Archivo por meses: abril 2012

Quienes buscan hoy una hipoteca

Nuevas porciones

Nuevas porciones

Según informa el diario El Mundo, y tras el cierre de la importante Feria Inmobiliaria Sima 2012 (ya les vale también con el nombre, a los pobres, joer…) resulta que el perfil de los demandantes de vivienda actuales es el de un joven entre 25 y 35 años, en busca de una casa, para vivir en ella. Los pisos más demandados son viviendas de dos o tres habitaciones y el precio máximo que se maneja, en Madrid (ojo a este dato), es de 200.000 Euros.

Según este mismo informe el 66% de los posibles compradores de de vivienda son empleados por cuenta ajena, un 17% autónomos y otro 17 % funcionarios. De todos los encuestados, el 16 % no necesitaba financiación, mientras que el resto iba a pedir una hipoteca. Entre los deseosos de hipotecarse, la mitad pedía menos del 80 % del valor de tasación. La otra mitad estaba por encima de esta cifra.

Me gustaría terminar con un apunte: para un gasto semejante, me parece a mí que al gente no se lo ha pensado lo suficiente, porque hay un montón de ciudades donde se podrían encontrar por realmente magníficos por 200.000 euros o menos. En algunas profesiones, la necesidad de residir en grandes ciudades tipo Madrid está muy clara, pero mucho me temo, y no me fusiléis por ello, que hay quien prefiere ser pobre toda la vida en Madrid a trasladarse a otra ciudad menos “guay”.

Mientras la elección del lugar de residencia no sea una variable económica que entre en la ecuación económica de los ciudadanos, seguiremos concentrándonos todos en el mismo punto, de manera que se paguen precios abusivos mientras le resto  del país se vacía sin remedio. Y luego, claro, los pisos son caros, los bancos atornillan, etc., etc…

Pero de pensar en mudarse a una ciudad más barata, de eso, no se habla ni por asomo.

A veces pienso que abunda una nueva especie del hidalgo del Lazarillo. Aquel era pobre porque lo de trabajar ni se lo planteaba. Los de ahora son pobres, porque de Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia ni se menean. Pues buena suerte, chavales…

Hipoteca y alquiler: relaciones peligrosas

Al final se aprovecha todo...

Al final se aprovecha todo...

Dicen las malas lenguas, que en este país son muchas, que la implosión de la burbuja hipotecaria ha dado paso a las condiciones necesarias para que se forme una nueva burbuja, esta vez en el alquiler.

Desde mi punto de vista, es una previsión totalmente exagerada, pero algo de cierto hay en ello, y me gustaría acercarme a la idea:

Por una parte, a pesar del absoluto desplome de la venta de pisos y de las hipotecas nuevas constituidas por las entidades bancarias, los precios de los pisos no terminan de bajar al nivel que se esperaba o al nivel que han descendido en otros países afectados por un problema similar al nuestro. Hay muchas razones para ello, desde la cerrazón de mollera de algunos hipotecados, que están dispuestos a ahorcarse con sus hipotecas antes de vender por debajo del precio de compra, hasta razones técnicas, como el hecho de que una bajada en el precio de los pisos tendría un efecto devastador sobre los balances de de los bancos, ya muy castigados por la depreciación de sus activos.

Por otro lado, los alquileres dependen fundamentalmente de dos variables: de la seguridad jurídica que encuentren los propietarios para alquilar y del precio que los propietarios hayan pagado por los pisos, que es el precio que deben amortizar para rentabilizar su inversión. Como en tiempos de crisis aumenta la probabilidad de que no te paguen, pues a los jetas de siempre se unen los que siendo honrados no pueden pagar por haberse quedado sin trabajo, resulta que ya tenemos explicada una de las variables: el riesgo.

La otra, es hija o hermana de la negativa a tener pérdidas, es decir, negarse a alquilar el piso por un precio inferior a lo que se está pagando de cuota hipotecaria, haciendo caso omiso del mercado, la oferta, la demanda, y el lucero del alba. “Yo no alquilo por menos de lo que me está costando, y punto.”

