Archivo de la categoría: Noticias

O alquiler con opción a compra o nada

El alquiler con opción a compra se convierte en la solución

El alquiler con opción a compra se convierte en la solución

Mientras las entidades financieras sigan empeñadas en no conceder nuevas hipotecas los pisos nuevos seguirán estancados y no habrá forma de que tengan salida ya que nadie, o casi nadie, dispone del dinero necesario para poder pagar una vivienda sin necesidad de financiación.

Por ello los pisos con opción a compra, es decir, con alquiler con opción a compra, están comenzando a proliferar ya que suponen una clara salida al bloqueo de la situación, con vendedores que quieren vender, compradores que quieren comprar, pero bancos que no quieren dar el dinero.

El alquiler con opción a compra da la facilidad de que el comprador no necesita disponer del dinero en el primer momento, sino que empieza a ocupar la vivienda en régimen de alquiler, pagando, por tanto, una renta, y haciéndose con una opción de poder comprar el piso en el futuro, descontando una parte de la renta pagada.

El porcentaje de la renta pagada que se descuenta del precio final del inmueble dependerá del momento en el que se formalice la compra, de forma que en los primeros años es mayor, reduciéndose con el paso del tiempo, aunque siempre manteniéndose como una opción atractiva e interesante.

De esta manera se consigue una vivienda ahora, con la seguridad de que con el paso del tiempo la situación se debería de normalizar, y de que las cantidades que ahora los bancos no conceden, sí que serán ofrecidas en el futuro, con lo que el comprador podrá hacer frente a la compra.

De la misma manera, el vendedor con dificultades para vender su vivienda se encuentra con una renta mensual con la que, al menos, puede hacer frente al pago de su propia hipoteca, como sucede en la mayoría de las ocasiones, para pisos que no vienen directamente de las promotoras.

Por tanto, el alquiler con opción a compra se está convirtiendo en la modalidad preferida de compradores y vendedores, ya que aporta claras ventajas para ambas partes, facilitando que unos, los vendedores, puedan obtener ingresos por su vivienda, y otros, los compradores, puedan disponer de una vivienda.

El precio de la vivienda sigue en caída libre

Seguimos en caída libre

Seguimos en caída libre

Otro trimestre más, y ya hemos perdido la cuenta de los que van, el precio de la vivienda ha vuelto a arrojar datos negativos, con una caída, esta vez del 5,2%, con respecto al segundo trimestre del año pasado y del 1,4% con respecto al primer trimestre de este mismo año.

Concretamente, el precio medio del metro cuadrado en nuestro país se ha situado en 1.752,10 euros, un valor similar al que teníamos allá por el año 1995, cuando también pintaban bastos en nuestra economía, lo que supone un descenso del 16,6% con respecto al precio medio que teníamos cuando comenzó la crisis, en el año 2008.

Estos datos, ofrecidos por el Ministerio de Fomento, son algo más optimistas de los que manejan consultoras independientes que fijan la caída de precios de la vivienda por encima del 20%, pero en general apuntan a la misma dirección, a un escenario de ajuste del mercado.

Un ajuste que se está haciendo de manera lenta y pausada, ya que los propietarios, ya sean propietarios o promotores profesionales, no están dispuestos a rebajar en exceso el precio para no perder un dinero excesivo. Lo que parece evidente es que el margen de ajuste todavía es grande.

Sin embargo, este ajuste de precios no es igual en todas partes. Por ejemplo, en San Sebastián todavía se mantienen valores desorbitados en el precio por metro cuadrado (3.660,60), al igual que en Sant Cugat del Vallés (3.427,4 euros por metro cuadrado). En el otro extremo, en el ámbito de los municipios más económicos aparece Tomelloso, con poco más de 800 euros por metro cuadrado.

