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Bajan las hipotecas y suben los desahucios

Las cosas se ponen cada vez más duras pra el atleta del día a día...

Las cosas se ponen cada vez más duras pra el atleta del día a día...

España está últimamente que se sale en términos deportivos, pero de veras que este récord hubiese sido mejor no batirlo.

Según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) publicados la semana pasada, el número de españoles incursos en un procedimiento judicial de desahucio por impago alcanzó un nuevo máximo histórico en el segundo trimestre del año, al contabilizarse 16.464 de estos procedimientos, un 21,2% más que en el mismo período del año anterior.

El lado bueno del asunto (si existe tal cosa) es que de estos desahucios judiciales, una parte corresponde a ejecuciones hipotecarias, mientras que el resto se debe a impago de alquileres. En ese sentido, los impagos de alquileres siguen creciendo mientras que los procedimientos judiciales abiertos por impago de hipotecas siguen descendiendo, en este caso un 20 % sobre el trimestre anterior.

Si nos ponemos a hacer una interpretación sociológica del asunto, y es arriesgado, hay que concluir que los que perdieron la casa se fueron de alquiler y no están pagando (porque no pueden) o que se han ido de alquiler (y no pueden pagar) aquellos a los que el banco nunca les concedió una hipoteca por falta de solvencia.

Así las cosas, creo que va siendo hora de ser serios y reconocer que el problema, el verdadero problema, es la falta de solvencia de los españoles. O dicho de una manera más clara: que no hay un duro.

Las alternativas, como siempre repito, son dos:

-Que empiecen a aflorar trabajo y riqueza para que los españoles podamos tener con qué pagar el lugar donde vivimos.

-Que nos demos cuenta de una buena vez de que no podemos vivir donde queríamos y acabemos por plantearnos la posibilidad de vivir donde podemos. O sea, un trasvase demográfico que ajuste precios.

Por mi parte, desde luego, prefiero la primera opción, pero no dejo en el olvido la segunda, mientras la casa del pueblo siga en pie.

No me prestes, que no te pago

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Vamos de mal en peor, y si nada lo remedia directamente hacia el abismo, porque cada día que pasa recibimos una noticia peor que el día anterior y así en una sucesión continua de malas noticias que nos están condenando al pesimismo más absoluto, ése en el que se cae por la certeza de los hechos no por la volatilidad del pensamiento.

Y es que si unos meses atrás empezábamos a recibir alguna noticia positiva que nos hacía pensar que la recuperación económica podía encontrarse más próxima de lo que pensábamos, ahora se está dando la situación contraria, y cada día que pasa la noticia es peor que la anterior.

Ayer mismo el Banco de España informó de los datos de la tasa de morosidad de este pasado mes de julio y comprobamos que se colocó en el 6,94%, la cifra más alta desde febrero de 1995, justo cuando estábamos inmersos en otra crisis, sino igual a ésta, sí de grandes proporciones igualmente, cuando la tasa de morosidad se situó en el 6,98%.

Y el problema es que con una tasa de morosidad tan elevada los bancos van a seguir bloqueando el crédito a ciudadanos y empresas por miedo a que éste no sea devuelto a su debido tiempo y que sus balances queden más empantanados aún con créditos de dudoso cobro, lo cuál complicaría sobremanera su obtención de liquidez en los mercados internacionales y la posibilidad de seguir ofreciendo dividendos a sus inversores y accionistas.

Basta con echar un vistazo a los datos a un año vista para darnos cuenta de la tremenda situación en la que nos encontramos, ya que desde julio de 2010 hasta julio de 2011 la tasa de morosidad de las entidades financieras españolas se ha incrementado en un punto y medio, coincidiendo con el incremento de ciudadanos españoles en situación de desempleo y sin ninguna prestación con la que poder ir sobrellevando el día a día.

Hasta que la tasa de morosidad no se recupere, para lo que se necesita una recuperación del empleo, el crédito no fluirá en la economía y no se podrá iniciar una recuperación efectiva.

Hipoteca y valor de tasación

Solicitantes de hipoteca convenciendo al banco...

Solicitantes de hipoteca convenciendo al banco...

Todos sabemos que para conseguir una hipoteca hay que saber hacer el pino puente y cantar Una Furtiva Lácrima, de Donizetti, en la oficina bancaria, pero ahora los datos del Banco de España vienen a confirmar lo que ya sabíamos. Y está bien, proque es uno de los pocos casos en que nos podemos creer los datos oficiales: cuando confirman lo obvio.