La combinación de ambas variables nos introduce en un cóctel explosivo del que no saldremos más que haciendo disminuir el riesgo. Esa es la medida barata y la que entienden los dueños de los pisos. El resto no pasa de  cambiar el dolor de una pierna a otra o de una pierna a un brazo.

Y no estamos para muchos dolores más.

Llueve sobre mojado

Llueve sobre mojado sobre los bancos

Llueve sobre mojado sobre los bancos

Mes tras mes nos prometen que el cielo escampará y que la tormenta pasará dejándonos un mar de tranquilidad financiera y económica al que podremos aferrarnos con total tranquilidad y ante la que tendremos la capacidad de afrontar el futuro con optimismo y esperanza.

Pero luego llegan las estadísticas macroeconómicas ofrecidas por las principales oficinas estadísticas del país y nos cambian todos los planes, ya que mes a mes nos ofrecen un panorama negro y sin un optimismo, un panorama al que estamos abocados, además, por las medidas de nuestros gobiernos.

La última estadística negativa ha sido la del Instituto Nacional de Estadística (INE), que ha certificado que durante el pasado mes de febrero el número de hipotecas constituidas cayó un 47,1% en tasa interanual, hasta totalizar un volumen de 26.415 hipotecas.

Un descenso que, lejos de iniciar una recuperación, supone un agravamiento de la situación ya que en el mes de enero la caída en tasa interanual había sido del 41,7%, lo que demuestra que las entidades financieras no sólo no están abriendo el grifo sino que lo están cerrando cada vez más.

Por otro lado, la propia estadística publicada por el INE saca a la luz que el importe medio de las hipotecas constituidas durante el mes de febrero también sufrió un descenso significativo con respecto a las de un año antes, concretamente, un 14,6%, hasta situarse en los 104.868 euros.

De la misma manera, el importe total concedido en las hipotecas constituidas durante este segundo mes del año se situó en los 2.770 millones de euros, lo que viene a significar una reducción del 54,8% con respecto al mismo mes del año anterior.

Estos descensos, tanto en el importe medio de las hipotecas como en el global prestado provienen, en gran medida, de la reducción del precio de las viviendas, una tendencia que se debería de seguir observando en lo que queda de año, ya que las medidas interpuestas por el Gobierno para la valoración de los inmuebles que los bancos mantienen en sus balances deberían de provocar el descenso de precios de manera inequívoca.

En definitiva, lejos de recuperarnos, estamos cayendo en nuestra propia fosa, sin que parezca que podamos tener una solución real.

El Euríbor no encuentra suelo

Ya nadie puede detener la caída del Euríbor

Ya nadie puede detener la caída del Euríbor

El Euríbor parece no querer detener su caída libre y seguir bajando hasta límites que ya no recordábamos y que seguramente nos costará volver a ver, lo cuál no deja de ser una gran noticia para todos aquellos que cuenten con un préstamo hipotecario o cualquier otro tipo de crédito referenciados a este índice.

Si en marzo nos congratulábamos de que el Euríbor, en tasa media mensual, cerraba en el 1,499%, esa cifra parece ahora muy lejana con los valores que estamos observando del indicador durante este mes de abril, el cuál comenzó con el Euríbor a la baja y parece que la tendencia se está manteniendo de manera invariada e invariable.

Ayer mismo, 23 de abril, el Euríbor cerró su cotización diaria en el 1,348%, para totalizar una tasa media mensual del 1,382%, ya más de 0,1 puntos porcentuales por debajo de hace apenas un mes y, lo que es más importante, 0,7 puntos porcentuales por debajo del cierre del Euríbor de hace ahora un año.

En esta coyuntura las hipotecas que tengan que revisar su tipo de interés en función del Euríbor de abril y que no cuenten con una cláusula suelo que limite el descenso del mismo, se encontrarán con una clara mejoría en cuando a la cuota mensual que tienen que ir pagando a la entidad financiera correspondiente.