En cuanto al desglose por regiones nos encontramos con que el ajuste más duro se sigue produciendo en Murcia, con una caída del 8,4%, y Madrid, con el 7,9%, y es que la Comunidad Autónoma de Madrid sigue sufriendo el afán constructor que se disparó en la Comunidad con la burbuja inmobiliaria y que llevó a explorar lugares inexplorables en términos de construcción inmobiliaria.

En definitiva, que cuando deberíamos de estar en la fase final del ciclo recesivo estamos todavía en valores de ajuste, lo cuál nos hace pensar que todavía nos queda mucho, muy mucho, antes de que veamos crecer los brotes verdes.

Vaya semanita para el sector inmobiliario

¡Vaya semanita!

¡Vaya semanita!

Está claro que hay semanas en las que es mejor no levantarse de la cama, y estos últimos siete días han sido una de esas para los promotores inmobiliarios que se han visto envueltos en toda una retahíla de malas noticias que no hacen sino ahondar en su depresión permanente.

Si la semana pasada conocíamos los datos del Ministerio de Fomento que hablaban de casi 700.000 viviendas construidas pero sin vender en nuestro país, ayer mismo el Instituto Nacional de Estadística dio otro varapalo importante para todos aquellos que creían ver el comienzo de la recuperación en el sector inmobiliario.

Se trata de la estadística sobre las compraventas de viviendas que el INE viene haciendo desde el año 2007, y que en este pasado mes de mayo arrojaron un descenso del 18,3% con respecto al mismo mes del año anterior, unas cifras nada halagüeñas.

Sí es cierto, sin embargo, que se ha producido cierta mejoría con respecto a los datos de abril, cuando se marcó el mínimo histórico con 24.100 operaciones de compraventa realizadas (mayo ha cerrado con 30.797), pero esa mejoría debe de ser claramente relativizada.

Los datos de abril fueron artificialmente bajos como consecuencia de la resaca producida por el adelantamiento de compra generada por la eliminación de la universalidad de la desgravación fiscal por compra de vivienda generada en los meses de noviembre y diciembre, recogida estadísticamente en enero y febrero, por el desfase temporal que existe desde que se realiza la compraventa y se registra de manera oficial.

Por ello, era normal que mayo fuera mejor que abril, pero esa no es la comparación que debemos de realizar, y sí que se debe de realizar con mayo del año pasado, y ahí es donde los datos de este año salen claramente perdiendo, perpetuando la sensación de que seguimos en crisis en el sector inmobiliario.

Una crisis que está claramente lastrando a la economía en su conjunto, porque vivimos un momento en el que otros sectores sí que han iniciado su senda de recuperación, ofreciendo ya datos positivos, algo que ni tan siquiera se puede atisbar en lo que se refiere al sector inmobiliario y de la construcción.

El que sea tonto, y lo reconozca, que no vote

Que no, que no llevaba una antorcha en la mano...

Que no, que no llevaba una antorcha en la mano...

No suelo ser tan explícito con los títulos, ya lo sabéis, pero empieza ya a pasar de castaño oscuro el debate sobre de quién es la culpa de que haya montones de hipotecas impagadas. Por una parte, los bancos concedieron un montón de hipotecas dudosas que no estaban seguros de poder recuperar. Pues bien: que se joroben. Que se queden la casa y que se la vendan a los chinos, los vietnamitas o quien tenga a bien pasarse por aquí a comprar una de esas viviendas. Y si no, que se las coman  con patatas.

Por otro lado, tenemos un montón de gente que se hipotecó a treinta años sin prever que podía quedarse en el paro, que podían ir las cosas peor, que podía subir el Euribor o que podían darse mil circunstancias para que esa hipoteca se convirtiese en una lápida. Pues bien: que se queden si casa y sigan pagando hasta los mil cien años, y el que sea tonto, y lo reconozca, que no vote. Porque lo que no podemos permitirnos es una democracia de gente que no quiere asumir las responsabilidades que sus actos acarrean.