Según los datos aportados por el Banco de España en su último informe de Supervisión Financiera, el valor medio de los préstamos hipotecarios si sitúa en estos momentos en el 62% del valor de tasación de los inmuebles que sirven de garantía. Esto supone un ahondamiento en la reducción de esta variable, que ya venía descendiendo desde que estallara la crisis subprime.

Aún así, hay que señalar también que un 19%  de los préstamos hipotecarios sigue constituído por un importe superior al 80 % del valor de tasación del inmueble, y estas son precisamente las hipotecas que más quebraderos de cabeza causan a los bancos, pues al haber disminuido el valor de mercado de los pisos, estamos en que en muchos casos se encuentran con pérdidas latentes. Pero de eso ya hablamos otro día.

En ese sentido, y valorando el riesgo inmmobiliario que sufre el sector financiero,, El Banco de España advierte que el avance de la morosidad en la actividad bancaria en España sigue muy asociada a las actividades de construcción y promoción inmobiliaria. La tasa de dudosos en el crédito concedido para la construcción y promoción inmobiliaria es del 14% , o lo que es lo mismo: uno de cada siete préstamos concedidos para promoción de viviendas son dudosos, y no son de poco dinero.

En comparación, la tasa general de morosidad, que es sólo del 5,9 % parece una buena noticia. En el caso de crédito para adquisición de vivienda, la mora de particulares se limita al 2,4%, frente al 2,8% de un año antes. Eso tampoco es una gran noticia, proque todo el mundo sabe (y una vez más el Banco de España nos lo confirma) que todo el mundo deja de pagar cualquier cosa excepto la hipoteca.

En la criosis del 93, con unos tipos de interés muy superiores y un paro del 24 %, la tasa de morosidad hipotecario no superó tampoco el 3,2 %.
O sea, qeu aguantamos. Y mientras aguantemos, el chiringuito se sostiene.

Alegrémonos y tal…

El embargo. La solución final de la hipoteca.

Aún le quedan 300 años de hipoteca

Aún le quedan 300 años de hipoteca

Y no me refiero a que la hipoteca se arregle, no. Cuando digo solución final lo digo esta vez en aquella acepción de los años treinta. Aquella tan macabra, ya sabéis…  Perdonadme el detalle, pero para mucha gente el embargo suena un poco a eso.

Para empezar, la definición, y así hablamos todos de la misma cosa: el embargo es el conjunto de actividades cuya principal finalidad es afectar bienes concretos del patrimonio del deudor a una concreta ejecución procesal frente a él dirigida. O dicho mejor y con menos palabras, que para eso soy escritor y no legislador: el embargo es quitarle a una persona sus bienes para que estos sirvan de pago de una deuda.

Para que se llegue al embargo es necesario que antes se haya decretado una acción judicial contra el deudor y que sea por una cantidad concreta y determinada de dinero. No te pueden embargar de modo preventivo (se llamaría de otra manera)  ni tampoco por lo que vayas a deber cuando se hagan las cuentas. El embargo tiene que ser por una cxantidad concreta y siguiendo siempre la vía  judicial.

Para que el embargo sea efectivo, el deudor debe ser notificado, y a esto se agarran muchos para frenar el embargo, intentando a toda costa no ser notificados. puesto que el embargo es imposible hasta que no se haya notificado convenientemente.

Aún así, y si ya nos han embargado, se puede detener el proceso en cualquier momento pagando la cantidad adeudada. Esto no es precisamente fácil, porque una vez que se inicia el proceso aparecen ya los gastos, comisiones, tasas y toda la parafernalia orquestada para desplumar a la víctima.

Por eso, y mientras sea posible, hay que intentar vender el bien en un precio que nos permita pagar la deuda, porque si nos embargan es muy probable que entre unas cosas y otras, subastas extrañas incluidas, nos quedemos sin el bien y no consigamos, ni aún así, pagar la deuda.

Ojalá ninguno tengamos que conocer el tema más a fondo.

 

Se multiplican los morosos

Horizonte temporal de la banca

Horizonte temporal de la banca

Tranquilos, que no voy a hablar de los ayuntamientos , de las comunidades autonomías ni de otros establecimientos públicos. Si os apetece conocer una visión de eso, hay pro ahí un artículo curioso sobre cómo las administraciones convierten en prestamistas a los proveedores y de sus efectos.

Yo, como este sitio va de bancos, hipotecas y créditos financieros, me voy a referir solamente a esa clase de deudas.

