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14 años no son nada…

14 años, o 20, no es nada

14 años, o 20, no es nada

… febril la mirada, y bla, bla, bla, no te voy a engañar, no me sé la canción que quiero versionar aquí y tampoco es cuestión de andar buscándola por ahí, te haces una idea y si te la sabes la cantas mentalmente, porque el caso no es que la canción sí o la canción no, el caso es que han pasado 14 años y seguimos tal y como estábamos.

Si en el año 1996, cuando sufríamos otra gran crisis de la que ya no nos acordábamos, pero que por aquel entonces nos hizo mucho daño, teníamos una tasa de morosidad del 5.72%, resulta que este pasado mes de octubre, según datos del Banco de España, la tasa de morosidad del sector financiero se ha situado en el 5.66%.

Ello supone un incremento 0.17 puntos porcentuales con respecto al mismo dato del mes de septiembre, y, lo más alarmante todavía, 0.68 puntos porcentuales por encima de la tasa de morosidad de octubre de 2009, lo que supone un incremento elevado que repercutirá sin duda en el encarecimiento de los créditos concedidos y, por supuesto, en la ralentización de la recuperación del sector financiero.

Las entidades que más han sufrido el crecimiento de la tasa de morosidad han sido, como viene siendo habitual, los bancos, que se han disparado hasta el 5.80%, mientras que Cajas de Ahorros y Cooperativas de Crédito han soportado mejor la tormenta con unas tasas de 5.49% y 4.45%, respectivamente.

Fuera del espectro quedan ya las empresas especializadas en créditos que sufren una tasa de morosidad por encima del 10%, una cifra que está llevando a la mayoría a la bancarrota y a la consecuente desaparición del mercado empresarial español.

El problema de estas cifras es que nos condenarán a un mayor estancamiento de la concesión de créditos de todo tipo, lo cuál seguirá estrangulando a las pequeñas y medianas empresas y dejará sin su hipoteca a la mayoría de las familias lanzadas a la compra de una vivienda.

Habrá que pedirle al año 2011 una tasa de desempleo menor, causante sin duda de la tasa de morosidad que estamos sufriendo, para poder empezar a recuperarnos, de una vez por todas, de la crisis que seguimos sufriendo sin solución de continuidad.

Se cumple un año de la aprobación del desahucio express

Para quien conozca el mito, poco más que añadir...

Para quien conozca el mito, poco más que añadir...

Sí, amigos, un año del desahucio express y un año también del empate entre el Astorga y el Tordesillas. Porque para lo que importan ambas cosas, y para lo que nos afectan en el día a día,vienen a ser equivalentes.

El gobierno quiso dar seguridad jurídica a los propietarios para que se dinamizase el mercado del alquiler y así poder abaratar los precios (e indirectamente las hipotecas), pero en la práctica estamos como antes. El propietario que no cobra el alquiler, demanda al inquilino, y ciertamente el procedimiento va más rápido que antes, pero el problema está en que en cuanto sale la sentencia el juzgado sigue sin poder ejecutarla, y cuando el moroso se niega simplemente a ser notificado porque no recoge el correo, o no está, o no recibe, o no le da la gana, los meses pasan y pasan como antes, igualico que antes, hasta que al medio año, o los diez meses, por fin se hace cumplir la sentencia.

Por tanto, estamos ante un acortamiento de los plazos en los que se dicta sentencia, pero no un acortamiento del tiempo en el que se resuelve el problema.

En alguna estadística idiota aparecerá el gran logro de que antes se dictaba sentencia en tres meses y ahora la media es de cuarenta días, ¿pero para qué sirve eso? Para nada. O sí: para cabrear más aún al propietario, que cree que cuando recibe la sentencia tiene resuelto el asunto y al final se ve obligado a esperar lo mismo que siempre, que es justo lo que le prometieron que no ocurriría.

O sea que si hay más gente que antes viviendo de alquiler, y la hay, es porque los bancos dan menos hipotecas y porque los que tienen un piso vacío y una hipoteca que pagar se ven obligadpos a arriesgarse antes de perderlo todo, pero no porque la ley del Gobierno, una más, haya funcionado un carajo.

Por cierto, y aquí acabo: el Euribor parece que se mantiene estable.

Y otra cosa: Feliz Año Nuevo a todos.