¿Y sabéis lo que veo? Veo cada vez más gente diciendo que la engañaron. Veo gente diciendo que lo hizo sin saber. Veo gente diciendo que los bancos tenían mejores asesores y más conocimientos. Veo gente diciendo que hay que perdonarle la deuda sin quitarle la casa, porque el mundo es injusto y la abuela fuma.

Esto, yéndome al tema de algunas de mis novelas, es como la derrota de Alemania en 1945, cuando resultó que a Hitler lo habían votado cinco amigos y todos, los cinco, habían muerto en la guerra. La realidad es que lo votaron diecisiete millones de ciudadanos, pero salvo esos cinco canallas conjurados, los demás no sabían, no entendían, lo hicieron sin querer…

Ya está bien de mamonadas, ¿no os parece?

El que quiera fumar, que fume. El que quiera tirarse en paracaídas, que se tire. El que quiera hipotecarse, que se hipoteque. Y luego, si vienen mal dadas, cada cual apechugue con su cáncer, su estacazo o su embargo.

 Ya está bien.

Suben el precio mínimo de salida en las subastas de pisos embargados

Te lo dejo en cuatro perras, que es de un embargo...

Te lo dejo en cuatro perras, que es de un embargo...

El viernes hablaba de los cambios legislativos en torno a las hipotecas y de cómo se había modificado la cantidad máxima embargable del salario de una persona para cubrir una deuda hipotecaria. Tenía la cuestión sus más y sus menos, como todo, y dejábamos pendiente para hoy el otro cambio normativo.

Porque es importante: han elevado del cincuenta al sesenta por ciento del valor de tasación la cantidad mínima a la que se puede adjudicar en subasta un piso embargado.

Hasta ahora, el procedimiento el el que sigue: después de no pagar una serie de cuotas, normalmente seis o más, el banco iniciaba un procedimiento de apremio, y tras no conseguir satisfacción económica del hipotecado, solicitaba el embargo del piso.

Una vez embargado el piso, y tras los trámites oportunos, se subastaba la vivienda, de modo que lo obtenido en esta subasta se destinaba a pagar la deuda. Lo que quedaba, si quedaba algo a mayores, era para el hipotecado, y si quedaba un saldo negativo, era y es lo que seguía debiendo el hipotecado después de perder la casa.

Lo vemos con un ejemplo: Tenías una hipoteca de trescientos mil euros. Debías doscientos mil en el momento de dejar de pagar. Te embargaban la vivienda. Como podía sacarla a subasta por la mitad de lo tasado, la sacaban a subasta a ciento cincuenta mil. La adjudicaban a ese precio, y seguías debiendo cincuenta mil.

En teoría, el sistema era bueno, porque la pública subasta permite que el precio del bien se eleve si vale la pena, peor todos sabemos lo que es la picaresca y el canallismo de las subastas, con lo que casi siempre se adjudicaban las viviendas en el valor mínimo o de salida, haciendo un gran daño al hipotecado.

Con el cambio actual, que pasa del 50% al 60 % , y en el mismo ejemplo, no podrían adjudicar esa vivienda en subasta en menos de ciento ochenta mil. Es un paso tímido y apocado (como casi todos los que dan últimamente) pero es un paso en la buena dirección.: en la de defender los intereses del ciudadano por encima de los del banco, y sobre todo, por encima de los del subastero. Porque era el colmo.

Las hipotecas siguen de mal en peor

El pozo sin fondo de las hipotecas

El pozo sin fondo de las hipotecas

Cada nuevo dato que recibimos es un nuevo golpe a la maltrecha salud del sector hipotecario español que lejos de iniciar la senda de la recuperación parece que se ha metido de lleno en un pozo sin fondo a raíz del fin de la universalización de la desgravación fiscal por compra de vivienda.

Así, si en los meses de enero, febrero y marzo ya habíamos asistido a caídas en el volumen de hipotecas constituidas, el mes de abril ha ahondado en la herida, duplicando la caída de marzo y retrotrayéndonos a caídas que no veíamos desde mayo de 2009.