Como era de esperar, la tasa de morosidad de crédito concedido por bancos, cajas, cooperativas de crédito y otros establecimientos financieros ha vuelto a subir para situarse en noviembre, el último dato conocido, en el 5,68%

Este porcentaje, aterrador si lo pensamos detenidamente, es el más alto desde 1996. Según esos mismo datos del Banco de España, la suma de la deuda total con bancos, cajas y otros chiringuitos financieros asciende ya a 1,84 billones de euros, que representa casi el doble del PIB español anual. Y ojo: aquí no se cuenta la deuda exterior ni la deuda pública, así que ya sabéis de dónde ha salido buena parte de la prosperidad de estos años pasados : de gastar lo que no teníamos.

Ya os habia dicho el porcentaje y lo podíais calcular vosotros mismos, pero así las cosas, el monto total de lo impagado asciende a 100.000 millones de euros, de momento.  Si tenemos en cuenta que el Gobierno ha tenido que hacer el pino para rebajar 15.000 millones el gasto público (y no lo va a conseguir) imaginad ahora cómo están los bancos y las cajas de ahorros con una deuda impagada como la que os acabo de contar.

¿Comprendéis ahora pro qué se tientan la ropa antes de conceder una hipoteca?

Los bancos y cajas están en la encrucijada: si prestan, se arriesgan a no cobrar. Si no prestan, ¿a qué se dedican, si el gremio de los churreros está también muy competido?

Pues eso.

14 años no son nada…

14 años, o 20, no es nada

14 años, o 20, no es nada

… febril la mirada, y bla, bla, bla, no te voy a engañar, no me sé la canción que quiero versionar aquí y tampoco es cuestión de andar buscándola por ahí, te haces una idea y si te la sabes la cantas mentalmente, porque el caso no es que la canción sí o la canción no, el caso es que han pasado 14 años y seguimos tal y como estábamos.

Si en el año 1996, cuando sufríamos otra gran crisis de la que ya no nos acordábamos, pero que por aquel entonces nos hizo mucho daño, teníamos una tasa de morosidad del 5.72%, resulta que este pasado mes de octubre, según datos del Banco de España, la tasa de morosidad del sector financiero se ha situado en el 5.66%.

Ello supone un incremento 0.17 puntos porcentuales con respecto al mismo dato del mes de septiembre, y, lo más alarmante todavía, 0.68 puntos porcentuales por encima de la tasa de morosidad de octubre de 2009, lo que supone un incremento elevado que repercutirá sin duda en el encarecimiento de los créditos concedidos y, por supuesto, en la ralentización de la recuperación del sector financiero.

Las entidades que más han sufrido el crecimiento de la tasa de morosidad han sido, como viene siendo habitual, los bancos, que se han disparado hasta el 5.80%, mientras que Cajas de Ahorros y Cooperativas de Crédito han soportado mejor la tormenta con unas tasas de 5.49% y 4.45%, respectivamente.

Fuera del espectro quedan ya las empresas especializadas en créditos que sufren una tasa de morosidad por encima del 10%, una cifra que está llevando a la mayoría a la bancarrota y a la consecuente desaparición del mercado empresarial español.

El problema de estas cifras es que nos condenarán a un mayor estancamiento de la concesión de créditos de todo tipo, lo cuál seguirá estrangulando a las pequeñas y medianas empresas y dejará sin su hipoteca a la mayoría de las familias lanzadas a la compra de una vivienda.

Habrá que pedirle al año 2011 una tasa de desempleo menor, causante sin duda de la tasa de morosidad que estamos sufriendo, para poder empezar a recuperarnos, de una vez por todas, de la crisis que seguimos sufriendo sin solución de continuidad.

Sr. Banquero, ¿cómo le voy a pagar si no tengo dinero?

Cada vez más moscas se escapan de la red de los banqueros

Cada vez más moscas se escapan de la red de los banqueros

Los banqueros se empeñan en que los ciudadanos les devuelvan el dinero que les concedieron tan alegremente, y están en su derecho, no hay duda, pero parecen no comprender que la situación todavía no es lo suficientemente sostenible como para que todo el mundo pueda devolver sus créditos.

Porque entre que todos nos volvimos un poco locos con la vorágine consumista y que los bancos lejos de abrirnos los ojos, nos ilusionaron aún más, la inmensa mayoría de la población se endeudó hasta límites insostenibles, rozando sus ingresos en época de bonanza, un error de cálculo económico evidente.