Los bancos acosados por los jueces

El BBVA acosado por los jueces

El BBVA acosado por los jueces

Está claro que los bancos están sintiendo la cercana vigilancia de los jueces en los últimos meses, y la gota que ha colmado el vaso ha sido el dictamen de un juez madrileño que ayer, día 15 de diciembre, determinó el registro de la sede del banco BBVA para obtener unos listados sobre clientes de swaps con la entidad financiera.

Por lo que parece este listado se le fue solicitado al BBVA tiempo atrás, y ante su negativa el juez ha decidido, ni corto ni perezoso, que se registre su sede para obtener estos listados. Como no podía ser de otra forma, el banco ha contraatacado con toda su batería legal para evitarlo, así que veremos en que termina todo esto.

Pero más allá de la anécdota, a mí me gustaría quedarme con el hecho de que la justicia parece funcionar en nuestro país, a pesar de lo que habíamos pensado tiempo atrás. Las entidades bancarias llevan demasiado tiempo haciendo lo que les ha venido en gana y el hecho de que los jueces empiecen a tomar cartas en el asunto es una gran noticia para todos, hasta para los propios bancos, porque una Justicia independiente es signo de progreso social.

Está claro que durante los años del boom inmobiliario y ahora en plena crisis, los bancos y cajas han ido colocando en el articulado de sus contratos hipotecarios todas aquellas cláusulas que les protegían ante posibles situaciones adversas, sin saber, o querer, explicar adecuadamente a los ciudadanos en qué consistía todo aquello.

Por un lado estuvo la cláusula suelo, en la que nadie pareció fijarse, y ahora nos llega el tema de los swaps, a los que todo el mundo alababa cuando el Euribor no paraba de subir, pero que ahora se están convirtiendo en una auténtica soga al cuello para los ciudadanos hipotecados.

Sin embargo, los ciudadanos no somos del todo inocentes, y así lo debemos de reconocer. Nuestra incultura financiera es manifiesta y ello provoca que firmemos contratos hipotecarios, con 30 años de duración, sin saber lo que estamos firmando en realidad confiando en el director de la sucursal más cercana a nuestro domicilio, sin pararnos a pensar que esa persona lo único que quiere es cerrar la operación y llevarse su comisión.

Se cerró la sangría hipotecaria

La sangría comienza a reducirse

La sangría comienza a reducirse

La sangría hipotecaria que habíamos estado viviendo durante los últimos dos años, por la reducción de la demanda de las familias, y el cierre, casi absoluto, del grifo del crédito por parte de las entidades financieras ha llegado a su fin, a tenor de los últimos datos publicados por el Banco de España.

Según estos datos en octubre se produjo un incremento en la deuda hipotecaria de un 0.6%, con respecto al mismo indicador del año anterior. En concreto, estamos hablando de 678.095 millones de euros de deuda hipotecaria en nuestro país.

Si dejamos a un lado los meses previos al incremento del IVA en los que se produjo un incremento importante, y si tenemos en cuenta que los meses de agosto y septiembre sufrieron la caída tras un alza irregular, parece que octubre por fin ha estabilizado la tendencia y habida cuenta de que la eliminación de la desgravación fiscal no está teniendo el efecto que en un principio se podía pensar, muestra una recuperación general del sector.

Al menos ya no se está produciendo la caída que habíamos estado viendo durante toda la crisis, y una vez que nos movemos en cifra de más/menos 1%, podemos hablar de estabilidad, plataforma necesaria e indispensable para comenzar la senda de la recuperación.

Es de prever que en el año 2011, siguiendo el cauce de la recuperación económica en la que todos los analistas coinciden, certifique este cambio de tendencia y poco a poco nos vayamos moviendo de manera regular en cifras de crecimiento hipotecario sostenibles y sostenidos.

Este incremento de las hipotecas tirará, indefectiblemente, del sector inmobiliario que aunque nunca llegará, al menos no en el futuro cercano, a las cifras en las que se movió durante el mayor esplendor de la burbuja, sí que iniciará un camino sin vuelta atrás hacia cierta normalización.

La cuál repercutirá en una mejora del nivel económico del país, todavía muy dependiente de este sector, y con ello de todos los ciudadanos, debido a los empleos directos e indirectos que el ladrillo sigue produciendo en España, a pesar de promesas electorales de cambio de estructura productiva, la cuál, como tantas otras, se ha quedado en el limbo.

