, en la que nadie pareció fijarse, y ahora nos llega el tema de los swaps, a los que todo el mundo alababa cuando el Euribor no paraba de subir, pero que ahora se están convirtiendo en una auténtica soga al cuello para los ciudadanos hipotecados.

Sin embargo, los ciudadanos no somos del todo inocentes, y así lo debemos de reconocer. Nuestra incultura financiera es manifiesta y ello provoca que firmemos contratos hipotecarios, con 30 años de duración, sin saber lo que estamos firmando en realidad confiando en el director de la sucursal más cercana a nuestro domicilio, sin pararnos a pensar que esa persona lo único que quiere es cerrar la operación y llevarse su comisión.

Como nos estafaron con las hipotecas subprime

El Modus Operandi de la gran estafa

El Modus Operandi de la gran estafa

Seguro que todos hemos oído hablar miles de veces de las hipotecas subprime durante el estallido de la crisis, y seguro que todos las hemos maldecido una y otra vez por el daño que nos han causado, pero hasta ahora no habíamos escuchado a ningún responsable de ninguna entidad reconociendo el negocio y como operaban.

Ha tenido que ser el diario El País, en un magnífico reportaje que publicó el domingo, 12 de diciembre, el que ha conseguido que el Director de CreditServices, Javier López, hable abiertamente sobre como funcionaba su negocio y en que basaban su tremendo crecimiento. No hay que olvidar que esta empresa llegó a tener 596 oficinas y firmaba 50.000 hipotecas al año.

Como Javier López dice en el reportaje, su público objetivo era la población inmigrante que llegaba a España con una familia, es decir, con voluntad de echar raíces en nuestro país. Este público no tenía acceso a la red oficial de hipotecas a través de entidades tradicionales y tenían que recurrir a empresas de intermediación financiera, como CreditServices, para optar a la compra de una vivienda.

Entonces, recibían la gran noticia. Se les ofrecía hasta el 120% de tasación de la vivienda, con lo que se cubría el coste total de la operación, incluyendo todas las comisiones aplicadas, y bastaba con que llevaran tres meses en el país. Eso sí, el tipo de interés que tenían que pagar era más elevado que el de mercado en ese momento.

Estas hipotecas eran concedidas por bancos estadounidenses que encontraban así un negocio redondo, ya que cobraban tipos de interés muy elevados con lo que ingresaban más dinero por sus hipotecas concedidas. Aunque, eso sí, se trataba de hipotecas contaminadas.

Todos los analistas coinciden en que una hipoteca sin riesgo para una entidad financiera debe de estar concedida por el 80% del valor de tasación, para evitar vaivenes en los precios y debe de suponer un esfuerzo económico del núcleo familiar de hasta el 35%. Pues bien, todas las hipotecas firmadas por CreditServices y por empresas similares estaban, claramente, en la zona de riesgo.

Entonces, era cuestión de tiempo que la situación estallara y con ello se llevara a las pobres familias que no podían pagar sus hipotecas, y a las entidades financieras que arriesgaron demasiado.

La hipoteca en 2011

Guardiua regulando atasco de solicitantes cabreados

Guardia regulando atasco de solicitantes cabreados

A estas alturas de año unos se ponen a hacer resúmenes de lo que fue el año que salió, y otros preferimos los vaticinios, aunque sólo sea porque supone más uso de la inteligencia y menos de la memoria.

En 2001 se acabarán las desgravaciones por hipoteca en la compra de primera vivienda, los bancos tratarán de colocar como puedan su maravilloso excedente de pisos en cartera y la Unión Europea, lo pronostico, se pondrá cada vez más dura con nuestras cuentas públicas y privadas.

En cuanto a las públicas, está por ver aún que efecto surten los rescates de Grecia e Irlanda, pero mucho me temo que periódicamente los mercados nos aprieten un poco más la soga para obligarnos a realizar de una santa y buena vez todas esas reformas que llevan siendo urgentes quince años y nunca nos ponemos a realizar en serio: educación, trabajo y administración del Estado.

Respecto a las cuentas privadas, nuestros bancos no han tenido que valorar, de momento, a precio de mercado los inmuebles que figuran en su balance, pero me temo que poco a poco se les vaya pidiendo cuentas sobre ese particular y la situación se complique.

