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Tú no pagas, yo no te doy

Un trabajo con salida

Un trabajo con salida

Esta semana hemos conocido los datos relativos a la tasa de morosidad del pasado mes de enero, y en ellos, el Banco de España pone de manifiesto la preocupante situación en la que nos seguimos encontrando, con un porcentaje del 7,91% de impagados, lo que nos acerca a valores de 1994, todavía lejos del 9,15% que se registró en febrero de aquel año, pero acercándonos peligrosamente.

Unos porcentajes realmente insostenibles por cualquier sociedad, y más en un momento en el que la tasa de desempleo está por encima del 20%, lo cuál hace pensar que la tasa de morosidad, lejos de recuperarse, va a ir a más en los próximos meses y seguir con la tendencia de la segunda mitad de 2011 y lo que llevamos de 2012.

El problema es que las entidades financieras deciden, con razón, que si sus préstamos no van a ser devueltos en tiempo y forma, mejor es que guarden el dinero para cuadrar sus balances a la espera de tiempos mejores, y no arriesgarlo en operaciones que poco o nada bueno les va a ofrecer.

Y ello repercute directamente en las opciones de recuperación de la sociedad, que sin un flujo natural del crédito queda condenada a tener que seguir viviendo en el día a día, asfixiada por las deudas y sin opciones claras de mejora en el corto-medio plazo.

Por otro lado, los datos del Banco de España ponen de manifiesto la preponderancia del sector inmobiliario en estos datos de morosidad, ya que casi el 60% de los créditos impagados o en riesgo de convertirse en impagados corresponden precisamente a este sector, principalmente a promotores y constructores, ya que las familias hipotecadas están manteniendo su índice de manera más o menos controlada en algo menos del 3%.

En definitiva, que lejos de iniciar la senda de la recuperación que nos siguen prometiendo a cada poco, nos encontramos cada vez más hundidos en nuestra propia miseria, sin que parezca que nada nos pueda ayudar a salir de una manera cierta y con garantías de recuperar valores anteriores al estallido de la burbuja inmobiliaria.

Sólo nos queda, por tanto, seguir remando contra corriente, a la espera de que el viento cambie de dirección.

Ahora la banca acepta la dación en pago, aunque a medias

Dación de pago sí, pero a nuestra manera

Dación de pago sí, pero a nuestra manera

Justo cuando Luis de Guindos, Ministro de Economía, ha anunciado que mañana viernes puede haber novedades en cuanto a la legislación hipotecaria, con la incorporación de la dación en pago como una figura fundamental en el entramado jurídico de las hipotecas de este país, la patronal bancaria da su brazo a torcer y comienza a hablar de esta posibilidad.

Porque hasta ahora en todas sus declaraciones al respecto habían mostrado su profundo desacuerdo con la dación en pago, considerando que ocasionaría graves perjuicios para el sector financiero, y, por tanto, para la economía en general. Sin embargo, el Presidente de la Asociación Española de Banca, el Sr. Martín, dijo ayer que los bancos y cajas verían con buenos ojos la aplicación de la dación en pago en las hipotecas.

Pero no te vayas a poner demasiado contento, porque sus palabras llevaban trampa ya que el requisito exigido por la patronal bancaria es que la implementación de la dación en pago se haga al arbitrio de las propias entidades financieras, es decir, que la apliquen cuando les de la gana, o sea, que al final es como si no hubiera dicho nada.

Según las propias palabras del Sr. Martín, las entidades financieras llevan ya un tiempo aplicando la dación en pago de esta forma, es decir, cuando ellas lo consideran oportuno, que vendría a ser en aquellos momentos en los que el inmueble no ha perdido gran parte de su valor.

Por suerte, todo apunta a que el gobierno legislará en las próximas semanas en favor de la aplicación de la dación en pago en términos objetivos, los cuáles vendrán determinados por los ingresos económicos de las familias hipotecadas, de forma que se fijará un umbral de ingresos por debajo del cuál se podrá aplicar la dación en pago sin que actúe el arbitrio de la entidad financiera.

Ahora bien, se trata de una medida que empezará a funcionar para las hipotecas que se firmen a partir de ahora, con lo que no acaba de resolver el drama de miles de familias que, sin poder pagar sus hipotecas, se ven abocadas a perder la vivienda a la vez que mantienen la deuda con el banco.

Las hipotecas siguen en caída libre

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Durante toda esta crisis que todavía nos sigue asolando sólo hay una cosa de la que podemos estar 100% seguros, y esa no es otra más que cuando pensamos que la cosa no puede ir a peor, los datos vuelven a llevarnos la contraria y demostrarnos que todo puede ser aún peor.