Concretamente, las hipotecas constituidas en abril cayeron un 38,2%, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, mientras que el volumen del capital de esas hipotecas se desplomó un 42%, en parte por la caída de precios que han sufrido los inmuebles en estos últimos tiempos, y en gran parte, sin duda, al descenso de hipotecas constituidas.

En este mismo sentido, el importe medio de las hipotecas se ha desplomado hasta los 106.889 euros, algo más de un 6% menos que hace un año, con un tipo de interés medio del 4,04% y un plazo de amortización, también medio, de 22 años.

En cuanto al desglose por entidades financieras, las cajas de ahorros concentraron la mayoría de las hipotecas concedidas con el 49,2% del total, seguidas de cerca por los bancos, con el 37,5%, y quedando el restante 13,3% para las cooperativas y entidades de crédito.

Sin embargo, el ránking cambia cuando se habla del capital prestado en dichas hipotecas, ya que los bancos pasan a liderar con un 44% del total del dinero prestado en forma de hipotecas, mientras que las cajas se conforman con el 43,4%, dejando el resto 12,6% para las otras entidades financieras.

Sorprende que las cajas de ahorros sigan manteniendo estos buenos datos de concesión de hipotecas, a pesar del proceso de reestructuración tan profundo al que se están viendo sometidas, el cuál les está llevando a congelar la gran mayoría de sus operaciones financieras y de crédito.

En cualquier caso, estos datos del INE, junto a los del lunes del Ministerio de Fomento, certifican que sigue sin verse luz al final del túnel.

Los brotes verdes siguen marchitos

El sector financiero y el de la construcción siguen condenados a galeras

El sector financiero y el de la construcción siguen condenados a galeras

Según los datos que ha publicado la Asociación Hipotecaria Española (AHE), el saldo hipotecario en el mes de abril cayó en un 3,42% con respecto al mismo dato de abril de 2010, lo que supone quedarse en 1.056.000 millones de euros, 558.634 en manos de los bancos, 412.319 en manos de las cajas de ahorros, y el resto en manos de cooperativas de crédito y entidades de crédito y emisión de tarjetas.

Esta caída pone de manifiesto que el sector hipotecario español está muy lejos de recuperarse y que todavía sigue inmerso en un proceso de reestructuración que no parece tener fin, a juzgar por los datos que cada poco nos van ofreciendo los diferentes emisores de los mismos.

La reducción del saldo hipotecario puede tener muchas causas, pero rápidamente las encontramos en el hecho de que cada vez se concedan menos hipotecas, porque las entidades financieras, sin liquidez para ello, prefieren guardar el dinero a buen recaudo y no estropear, aún más, sus balances.

También es importante la caída de precios de la vivienda. Lógicamente, al haber bajado el precio de los inmuebles, las hipotecas se conforman por menos dinero, con lo que el saldo hipotecario es menor de lo que era antes, incluso teniendo el mismo número de hipotecas.

Y, por último, la caída del saldo hipotecario también está relacionado con los embargos hipotecarios, ya que cada vez que se produce un embargo se cancela la hipoteca, quedando una deuda pendiente por la diferencia entre el precio de venta del inmueble, en subasta pública (generalmente, el 50%) y la hipoteca no amortizada.

La única buena noticia con la que se ha encontrado el sector, por otro lado, es el buen comportamiento de la tasa de morosidad de los préstamos hipotecarios, que con un fantástico 2,42% se encuentra muy por debajo de la tasa de morosidad del resto de préstamos, rozando el 6,5%.

En definitiva, el sector hipotecario en su conjunto, englobando al sector de la construcción y al sector financiero, está muy lejos de iniciar una recuperación real, y sigue condenado a galeras a remar, hasta que el crédito se consiga normalizar gracias a la liquidez de las entidades financieras.