En ese sentido, precisamente, se estructura la Iniciativa Legislativa Popular que se intenta llevar al Parlamento español, y de la que se hizo eco nuestro compañero Ladríllez, la cuál tiene un claro fundamento de defensa de los intereses de las familias más desestructuradas y menos favorecidas, económica y socialmente hablando.

Uno de los grandes objetivos es eliminar la cláusula suelo de las hipotecas españolas, para que todo aquel que se encuentre sujeto a una hipoteca pueda beneficiarse de las bajadas del Euríbor en la misma medida que se perjudica por los incrementos experimentados por el mismo.

No podemos olvidar que si el Euríbor cierra el mes de abril sobre el 1,37%, si a ese valor le añadimos un diferencial de un 0,8, que venía a ser la media hasta hace bien poco, nos encontramos con un tipo de interés ligeramente por encima del 2%, mientras que la cláusula suelo rara vez suele bajar del 3%.

Recogida de formas por el cambio de la ley hipotecaria

Los comuneros

Los comuneros en un momento malo...

Hoy comienza la recogida de firmas para cambiar la ley hipotecaria. Se trata de una Iniciativa Legislativa Popular y para poder tramitarse necesita recoger y validar medio millón de firmas antes del primero de noviembre.

La intención de esta iniciativa es  reformar la legislación hipotecaria, paralizar los desahucios, regular la dación en pago y establecer alquileres sociales (lo que es un eufemismo por baratos, o a ser posible gratuitos, entiendo yo). Por más que lo he buscado, no he encontrado ninguna referencia a atar los perros con longaniza ni a convertir en obligatorio y a cargo de las arcas públicas el regalo del día de la madre, pero supongo que todo se andará.

Este proyecto ha sido promovido  la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), los sindicatos UGT y CCOO, la Mesa de Entidades del Tercer Sector Social de Catalunya, la Confederación de Asociaciones Vecinales de Catalunya (CONFAVC),  y el Observatorio DESC (Derechos Económicos, Sociales y Culturales)

El objetivo de las quinientas mil firmas parece fácil de alcanzar y no sólo a los organizadores, que esperan recoger millones de apoyos. El texto propuesto se refiere, de momento, únicamente a la vivienda habitual y no impide el desahucio o expropiación de segundas viviendas. Otro de lso puntos estrella de esta iniciativa es la solicitud de que la dación en pago sea retroactiva, de forma que se condone la deuda a aquellas familias que ya han entregado su piso a los bancos.

Una vez logrado el objetivo de recoger las firmas, la iniciativa pasará al Congreso, donde se someterá a votación. Teniendo en cuenta que la crisis inmobiliaria comenzó en 2008, el hecho de que se propongan ahora estas cosas deja la impresión de ser más un gesto político que pretender conseguir algo realmente, como si los desahuciados en tiempos de Zapatero no fuesen desahuciados reales.

No obstante tratarse, en mi opinión, de una iniciativa sectaria, tardía y poco realista, hay que reconocer que es bastante justa en su mayor parte. Por si a alguno os apetece prestar vuestro apoyo, este es el enlace: www.quenotehipotequenlavida.org.

Aquí, en mi tierra, se celebra hoy el día de los Comuneros de Castilla y la batalla de Villalar, entre los mencionados comuneros y las fuerzas del Emperador Carlos I de España y V de Alemania. Una gloriosa y olímpica derrota para los comuneros.

Una premonición, quizás, en estos tiempos en que tanto miramos a Alemania.

Pero algo hay que hacer…

Hipotecas, bancos, y muertos en el armario

Rarezas y temores

Rarezas y temores

Cuando la prensa internacional habla de que la banca española es un peligro porque tiene sus armarios llenos de cadáveres, no se refiere mayormente a trapicheos, cuentas falsas, o asientos contables inventados, sino que en lo fundamental se refiere a nosotros.

¿Qué tal nos sienta el papel de zombies? Supongo que según el color del maquillaje que use cada cual y lo bien o mal que haya sabido mantener la línea, ¿no? El caso es que la prensa europea no lo ve de ese modo y lo único que tiene en cuenta es el precio de mercado de unos inmuebles que siguen convirtiéndose en impagados a un ritmo creciente a medida que pasa el tiempo y la situación de la economía española no mejora.