Esta misma semana hemos conocido los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que certifican que el número de hipotecas constituidas durante este pasado mes de noviembre no llegó ni tan siquiera a las 30.000, apenas 28.113, lo que supone un descenso del 35,8% con respecto noviembre de 2010 y pone sobre la mesa la tremenda caída que seguimos sufriendo en la concesión de hipotecas.

Con estos datos del INE para el mes de noviembre tenemos el decimonoveno mes de caídas consecutivas, y aunque se mejoran ligeramente los datos de octubre, cuando se marcó el mínimo histórico de la serie, que se comenzó a analizar en el año 2003, todavía nos encontramos con datos en negativo en tasa interanual que demuestran que la recuperación está todavía muy lejos.

Evidentemente, todavía tendremos que esperar a que las acciones del nuevo gobierno en materia financiera y en materia inmobiliaria comiencen a surtir efecto, pero hasta entonces nos seguiremos encontrando con datos cada vez más desalentadores.

Además, el importe medio de las hipotecas también se redujo de manera drástica, situándose en los 109.662 euros, para un tipo de interés medio situado en el 4,50%, con un decremento del 4,5% para el importe y un crecimiento del 17,8% para el tipo de interés.

En definitiva, nos encontramos con que el importe medio de las hipotecas sigue cayendo, como consecuencia de la caída de precios de los inmuebles, a la vez que el tipo de interés medio aplicado en las pocas hipotecas que se conducen se sigue disparando, a la vez que las comisiones también se amplian de manera continuada.

Por tanto, seguiremos sufriendo la actitud de las entidades financieras en términos de no concesión de hipotecas, como han venido haciendo durante todos estos meses de atrás, lo cuál repercute directamente en el mercado inmobiliario, en particular, y en la economía, en general.

Las subastas extrajudiciales, la nueva estratagema de los bancos

Los bancos quieren ser el único postor

Los bancos quieren ser el único postor

Está claro que echa la ley echa la trampa, y para trampas “legales” no hay nadie mejor que las entidades financieras que saben adentrarse en las entrañas de los textos jurídicos para obtener su beneficio permanente en cada situación, le pese a quien le pese.

Y así está sucediendo con las subastas extrajudiciales, que es una manera de esquivar las subastas tradicionales que se vienen realizando en los tribunales, para poder conseguir las viviendas a unos precios mucho más económicos, compensando así sus pérdidas patrimoniales.

Una subasta extrajudicial se realiza ante notario, y exige que el primer precio de salida del inmueble sea el 100% del valor de tasación del mismo, pasando, en caso de que no haya ningún comprador, al 75%, en segunda subasta, quedando, entonces, en precio libre para las siguientes pujas.

De esta manera, se puede dar el caso, y de hecho se ha dado, de entidades financieras que se han quedado con una vivienda en propiedad por el módico precio de 1 euro, gracias a que no había otros pujantes y la subasta se resuelve por esa cantidad antes de quedar desierta.

No podemos olvidar que en una subasta judicial el precio por el que la entidad financiera se queda el inmueble es el 50% del valor de tasación del mismo, con lo que la diferencia es notable y explica la voluntad de las entidades financieras de apostar por las subastas extrajudiciales como una manera de resolver sus problemas de balance, a costa de los intereses de sus antiguos clientes.

El problema radica en la laxa moralidad de esta práctica, ya que no está muy claro hasta que punto puede ser ético el quedarse con una vivienda por un euro, por mucho que la ley lo permita, aunque el nulo interés de las entidades financieras por las cuestiones éticas y morales es sobradamente conocido, y respetable, por otra parte, porque no dejan de ser entidades con pleno ánimo de lucro.

Son las administraciones públicas las que deberían de tomar cartas en el asunto y evitar que se produjeran estos abusos a todos los niveles si quieren, como dicen, defender los intereses de los ciudadanos.

El saldo hipotecario sigue cayendo en picado

El crédito está bien amarrado por las entidades financieras

El crédito está bien amarrado por las entidades financieras

El saldo hipotecario es uno de los parámetros que determinan la buena o mala salud del sistema hipotecario español, ya que en condiciones normales debería de incrementarse, tal vez no en valores como en los previos al estallido de la burbuja inmobiliaria, pero sí de manera estable.