El BCE sigue a lo suyo

No hay más ciego que quien no quiere ver

No hay más ciego que quien no quiere ver

El Banco Central Europeo parece que no se entera, o no se quiere enterar, de la grave crisis de crecimiento económico que sigue sufriendo la economía de la zona Euro, y sigue empeñado en priorizar, por encima de todas las cosas, el control de la inflación.

No te voy a decir que esté mal, porque la inflación debe de ser controlada, pero ahora bien, de poco sirve controlar una variable cuando la economía está muerta. Lo primero que hay que hacer es reanimar a la economía y luego ya controlar sus constantes vitales.

Y digo esto porque en su reunión del pasado jueves, el Banco Central Europeo decidió mantener sus tipos para el mes de junio, como se esperaba, pero insinuó una posible subida de tipos de interés para el mes de julio, con lo que el precio oficial del dinero dentro de la zona Euro pasaría del 1,25% al 1,50%.

¿Qué efectos inmediatos tendrá este anuncio?

Si no de manera inmediata, durante este mes de junio el Euríbor comenzará a moverse al alza, para anticipar esta expectativa de subida del mes de julio, con lo que todas las personas que utilicen el Euríbor de junio para revisar su hipoteca lo harán claramente al alza, con un incremento de cerca del punto porcentual, lo que significará casi 90 euros de más en su cuota hipotecaria mensual.

Por otro lado, el crédito, en general, se encarecerá, con lo que las empresas, que ya tienen problemas para acceder a financiación, sufrirán aún más para conseguirlo, y si lo hacen tendrá que ser a precios más caros.

Por tanto, se producirá un enfriamiento de la economía, cuando todavía no habíamos ni empezado a calentarnos, perpetuando, así, la situación de crisis económica en la que nos estamos moviendo desde hace ya demasiado tiempo.

Y ese no es el mayor problema, porque todo apunta a que antes de final de año tendremos alguna subida adicional. Los analistas siguen afirmando que el tipo de interés para la zona Euro terminará el año en valores entre el 1,75% y el 2%, por lo que, aparte de la de julio, debería de haber, al menos, una subida más.

Hipoteca y población. El laberinto.

Que cada cual saque sus conclusiones...

Que cada cual saque sus conclusiones...

El viernes nos preguntábamos de quién son lo bancos y de quién es la hipoteca. La respuesta, a mi ver, está clara: nuestros. Ya sé que no os gustó la idea, pero los bancos, como los políticos, sond e los accionistas y de los votantes. O creemos eso, o nos hacemos totalitarios. Mala suerte.

Hoy pasaré a otra pregunta que nos hacemos a menudo: ¿cuándo se venderán los pisos vacíos? ¿Cuando saldrá por fin de la cartera de los bancos el gigantesco stock de urbanizaciones sin vender que pesa sobre sus balances como una losa?

La respuesta es que probablemente nunca, y trataré de explicarlo.

Por toda España se acumulan decenas de miles de pisos sin vender. Hay gente que se ha entretenido incluso creando mapas de urbanizaciones y barrios fantasmas. En cada ciudad, y ya lo hemos visto antes, hay barrios enteros de casas vacías.

La cuestión es saber a quién se le pueden vender, y para eso hay que echarle un ojo a la pirámide demográfica española.

El mayor boom de población se produjo al final de la guerra civil y en los años ochenta. Posteriormente hubo una avalancha de inmigración que aumentó nuestra población en otros cinco millones de personas.

La clave del problema está en que la construcción de vivienda en España fue posterior a la generación de la población, por lo que es esperable que las casas, en muchísimos casos, duren más que las personas.

Los nacidos tras la guerra civil tiene ahora una media de setenta a setenta y cinco años. Por razones naturales, es esperable que abandonen sus pisos en una media de diez años, por lo que a todo el stock de pisos sin vender se va a añadir un buen número, de cenas de miles, de viviendas usadas vacías. Y lo harán justo en un momento en el que se podrán vender muy malamente y cuando sus hijos y herederos, en muchos casos, residen en otras localidades y no las van a ocupar.