El otro día hablaba de las pruebas de stress que tiene que pasar una economía doméstica, y esa cuenta, más o menos publica se ha realizado ya para los bancos españoles, con el resultado de que muchos de ellos aguantarían el tirón si la crisis era corta, si se empezaba a recuperar el empelo y si el número de hipotecas impagadas comenzaba a reducirse pronto. ¿Y qué ha pasado en realidad? Pues todo lo contrario. A medida que los pisos siguen bajando, el respaldo de las deudas de nuestros bancos sigue perdiendo valor y sus balances son cada vez más endebles.

Trato de explicarlo lo más sencillamente posible: el dinero que nos prestaron vino en muchas ocasiones de fuera. Ese dinero nos lo dieron para comprar un piso, y en su balance aparece que nos dieron el dinero pero nos pueden embargar el piso. Ahora resulta que la deuda sigue ahí, cada vez hay más gente que no puede pagar y el piso vale cada vez menos, lo que origina una pérdida latente.

Eso son los muertos que nuestros bancos tienen en el armario: los pisos, y sobre todo los terrenos, tasados a un precio que se aleja diariamente del real mientras la economía no tiene pinta de mejorar ni el número de personas sin trabajo tiene pinta de reducirse.

¿Y cómo se sale de aquí? Pues no está ni medio claro. Si los bancos no tienen pasta, no pueden prestar. Y si prestan la que el Banco Central Europeo les da, entonces sus balances empeoran y les dejan de prestar a ellos. La vieja solución, la de toda la vida, era devaluar al moneda, pero eso, hoy por hoy, supone salir del Euro, con el consiguiente pánico que acarrearía.

Así que, para hacer previsiones económicas hoy en dí, más que economista hay que ser entendido en cine de terror. Y encima de serie B.

¡Marchando una de spaghetti zombie!

¿Quién dijo recuperación?

Cada vez es más difícil pagar las facturas

Cada vez es más difícil pagar las facturas

La verdad es que las estadísticas que venimos conociendo de manera periódica no hacen sino ahondar en nuestro pesimismo genético y en anclarnos en posiciones de crisis sempiterna de la que no parece que vayamos a tener posibilidades reales de escapar.

El último dato demoledor para la recuperación económica ha sido el de la tasa de morosidad del pasado mes de febrero, la cuál se acerca peligrosamente al récord histórico de la serie estadística. Así, en el segundo mes del año la tasa de morosidad se disparó hasta el 8,15%, mientras que el máximo histórico de la tasa de morosidad en nuestro país se registró en octubre de 1994, con el 8,20%, por lo que no sería descabellado pensar que en marzo se podría superar esa cifra.

Y más si tenemos en cuenta que con el dato de febrero, que supuso un incremento de algo más de dos décimas con respecto al 7,91% de enero, nos encontramos ya con el octavo mes de subidas consecutivas, quedando lejos el mes de junio cuando se experimentó una ligera caída de apenas 0,07 puntos porcentuales, pasando del 6,48% de mayo al 6,41% del sexto mes de 2011.

La totalidad de los créditos morosos del sector financiero español asciende a 143.815 millones, muy por encima de la barrera psicológica marcada por los expertos en los 100.000 millones de euros, cifra que se superó por primera vez durante el pasado mes de mayo de 2011.

Desglosando por entidades financieras, nos encontramos con que la morosidad de las entidades de depósito, es decir, los bancos, cajas de ahorros y cooperativas de crédito, se situó en el 8,23%, mientras que la que corresponde a los establecimientos financieros de crédito quedó fijado en el 8,4%.

El problema, como siempre decimos, es que con una tasa de morosidad tan elevada las entidades financieras se lo plantearán mucho antes de iniciar la recuperación del crédito, ya que no querrán arriesgar sus balances a acumular nuevos impagos que pueda hacerles perder credibilidad ante los mercados internacionales, y, por tanto, capacidad de captación de fondos en los mismos.