Sin embargo, durante todo este año 2011 se ha venido reduciendo en tasa interanual, y desde abril también en tasa intermensual, lo que pone de manifiesto que lejos de empezar la recuperación nos encontramos de lleno dentro de la crisis, sin que parezca que haya una solución cercana.

Así, según los datos de la Asociación Hipotecaria Española, el saldo hipotecario se redujo durante el pasado mes de septiembre en un 5,12% con respecto a septiembre de 2010, para totalizar algo más de 1,03 billones de euros, con un descenso intermensual del 0,26%.

Ello significa que las nuevas constituciones hipotecarias no son suficientes como para compensar las amortizaciones que se van produciendo por parte de los titulares hipotecarios o para cubrir los embargos realizados por las entidades financieras, que reducen al 50% la deuda mantenida.

En este escenario es muy complicado plantearse una recuperación del sector inmobiliario español, porque a nadie se le escapa que el crédito hipotecario es fundamental para intentar plantearse una recuperación en lo que a compra-venta de viviendas se refiere.

Por tanto, el primer objetivo que debe plantearse Mariano Rajoy en cuanto tome posesión de su cargo será, sin duda, la normalización del flujo crediticio por parte de nuestras entidades financieras, de forma que el crédito llegue definitivamente a los particulares y pequeñas y medianas empresas.

Una vez que el crédito pueda recuperarse nos encontraremos con una mejora en las inversiones y en el consumo, porque a pesar de la incertidumbre generalizada que impera en nuestra sociedad en estos momentos, especialmente en lo que se refiere a temas económicos, la liquidez que genera el crédito sirve para dinamizar estos parámetros.

Sin embargo, de momento Rajoy ha preferido no decir nada y mantener todas las incógnitas abiertas hasta que llegue a tomar posesión de su cargo, lo cuál está siendo recibido con cierto nerviosismo por parte de los mercados financieros que quieren acciones más rápidas.

Algo huele a podrido en Dinamarca

Ser o no ser, he ahí la cuestión

Ser o no ser, he ahí la cuestión

Hace unas semanas el Banco de España sorprendió a propios y extraños proponiendo la sustitución del Euríbor como índice de referencia hipotecaria en nuestro país, algo de gran calado si tenemos en cuenta que este indicador se utiliza en más del 80% de las hipotecas que se constituyen en España.

El principal argumento de la autoridad financiera española era que el Euríbor a 12 meses es demasiado volátil y provoca que las cuotas hipotecarias de los titulares fluctúen demasiado provocando grandes niveles de incertidumbre. Para solventarlo proponía el Interest Rate Swap (IRS), que fijaría el tipo de interés de las hipotecas para cinco años, momento en el que se procedería a la revisión de las mismas.

Es evidente que con el IRS se conseguiría una mayor estabilidad en la cuota, ya que se pagaría el mismo tipo de interés durante los cinco años que no se revisaran las condiciones, pero lo que el Banco de España no dijo, o, al menos, no explicitó claramente, fueron las consecuencias negativas que ésto podría traer para los propios ciudadanos.

Y es que el IRS suele estar por encima del Euríbor de manera permanente, con lo que una sustitución de índice de referencia provocaría directamente un incremento en el tipo de interés que pagarían los titulares hipotecarios para devolver sus préstamos.

Este incremento de tipo de interés iría directamente a la cuenta de resultados de los bancos y cajas españolas que recibirían un mayor precio por el dinero prestado en forma de hipotecas, con lo que generarían una mayor liquidez en el corto, medio y largo plazo.

En definitiva, “algo huele a podrido en Dinamarca”, ya que todo apunta a que se trata de una estrategia orquestada por las propias entidades financieras, con el beneplácito explícito del Banco de España, y que tiene, una vez más, a los ciudadanos como principales víctimas.

Porque no podemos olvidar que el Banco de España tiene como principal premisa velar por la buena salud de las entidades financieras que operan en nuestro país, y consiguiendo que obtengan más dinero por el dinero que prestan es una condición fundamental para ello.

La pescadilla que se muerde la cola

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El Banco de España ha publicado esta semana los datos de la tasa de morosidad de las entidades financieras españolas y lo cierto es que son realmente descorazonadores con un incremento de 0,2 puntos porcentuales con respecto al mes anterior y de punto y medio porcentual con respecto al mes de agosto de 2010.

En concreto, la tasa de morosidad de las entidades financieras se situó en el 7,14%, con las entidades de depósito, bancos, cajas, y cooperativas de crédito, por encima del 7%, y los establecimientos financieros de crédito sobre el 9%, en unas cifras claramente insostenibles.