Por tanto, 2001 va a ser un año duro para las hipotecas: desaparece la desgravación y los bancos tendrán que mirarlo todo con lupa. En la primavera hay elecciones, municipales y autonómicas, y hasta entonces, a cualquier precio, el Gobierno tratará de mantener en pie el chiringuito.

Después, veremos.

Suerte.

Hipoteca y cédula de habitabilidad

Nos pastorean

Nos pastorean

Todavía hay quien lo duda, peor yo lo tengo claro: hay normas que no se crean para mejorar nada, ni siquiera la seguridad, sino para estorbar al ciudadano y generar pretextos cuando la caja está vacía.

Una de las últimas normas del Banco de España indica que se debe aportar la cédula de habitabilidad o licencia de primera ocupación de una vivienda para que se pueda hipotecar una vivienda. En principio esto parece muy apropiado pues así se evita que la vivienda hipotecada incumpla algún tipo de normativa urbanística, esté en un terreno no edificable y pequeños cholletes por el estilo que luego crearían problemas al banco.

El problema, como siempre, está en que el mundo real no se la coge con papel de fumar con tanto ahínco y la cédula de habitabilidad sólo existe y se exige, en muchas localidades, para las viviendas de construcción reciente. Aquellos inmuebles con más de veinte o treinta años de antigüedad no cuenta con semejante documento ni pueden llegar a obtenerlo sin una serie de gastos, plazos, papeleos, mamoneos, firmas y jabones difíciles de creer para quien no se ha enfrentado a ellos.

Y si la hipoteca se intenta constituir en el medio rural, ya nos podemos morir de la risa, pues los ayuntamientos peque os, al no contar con técnicos propios, pueden tardar hasta más de un a o en realizar todo el papeleo necesario para decir que sí, que hace ochenta años que en esa casa viven dos familias.

Al final, nos sucede lo que tantas veces: que la normativa está pensada para el gran promotor que ha terminado un edifico de cincuenta viviendas y quiere venderlas. Ese lo tiene todo en regla y a él se le trata de favorecer. A él y a los bancos, para que deshagan de su stock. A los demás, entre tanto, para vender nuestro pisito, o aún peor, la casa de la abuela, nos piden cada día más papeles y más absurdos.

Y encima se creen defensores de lo correcto. Yo me parto

Se cerró la sangría hipotecaria

La sangría comienza a reducirse

La sangría comienza a reducirse

La sangría hipotecaria que habíamos estado viviendo durante los últimos dos años, por la reducción de la demanda de las familias, y el cierre, casi absoluto, del grifo del crédito por parte de las entidades financieras ha llegado a su fin, a tenor de los últimos datos publicados por el Banco de España.

Según estos datos en octubre se produjo un incremento en la deuda hipotecaria de un 0.6%, con respecto al mismo indicador del año anterior. En concreto, estamos hablando de 678.095 millones de euros de deuda hipotecaria en nuestro país.

Si dejamos a un lado los meses previos al incremento del IVA en los que se produjo un incremento importante, y si tenemos en cuenta que los meses de agosto y septiembre sufrieron la caída tras un alza irregular, parece que octubre por fin ha estabilizado la tendencia y habida cuenta de que la eliminación de la desgravación fiscal no está teniendo el efecto que en un principio se podía pensar, muestra una recuperación general del sector.

Al menos ya no se está produciendo la caída que habíamos estado viendo durante toda la crisis, y una vez que nos movemos en cifra de más/menos 1%, podemos hablar de estabilidad, plataforma necesaria e indispensable para comenzar la senda de la recuperación.

Es de prever que en el año 2011, siguiendo el cauce de la recuperación económica en la que todos los analistas coinciden, certifique este cambio de tendencia y poco a poco nos vayamos moviendo de manera regular en cifras de crecimiento hipotecario sostenibles y sostenidos.

Este incremento de las hipotecas tirará, indefectiblemente, del sector inmobiliario que aunque nunca llegará, al menos no en el futuro cercano, a las cifras en las que se movió durante el mayor esplendor de la burbuja, sí que iniciará un camino sin vuelta atrás hacia cierta normalización.

La cuál repercutirá en una mejora del nivel económico del país, todavía muy dependiente de este sector, y con ello de todos los ciudadanos, debido a los empleos directos e indirectos que el ladrillo sigue produciendo en España, a pesar de promesas electorales de cambio de estructura productiva, la cuál, como tantas otras, se ha quedado en el limbo.