Archivo por meses: mayo 2012

El PP ya tiene su presa

Ya cayó el objetivo del PP

Ya cayó el objetivo del PP

Cómo diría Jack el destripador, vamos por partes. Es evidente que Miguel Ángel Fernández Ordoñez, Gobernador del Banco de España, no ha cumplido su labor de manera eficaz y se ha ido metiendo en jardines ajenos sin ser capaz de regar el suyo propio, por lo que su dimisión no debería de ser una sorpresa ni una mala noticia para nadie.

Ahora bien, lo que no es de recibo es la campaña mediática a la que se ha visto sometido durante las últimas semanas por parte de la derecha española, tanto política como mediática, responsabilizándole de todos los males de la economía española, independientemente del daño que hacían con ello a España.

Fernández Ordoñez no ha cumplido su labor de supervisión del sistema financiero español y avaló la salida a bolsa de Bankia, cuando ésta se producía sobre la base de un balance más que irregular. Ello ha puesto en tela de juicio a ojos internacionales todo el sistema financiero español, y al borde del precipicio del rescate a la economía española.

Ordoñez se ha dedicado durante todos estos años de crisis a exigir reformas estructurales al Gobierno, mientras que las Cajas seguían siendo un agujero negro del que era muy difícil escapar y las fusiones entre ellas no provocaban más que peores resultados generales para los balances de las mismas.

Ahora se abre un proceso de elección del nuevo Gobernador que, como no podía ser de otra manera, será del ala conservadora, el cuál tendrá que lidiar con una situación realmente peliaguda y de difícil resolución, con una economía española que no parece tener solución en el corto-medio plazo.

El problema es que toda esta situación no hace sino revertir en contra de los ciudadanos, de las familias y de las pequeñas y medianas empresas, que se chocan de frente con las dificultades del sistema financiero español para financiarse y, por tanto, para poder ofrecer créditos a las familias y empresas, a lo que se añade la alta morosidad que prefieran otras fuentes de ingresos.

En definitiva, Miguel Ángel Fernández Ordoñez no pasará a la historia como el mejor Gobernador del Banco de España, pero hay que reconocer, para ser justos, que no tiene la culpa de todo como el PP nos quiere hacer creer.

Bankia fulmina cualquier atisbo de recuperación

La que has liado amigo Rato

La que has liado amigo Rato

Muchos podrían pensar que lo que le está sucediendo a Bankia bien merecido se lo tiene por la mala gestión que ha venido realizando durante los últimos años, pero mucho me temo que esa manera de pensar es totalmente errónea ya que lo que le está sucediendo a Bankia nos afecta a todos.

En primer lugar porque el dinero que se le está inyectando a la entidad proviene de nuestros bolsillos, del tuyo y del mío, entre otros, por lo que los recortes que se están llevando a cabo en otras partidas presupuestarias para poder reducir el déficit del país a marchas forzadas se está gastando finalmente en el rescate de Bankia.

Y, en segundo lugar, y tal vez más importante porque nos afecta de manera directa, el rescate de Bankia y la desconfianza que ha generado en los mercados nos afecta de manera directa a la hora de conseguir créditos de las entidades financieras españolas.

En un escenario en elevada tasa de morosidad, el cuál provoca una enorme aversión al riesgo por parte de los bancos y cajas españolas, ahora debemos de añadir las dificultades de financiación que estas mismas entidades van a encontrar en los mercados financieros.

Unos mercados que dadas las “trampas” que realizó el anterior Consejo de Administración de Bankia para maquillar sus cuentas y poder salir a bolsa ya no se fía de la capacidad de nuestro sector financiero para salir adelante. Por tanto, ya no le prestan dinero.

Ello hace que los bancos y cajas no tengan liquidez para prestar a sus clientes, más allá de los depósitos de otros clientes, lo cuál limita hasta el extremo la capacidad crediticia de bancos y cajas, que acaban condenadas a prestar sólo aquel dinero que tienen en cartera.

Por tanto, ya no importa como se resuelva la situación de Bankia, aunque de momento apunta en la mala dirección, porque el daño ya está hecho y los grandes perjudicados seremos, una vez más, las familias y las empresas que acabamos condenadas a seguir viviendo sin la capacidad crediticia necesaria para poder pensar en el medio-largo plazo, condenados, por tanto, al cortoplacismo más absoluto.