Estas viviendas, por tanto, presionarán a la baja a los pisos vacíos por dos lados: aumentando la oferta en los casos en que se quieran vender, o reduciendo la demanda cuando los herederos los ocupen.

Casi nadie habla de esta realidad, pero lo cierto es que nuestra pirámide demográfico nos dice que lo que no se haya vendido en cuatro o cinco a os no se venderá nunca, o tendrá que bajar sensiblemente de precio.

Si a eso unimos que muchos de los inmigrantes que llegaron a España han retornado a sus países o acabarán haciéndolo si la crisis se prolonga, entonces está claro que el stock de pisos no sólo no va a disminuir, sino que incluso puede crecer en los próximos años.

Y al que le quede la esperanza aún de colocarle su hipoteca a otro, que le eche un ojo a los datos de natalidad. Y hablamos.

Las ventas de viviendas se hunden en el primer trimestre

Seguimos de mal en peor

Seguimos de mal en peor

Cuando el Gobierno anunció la eliminación de la universalidad de la desgravación fiscal por compra de vivienda, todos intuimos que produciría un efecto adelantamiento de la compra que, efectivamente, se ha producido si nos atenemos a las cifras que conocimos ayer.

Y es que el Ministerio de Fomento publicó los datos relativos a las ventas de viviendas durante el primer trimestre del año 2011, y éstas son claramente esclarecedoras. La caída del 30,4% con respecto al primer trimestre de 2010 pone bien a las claras que muchos compradores se decantaron por adquirir su vivienda en los últimos meses del año pasado, y aprovecharse así de la desgravación fiscal.

De hecho, si se repasan bien las cifras, se comprueba que la mayor caída se produce en el mes de enero, para recuperarse ligeramente en los meses de febrero y marzo, acercándose a los valores del tercer trimestre de 2010, lo que da a entender que la caída se debe a la acción del Gobierno.

Bien es cierto, sin embargo, que hasta que no conozcamos los datos del segundo y tercer trimestre no podremos afirmar que toda la culpa fue de la eliminación de la desgravación fiscal para todos, aunque todo apunta hacia ello.

Pero, retomando los datos, hay que reseñar que el número total de operaciones fue de 74.540, de las cuáles el 64,8% fueron sobre vivienda usada, quedando el resto 35,20% para vivienda nueva, con lo que se demuestra que la vivienda usada ha ajustado mejor el precio, en parte por la necesidad imperiosa de los vendedores.

Y es que el precio de una vivienda viene determinado por las circunstancias del mercado, pero también por la necesidad de comprador y vendedor, de forma que si un vendedor necesita vender su vivienda de manera urgente lo hará al precio que sea, y, de igual forma, si un comprador se encapricha de una vivienda no le importará pagar un poco más por ella.

En definitiva, seguimos hundidos en el pozo en el sector inmobiliario español, con una falta de dinamismo alarmante y una ausencia, casi absoluta, de perspectivas de recuperación en el corto-medio plazo, a no ser que los bancos quieran abrir el grifo del crédito en los próximos meses.

Ponen un circo y les crecen los enanos

Los enanos del circo de las entidades financieras están creciendo

Los enanos del circo de las entidades financieras están creciendo

Está claro que de un tiempo a esta parte, las entidades financieras han perdido todo el poder que tenían, al menos de cara a los tribunales de justicia, porque cada poco tiempo conocemos una nueva sentencia condenatoria contra sus prácticas abusivas, demasiado habituales, dicho sea de paso.

La última ha sido la Audiencia Provincial de Navarra que ha sentenciado que un tipo de interés de demora del 18% es claramente abusivo, con lo que todos estamos de acuerdo, y ha condenado a una entidad financiera, que no ha trascendido, a resarcir al cliente demandante.