Y no podemos olvidar que sin la recuperación del crédito no podemos plantearnos la recuperación de la economía, porque el sistema está montado en función de la capacidad de financiación de los agentes económicos.

El timo de la estampita con las hipotecas multidivisas

La picaresca española sigue a la orden del día

La picaresca española sigue a la orden del día

Para ponerte en situación el timo de la estampita es aquél en el que un desequilibrado ficticio se acerca a un tipo y le ofrece unas estampitas que lleva en un sobre las cuáles, aparentemente, son billetes de curso legal. El tipo, tratando de aprovechar su suerte de haberse encontrado con un desequilibrado que no sabe que lo que lleva en el sobre son billetes en lugar de estampitas le paga una cantidad de dinero por el sobre y se marcha creyendo que ha hecho el negocio del siglo.

Sin embargo, luego resulta que lo que había en el sobre no eran más que papeles y que había sido timado por un desequilibrado, que no lo era en realidad, y que le ha dado gato por liebre aprovechando la sed ventajista y sin escrúpulos del tipo que se creyó más listo que nadie.

Pues algo parecido ha sucedido con las hipotecas multidivisas. Todos los analistas y expertos siempre han coincidido en afirmar que se trata de un producto especulativo en el que se debería de entrar sólo si se dispone de la flexibilidad suficiente como para poder jugar de manera eficiente en la lotería del tipo de cambio.

Pero durante muchos años cerca de 30.000 (según los cálculos de ADICAE) desoyeron estas recomendaciones y creyeron ver la gallina de los huevos de oro a su alcance, con la posibilidad de contratar una hipoteca mucho más barata que la del vecino, aprovechando su superior inteligencia y demostrándose a sí mismos, o al resto de la gente, que es más importante, que sabían aprovechar sus oportunidades.

Unas oportunidades que ahora se están viniendo abajo como un castillo de naipes. El poder del Euro, que parecía sempiterno hace unos años, ha desaparecido, y Bancos Centrales con tradición de tipos de interés bajos, como el japonés, se han visto en la obligación de corregir su tendencia ante la escalada inflacionista a la que se enfrentaban.

Ello ha provocado que todos los que tenían hipotecas multidivisas ahora se encuentran con que deben más dinero del que contrataron inicialmente, y que mientras sus vecinos siguen pagando cuotas similares, a ellos se les ha doblado. En definitiva, fueron a por lana y acabaron siendo esquilados.

Calcular hipoteca para que no nos pille el tren

Hipoteca índigo

Hipoteca índigo

¿Os suenan los test de stress de los bancos? Es un eufemismo para llamar a las pruebas que se hicieron y se hacen a los bancos a fin de determinar en qué circunstancias se van a ir al garete. La terminología sale de la ciencia de resistencia de los materiales, y por lo común, antes de esta ruina comunal que nos aflige, se utilizaban para conocer la resistencia de un puente o un edificio ante eventos como un viento fuerte o un terremoto.

En el caso de los bancos, lo que se trata es de saber cuántos años de crisis, de impagados, de morosidad y de pérdidas puede soportar un banco determinado antes de irse al carajo, en columna de a dos y marcando el paso de la oca.

¿Y las familias? Pues la familias y los particulares deberíamos hacer lo mismo con las hipotecas. En esta web se ponen a disposición de los lectores unas cuantas calculadoras hipotecarias que permiten echar cuentas sobre en qué condiciones podremos seguir pagando nuestra hipoteca sin miedo al embargo. Como lo difícil es fijar unas condiciones de stress, voy a proponer algunas que debemos tener en cuenta a la hora de calcular nosotros mismos hasta qué punto es segura nuestra hipoteca o hasta qué punto es prudente que solicitemos una:

—Posibilidad de que uno de los miembros de la unidad familiar se quede en paro. Debemos  calcular si podríamos seguir pagando la cuota y durante cuanto tiempo.