Pero mucho más que ello, se trata de una situación que podríamos catalogar perfectamente como la de la pescadilla que se muerde la cola. Recordemos que la tasa de morosidad no es más que un ratio entre el volumen total de créditos sostenidos por las entidades financieras y el volumen de créditos de dudoso cobro.

Por tanto, la tasa de morosidad puede verse incrementada por dos movimientos bien diferenciados. Por un lado, el incremento de los impagos, causados en estos momentos por la elevada tasa de desempleo que impide a los ciudadanos de bien poder pagar sus cuotas pendientes.

Y, por otro, también puede verse incrementada por la contracción de la oferta de crédito de las entidades financieras. Es decir, si los créditos de dudoso cobro se mantienen constantes, pero se conceden menos créditos, la tasa de morosidad se verá incrementada necesariamente.

El problema es que las entidades financieras se fijan explícitamente en esta tasa de morosidad a la hora de determinar el volumen de créditos que conceden, por lo que si observan una tasa elevada, reducirán más el crédito, lo cuál revertirá directamente en un incremento mayor de la tasa de morosidad.

En definitiva, nos encontramos con que las entidades financieras no conceden créditos porque la tasa de morosidad es elevada y ésta es elevada porque las entidades no conceden créditos, en un círculo vicioso que será muy difícil de romper, a no ser que los ciudadanos comiencen a reducir, de manera drástica sus impagos, lo cuál si revertiría en una reducción de la tasa de morosidad.

Hipotecas baratas vs. dación en pago

Nos han atrapado con su cepo

Nos han atrapado con su cepo

El debate sobre la dación en pago se ha venido planteando de manera errónea por los afectados por el mismo, para conseguir captar adeptos que puedan apoyar la causa y formar una unión fuerte en pos de conseguir que la dación en pago se aplique de manera generalizada al conjunto de los contratos hipotecarios.

Pero los bancos llevan un tiempo avisando de que al debatir sobre la dación en pago se está perdiendo de vista una derivada fundamental, como es el hecho de que al incluir la dación en pago en los contratos hipotecarios, se está condenando a los titulares de las mismas a tener que pagar unas condiciones mucho más restrictivas.

Así, se está planteando desde determinados sectores financieros la posibilidad de que la dación en pago acabe siendo más perniciosa que otra cosa si se tiene en cuenta que acabaremos pagando hipotecas más caras a cambio de que, en caso de impago, podamos saldar nuestra deuda con la entrega de la vivienda.

¿Compensa?

Pues no sé yo que decirte, ¿tú que opinas? Está claro que siempre es bueno tener las espaldas cubiertas, pero también es cierto que se estaría penalizando a aquellos núcleos familiares que siguen haciendo el esfuerzo por abonar sus cuotas por encima de otras vicisitudes familiares, en favor del resto que no pudieron hacer frente al pago de sus cuotas, bien por una coyuntura temporal determinada o bien por cierto grado de irresponsabilidad anterior.

¿Hasta donde llega nuestro grado de solidaridad? Esa es la gran cuestión que debemos plantearnos a la hora de afrontar con rigurosidad y honestidad el debate sobre la dación en pago. ¿Estamos dispuestos a pagar más en nuestras hipotecas? Y al pagar más me refiero a unos diferenciales más elevados, a unas comisiones más altas y a una financiación máxima también mayor.

Yo apuesto más por la responsabilidad individual, de manera que cada uno se endeude hasta un nivel que puede mantener de manera permanente con el paso de los años, y que nadie viva por encima de sus posibilidades, y si lo hace que acabe por pagar las consecuencias de sus propios actos, con ayuda pública para los casos más extremos, no hay duda.

Nos vienen las hipotecas a la americana

Que nos vienen, que nos vienen, que nos vienen las hipotecas a la americana

Que nos vienen, que nos vienen, que nos vienen las hipotecas a la americana

Y fíjate tú que con un título como este hasta yo mismo me habría puesto a temblar, teniendo en cuenta el lío financiero que tenían montado me temería lo peor, pero no, amigo, el hecho de que nos vengan las hipotecas a la americana es algo bueno.

¿Por qué?

La actual ley hipotecaria española establece que el individuo que subscribe una hipoteca lo hace con una garantía personal, es decir, tiene que hacer frente a la deuda que contrae con todos sus bienes, presentes y futuros.

Esto provoca que si te embargan el piso no saldes la deuda con el piso en sí, sino que además de perder el piso mantienes una deuda con el banco.