Izquierda Unida utiliza las hipotecas para hacer política

Izquierda Unida quiere hacerse notar

Izquierda Unida quiere hacerse notar

Parece que Izquierda Unida quiere aprovechar la crisis que nos está golpeando por todos lados, por derecha y por izquierda, para rascar votos por el ala izquierda del PSOE, para lo que se está aliando con aquellas posiciones que más cercanas se encuentran al ciudadano, y, sin duda, la que más nos afecta a todos es el tema de las hipotecas.

Ya lo anunciaron hace un tiempo, y aquí nos hicimos eco, pero ahora lo han presentado de manera formal dentro de su “Plan de Iniciativa Social frente al desempleo y las consecuencias de la crisis”, cuyo pomposo nombre no hace más que dotar de cierto sentido común a todas las políticas sociales y económicas ejercidas por los gobiernos.

Referidos a lo que nos toca, al tema de las hipotecas, y como ya habían anunciado, su propuesta estrella es la formalización de la dación en pago como forma única de finalización de una ejecución hipotecaria. Por si todavía hay alguien que desconozca el concepto, se trataría de que la deuda hipotecaria quedara zanjada con la entrega del bien hipotecado, en este caso, la vivienda.

En la actualidad, la deuda se mantiene si el valor de venta del inmueble queda fijado por debajo del valor de la deuda, quedando ésta por la diferencia entre ambas cantidades. El sentido común nos dice a todos que la ley actual es injusta y que la dación en pago es la única forma viable, pero ahora habrá que dejar actuar a los favores debidos y las obligaciones adquiridas por los partidos políticos.

Por otro lado, también presenta una medida más discutible, como es la paralización de la ejecución hipotecaria si uno de los miembros de la unidad familiar se encuentra en situación de desempleo. Esta medida puede ser muy popular, pero si somos serios no tiene ningún fundamento, ni jurídico ni económico.

El aceptar una propuesta de este tipo pondría en peligro el funcionamiento mismo de la economía y la validez de los contratos privados. Por lo que no lo veo más que como un toque de propaganda política, que nunca viene mal.

Ahora habrá que ver si Izquierda Unida consigue captar algún voto a través de este toque de atención a la izquierda electora de este país. El primer envite nos llega ya con las elecciones municipales y autonómicas.

Una de cal y otra de arena

El sector inmobiliario español es un vaivén de alegrías y tristezas

El sector inmobiliario español es un vaivén de alegrías y tristezas

El sector inmobiliario español está viviendo una auténtica noria de cambios drásticos en las cifras que maneja, tan pronto son positivas como se vuelven negativas, y viceversa, en una locura muy difícil de sostener que hacen que las empresas que operan en el sector y los ciudadanos que se lanzan a la compra de viviendas no sepan a que atenerse.

El viernes pasado supimos que el número de hipotecas constituidas durante el mes de septiembre había caído en casi un 16%, en tasa interanual, y aunque tomando como referencia el mes de agosto había un leve crecimiento del 3%, lo preocupante es el tremendo descenso en un año, y que sea ya el quinto mes en el que se da esta situación.

Sobre todo teniendo en cuenta que nos encontramos en un año en el que el adelantamiento de la inversión inmobiliaria está siendo la nota predominante, con dos fenómenos que han hecho que el que pudiera intentara adelantar la compra de la vivienda.

Así, hasta julio nos encontrábamos con el fenómeno del IVA. Con la modificación de la tasa de IVA, pasando del 7% al 8%, todo aquel que tenía en mente la compra de una vivienda intentó formalizarla antes del 1 de julio para ahorrarse este punto porcentual de impuestos.

Y, por otro lado, tenemos la eliminación de la desgravación fiscal que tendrá lugar a partir del 1 de enero de 2011, lo que podía haber tirado también de la demanda para aprovechar así un elemento interesante para el ciudadano, aunque distorsionador para el mercado.

Sin embargo, ni uno ni otro parece haber sido suficiente para hacer frente al recorte del crédito que las entidades financieras vienen realizando desde el estallido de la crisis con el objetivo de sanear sus cuentas y no entrar en problemas en el corto plazo.

Este recorte del crédito está provocando que se formalicen pocas hipotecas, poco más de 50.000 durante el mes de septiembre, independientemente de que los ciudadanos estén solicitando préstamos hipotecarios, o no. De esta forma, no sería de extrañar que la cosa siguiera por los mismos derroteros de aquí a final de año.