Y, claro, ahora cuando han llegado las vacas flacas han aparecido los morosos, han aparecido los créditos de dudoso cobro, que ya supera el valor de 100.000 millones de euros, y las entidades financieras en general siguen llevándose las manos a la cabeza temerosas del futuro.

Porque el mes de abril había dado un respiro y todos parecían prever que lo peor ya había pasado y que se habían ido eliminando los créditos más dudosos, quedando sólo aquellos que eran solventes. Craso error, porque se ha vuelto a demostrar que esa no era la realidad que estábamos viviendo, y se ha demostrado que abril sólo fue un espejismo, un vergel en el desierto.

Todavía hay analistas que se aferran al clavo ardiendo y que aluden al descenso en el nivel de crecimiento de la morosidad, sólo dos centésimas, como una muestra de que la situación no es tan terrible como se podría pensar y de que todo irá a mejor en breve.

Sin embargo, esa visión no es rigurosa bajo ningún concepto. Porque la principal razón por la que el crecimiento de la morosidad se ha visto reducido es porque el ritmo de concesión de créditos también se ha reducido. Y es una ecuación lógica y evidente, a menor cantidad de créditos menor cantidad de impagados.

Además, como se conceden menos créditos se realizan mejores análisis de los beneficiarios de los mismos, con lo que las posibilidades de que se produzca un impagado son menores. Por tanto, no es que la situación se haya revertido, más bien al contrario, seguimos en un momento preocupante.

Porque, en general, todo el mundo quiere pagar sus deudas y el hecho de que no lo puedan hacer no es plato de buen gusto para ellos, en absoluto, que sufren las consecuencias morales ahora y las financieras en el futuro.

La crisis incrementa la morosidad en los alquileres, ¡vaya novedad!

Todavía hay valientes que se lanzan a alquilar sus viviendas, a pesar de la morosidad

Todavía hay valientes que se lanzan a alquilar sus viviendas, a pesar de la morosidad

Parece que hemos descubierto América con la estadística que ayer hiciera pública Europa Press, aludiendo a un informe realizado por el Fichero de Inquilinos Morosos, que sí, que existe, aunque no lo supieras, parece ser que hay un fichero de morosos.

Y digo esto porque ya todos sabíamos que la crisis provocaba que más y más gente no pudiera hacer frente al pago de sus obligaciones, y una de ellas, una de las más importantes es, sin duda, el pago del alquiler, en sustitución del pago de la hipoteca, de la que ya ni hablamos.

Sólo hay que pensar en el número de personas que hoy en día malvive sin un sólo ingreso, sin un trabajo que llevarse a la boca y con la prestación agotada, este tipo de personas sobrevive como puede, por lo que ni siquiera pueden soñar en pagar la hipoteca, se refugiaban en el alquiler, pero ya ni tan siquiera ésta es la vía de salvación.

Los datos hablan de Andalucía como la peor comunidad en cuanto a la morosidad, con un incremento del 21.10%, quedando por detrás Castilla La Manca con 20.9%, y Valencia con 17.8%.

Sin duda, lo más alarmante es lo de Andalucía y lo de Castilla La Mancha, porque estamos hablando de que 2 de cada 10 inquilinos son morosos, lo cuál es una cifra demasiado alta.

Sin embargo, es una situación que tiene muy compleja solución, ya que todo parte del hecho de que estos morosos, o al menos la mayoría, no tienen un ingreso fijo que poder destinar al pago de una renta o una cuota hipotecaria, por lo que no podrán hacer frente a sus deudas hasta que encuentren un trabajo.

Y todos sabemos como está el tema del trabajo, para echarse a llorar, así que mucho me temo que la cosa va a ir de mal en peor, con cada vez más gente que no puede pagar sus deudas y cada vez más morosidad en los alquileres de nuestro país.

Una solución sería intentar solventar vía prestación el problema de generación de empleo que sufre la economía española, pero ello incrementaría el déficit público, ya excesivamente elevado sin esta nueva partida.

Por tanto, sólo queda aguantar hasta que escampe, hasta que se vuelva a generar empleo y la gente vuelva a tener ingresos habituales que poder dedicar al pago de sus obligaciones.

Hasta entonces, ¡qué Dios, o quién sea, nos pille confesados!

Paga tú, que a mí me da la risa al ver como crece la morosidad

La morosidad casi se duplica en un año, y los bancos se empiezan a poner nerviosos

La morosidad casi se duplica en un año, y los bancos se empiezan a poner nerviosos

El pasado año 2009 ha supuesto un importante incremento en la morosidad bancaria, es decir, en el número de cuotas que no se pagan al banco por créditos concedidos, en su mayoría hipotecarios, pero también créditos personales.