¿Qué significan los eurobonos y por qué dan tantos líos?

¿Que avalemos el queeé?

¿Que avalemos el queeé?

Ya lo sabéis: desde que Francoise Hollande ganó las elecciones a la presidencia francesa ha resucitado la figura de los eurobonos y con ella nuestra esperanza de no irnos totalmente al carajo.

Para muchos, los eurobonos son la única salida viable a esta crisis financiera y el único modo de alejar a los especuladores de las economías más débiles de la eurozona. ¿Pero qué es eso de los eurobonos y por qué dan tantos jaleos? ¿Por qué son considerados por otros como la única solución realista? ¿Por qué están dispuestos los alemanes a lo que sea, y con ellos una parte de Europa, para evitar que se aprueben?

Vayamos por partes:

-Los eurobonos son una emisión de deuda garantizada por el Banco Central Europeo, de modo que serían TODOS los países de la Unión Europea quienes avalarían de manera solidaria la deuda pública de cualquier miembro del Euro. De este modo, no habría economías débiles ni economías fuertes dentro de la Unión y los especuladores no tendrían la opción de apostar contra unos u otros países , obligándolos a pagar intereses abusivos para acudir a los mercados de capitales. Con los eurbonos se crea una caja común que avala la deuda y, por tanto, toda la deuda, en conjunto, tiene el mismo precio y el mismo riesgo, ya que se asegura con una caja común.

-Los eurobonos son la única solución realista porque aflojaría la presión del mercado, permitirían salir de la recesión y volver a crear empleo, evitando la espiral de destrucción en la que estamos, en la que menos empleo lleva a más deuda, y más deuda lleva a más desempleo. Y además, en caso de necesidad, se puede imprimir dinero por acuerdo de todos, lo que traería inflación, pero repartida entre toda la eurozona, como ya ha sucedido en Estados Unidos con el dólar.

-A los alemanes, por supuesto, les da la risa. Y con ellos a los austriacos, los holandeses y los finlandeses. Les da la risa pensar que ellos van a avalar y hacerse responsables de la deuda de países que no son capaces siquiera de presentar dos veces seguidas las mismas cuentas. Para aceptar hacerse cargo de nuestra adeuda pedirían hacerse cargo también de nuestras cuentas, y ya que son lso pagan las facturas deciden en qué se gasta y a quién se paga. Eso se llama imperio o colonialismo, y como está feo, pues prefieren ni p mandar en casa ajena ni pagar la deuda de nadie. Salvo que acabemos rogándoles nosotros que nos invadan pacíficamente, cosa que no veo del todo descartable.

Como ejemplo similar, y para que nos hagamos una idea, tenemos los hispabonos. Hay quien habla de ellos y consisten en que las autonomías, en conjunto, se avalen las deudas unas de otras. Las risas que se echaron vascos, riojanos y navarros, por ejemplo, cuando les dijeron que tenían que avalar y pagar las deudas de Extremadura, Valencia y Andalucía, cruzaron el océano.

Con semejante precedente, estamos buenos para ir a Alemania a pedir que ellos nos avalen las nuestras, vaya…

Hipotecas y rescates bancarios.

Cosas primitivas

Cosas primitivas

Hoy voy a tratar de acercarme a eso que algunos llaman injusticia del rescate de los bancos con dinero público. En realidad y desde mi punto de vista, es algo mucho peor que una injusticia: es una tontería, y los países pueden prosperar con decisiones injustas, pero más difícilmente con decisiones idiotas.

En primer lugar, hay que tener en cuenta que la mayor parte del dinero público que se ha ido a rescatar bancos se ha ido precisamente a bancos que ya eran públicos, así que nacionalizar una caja de ahorros viene a ser algo así como nacionalizar uno de los pantanos que inauguraba Franco. ¡Ya son nuestros, carajo!

Hecha esta salvedad, analicemos lo que ocurre:

-Una caja de ahorros (gestionada por políticos jubilados y otros mamuts blancos) ha metido en ladrillos más de lo que tenía y más de lo que podrá devolver en su vida.