En esto, como en tantas otras cosas, son los bancos los que determinan el funcionamiento del sistema.

Se acaba la desgravación por vivienda

Búscate una buena cobertura...

Búscate una buena cobertura...

Muchos teníamos en mente que la supresión de la desgravación por vivienda era un intento desesperado del Gobierno por meter prisa a los compradores potenciales para que comprasen este año e insuflasen un poco de aire fresco al deprimido sector inmobiliario.

Algunos pensaban incluso, y podría incluirme, que lo más probable era que al final el Gobierno diese marcha atrás, como tantas y tantas veces, y la desgravación se prolongase un poco más en el tiempo, pero parece ser que la cosa va en serio, aunque se ha moderado un poco.

Finalmente, las desgravaciones por hipoteca se terminarán con las campanadas de Nochevieja, pero no para todos. Así quedará la cosa, más o menos:

Quienes declaren una base imponible inferior a 17.725 euros seguirán como hasta ahora y podrán disfrutar de la misma desgravación que en estos momentos aunque compren la vivienda una vez finalizado 2010.

—Los que declaren una imponible superior a los 24.100 € se quedará sin desgravación, porque parece ser que a partir de ese nivel de renta eres rico y ya no te tiene que ayudar nadie.

—Los que se queden a medio camino entre las dos cantidades mencionadas en los puntos anteriores, tendrán derecho a la deducción pero no al 100%, sino a una parte de ella solamente que se calculará con una de esas maravillosas fórmulas que podemos ver en los impresos de Hacienda. ¿Os la pongo? Venga: 9.040 euros – (1,4125 x (base imponible – 17.707,20 euros)

La pregunta que muchos se hacen, y yo me sumo, es qué pasará con la venta de pisos el año que viene, si este, último de la desgravación, ya ha sido malo.

 

Leña al mono que es de goma…

Leña al mono que es de goma, hasta que hable inglés

Leña al mono que es de goma, hasta que hable inglés

hasta que hable inglés, o mientras siga pagando los platos rotos de la crisis, ¡qué importa! Mientras el sistema esté montado de esta forma seguiremos necesitando a las entidades financieras para todo y caeremos en sus redes siempre que ellos quieran.

Ahora, hartos de vivir en la angustia del incremento de los ratios de morosidad que se vienen produciendo desde el comienzo de la crisis, han decidido compensar esas pérdidas a través del incremento de todos los servicios que facilitan a sus clientes, en definitiva, que pagamos justos por pecadores, o que, como tantas veces se ha dicho, “socializan las pérdidas”.

Según datos del Banco de España, los bancos y cajas españolas han encarecido todos sus servicios durante el mes de octubre de este año, desde el mantenimiento de tarjetas, hasta las comisiones por sacar dinero en cajeros de otras entidades, pasando, por supuesto, por las comisiones de los préstamos hipotecarios.

Por ejemplo, la comisión aplicada por la apertura de un préstamo hipotecario se situó en el mes de octubre en el 2.72% de media, mientras que la cancelación anticipada fue gravada con un 3.81% y la subrogación a otra entidad se pagó al 1.71%, siempre en porcentajes medios.

Como vemos, aún cuando la recuperación económica es un punto difuso en el horizonte, los bancos y cajas no están dispuestos a colaborar con esa recuperación abaratando costes a sus clientes. Durante estos años de crisis todas las empresas han ofrecido precios especiales en sus productos y servicios, sabedores de la dificultad de la venta en otra circunstancia, pero las entidades de créditos, conscientes de su situación de poder no sólo no reducen sus precios, sino que los incrementan.

Y el problema es, como te decía al comienzo, que los usuarios no tenemos otra alternativa porque necesitamos de sus servicios para poder llevar adelante nuestra vida diaria, así que no nos queda otra que el derecho al pataleo y, como mucho, acudir a los tribunales si sufrimos algún abuso de poder, como por ejemplo, las cláusulas suelo.

El que no llora no mama

El que no llora no mama

El que no llora no mama

Según ha hecho público el Banco de España, a través de su departamento de informes, el pasado año 2009 las reclamaciones de los usuarios contra la banca se incrementaron en un 93%, con respecto al año anterior.

La principal fuente de reclamaciones, no hace falta que te lo diga, estuvo centrada en la cláusula suelo y lo abusivo de su redacción, impidiendo que los clientes y usuarios pudieran beneficiarse de los descensos continuados del Euríbor.