Evidentemente, esta entidad financiera recurrirá la sentencia, y con ello conseguirá ganar mucho tiempo, pero lo que también es evidente es que tendrá que acabar pagando a los damnificados, a juzgar por el tipo de interés máximo que una entidad financiera debería de cobrar por intereses de demora, según la Audiencia Provincial de Navarra.

Este tribunal estipula que un interés de demora no debería de superar, en ningún caso, 2,5 veces el tipo de interés del dinero en el momento en el que se firmó la hipoteca. Es decir, que si se firmó en 2005, pues 2,5 veces el tipo de interés para la zona Euro de ese año.

Entonces, si tenemos en cuenta que en estos momentos el Banco Central Europeo tiene el tipo de interés del dinero para la zona Euro en el 1,25%, y si a este porcentaje lo multiplicamos por 2,5, obtenemos que el máximo tipo de interés de demora que debería de cobrar una entidad financiera, según la Audiencia Provincial de Navarra, excedería ligeramente el 3%, cifra claramente inferior al 18%.

Una vez más, se demuestra que las entidades financieras estuvieron durante muchos años haciendo lo que querían con los ciudadanos de a pie, que en parte porque desconocían sus derechos, y en parte porque al ser tiempo de bonanza económica nadie se paraba a mirar las cláusulas de los contratos hipotecarios, se limitaban a firmar lo que les ponían delante.

Ahora, con la llegada de la crisis, y con la necesidad como bandera, los ciudadanos se han puesto las pilas y han comenzado a analizar cada cláusula de manera pormenorizada.

Los fantasmas de los pisos. Hipoteca, abandono y soledad

El fantasma de Seseña

El fantasma de Seseña

A la prensa internacional, y muy en particular a la anglosajona, le encanta hablar del problema de ladrillo español, por una parte porque muchos de sus compatriotas tienen dinero metido aquí y por otra, hablando claramente, porque es su modo de decir “mira esos mierdas, que pensaban que eran alguien…”.

La más famosa y emblemática de estas urbanizaciones es la de Seseña, por supuesto, diseñada para miles de familias y con menos de un centenar de vecinos en la actualidad. La otra que les encanta, por el batacazo que se metió, es Ciudad Valdeluz, en Guadalajara. Y lo que más risa les da, quizás para no mirar hacia dentro, es que hay miles de familias hipotecadas pro treinta años en unas urbanizaciones que no se habitarán nunca, lo que implica que la banca española, supuestamente saneada, tiene metidos ahí sus activos y sólo se salva de la quema porque nadie les obliga a valorar esos bienes a su valor actual.

Las otras presas elegidas por The Guradian, el New York Times y el Business Insider son Horche (junto a Ciudad Valdeluz, en  Yebes), las de Quer, Alovera y Chiloeches (también en Guadalajara), Yuncos (Toledo), La Serena (Murcia) o la urbanización granadina de Ojo del Salado y Chimborazo.

Y hay más. Seguimos nosotros:

Costa Esuri (Ayamonte, Huelva), La Muela (Zaragoza), Costa Miño (A Coruña), , El Toyo en Almería, , parte del Señorío de Illescas (Toledo) o La Torre Golf Resort (de Polaris) en Murcia.

Y lo peor de todo es que estas urbanizaciones fallidas son sólo la parte más visible del problema.  Lo malo, lo verdaderamente malo es que en cada ciudad, grande mediana o pequeña, hay dos o tres barrios a medio construir, con bloques deshabitados, o batidos por el viento. En León, tenemos La Lastra. 

¿Quién se anima a hablarnos de lo que hay en su ciudad?

P.D:  Hemingway, que era norteamericano, vino a escribir sobre la guerra civil española porque no tenía ni coraje ni vergüenza para hablar de la discriminación racial ni del exterminio de los pueblos indígenas en su país. Sí, en aquel mismo año 36. O sea que la cosa, con ser cierta, no es nueva.