-Ese ladrillo se ha ido depreciando, por lo que los préstamos dejan de estar respaldados por los activos, gracias a que se tasaron verdaderas boñigas a precio de oro.

-La diferencia entre el activo y el pasivo deja un glorioso agujero en las cuentas de los bancos y cajas, que endurecen las condiciones de crédito.

-El endurecimiento del crédito, o su desaparición, ahoga a las empresas, que reducen su actividad, poniendo en la calle a millones de trabajadores.

-El aumento del paro y la falta de circulación de efectivo reducen la demanda.

-La reducción de la demanda, genera aún más paro, y el paro genera más impagados en las hipotecas, ya que muchos hipotecados, al quedarse sin trabajo, no pueden hacer frente a sus compromisos. Y esto aumenta el agujero en el balance de los bancos de dos maneras distintas: por el aumento de la morosidad y por la mayor depreciación de los pisos y terrenos que poseen.

Suena genial, ¿verdad? Bueno, pues aquí llega el Gobierno, coge el dinero de todos, y lo presta a los bancos para cubrir sus balances, de modo que el agujero se cierre y pueda fluir de nuevo el crédito para romper el círculo vicioso.

¿Y por qué creo que es una solución idiota?

Porque el dinero público podía rescatar directamente a los ciudadanos hipotecados. pero no un rescate en plan guay, con palmadita en la espalda, como haría una tía soltera y millonaria, sino un embargo en toda regla: si no pagas, en vez de quedarse el banco tu casa, se la queda el Estado. De este modo, esas viviendas no entran en el mercado ni reducen los precios, los bancos se liberan de los morosos, pasándonolos a todos, la gente no se queda en la calle, y los balances de los bancos se limpian de igual modo, con una reserva de viviendas que el Estado poco a poco revenderá o alquilará.

Porque lo que NO planteo es que las queden los que no pagaron, sino que se les rescate a ellos en vez de a los bancos y que ellos devuelvan más adelante lo prestado igual que se supone que lo van a devolver los bancos. Y al que no lo devuelva, se le sanciona como sea pertinente. Hay mil maneras.

De este modo se consigue:

-Aumentar la demanda, reactivando el empleo.

-Liberar a los bancos de morosos, saneando sus balances (lo mismo que se intenta rescatando a los bancos).

-Estabilizar el precio de los activos, deteniendo la sangría contable.

¿Por qué demonios no se proponen estas cosas más a menudo? Prefiero no darle muchas vueltas, aunque lo comentamos un día de estos…

El saldo hipotecario sigue a la baja

El dinero sigue candado a cal y canto

El dinero sigue candado a cal y canto

Según los datos que ha publicado esta semana la Asociación Hipotecaria Española, el mes de marzo registró la mayor caída interanual en el saldo hipotecario de toda las serie estadística, lo que certifica las dificultades con las que se sigue encontrando el sector.

Concretamente, el saldo hipotecario durante el tercer mes del año quedó fijado en 975.293 millones de euros, lo que supone un descenso del 6,68%, una caída que se confirma también con el descenso que se ha producido, de manera oficiosa, en abril, con una caída del 6,26%.

Aunque no hay duda de que la reducción del saldo hipotecario es esencial para que podamos empezar a recuperar la economía española, lo cierto es que la velocidad a la que se está produciendo es preocupante, tanto como la velocidad a la que crecía durante los años de burbuja inmobiliaria, cuando nos encontrábamos con crecimientos por encima del 20%.

Una reducción de este calibre viene a significar que la velocidad a la que se constituyen nuevas hipotecas es menor que la velocidad a la que se amortizan las ya constituidas. Unas amortizaciones que, en la mayoría de las ocasiones, tienen su fundamento en el embargo y posterior desahucio producido por la falta de pago de las cuotas hipotecarias mensuales.

El problema es que nada hace pensar que en un futuro próximo podamos empezar a plantearnos una recuperación del sector inmobiliario que pueda ralentizar la caída, más bien al contrario, por lo que deberíamos de abandonar la idea de reconstruir nuestra economía sobre la base del “ladrillo” e intentar apostar por nuevas alternativas.