Esta reclamación alcanzó su mayor éxito fuera del Banco de España, sin embargo, a través de la sentencia del tribunal sevillano de hace unas semanas que la declaraba abusiva y obligaba a las entidades financieras a devolver todo el dinero de más que habían cobrado a sus clientes.

Esta sentencia está recurrida y es más que probable que los bancos la salven, al menos en lo que se refiere a la retroactividad, pero ha conseguido levantar la liebre del debate público y ahora los políticos tendrán más complicado el hacer oídos sordos al clamor popular que reclama su eliminación.

Por parte del Banco de España exigirá a las entidades financieras que justifiquen que informaron a sus clientes sobre la existencia de esta cláusula. Ahí, sin embargo, las entidades tienen un buen justificante, como es el contrato de hipoteca, en el que se estipulaba claramente la existencia de esta cláusula, y recae en la impericia financiera de los usuarios o en su negativa a leer el contrato, la responsabilidad de la firma.

Lo importante es que nos encontramos con que los usuarios bancarios ya no se conforman con la situación que sufren y que conocen la vía para defender sus derechos. El Banco de España tiene un departamento dedicado en exclusiva a estos aspectos de quejas y reclamaciones y deberíamos de aprender a utilizarlo con mayor asiduidad.

Porque no estamos totalmente indefensos a los abusos de los bancos o cajas, o de cualquier otra empresa privada. Vivimos en un estado de derecho y tenemos, por tanto, recursos suficientes como para ejercer nuestros derechos a recibir un servicio acorde con lo anunciado.

En este aspecto, como en otros, también tenemos mucho que aprender de nuestros vecinos europeos y, sobre todo, de Estados Unidos.

Adiós, Ministerio de Vivienda, adiós

Adiós, Beatriz, adiós

Adiós, Beatriz, adiós

Zapatero anunció ayer la eliminación del Ministerio de Vivienda, uno de los Ministerios menos útiles de la democracia, y mira que tenía mucha competencia, en la crisis de Gobierno que generó Celestino Corbacho al anunciar su marcha y que ha aprovechado el Presidente para hacer un lavado de cara radical al Ejecutivo español.

Ya hacía mucho tiempo que se venía hablando de la inutilidad de esta cartera, que duplicaba, claramente, las funciones de las Comunidades Autónomas, que son las que tienen las competencias en materia de vivienda, y que no ha aportado nada durante sus años de existencia.

Beatriz Corredor, la Ministra más desconocida del mundo mundial, no ha aportado ningún beneficio político a Zapatero, y lejos de aprovechar los recursos que le ofrecía una cartera ministerial se ha dedicado a pasar por la política con más pena que gloria y sin dejar ninguna huella.

La creación de este Ministerio prometía la lucha contra la burbuja inmobiliaria, antes de que estallara, y el cambio de modelo productivo. Pero al final, nada de nada, la burbuja estalló y nos salpicó a todos, y el modelo productivo se ha quedado para mejor ocasión ante la priorización absoluta de la austeridad pública en una lucha desaforada contra el déficit público.

Ahora, el Ministerio de Vivienda pasa a manos de José Blanco, o mejor dicho, queda adscrito al Ministerio de Fomento, con el objetivo de que la capacidad negociadora con las Comunidades Autónomas que ha demostrado ‘Pepiño’ Blanco durante su etapa al frente de Fomento pueda servir para llegar a acuerdos realmente útiles para los ciudadanos.

Sin embargo, todas estas maniobras políticas no resuelven las dos grandes cuestiones que preocupan a los ciudadanos hoy en día en materia de vivienda. Por un lado, es necesaria una ley que establezca la “dación por pago” como método de ejecución hipotecaria, para mantener un estado de equidad entre los ciudadanos y las entidades financieras.

Y, por otra, se necesita, de manera urgente, que el Parlamento apruebe una Ley que prohíba, de raíz, las cláusulas suelo y cualquier otro punto contractual que las entidades financieras añadan a los préstamos hipotecarios con el objetivo de aprovechar su posición de poder negociador.

¿Veremos algo así antes del fin de la legislatura?

