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¿Por qué cabrean tanto a los mercados nuestros presupuestos generales?

El dinero es cobarde y la gallina no se fía...

El dinero es cobarde y la gallina no se fía...

La mayoría de los que circulamos por aquí estamos hipotecados, unos hasta los tobillos, otros hasta las rodillas y otros un par de palmos más arriba, dejando licencia al autor para no ser más explícito.

Por eso debemos entender que si queremos refinanciar la deuda o que el banco nos siga prestando, tenemos que convencerle de que pensamos pagar, tenemos un plan para pagar y contamos con recursos para pagar nuestra hipoteca.

Supongamos que soy un panadero y tengo hipotecada mi casa. Voy al banco y le digo que me refinancie la deuda, subiendo un poco los intereses, pero alargando el plazo. Eso es lo que ha hecho España como país con su deuda pública. Vale.

Supongamos que el banco dice que vale, pero que para concedernos lo que se le pide, hay que demostrar que tenemos intención de pagar, y recursos, así que nos pide las facturas de gastos, los ingresos, las nóminas de los trabajadores, etc. Se los damos y nos responden que hay que recortar treinta mil euros anuales de gastos, porque en caso contrario no podremos devolver el préstamo. Eso es lo que ha hecho España y nos han pedido que recortemos treinta mil millones. Bueno.

Ahora resulta que el panadero presenta al banco los presupuestos para el año siguiente diciendo que ha recortado o los treinta mil euros que le exigieron. Pero ha recortado quince mil de la ampliación del horno, siete mil de reparación de la furgoneta de reparto, que no se reparará y siete mil de bajarle el sueldo a los trabajadores, pero no ha quitado ni un sólo duro de las juergas de la asociación de panaderos, ni piensa gastar menos luz, ni va a cortarse con el aire acondicionado.

Pues eso le ha pasado a España: que los recortes presentados son mayoritariamente de inversión y se ha recortado muy poco de gasto. ¿Cómo vas a convencer a tus socios de que te sigan prestando cuando prefieres dejar de invertir a dejar de gastar? ¿Qué sensación transmite el que mantiene su nivel de gasto a costa de debilitar su actividad productiva?

Por eso los bancos nos aprietan. Y nos aprietan en lo que pedimos prestado, no lo olvidemos. Si no pidiésemos, no tendrían dónde apretar.

Hipoteca y recortes

Otro día hablamos de las diferencias entre recortar y esquilar

Otro día hablamos de las diferencias entre recortar y esquilar

Al final salieron los presupuesto generales del Estado y los hipotecados tenemos que pensar en qué van a significar para nosotros, aunque sólo sea por su efecto en el resto de la economía, que será lo que determine los salarios y los tipos de interés.

A primera vista, creo que hay que decir varias cosas no muy halgüeñas:

-Lo primero es que han salido demasiado tarde y por motivos absolutamente lamentables. ¿Desde cuando pensaba razonablemente el PP que podía ganar las elecciones? Yo creo que hace al menos un par de años que contaban con una victoria como la que obtuvieron y, sin embargo, no tenían nada preparado. Ni Gobierno, ni ministros, ni nombramientos, ni unos presupuestos ya redactados que poner sobre al mesa nada más acabar la sesión de investidura que convirtiese a Rajoy en Presidente.

Un partido que hace de la urgencia y de la situación crítica su principal baza electoral no puede retrasarse cuatro meses en la presentación de los presupuestos, y menos por el cálculo electoral de unas elecciones regionales que de todos modos tenía perdidas por aquello del pesebre y el voto cautivo.

Cometer la torpeza de retrasar los presupuestos ha quemado absolutamente su crédito, y el nuestro, ante las autoridades europeas, poniéndonos en una situación aún más difícil de la que estábamos, porque nuestro problema, más que de finanzas, es de credibilidad.

-En segundo lugar, un análisis detallado del presupuesto nos lleva a la conclusión de que los recortes se hacen mal y de modo que, de nuevo, perdemos credibilidad. Se aborda un importante ahorro, sí, pero el 80% del ahorro recae sobre la inversión y sólo un 20 % sobre el gasto. ¿Qué da a entender eso de puertas afuera? Que queremos salir de la crisis invirtiendo menos pero gastando lo mismo. Parecemos el yonky que quiere mejorar su economía dejando de pintar la casa y dejando de arreglar las goteras del tejado en vez de quitándose de la heroína.

¿Quién demonios nos va a creer así? ¿Qué impresión damos a los que están esperando una señal de austeridad para abrir el grifo de la financiación? Austeridad es gastar menos, no invertir menos. Invertir menos es abandono, dejadez, cobardía, falta de miras y renuncia al futuro. Lo que se esperaba que redujésemos era el gasto, pero eso tiene un coste político muy elevado y el Gobierno no se ha atrevido a hacerlo,  dejando el problema como estaba, pero con menos infraestructuras, menos mantenimiento y menos investigación. Una maravilla, vaya.

Por este camino, los bancos no nos prestan, las hipotecas se complican y el dinero no fluye.

Normal, vaya.