Unas nuevas alternativas que sólo tendrán razón de ser desde el fundamento de la financiación como fórmula necesaria para conseguir proyectos de inversión viables y sostenibles, proyectos que puedan permitir que las empresas busquen productos y servicios de alto valor añadido con los que generar empleo de una manera directa.

Sin embargo, las políticas de los gobernantes parecen ir encaminadas en la dirección de la austeridad absoluta, sin alternativas de crecimiento reales, con lo que la crisis que ya dura demasiado, puede acabar durando aún más, castigando a las familias en peor situación económica y social.

Marcando récords históricos, de morosidad, eso sí

Ya no contamos billetes, sólo monedas

Ya no contamos billetes, sólo monedas

La tasa de morosidad de las entidades financieras españolas cerró el mes de marzo en el 8,36%, según los datos del Banco de España, lo que supone un ligero incremento con respecto al cierre del mes de febrero, cuando la tasa quedó fijada en el 8,15%, y, lo que es más importante, un nuevo acercamiento al máximo histórico de la serie estadística, que se produjo en febrero de 1994, cuando se cerró en el 9,15%.

Sin embargo, hay que recordar que en ese momento el volumen total de créditos que las entidades financieras tenían en sus carteras era de 260.581 millones de euros, mientras que ahora nos encontramos con 1.769.952 millones de euros, lo que significa una diferencia más que notable.

El problema, de nuevo, es que la tasa de morosidad no tiene visos de mejorar, más bien al contrario, ya que el número de familias españolas con todos sus miembros en situación de desempleo sigue viéndose incrementada mes a mes, y todo apunta a que en los próximos meses estaremos cerca de alcanzar el máximo

Lo cuál afecta de manera directa a la concesión de nuevos créditos, ya que las entidades financieras observan el riesgo que les supone conceder créditos a familias y empresas con estos volúmenes de morosidad. Y más si valoramos el hecho de que pueden comprar deuda pública, que no tienen que provisionar en sus balances y les sirve de garantía ante los mercados internacionales, con dinero que les presta el BCE al 1% de interés.

Se trata de una situación, por tanto, harto compleja, ya que sin la recuperación del crédito no podemos empezar a plantearnos una salida honrosa de la crisis, y visto como se está poniendo el panorama no parece factible una recuperación del mismo en el medio plazo.

Si a ello le añadimos las medidas de austeridad extrema planteadas desde los diferentes estamentos políticos europeos, nos enfrentamos a un escenario realmente desalentador, con una economía en proceso recesivo sin solución de continuidad, y unos políticos incapaces de dinamizarla en base a concesión de facilidades o a exigencias a las entidades financieras para que el flujo de crédito pueda llegar a las economías familiares y a las empresas.

Efectos de un hipotético cambio de moneda: hipotecas y depósitos.

La cosa se pone homérica....

La cosa se pone homérica....

Este es uno de los casos en que ser el autor de los artículos puede aprovecharme para aprender algo en lugar de tratar de mostrar a los demás lo que pueda saber. Vaya pues por delante mi declaración de humildad y el ruego de que si hay algún lector mejor informado que yo, me ilustre y nos ilustre a todos.

Desde que se ha desatado el pánico final, tipo Mad Max, del posible pero aún improbable retorno a la peseta, leo por ahí que si regresáramos a la antigua moneda nuestras cuentas se pasarían a pesetas perno nuestras deudas permanecerían en euros. Un comentarista del artículo anterior, con esta base, recomienda incluso utilizar los ahorros que podamos tenerer para amortizar toda la hipoteca que se pueda de cara a cubrirnos de esa eventualidad.

Pues bien: lo he estudiado un poco a fondo y en mi opinión no es así. No es así ni lo ha sido nunca en todos los casos que ya ha habido a lo largo de la historia, que no son pocos ni raros.

Cuando un país cambia de moneda, el cambio afecta a todos los contratos vigentes, tanto a los deudores como a los acreedores. Cuando un país cambia de moneda, los ahorros que estaban en dólares pasan a estar en Percebes (para inventarme una moneda) y las deudas expresadas en dólares pasan a estar expresadas en Percebes. De hecho, la utilidad de la creación de un corralito es precisamente evitar que se produzcan extracciones de efectivo o trasnferencias en una moneda distinta de la que se acaba de hacer oficial.