Imagínate que te concedieron una hipoteca de 100.000 euros basada en la tasación de tu piso en el momento de la concesión, e imagínate que el banco te embarga la vivienda por falta de pago. Pues bien, esta vivienda va a subasta y el precio que suele pagarse por ella es mucho menor que el valor real. Imagínate que se pagan 70.000 euros.

Entonces, aparte de haber perdido tu vivienda le seguirás debiendo al banco 30.000 euros que tendrás que devolver en cuanto tengas oportunidad de ellos.

Pero, ¿cómo funciona en Estados Unidos?

Allí la garantía es el objeto sobre el que se fundamenta el préstamo. Es decir, sólo tienes que responder ante el banco con la vivienda que hipotecas, de forma que si te la embarga tu deuda con el banco queda saldada.

Como te puedes imaginar la situación americana es mucho más ventajosa para el usuario, más ventajosa y más justa, claro está, y parece mentira que hasta ahora nadie se haya puesto manos a la obra para modificarlo.

La proposición de ley ha sido presentada por todos los grupos parlamentarios, salvo el PSOE, que ha votado en contra. Supongo que los socialistas tendrán muchos favores que devolver a las entidades financieras, porque si no es así no comprendo su voto negativo.

De todas formas, no debemos echar las campanas al vuelo todavía, porque de momento sólo es una proposición de ley, y ahora es el Gobierno el que debe redactar la ley correspondiente para que luego la apruebe el Congreso definitivamente (con el paso necesario por el Senado, claro está).

Así que, paciencia, que puede que para la próxima crisis ya lo tengamos resuelto.

Dos veces con la misma piedra, los bancos siguen dando el 100% en las hipotecas

¿Están los bancos tropezando con la misma piedra de nuevo?

¿Están los bancos tropezando con la misma piedra de nuevo?

El ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, y los dirigentes de los bancos españoles son seres humanos, por lo que no es descabellado pensar que estén volviendo a tropezar con la misma piedra de los créditos hipotecarios de alto riesgo.

Según una información del Wall Street Journal, los bancos españoles han comenzado a ofrecer créditos hipotecarios por el 100% del valor de la vivienda, una práctica muy habitual antes de la crisis, y que dejó a muchas entidades con verdaderos problemas de liquidez y de deuda.

Se podía esperar que tras la mala situación que todas las entidades han pasado, los bancos hubieran aprendido la lección y que hubieran decidido no conceder jamás hipotecas tan elevadas, sin un seguro de reembolso pleno, como está ocurriendo ahora mismo. Evidentemente, la ligereza en la concesión no es tan elevada como antes, porque los bancos siguen con el grifo cerrado, pero aún así la situación está ahí.

Pero, ¿por qué los bancos están dando créditos al 100% del valor del inmueble? ¿Se han vuelto locos?

Evidentemente, no. Los gerentes de los bancos están intentando salvarse ellos mismos mediante un riesgo controlado. Uno de los principales problemas con el que se están enfrentando las entidades de crédito es que durante los picos más agudos de la crisis financiera se han visto obligados a embargar demasiadas viviendas.

Ahora se encuentran con un stock de viviendas excesiva que bloquea su liquidez a la hora de pagar sus propias deudas, por lo que necesitan deshacerse de ellas como sea, y la única forma posible es conseguir que los ciudadanos las compren lo antes posible.

Para ello necesitan concederles créditos, y la manera de hacer que las viviendas sean atractivas es ofrecer créditos hipotecarios al 100% del valor de la vivienda, con restricciones, evidentemente, a sus propias viviendas y a unos requisitos de solvencia financiera claros.

Por tanto, los bancos no se han vuelto locos, ni se están volviendo a equivocar, nada de eso. Están buscando la mejor forma de deshacerse del stock de viviendas que han acumulado y que están lastrando sus cuentas, sobre todo ahora que se ven obligados a provisionar por una cantidad mayor.

En definitiva, que puede ser buen momento para pasarse por tu entidad financiera y ver que te pueden ofrecer de la bolsa de viviendas que estén manejando en ese momento, seguro que consigues un buen precio y una financiación adecuada.

Papá Banco de España sale en defensa de sus hijitos las entidades financieras

Papá Banco de España

Papá Banco de España

Vista la marejada que se estaba produciendo con motivo de las cláusulas suelo y todo lo que ello significa de pérdida para el consumidor final, algo que todos los articulistas independientes llevábamos mucho tiempo diciendo, y que las organizaciones de consumidores se han enterado ahora, el Banco de España ha decidido salir en defensa de sus hijitos, las entidades financieras.