La cláusula suelo es abusiva, lo dicen los jueces

Se acabó la barra libre para los bancos

Se acabó la barra libre para los bancos

Y no sólo ello, sino que siguiendo con la denuncia de Ausbanc, ha obligado a un banco y a un par de cajas, cuyos nombres no han trascendido, aa eliminar esta cláusula de su contrato de préstamo hipotecario, incluso eliminarlo de las hipotecas ya concedidas.

Sin duda, se trata de un precedente muy interesante porque abre la puerta a que los usuarios puedan defenderse ante el abuso permanente y continuado de las entidades financieras que se han aprovechado de estas cláusulas para mantener tipos de interés abusivos durante la época de mayor descenso del Euríbor de la historia.

Esta sentencia demuestra, a su vez, que la acción ciudadana da sus frutos y que no tenemos porqué seguir esperando a que los políticos nos representen, que no lo están haciendo, y velen por nuestros intereses, que tampoco lo están haciendo. Ausbanc nos ha demostrado que todo es cuestión de moverse.

Y la asociación se está moviendo porque ya ha conseguido llegar a la opinión pública con sus denuncias y con sus movimientos, demostrando a los clientes y usuarios que los bancos no son todopoderosos.

Porque una parte importante de la falta de cultura financiera de nuestra sociedad se manifiesta en el hecho de que admitimos todo lo que el banco nos dice, sin reclamar nuestros derechos como usuarios, que los tenemos y deben de ser respetados.

Ahora habrá que esperar que otras entidades se decidan a eliminar, de una vez por todas, esta cláusula por aquello de que “cuando veas las barbas de tu vecino cortar…”, y aunque ahora no parece que los usuarios se puedan beneficiar mucho de esta supresión, ante la tendencia alcista del Euríbor, sí que servirá para que el abuso al que hemos asistido durante los últimos meses no se vuelva a producir.

Pero tampoco podemos lanzar las campanas al vuelo, porque las entidades financieras se las saben todas, y si la justicia les priva de esta cláusula es más que probable que buscarán otra alternativa diferente con la que puedan seguir ganando dinero en épocas no demasiado beneficiosas para ellos.

Al final, los bancos siempre ganan.

Se termina la crisis inmobiliaria, a tenor del crecimiento de las ventas

¿Será que se está terminando la crisis?

¿Será que se está terminando la crisis?

Así culmina un crecimiento continuo en todos los meses de este año 2010, en comparación con los datos de los mismos meses del año 2009, lo que, en principio, debería de certificar que el mercado inmobiliario se está recuperando y la crisis está llegando a su fin.

Es más, este crecimiento del 30% es el mayor que se produce en un dato interanual desde que comenzara la crisis (¿te acuerdas de que antes vivíamos sin crisis?), con lo que podemos empezar a lanzar las campanas al vuelo sobre la recuperación, ¿o no?

Está claro que este dato es alentador y ofrece una perspectiva que ya creíamos olvidada como es la de más operaciones de compraventa de viviendas cerradas. Sin embargo, en este año 2010 todo debe de ser relativizado porque las condiciones están cambiando de manera importante.

Si en el primer semestre del año se produjo un efecto anticipación de la compra ante la subida del IVA que se produjo a partir del mes de julio, ahora en este segundo semestre tenemos que tener en cuenta un nuevo efecto distorsionador del que no se está hablando todavía en los medios de comunicación.

Se trata de la eliminación de la deducción fiscal por compra de vivienda que se va a producir a partir del 1 de enero de 2011 para todas las rentas superiores a 24.000 euros, es decir, la inmensa mayoría de las familias españolas que no podrán beneficiarse de esta deducción que lleva tantos años operando.

Por ello, todos los núcleos familiares con intención de adquirir una vivienda en el corto plazo están haciendo esfuerzos para hacerlo dentro de este año 2010 y beneficiarse así de esta deducción importante a la hora de presentar la declaración por el IRPF.

Es evidente, que aquellos que no se pueden permitir el comprar una vivienda no están generando este efecto anticipación, pero sí todos aquellos que, por ejemplo, poseían una cuenta vivienda o cualquier tipo de ahorro adicional y que los estaban guardando para la compra de un inmueble.

Por tanto, no es de extrañar que de aquí a que finalice el año sigamos viendo cifras de crecimiento importante que serán utilizadas por algún político para hablar del fin de la crisis y del comienzo de la recuperación. Pero más vale que no nos engañemos a nosotros mismos y comprendamos que todo está distorsionado.

¡Mal haríamos en otro caso!