Por tanto, si regresáramos a la peseta, nuestras cuentas pasarían a expresarse en pesetas, y también las hipotecas, y las deudas pendientes, y las letras de la nevera, y absolutamente todas las transacciones pendientes, de igual modo que se hizo con las hipotecas pendientes de pagarse cuando entró en vigor el Euro, pero a la inversa.

Otro tema, del que hablamos cuando os parezca, es lo que les sucedería a los bancos españoles y sus deudas frente a entidades extranjeras. Eso sí sería un desastre del carajo, pues al devaluarse la nueva moneda y mantenerse sus deudas en la anterior, se crearía una especie de agujero negro casi imposible de cubrir, con lo que el país entero podría entrar en quiebra, y sin poder pagar la cuenta petrolífera, cosa que muy posiblemente llegaremos a ver en Grecia por mucho que aplaudan su suicidio los agitadores de turno. Hay otros efectos, la mayoría derivados de la inestabilidad y de la fuga de capitales, pero no es el momento de comentarlos. Lo peor, sin duda, sería que los precios se elevarían mucho más deprisa que los salarios, como sucedió a finales de los setenta y principios de los ochenta, creando una crisis económica y social aún peor de la que padecemos.

Por lo demás, un cambio de moneda supondría sin duda alguna una devaluación, con el consiguiente aumento de las exportaciones, reducción de las importaciones, empobrecimiento general y transferencia de riqueza de los ahorradores a los deudores.

Precisamente por eso, y no porque sean muy malotes, es por lo que Alemania se opone tajantemente a la depreciación del Euro.

¿Qué es un corralito? Efectos para la hipoteca.

Más allá del Corralito del Trueno

Más allá del Corralito del Trueno

Algún día, si llego a vivir tanto tiempo, empezaré un artículo hablando de buenas noticias, pero entre tanto y no me parece que lo mejor es seguir con la vieja manía de aclarar conceptos. Y uno de ellos es qué es eso de un corralito, la amenaza extrema con la que Paul Krugman y otros santones del mundo de las finanzas amenazan a España desde la prensa anglosajona.

Un corralito es un mecanismo administrativo por el cual se restringen las retiradas de efectivo de los bancos. Aunque tengas ahorros, no podrás sacarlos, las tarjetas quedarán limitadas y la obtención de capital de los bancos queda suspendida hasta nuevo aviso. Pero no se trata sólo de eso: lo normal es que al final de un corralito se cambie la moneda por lo que cualquier cantidad que se tenga en una cuenta denominada en una divisa distinta te la cambian automáticamente ala nueva moneda, y al valor que unilateralmente decida el Gobierno.

Así es como sucede que algujien que tenía cien gallinas acaba recibiendo cien ratones, y todavía le dicen que cien equivale a cien, y listo.

¿Y esto que tiene que ver con la hipoteca? Pues mucho, porque si cambian, por ejemplo, los euros a cien pesetas, y la peseta se devalúa, el que tiene ahorros los pierde, pero el que tiene deudas, resulta que también las ve reducirse en la misma medida en que se devalúe la moneda.

¿Os imagináis las deudas de todos los españoles reducidas en un cuarenta o cincuenta por ciento, lo mismo que los ahorros? Pues esa, esa y no otra, es la principal razón de que el corralito en España sea muy improbable y no tengamos que temer, de momento, que de veras nos alcance.

Si fuera por otros motivos, quizás deberíamos tener más miedo, pero sabiendo lo que pueden perder los grandes financieros lo normal es pensar que no llegará a suceder nunca.

El Euríbor parece estabilizarse en mayo

El Euríbor nos da un respiro

El Euríbor nos da un respiro

El Euríbor, principal índice de referencia de las hipotecas españolas hasta que el IRS empiece a tomar fuerza de una manera definitiva, parece que ha estabilizado su caída en los últimos días de cotización algo que ha dejado sorprendidos a la inmensa mayoría de los analistas.