No contento con utilizar al Estado español a su antojo para favorecer la estabilidad de los bancos y cajas, a través de la compra sistemática y no siempre beneficiosa para el país del pasivo de las entidades, ahora va y lanza un informe en defensa de las cláusulas suelo.

El informe comienza siendo descriptivo, en el que se notifica que el 29% de las hipotecas que se conceden en este país cuentan con esta cláusula, es decir 29 de cada 100 hipotecados no se han beneficiado de las bajadas drásticas de los tipos de interés.

Pero luego, el Banco de España, utilizando este mismo informe que ha lanzado para informar sobre el estado de las hipotecas, sostiene, para enfado general de todos los que no tenemos intereses en ninguna entidad financiera, que las cláusulas suelo son beneficiosas para la estabilidad del entramado financiero nacional, siempre y cuando sean descritas claramente en los contratos y estén compensadas con cláusulas techo.

Pues bien, amigos del Banco de España, las cláusulas suelo no están descritas claramente en los contratos, más bien al contrario, siempre aparecen en la letra pequeña, aquella que casi nadie se lee, y nunca es explicada claramente por el directivo que vende el producto financiero hipotecario.

Además, aunque sí es verdad que muchas de las hipotecas que cuentan con cláusula suelo cuentan también con cláusula techo, lo que no dice el Banco de España es que las primeras son claramente beneficiosas para las entidades financieras, fijando el suelo en una cifra no inferior al 3%, y que las segundas también lo son ya que fijan el techo en cifras no inferiores al 13%.

¿Quién gana siempre? Blanco y en botella, las entidades financieras ganan siempre, y el Banco de España, en lugar de denunciar este abuso, porque es un abuso, se dedica a defenderlo en un corporativismo insultante para la inteligencia de los consumidores y usuarios que pagamos nuestras cuotas hipotecarias religiosamente cada mes.

Las aves de rapiña a la caza de la carroña de otras entidades financieras

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Las aves de rapiña, perdón los bancos, buscando su carroña

Si la semana pasada te hablaba de la guerra que se avecina entre las entidades financieras para captar nuevos clientes hipotecarios, con lo que pretenden deshacerse de los ingentes activos que han ido acumulando a base de embargos y permutas de deuda, hoy te voy a hablar de otra forma de incrementar el número de hipotecas de un banco: el robo a otras entidades.

La idea es muy sencilla, aparte de las hipotecas que un banco o caja pueda conseguir por sus propios medios siempre está la posibilidad de robar los clientes a otra entidad, ¿cómo? Muy sencillo, ofreciendo mejores condiciones, porque los consumidores somos muy, pero que muy sensibles a la mejora de condiciones.

Aunque todas llevan ya un tiempo lanzando campañas agresivas para captar al mayor número de clientes de sus competidores, ha sido BBVA el banco que ha dado el pistoletazo de salida a la caza mayor, al ataque directo como si de meras aves de rapiña se tratara.

Ha lanzado un producto de contratación exclusiva por Internet con unas condiciones que mejoran las de cualquier hipoteca del mercado, además de ofrecer regalos adicionales que consigan despertar el interés de sus potenciales clientes.

Esta hipoteca del BBVA que te cuento ofrece un Euribor + 0,49 de diferencial, lo cuál no se puede ver por muchos bancos o cajas hoy en día, pero no sólo eso también te ofrece la posibilidad de rebajarte la cuota un 30%, cumpliendo unos requisitos, así como el recibir 2.000 euros al instante, con otro tipo de requisitos.

Evidentemente, no es oro todo lo que reluce, y detrás de esta oferta del BBVA no hay otra cosa más que una campaña de marketing perfectamente orquestada por su Dirección Comercial, por lo que siempre habrá gato encerrado, y el banco se estará protegiendo ante cualquier posible problema posterior.

Pero está claro que se trata de una campaña efectiva, porque va directamente al grano, directamente a las necesidades del consumidor, porque, no nos engañemos, todos, absolutamente todos, queremos mejores condiciones en nuestros créditos hipotecarios, y si conseguimos alguien que nos lo pueda ofrecer no vamos a tener mala conciencia por hacer el cambio.

Un cambio que va a ser el pan nuestro de cada día de ahora en adelante, porque los bancos y cajas están a verlas caer y lucharán por cualquier cliente que se encuentre en el mercado, ya sea nuevo o robado de otra entidad. Todo vale, en la guerra, en el amor y en las finanzas.