Ayer mismo, Europa Press hizo público que la morosidad media de las seis entidades financieras españolas que cotizan en el Ibex 35 (Banco Popular, BBVA, Banco Sabadell, Banco Santander, Banesto y Bankinter) se situó durante el año 2009 en el 3.56%, que no parece mucho, pero que sí cobra importancia si se compara con el 2.11% del 2008.

Está claro que a muchas familias les cuesta pagar sus cuotas, no pueden permitirse pagar el crédito que solicitaron porque se han quedado en paro, y muchos de ellas ya han consumido todos los ahorros que fueron acumulando en la época de bonanza.

Porque la crisis está afectando, aunque parezca una perogrullada, a los desempleados. Los ciudadanos que mantienen su puesto de trabajo viven con el miedo a perderlo, sí, pero disfrutan de tipos de interés más bajos y de precios más económicos, así que, en el fondo no se pueden quejar.

Los que sí tiene materia para quejarse son los otros, esas personas que se quedaron sin empleo y que ahora no ven una alternativa viable, esas personas que han sufrido la rigidez del mercado laboral español y su falta de formación.

Porque hay que reconocer que hay sectores que durante un tiempo aglutinaron una excesiva demanda laboral que atrajo a muchos trabajadores. Sin embargo, ahora esa demanda se ha estancado y los trabajadores de la construcción, concretamente, se tienen que reciclar a nuevos sectores.

Si durante el tiempo que estuvieron trabajando en la construcción, alguien se hubiera preocupado de mantenerlos reciclados (nótese que cuando digo alguien me refiero al Gobierno, que tiene la responsabilidad en esta materia, bien a través de sus acciones, bien a través de sus incentivos), ahora su transición hacia un nuevo sector sería menos dramática.

Sin embargo, vivimos en un país en el que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena, y las épocas de bonanza no son aprovechadas para realizar reformas estructurales, preferimos esperar al momento en el que ya no hay otra solución.

Con ello provocamos que las crisis sean aún más profundas, y que los dramas personales se conviertan en verdaderas catástrofes individuales y familiares.

Porque sí, es más bonito sacar un titular diciendo que los seis bancos del Ibex ven como la morosidad se incrementa, pero ¿qué hay de la familia que ha tenido que dejar de pagar esa cuota? Seguro que no lo ha hecho por gusto, seguro que se ha estado privando de casi todo para poder hacer frente a la cuota, hasta que ya no ha podido más.

Hagamos una reflexión interna y aprendamos de esta crisis que nos ha asolado, para que las reformas estructurales se hagan cuando se tienen que hacer, cuando las cosas van bien, no cuando las cosas van mal.

Socialismo y morosidad hipotecaria

Tranquilos, que otro día os pongo una gaviota muerta.

Aunque resulte difícil, os ruego que no interpretéis en este artículo ninguna animosidad partidista. Vaya por delante que en las cuatro veces que he acudido a votar en las elecciones generales he votado a cuatro partidos distintos, y busco desesperadamente un quinto para las siguientes.

Sea como fuere, y voy al toro, el hecho es que en España hay una clara relación entre el socialismo y la ruina económica. Lo que no me atrevo a afirmar es que sea el socialismo el que la provoque: también podría ser que la gente prefiriese a este partido político cuando cree que las cosas van a ir mal, que el socialismo traiga mala suerte a las empresas, o que, simplemente, no guste a los empresarios, que esperan a mejores tiempos para invertir y crear puestos de trabajo.

Si el socialismo en su definición(que no llega a tanto el nuestro) cree en la lucha de clases y considera enemigo al patrono, tampoco es de extrañar que nadie quiera hacerse patrono y que el necesite un salario tenga que que ir a pedirlo a la ventanilla del INEM.

La otra posibilidad, por supuesto, es que SI haya relación causa efecto entre la destrucción de empleo, el deterioro de la economía y las políticas, medidas y procedimientos socialistas de gasto, inversión y fiscalidad. Eso ya es muy opinable y no creo que sea competencia mía meterme en tales berenjenales.

Como este no es un blog político, sino económico, me limito a ofreceros una interesantísima gráfica sobre la evolución histórica de la morosidad hipotecaria. Como sabéis todos, los socialistas dejaron de gobernar en España en 1996 y regresaron en 2004. Lo digo para los lectores más jóvenes, si los hay, que espero que sí.

Juzgad vosotros mismos.

 

 

 

morosidad por años