Si el indicador empezó el mes de mayo en el 1,303% y a partir de ahí empezó a bajar en la primera semana de cotización hasta cerrar el 9 de mayo en el 1,277%, es decir, en apenas 10 días 0,03 puntos porcentuales de descenso, realmente importante.

Sin embargo, a partir de ese momento, se ha estabilizado de manera casi absoluta cerrando el 16 de mayo, a mediados de mes, en el 1,268%, es decir, apenas 0,009 puntos porcentuales, con lo que se nota la estabilización y el control de la caída del Euríbor.

Por tanto, podríamos encontrarnos con que la caída del Euríbor ha pasado a mejor vida y que nos empezamos a encontrar con el fondo del Euríbor, algo en lo que parecen coincidir, de manera generalizada muchos analistas, que no ven posible un Euríbor por debajo del 1,2%.

Tenemos que recordar que con un tipo de interés para la zona Euro en el 1%, es lógico pensar que el Euríbor debe de estar ligeramente por encima de ese valor, ya que el Euríbor recoge la media del tipo de interés al que se prestan las entidades financieras entre sí, que debe de ser necesariamente superior al tipo de interés que tienen que pagar por el dinero que toman prestado.

Aún así, todo apunta a que a final de este mes de mayo nos encontraremos, sin duda, en un entorno del 1,25%-1,26%, lo cuál comparado con el 2,147% con el que se cerró en el mes de mayo de 2011 nos arrojaría una diferencia de unos 0,9 puntos porcentuales, que traducido a cuota podría suponer una rebaja de más de 50-60 euros mensuales.

Una rebaja que, como siempre, dependerá mucho de la cláusula suelo que se pueda tener firmada desde el momento de constitución de la hipoteca, la cuál, como siempre decimos, limitaría ese descenso, dejándolo en agua de borrajas perjudicando claramente a las familias hipotecadas españolas, que se tendrían que conformar con el valor mínimo fijado.

Nuestra economía en el filo del precipicio

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Si hace unos años nos hubieran dicho que la prima de riesgo de nuestra deuda se había disparado por encima de los 480 puntos le hubiéramos mirado entre extrañados y pensando que había tomado demasiado barbitúricos, pero de un tiempo a esta parte nos ha tocado convivir, por desgracia, con un término de pura jerga económica que no hace sino despertarnos de nuestros mejores sueños sudando por culpa de las más dura de las pesadillas.

En la jornada de este lunes, la prima de riesgo cotizó por encima de los 480 puntos, valor que nos retrotrae al pasado mes de noviembre, cuando la economía española estuvo al borde de ser intervenida por parte de las autoridades europeas, un escenario que parecía haberse disipado con las elecciones generales y la llegada del Partido Popular al poder.

La prima de riesgo, recordemos, no es más que la diferencia de riesgo que perciben los mercados de una economía en particular con respecto a la economía alemana, que se toma como referencia, por entender que es la economía más estable de la zona Euro.

Una prima de riesgo que, en valores tan elevados, perjudica al país en su conjunto, pero también al pequeño ahorrador en particular, que se verá abocado a no recibir ningún tipo de financiación o a hacerlo a un valor demasiado elevado, quedándose a merced de los elevados tipos de interés.

Si los mercados consideran que España no ofrece las garantías necesarias como para comprar su deuda, el sector financiero español también tendrá dificultades para poder financiarse internacionalmente, y ello le llevará a tener que pagar intereses más altos, que luego repercutirá en el ciudadano cuando éste acuda a la sucursal a solicitar una hipoteca o cualquier tipo de préstamo.

Por tanto, no podemos perder de vista la evolución de la prima de riesgo y rezar, los que crean en un ser superior, en que el Banco Central Europeo realice su función comprando deuda española en el mercado secundario, reduciendo de manera inmediata el valor de la prima de riesgo, así de sencillo. Tan sencillo que llama la atención que no lo haga más a menudo para evitarnos estos sobresaltos.

¿Pero de dónde viene la ruina autonómica?

Monumento a las finanzas autonómicas

Monumento a las finanzas autonómicas

Como veis, estos días trato de escribir sobre algo más que hipotecas, aunque sólo sea tratando de responder a las muchas cuestiones que surgen en este blog o en otros en los que participo.