—Posibilidad de que los tipos de interés, o el Euribor en particular alcancen el 5%. Es importante saber lo que sucedería en ese caso y si podríamos pagar, aunque de momento parezca un escenario lejano.

Precio al que podríamos vender actualmente el inmueble que tenemos hipotecado. Esa es la salida de emergencia, así que es importante saber en qué situación estamos.

—Cuantos meses de hipoteca nos permiten pagar nuestros actuales ahorros. Si es menos de un año, estamos apretados.

No son las únicas variables, por supuesto, pero las respuestas a estas preguntas nos ayudarán a no crearnos falsas preocupaciones o a no vivir en una falsa tranquilidad. La verdad suele ser buena cosa.

O eso dicen…

Hipoteca y recortes

Otro día hablamos de las diferencias entre recortar y esquilar

Otro día hablamos de las diferencias entre recortar y esquilar

Al final salieron los presupuesto generales del Estado y los hipotecados tenemos que pensar en qué van a significar para nosotros, aunque sólo sea por su efecto en el resto de la economía, que será lo que determine los salarios y los tipos de interés.

A primera vista, creo que hay que decir varias cosas no muy halgüeñas:

-Lo primero es que han salido demasiado tarde y por motivos absolutamente lamentables. ¿Desde cuando pensaba razonablemente el PP que podía ganar las elecciones? Yo creo que hace al menos un par de años que contaban con una victoria como la que obtuvieron y, sin embargo, no tenían nada preparado. Ni Gobierno, ni ministros, ni nombramientos, ni unos presupuestos ya redactados que poner sobre al mesa nada más acabar la sesión de investidura que convirtiese a Rajoy en Presidente.

Un partido que hace de la urgencia y de la situación crítica su principal baza electoral no puede retrasarse cuatro meses en la presentación de los presupuestos, y menos por el cálculo electoral de unas elecciones regionales que de todos modos tenía perdidas por aquello del pesebre y el voto cautivo.

Cometer la torpeza de retrasar los presupuestos ha quemado absolutamente su crédito, y el nuestro, ante las autoridades europeas, poniéndonos en una situación aún más difícil de la que estábamos, porque nuestro problema, más que de finanzas, es de credibilidad.

-En segundo lugar, un análisis detallado del presupuesto nos lleva a la conclusión de que los recortes se hacen mal y de modo que, de nuevo, perdemos credibilidad. Se aborda un importante ahorro, sí, pero el 80% del ahorro recae sobre la inversión y sólo un 20 % sobre el gasto. ¿Qué da a entender eso de puertas afuera? Que queremos salir de la crisis invirtiendo menos pero gastando lo mismo. Parecemos el yonky que quiere mejorar su economía dejando de pintar la casa y dejando de arreglar las goteras del tejado en vez de quitándose de la heroína.

¿Quién demonios nos va a creer así? ¿Qué impresión damos a los que están esperando una señal de austeridad para abrir el grifo de la financiación? Austeridad es gastar menos, no invertir menos. Invertir menos es abandono, dejadez, cobardía, falta de miras y renuncia al futuro. Lo que se esperaba que redujésemos era el gasto, pero eso tiene un coste político muy elevado y el Gobierno no se ha atrevido a hacerlo,  dejando el problema como estaba, pero con menos infraestructuras, menos mantenimiento y menos investigación. Una maravilla, vaya.

Por este camino, los bancos no nos prestan, las hipotecas se complican y el dinero no fluye.

Normal, vaya.

Espejismo en el desierto

Seguimos sin que nadie compre un piso

Seguimos sin que nadie compre un piso

Nos las prometíamos muy felices cuando el pasado mes de enero asistíamos a un incremento intermensual del 42,6% en el volumen de operaciones de compraventa de viviendas, comparando los meses de enero de 2012 con respecto a diciembre de 2011, pero todo apunta a que no se trataba más que de un espejismo en el desierto.

A juzgar por los datos que ha hecho públicos el Instituto Nacional de Estadística esta semana, los cuáles no dejan ningún género de dudas, con un retroceso en tasa interanual del 31,8%, comparando febrero de 2012 con febrero de 2011, y del 7,1% si comparamos febrero con enero de este mismo año.