Sabréis  ya, porque lo sabemos todos, que las entidades financieras han rebajado el nivel de confianza de la deuda autonómica española hasta límites de bono basura en varios casos y poco menos en otros.

O sea, que la mayor parte de las autonomías van mal, con rachas atemporaladas de muy mal o incluso desastroso si nos referimos, por ejemplo, a Cataluña o Valencia.

Lo que nos puede el cuerpo en estos casos es despotricar contra el despilfarro de los políticos, pedir su cabeza, la guillotina o el garrote vil, pero lo ciertos es que, siendo todo eso necesario, convendría antes que nada saber qué ha pasado para llegar a esta situación.

El problema es fundamentalmente un caso sangrante de incentivos perversos: los gobiernos autonómicos prestan los servicios a los ciudadanos, pero en lugar de cobrar los impuestos y tener capacidad normativa sobre ellos, para subirlos o bajarlos, se limitan a pedir transferencias de dinero al Estado central. ¿Y qué sucede? Pues que mediante este mecanismo deja de haber relación entre los servicios que se prestan y los impuestos que se cobran, de manera que una comunidad tiene más o menos dinero según lo bien o mal que negocie con el Gobierno, y hno según los impuestos que cobre a los ciudadanos.

Si los valencianos, por poner un ejemplo, hubiesen tenido que pagar un céntimo más en la gasolina para poder tener un premio de Formula 1, a lo mejor el presidente de Valencia hno se hubiese atrevido a cobrarlo, por miedo a que le cortasen los cataplines. Pero como bastaba con pedir, pidió, se lo dieron, y ahí estamos.

Lo otro, lo de la mala gestión, la corrupción, el mamoneo, el despelote generalizado de las competencias, el amiguismo, las competencias solapadas, las duplicidades y la alegría contratando afiliados de su partido como funcionarios ni lo menciono. Es tan obvio que no merece ni dos líneas.

¿Por qué cabrean tanto a los mercados nuestros presupuestos generales?

El dinero es cobarde y la gallina no se fía...

El dinero es cobarde y la gallina no se fía...

La mayoría de los que circulamos por aquí estamos hipotecados, unos hasta los tobillos, otros hasta las rodillas y otros un par de palmos más arriba, dejando licencia al autor para no ser más explícito.

Por eso debemos entender que si queremos refinanciar la deuda o que el banco nos siga prestando, tenemos que convencerle de que pensamos pagar, tenemos un plan para pagar y contamos con recursos para pagar nuestra hipoteca.

Supongamos que soy un panadero y tengo hipotecada mi casa. Voy al banco y le digo que me refinancie la deuda, subiendo un poco los intereses, pero alargando el plazo. Eso es lo que ha hecho España como país con su deuda pública. Vale.

Supongamos que el banco dice que vale, pero que para concedernos lo que se le pide, hay que demostrar que tenemos intención de pagar, y recursos, así que nos pide las facturas de gastos, los ingresos, las nóminas de los trabajadores, etc. Se los damos y nos responden que hay que recortar treinta mil euros anuales de gastos, porque en caso contrario no podremos devolver el préstamo. Eso es lo que ha hecho España y nos han pedido que recortemos treinta mil millones. Bueno.

Ahora resulta que el panadero presenta al banco los presupuestos para el año siguiente diciendo que ha recortado o los treinta mil euros que le exigieron. Pero ha recortado quince mil de la ampliación del horno, siete mil de reparación de la furgoneta de reparto, que no se reparará y siete mil de bajarle el sueldo a los trabajadores, pero no ha quitado ni un sólo duro de las juergas de la asociación de panaderos, ni piensa gastar menos luz, ni va a cortarse con el aire acondicionado.

Pues eso le ha pasado a España: que los recortes presentados son mayoritariamente de inversión y se ha recortado muy poco de gasto. ¿Cómo vas a convencer a tus socios de que te sigan prestando cuando prefieres dejar de invertir a dejar de gastar? ¿Qué sensación transmite el que mantiene su nivel de gasto a costa de debilitar su actividad productiva?

Por eso los bancos nos aprietan. Y nos aprietan en lo que pedimos prestado, no lo olvidemos. Si no pidiésemos, no tendrían dónde apretar.