En total, el volumen global de operaciones de compraventa realizadas asciende a las 30.745, una de las cifras más bajas de la serie, de las cuáles un 53,5% fueron realizadas sobre viviendas nuevas, mientras que el resto 46,5% se hicieron sobre inmuebles de segunda mano.

Con esta caída de febrero ya nos encontramos con un total de 12 meses consecutivos de descensos en el número de operaciones de compraventa realizadas en comparación con períodos anteriores, tanto mensuales como anuales, y nos retrotrae a lo más duro de la crisis.

En total, el número de operaciones de compraventa que se realizaron sobre viviendas nuevas fue de 16.447, con un retroceso interanual del 26,5%, mientras que el volumen de operaciones de compraventa sobre viviendas usadas fue de 14.298, con un descenso del 37,1% con respecto al año anterior.

Si, por otro lado, realizamos el análisis regional, nos encontramos con que la región que más operaciones de compraventa firmó durante el mes de febrero fue Andalucía con 5.562, seguida de Cataluña y Madrid, con 4.360 y 4.334, respectivamente.

En el otro extremo, las Comunidades con un menor número de operaciones de compraventa fueron La Rioja, con 258, Cantabria, con 373, y Navarra, con 479. Se da la paradoja de que La Rioja, a pesar de presentar el menor número global, fue la Comunidad con un mejor comportamiento en términos relativos junto a Baleares, con 104 y 100 operaciones de compraventa por cada 100.000 habitantes.

En definitiva, un nuevo dato que vuelve a incidir en la gravedad de la crisis, y que pone de nuevo de manifiesto que el cambio de Gobierno no ha creado el escenario de confianza suficiente como para afrontar el reto del crecimiento económico.

Todas las estadísticas siguen siendo negativas

Una de las mayores caídas de la historia del saldo hipotecario

Una de las mayores caídas de la historia del saldo hipotecario

Siguiendo con la tendencia que se había adivinado durante el pasado año 2011, y durante los años anteriores, el saldo hipotecario ha seguido a la baja en el comienzo de este 2012, y así según los datos de la Asociación Hipotecaria Española (AHE), durante este pasado mes de enero se produjo un descenso del 6,26% en tasa interanual.

Un descenso que llevó el total del crédito hipotecario de las entidades financieras españolas, incluyendo todo tipo de créditos, a la cifra de 988.313 millones de euros, una cifra que se sigue reduciendo cada año sin que parezca que pueda haber una solución en el corto-medio plazo.

Para poner de relieve la importancia de este descenso del saldo hipotecario cabe recordar que durante los años de burbuja inmobiliaria se experimentaron unos incrementos de hasta el 20%, lo que demuestra lo agudo de la actual crisis y las pocas perspectivas reales de que la situación se vaya a revertir de manera inmediata.

Una vez más, estas cifras ponen de manifiesto que el volumen de concesión de nuevas hipotecas no es lo suficientemente rápido como para cubrir la amortización de las mismas, ya sea por el pago de los propios clientes o a través de los embargos de las entidades financieras.

A esta falta de cobertura también hay que añadir que las hipotecas que quedan canceladas disponían de un capital más elevado que las nuevas hipotecas concedidas, lo que también genera una diferencia negativa en cuanto al saldo hipotecario.

De la misma forma, los créditos al consumo han desaparecido en su práctica totalidad de los registros, ya que las entidades financieras siguen huyendo claramente de estos productos con escasas garantías y grandes probabilidades de impago.

Por otro lado, el hecho de que el saldo hipotecario se esté reduciendo no deja de ser algo positivo, si tenemos en cuenta que el exceso de endeudamiento privado de las familias españolas durante las fases previas de la crisis es una de las causas principales de la crudeza actual de la misma.

Sin embargo, como todos los analistas coinciden en afirmar, el problema no es tanto la reducción en sí, que puede ser positiva, como la velocidad de la misma, excesiva para poder ser digerida.